Buenos días.
Como cada mes veamos el mensaje de la Virgen María, Reina de la Paz, del pasado día 25 de abril de 2024.
Dice así: "Queridos hijos, estoy con vosotros para deciros que os amo.
Y os animo a orar porque Satanás es fuerte y cada día su fuerza es mayor a través de aquellos que eligieron la muerte y el odio.
Vosotros, hijos, sed oración, y mis manos extendidas de amor para todos aquellos que están en tinieblas y buscan la luz de nuestro Dios.
Gracias por haber respondido a mi llamada”.
Como es habitual, el mensaje se caracteriza por breve y escueto, pero a la vez con afirmaciones y consejos muy a tener en cuenta.
La Virgen anima a orar, pero ¿con qué intensidad, con qué frecuencia?, cuando afirma que "Satanás es fuerte y cada día su fuerza es mayor a través de aquellos que eligieron la muerte y el odio”.
Con qué claridad expone la Virgen, Reina de la Paz, que la fuerza y la actuación de Satanás en nuestro vivir de estos tiempos está en ‘aquellos que eligieron la muerte y el odio’, que se han convertidos en discípulos aventajados del que es la muerte y el odio mismo.
La Santísima Virgen nos pide ser oración; que todo nuestro ser, toda nuestra vida, se convierta en una oración continua elevada al Dios Altísimo, para que nos siga procurando la luz y la gracia de la conversión.
Y desde esta actitud, desde esta forma de vivir, poder ser sus ‘manos extendidas de amor para todos aquellos que están en tinieblas y buscan la luz de nuestro Dios.
María tiene, dicho en nuestro lenguaje, una obsesión por la salvación de las almas, así espera que le ayudemos a buscar y apoyar a aquellos hermanos nuestros que, habitando en las tinieblas, buscan la luz de Dios, aunque sea de la forma más inconsciente que se pueda imaginar.
Decir, repetir, que estamos en momentos difíciles y delicados no conduce a nada, si no tomamos conciencia de que algo podemos hacer, y mucho, si seguimos los consejos de la Virgen María, Reina de la Paz.
En este día, sábado, ofrezcamos al Inmaculado Corazón de María lo mejor que cada uno pueda en oración, sacrificios, penitencia reparadora, etc., y confiemos en su maternal intercesión. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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Buenos días.
En la Profesión de Fe, refiriéndose al Señor Jesús, afirmamos: "Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, y nació de Santa María Virgen”.
Son cosas sabidas, pero, ¿en qué medida vividas? O lo que es lo mismo, aceptadas y asumidas para poder profesarlas.
Ello indica que se debe tener claro hasta dónde puede llegar la acción del Espíritu Santo, que como Tercera Persona de la Santísima Trinidad lógicamente su obra puede ser infinita, sin límite y sin medida.
Así lo aceptó la Santísima Virgen en la Anunciación cuando el Arcángel Gabriel, a su objeción: "¿Cómo será eso, pues no conozco varón?” (Lc 1,34), le explicó cómo sería por la operación del Espíritu Santo en Ella, que lo entendió y aceptó de inmediato con aquella respuesta categórica: "He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 38).
Por tanto, cuando aseguramos que ‘nació de Santa María Virgen', estamos dando testimonio, porque así lo creemos y profesamos, del gran privilegio que Dios hizo a la Virgen María de su Virginidad Perpetua: Virgen antes del Parto, en el Parto y después del Parto.
Ojalá que sepamos vivir muy unidos a esta Santísima Madre y a su Hijo, nuestro Salvador, para poder seguir haciendo el camino que nos toca en nuestra propia jornada terrenal. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo.
Es un día este muy lleno de luz y de alegría, pues María y José fueron al Templo a presentar a su primogénito al Señor. Para ellos cumplir con la Ley de Moisés ya era un compromiso que cumplían con gran satisfacción, pero además lo que allí aconteció fue extraordinariamente emocionante.
Del relato del evangelio de San Lucas 2, 22-40, vamos a fijarnos en los versículos 25-35 que dicen: "Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción, y a ti misma una espada te traspasará el alma, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones”.
Y más concretamente atendamos al llamado cántico de Simeón, una oración de alabanza y de acción de gracias: ‘Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel’.
En la vida personal seguro que ha habido momentos que, por esperados o porque se presentaron así, fueron de mucha luz y paz, ¿cómo fue la reacción? ¿De gratitud y de alabanza, o sólo sirvieron para la propia satisfacción?
La gratitud es una virtud que se debe mantener muy despierta, y no solo para con Dios, sino también con las demás personas con las que andamos los caminos terrenales, pues, al fin, nadie por sí misma es capaz de conseguir muchas cosas que le son dadas, y gratuitamente, como las Gracias de Dios, directamente o a través de los demás.
Acompañemos hoy a la Sagrada Familia en el Templo, contemplemos lo que allí acontece, acojámonos a sus bendiciones y, una vez más, pidamos con fe y mucha esperanza por las familias, algunas tan quebrantadas y atribuladas. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
El santoral nos presenta a San Oscar, que nació en Amiens, Francia el 8 de septiembre del año 801 y murió en Bremen, Alemania el 3 de febrero del año 865.
San Oscar fue un gran erudito que ya desde muy joven fue estudiante de los benedictinos en la Abadía de Corbie, cerca de Amiens, en Picardía, en el norte de Francia. Allí regresó más tarde para hacerse monje y luego fue nombrado "maestro interno", un puesto que ocupó en la nueva Corbie, una comunidad nacida en Sajonia.
En 826 Oscar partió para Dinamarca con el nuevo Rey Harald que acaba de bautizar, pero después de sólo un año el soberano se vio obligado a dejar el trono. Oscar siguió entonces al monje Vittmaro en su misión a Suecia, donde el rey local era tolerante con la predicación de la fe en Cristo; creencia nueva considerada como la religión de los forasteros y de los prisioneros de guerra.
Los resultados fueron tan buenos que el nuevo emperador Luis "el Piadoso" alentó el nacimiento de una nueva estructura eclesiástica en estas tierras, que tuvo como sede Hamburgo, de donde Oscar será el primer obispo.
Cuando Lodovico murió, el imperio comenzó a desmoronarse también por las incursiones de pueblos invasores como los Normandos que devastaron los territorios del norte de Europa en esos años. La destructiva ola vikinga llegó también a Hamburgo, tanto que Oscar se vio obligado a refugiarse en Bremen donde, como obispo, pasó los últimos años de su vida trabajando, según algunas fuentes, en la edición de una Biblia para los pobres. En la catedral de la ciudad se conservan algunos fragmentos de esa antigua Biblia.
Murió en el año 865, sin haber visto realizado el sueño de una profunda evangelización del Norte de Europa, pero con la alegría de haber sembrado en esas tierras la primera pequeña semilla del anuncio de la fe en Cristo.
Que San Oscar nos alcance la fortaleza para evangelizar ahora en estas tierras que nos toca vivir.
Pide a Santa María en Sábado por todas las necesidades, espirituales y materiales, de los Hermanos que aquí nos encontramos en Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
En el comportamiento humano se suele hablar mucho opinando de cualquier cosa que se diga, aunque sea un tema complejo por demás o del que no se tengan los datos necesarios, ni tampoco la preparación suficiente para opinar de ello.
Cuando la persona no sabe ‘abrir bien los ojos’ para darse cuenta de las cosas, como realmente son y de la transcendencia o repercusiones que tienen o pueden llegar a tener, entonces habla lo que es y lo que no es, lo que conviene y lo que no conviene, sin que su discurso pueda llegar a tener la lucidez necesaria para ayudar.
En momentos complicados, sean del nivel que sean, pero que siempre afectaran a las personas, ni las interesadas, ni las que ‘pasan por allí’, deben hablar u opinar sin antes se produzcan dos situaciones: una que se ‘vea bien’ de lo que se trata y, otra, que se le pida a la persona la opinión o el juicio que pueda dar.
La superficialidad y la frivolidad son actitudes que, en las personas que las practican, pueden dar muy buena presencia pero en cuanto se las descubre, no se tardara en no ser tenidas en cuenta.
Merecerá la pena abrir más los ojos y cerrar más la boca.
Que el Señor Resucitado nos sostenga y nos dé las gracias que cada uno necesite para vivir en la Verdad (Jn 14,6), y testimoniarla siempre al mundo. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Hoy la Iglesia celebra a Santa Águeda de Catania, una joven que consagró su virginidad a Dios y que murió martirizada durante la persecución ordenada por el emperador romano Decio.
Águeda nació en Catania, Sicilia, en el sur de Italia, hacia el año 231. Como muchas mujeres de su tiempo, decidió consagrar su vida a Jesucristo, ofreciendo su virginidad.
Durante la persecución de Decio, el procónsul Quintianus (Quinciano), gobernador de Sicilia, intentó enamorarla, pero Águeda rechazó cada una de sus propuestas. Esto enfureció tremendamente al procónsul, quien ordenó que fuese llevada a un prostíbulo como castigo.
Contra lo que Quintianus esperaba, Águeda se las arregló para mantener su promesa al Señor en aquel lugar. Por tal motivo, puesto sobre aviso, el procónsul mandó someterla a una sucesión de vejaciones: primero que la torturen para luego cortarle los senos. Cierta hagiografía conserva sus palabras ante tamaña maldad: "Cruel tirano, ¿no te da vergüenza torturar en una mujer el mismo seno con el que de niño te alimentaste?".
Águeda logró sobrevivir a los espantos que se cometieron con ella y se dice que, durante la noche, el Apóstol San Pedro se le apareció para animarla y curar sus heridas. Como los soldados se percataron de que estaba repuesta, las torturas continuaron, y Águeda acabó entregando la vida el día quinto del mes segundo (5 de febrero) del año 251.
Según la tradición, al cumplirse un año del martirio de Santa Águeda, el volcán Etna entró en erupción. La lava amenazaba con destruir la ciudad de Catania. Entonces sus pobladores pidieron la intercesión de la santa para que detenga la furia de la naturaleza.
Milagrosamente el mar de roca encendida y ceniza jamás alcanzó la ciudad. En agradecimiento por aquel milagro, Catania y otras ciudades aledañas tienen a Águeda como santa patrona.
Hoy se recurre a ella para que interceda por las mujeres que tienen partos difíciles o problemas con la lactancia; y, en general, por aquellos que sufren dolencias en el pecho. Se le considera asimismo protectora de las mujeres y patrona de las enfermeras.
Oremos al Padre Dios con la oración que hoy hace la Iglesia: "Te rogamos, Señor, que la virgen santa Águeda nos alcance tu perdón, pues ella fue agradable a tus ojos por la fortaleza que mostró en su martirio y por el mérito de su castidad. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Y pidamos a María Santísima, Reina de las Vírgenes, que sepamos recuperar en nuestra sociedad la gran virtud de la Pureza de alma y cuerpo. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Con frecuencia celebramos la Memoria de santos mártires que derramaron su sangre en confesión de su Fe en Jesucristo.
El martirio es gloria de los que lo han sufrido y sufren hoy en el mundo, por la persecución que sigue padeciendo el mismo Señor: resuenan las palabras de Jesús a Pablo en el camino de Damasco: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” (Hch 9,4)
Pero también está el martirio incruento que viven muchas personas cada día, que sería muy positivo supieran comprenderlo y vivirlo con gran apertura de corazón para unirse a Cristo en su Pasión y Muerte, pues es grande el provecho espiritual para sí y para los demás.
He aquí un Himno litúrgico para las fiestas de los mártires, que recomiendo rezar con atención, particularmente su tercera estrofa.
"Palabra del Señor ya rubricada, es la vida del mártir ofrecida como una prueba fiel de que la espada no puede ya truncar la fe vivida. Fuente de fe y de luz es su memoria, coraje para el justo en la batalla del bien, de la verdad, siempre victoria que, en vida y muerte, el justo en Cristo halla.
Martirio es el dolor de cada día, si en Cristo y con amor es aceptado, fuego lento de amor que, en la alegría de servir al Señor, es consumado.
Concédenos, oh Padre, sin medida, y tú, Señor Jesús crucificado, el fuego del Espíritu de vida para vivir el don que nos ha dado. Amén”.
Recemos con fervor al Padre de las Misericordias, para que guarde nuestras vidas de tantos ataques que se sufren desde los más diferentes frentes de pecado y de maldad.
Que la propuesta de conversión que la Cuaresma vendrá a ofrecernos, vayamos aceptándola para abrazarla con sincero corazón. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Siempre pasó, pero parece que en los tiempos que corremos sí abundan las personas que creen que las cosas se tienen al alcance de la mano, sin otro mayor esfuerzo que decir ‘lo quiero’, quizás porque la experiencia de la vida aún no les ha puesto frente a la realidad.
¿Por qué? ¿Quién se lo ha evitado?
Colin Luther Powell, que fue un militar, diplomático y político estadounidense, dijo: "Un sueño no se hace realidad por arte de magia. Necesita sudor, determinación y trabajo duro”.
Esta verdad se debería interiorizar para tenerla muy presente, y así se debería enseñar para que se valorara más eso que se denomina ‘la cultura del esfuerzo’, pues sin la determinación de querer alcanzar un objetivo, un sueño, que se anhela conseguir, será imposible trabajar duro, con esfuerzo y sudor para lograrlo.
Y esto que es una ‘regla de oro’ para los temas humanos y materiales, no lo es menos para las cuestiones espirituales.
Se habla con insistencia de la Misericordia de Dios, de la Salvación y, por supuesto, del Cielo. Pero, ¿cómo enseña Cristo alcanzar este objetivo que debe ser para las personas absolutamente prioritario? Escucha y medita: "Entrad por la puerta estrecha. Porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos” (Mt 7,13-14).
Resulta un tanto escalofriante la última frase que no queremos ni escuchar, ni reparar: ‘Y pocos dan con ellos’, ya no es que no ‘entren’, sino que incluso no se den cuenta que por ahí, y no por otras puertas y caminos, es por donde se debe ir para encontrar el Cielo.
Después de que lo reflexiones, lo interiorices para ti, por favor: enséñaselo a los demás, porque se trata de la vida eterna, de la eternidad.
Reza hoy a San José para que nos fortalezca a todos los que nos encontramos aquí cada día, en torno a su santa Esposa, María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Es muy interesante la vida de Santa Josefina Bakhita que celebra hoy la Iglesia y que trataremos de resumir, aunque merezca la pena profundizar más en conocerla.
No se conocen datos exactos sobre su vida, se dice que podría ser de Olgossa en Darfur, y que nacería en 1869. Creció junto con sus padres, tres hermanos y dos hermanas, una de ellas su gemela.
La captura de su hermana por unos negreros que llegaron al pueblo de Olgossa, marcó mucho en el resto de la vida de Bakhita, tanto así que más adelante en su biografía escribiría: "Recuerdo cuánto lloró mamá y cuánto lloramos todos".
En su biografía Bakhita cuenta su propia experiencia de cómo fue raptada por unos buscadores de esclavos.
Los mismos secuestradores fueron quienes le pusieron Bakhita al ver su especial carisma.
Luego de ser capturada, Bakhita fue llevada a la ciudad de El Obeid, donde fue vendida a cinco distintos amos en el mercado de esclavos.Nunca consiguió escapar, a pesar de intentarlo varias veces. Con quien más sufrió de humillaciones y torturas fue con su cuarto amo, cuando tenía más o menos 13 años. Fue tatuada, le realizaron 114 incisiones y para evitar infecciones le colocaron sal durante un mes.
"Sentía que iba a morir en cualquier momento, en especial cuando me colocaban la sal", cuenta en su biografía.
El comerciante italiano Calixto Leganini compró a Bakhita por quinta vez en 1882, y fue así que por primera vez Bakhita era tratada bien. "Esta vez fui realmente afortunada, escribe Bakhita, porque el nuevo patrón era un hombre bueno y me gustaba. No fui maltratada ni humillada, algo que me parecía completamente irreal, pudiendo llegar incluso a sentirme en paz y tranquilidad".
En 1884 Leganini se vio en la obligación de dejar Jartum, tras la llegada de tropas Mahdis. Bakhita se negó a dejar a su amo, y consiguió viajar con él y su amigo Augusto Michieli, a Italia.
Después de trabajar para ellos como niñera, 1888 ingresa como novicia en las Hermanas de la Caridad en Venecia. Allí conoció al Dios de los cristianos y supo que "Dios había permanecido en su corazón”. El 9 de enero de 1890 recibe el Bautismo, la Confirmación y la Comunión por el Cardenal de Venecia. Siguió una vida llena de luz, que insisto es muy interesante conocer.
Al Señor Jesús Eucaristía deberemos hoy Adorar, desde un corazón que suplicará y expiará por esta situación tan delicada en la que nos encontramos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Todos sabemos que el día de la semana viernes, es día penitencial en recuerdo del Viernes Santo en el que el Señor Jesucristo entregó su vida en la Cruz por nuestra liberación y redención.
Por eso vamos a refrescar hoy la memoria e ir poniendo todo nuestro ser en orden, para que el Miércoles de Ceniza, próximo día 14, con la mejor disposición posible, entremos en el tiempo cuaresmal que nos ha de llevar a las celebraciones de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.
Conviene recordar que la Cuaresma son cuarenta días de oración y penitencia, a imagen de los cuarenta días y cuarenta noches que Jesús pasó en el desierto (Mt 4,1-11).
Durante este tiempo se ha de buscar, con los medios que nos ofrece la Santa Iglesia, el camino de conversión que nos disponga a poder celebrar, con corazón limpio y rectitud de intención, los Misterios centrales de la Fe, esto es, el Triduo Pascual.
Serán la oración, el ayuno, la limosna y la escucha de la Palabra de Dios, los medios principales para llevar con provecho esta jornada cuaresmal, siempre con el corazón lleno de verdad y de sinceridad para poder hacer realidad las inmensas gracias que la Iglesia nos ofrece.
"Buscad al Señor mientras se deja encontrar, invocadlo mientras está cerca” (Is 55,6).
Contemos con la ayuda de la Santísima Virgen María, Madre y Guía nuestra, para vivir este año la Cuaresma en bien propio y de los demás. Amén.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Mañana domingo es la fiesta de la Virgen de Lourdes, en memoria de las 18 veces que la Santísima Virgen María se le apareció a Santa Bernardette, desde 11 de febrero al 16 de julio de 1858.
Estas apariciones que se caracterizaron por la sobriedad de las palabras de la Virgen, y también por la aparición de una fuente de agua que brotó inesperadamente junto al lugar de las apariciones, que desde entonces es un lugar de referencia de innumerables milagros.
En los breves mensajes que Virgen da Bernardette podemos señalar el día 24 de febrero, que la dice: "¡Penitencia! ¡Penitencia! ¡Penitencia! ¡Ruega a Dios por los pecadores! ¡Besa la tierra en penitencia por los pecadores!".
Al día siguiente, en la 9ª aparición Bernardette cuenta: "Me dijo que fuera a beber a la fuente [...] no encontré más que un poco de agua fangosa. al cuarto intento, conseguí beber; me mandó también que comiera hierba que había cerca de la fuente, luego la visión desapareció y me marché." Ante la muchedumbre que le comenta: "¿Sabes que la gente cree que estás loca por hacer tales cosas?", Bernardette sólo contesta. "Es por los pecadores".
Se puede concluir que el eje del Mensaje de Lourdes es la grandísima preocupación de la Santísima Virgen por los pecadores, por todos aquellos que necesitan conversión, cambiar de vida, abandonar el pecado para volverse a Dios, y viene a pedir a la niña Bernardette que la ayude con la penitencia y la oración.
Este mensaje y esta petición la dejó la Virgen María a todos sus hijos para que la sigan ayudando a través de los años, llegando a este 166º aniversario en el que el pecado sigue haciendo estragos en las vidas de las personas, que dejándose seducir por el pecado, viven completamente fuera del Amor de Dios y de su santa Ley.
Escuchemos hoy, en lo más íntimo del corazón, la voz de la Virgen de Lourdes que nos pide hacer penitencia y oración por la conversión de los pecadores, de aquellos que viven fuera de lo que Señor Jesús predicó, particularmente en el Sermón del Monte, capítulos 5, 6 y 7 de San Mateo, y aceptemos el compromiso de hacer la penitencia que se pueda y alguna más, pues la salvación o la condenación de las almas es algo tan serio como la vida misma y su destino de eternidad. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Las lecturas de la Santa Misa plantean el tema de la lepra en el Pueblo de Israel. Así, la primera lectura del Libro del Levítico indica qué deben hacer cuando aparezca alguno con lepra, declarándole impuro.
En el Evangelio según San Marcos 1,40-45, se muestra la imagen de un leproso suplicando a Jesús de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme. Compadecido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: Quiero: queda limpio”.
Esta actitud del leproso es digna de tenerla en cuenta, su disposición decidida y el convencimiento de que Jesús, si quería, podía curarle. Es tan determinante la postura del leproso, que la manifiesta en cuatro palabras, que, a su vez, arrancan de Jesús tres palabras también determinantes: ‘Quiero, queda limpio’.
Hay que meditarlo para interiorizar cómo puede ser nuestra relación con Jesús: con corazón limpio, sencillo, convencido de que el Señor todo lo puede, porque para Él no hay nada imposible.
En la segunda lectura de la 1ª carta a los Corintios 10,31ss, San Pablo comienza diciendo: "Ya comáis, ya bebáis o hagáis lo que hagáis, hacedlo todo para gloria de Dios”, esto es, en su nombre, que será siempre en beneficio del prójimo y de uno mismo.
Y no es tan difícil acostumbrarse a mantener este espíritu de hacer las cosas siempre, siempre, para la Gloria de Dios.
En este domingo, que precede al comienzo de la Cuaresma, preparemos el corazón y la mente para entrar, el Miércoles de Ceniza, en el camino de conversión a la que nos invita el tiempo cuaresmal.
Si pedimos su intercesión a María, nuestra Madre y nuestra Guía, seguro que lo sabremos hacer bien. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
A dos días de comenzar la Cuaresma sería muy interesante que, como ya indicamos ayer, preparásemos el corazón y la mente para poder aprovechar, desde el primer momento, las gracias que la Iglesia nos ofrece en este Tiempo litúrgico de la Cuaresma.
Que recordemos y tengamos muy presente qué es la Cuaresma: su finalidad, los objetivos a conseguir y cómo llevarlo a cabo.
Veamos qué es la Cuaresma y su finalidad; durante cuarenta días la Iglesia irá ofreciendo a los fieles católicos medios con los que alcanzar su finalidad, que no es otra que prepararse para vivir los Misterios centrales de la FE: la Pasión, la Muerte y, finalmente, la Resurrección del Señor.
Pero no hay Resurrección sin consumar la Pasión y Muerte, y unirse al Señor Jesús en estos Misterios de dolor y gloria, no se consigue sin haber hecho un camino de conversión y de purificación.
La vida cristiana no es ninguna filosofía, ninguna teoría, es sencillamente una vida, que la persona ha de encarnarla en ella misma y dar testimonio del ‘tesoro que lleva en vasijas de barro’ como enseña el Apóstol (cfr. 2 Cor 4,7ss).
Se habla mucho de dar ejemplo, testimonio de lo que creemos, de la Fe en Jesucristo, pero no se llega a entender bien que más allá de tener el deseo y la convicción de dar ese testimonio de Fe, está el día a día de la vida en el que nadie puede ocultar sus comportamientos, sus gestos, sus palabras, e incluso, sus silencios más naturales, con los que se relaciona y se expresa con los otros.
Y he aquí la clave, se transmitirá lo que haya en el corazón, bueno y malo, que en definitiva será lo que hay que enderezar en la Cuaresma, para poder llegar a los días santos del Triduo Pascual capaces de unirse a Cristo, no desde la teoría de unos sentimientos más o menos vivos, sino desde la misma experiencia que vivió Cristo y que la santa Iglesia nos lo actualiza al momento presente a través de la Liturgia.
Merece la pena hacer este camino cuaresmal comenzando por poner distancia entre el mundo y sus seducciones, como pueden ser los carnavales u otros excesos que propone, llegar al Miércoles de Ceniza, observando el ayuno y la abstinencia a los que estamos obligados, participando del rito de la imposición de la ceniza y ya seguir el camino sencillo de cada día viviendo cara a Dios.
María, nuestra Madre y nuestra Guía, está en la total disposición para ayudar a todos sus hijos que acudamos a Ella, sencillamente para ir paso a paso siguiendo las huellas de su Hijo Jesucristo. AMÉN.
No te distraigas.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Ya en la víspera de comenzar la jornada cuaresmal, recordemos las prácticas cuaresmales para alcanzar las gracias necesarias y poder llegar santificados a la Pascua: La oración, la escucha de la Palabra de Dios, la penitencia y la limosna, que no será otra cosa que la expresión de la Caridad.
En la escucha de la Palabra podemos atender a las lecturas de mañana, Miércoles de Ceniza, y ver lo que San Pablo dice, urge, a los Corintios (2 Cor 5,20.6,2): "... En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios..., os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Pues dice: En el tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé. Pues mirad: ahora es tiempo favorable, ahora es el día de la salvación”.
Esta Palabra nos invita muy seriamente a comenzar la Cuaresma en Gracia de Dios, por lo que sería muy deseable acercarse a la Confesión, sacramento tan necesario como generalmente poco frecuentado.
El santo Ángel Custodio será el mejor consejero que se puede tener para preparar una buena confesión, y acudir a recibir el sacramento de la penitencia con arrepentimiento sincero y un buen propósito de la enmienda.
Pidamos con mucha Fe al Señor Jesucristo, la Gracia de la conversión para todos los que nos encontramos aquí cada día en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
En este punto de partida, que es el Miércoles de Ceniza, os ofrezco, para la reflexión, uno de los Himnos de la Liturgia de las Horas de este día, pues debe ser hoy un día de oración intima, profunda, para comenzar plenamente en conciencia la Jornada Cuaresmal.
"Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando; cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor; cómo, a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor.
Nuestras vidas son los ríos que van a dar en el mar, que es el morir; allí van los señoríos derechos a se acabar y consumir; allí los ríos caudales, allí los otros medianos y más chicos; y, llegados, son iguales los que viven por sus manos y los ricos.
Este mundo es el camino para el otro, que es morada sin pesar; más cumple tener buen tino para andar esta jornada sin errar. Partimos cuando nacemos, andamos mientras vivimos, y llegamos al tiempo que fenecemos; así que cuando morimos descansamos.
Este mundo bueno fue si bien usásemos de él como debemos, porque, según nuestra fe, es para ganar aquel que atendemos. Aún aquel Hijo de Dios, para subirnos al cielo, descendió a nacer acá entre nos, y a vivir en este suelo donde murió".
Impulsados por la ilusión de encontrarnos en el Triduo Pascual en la disposición que se espera, andemos este Tiempo de oración, penitencia y caridad con toda responsabilidad.
Así se lo encomendamos a San José, que supo ser el fiel servidor del Padre para que se cumplieran sus planes de salvación. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
En el camino de conversión personal, lo primero que hay que atender es saber las deficiencias morales que tiene el propio corazón, pues es preciso saber de qué realmente se necesita cambiar.
Puede resultar un tanto cansino ir viendo, con el mayor cuidado posible, la realidad, pero si nos quedamos en lo general, sin precisar, se hará muy difícil poder concretar nada ni saber lo que se tiene que erradicar o cambiar.
¿Por dónde empezar? Si en un primer momento no se da uno cuenta de todo lo que estorba al alma, pues habrá que comenzar por algún punto de la doctrina católica. Por ejemplo, los pecados capitales.
El primero y más importante en destruir a la persona es la soberbia, pues le lleva a tal altivez y orgullo, que no le importará arrasar lo que sea necesario para poder satisfacer su ego y sobresalir por encima de todo.
La persona soberbia pretende, aún sin saberlo, ser como Dios; es lo más parecido, por no decir lo mismo, que lo que arrastró al Ángel de Luz a convertirse en Lucifer, generando en él tal odio que ya solo buscó con Adán y Eva primero y con toda la humanidad a lo largo de toda la historia, que hombre se engríe y pretenda ser como Dios.
Satanás no puede destruir a Dios y lo intenta destruyendo a la creatura más preciadas por Dios, que es el hombre.
A nivel personal no es difícil desenmascarar la soberbia en uno mismo, pues se dará cuenta desde el momento que detecte otros pecados o vicios que se derivan de ella, como puede ser el desprecio al otro, el despotismo, la ambición, la falsa humildad, el orgullo, la hipocresía, el deseo de mandar, la vanagloria..., no se puede olvidar que la soberbia es cabeza y origen de otros muchos pecados y vicios.
Puede resultar interesante hacer camino cuaresmal viendo el estado del propio corazón, pues la soberbia es una grave enfermedad del alma, que si no se la ataja se irá extendiendo hasta la ruina total.
Al Señor Jesús, en su presencia Eucarística, pidámosle hoy que nos ilumine a ver y comprobar si la soberbia estuviera presente en el propio corazón, y si así fuera que nos dé la humildad necesaria para luchar contra ella. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
La mejor respuesta a la soberbia es la humildad, el problema se encuentra en que la persona que está enferma de soberbia no se da cuenta de su realidad, vive ciega por esta pasión del corazón y le será muy difícil reconocer la necesidad de seguir el camino de la humildad.
Pero en algún momento, aunque sea como una ráfaga, será consciente de su desvarío por la soberbia y ahí será el momento de reaccionar.
La humildad la enseña el Señor Jesús en diferentes momentos. Él dirá: "Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mt, 11,29); y también: "...pero no así vosotros, sino que el mayor entre vosotros sea como el más joven y el que gobierna como el que sirve. Porque, ¿quién es mayor, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es el que está a la mesa? Pues yo estoy en medio de vosotros como el que sirve” (Lc 22,24-27).
San Agustín dirá: "¿Quieres ser grande? Comienza por hacerte pequeño”. Solo a partir de la humildad viene la auténtica grandeza. No puede existir una verdadera santidad si no está apoyada en la humildad.
La humildad será el reconocimiento verdadero de lo que somos y valemos ante Dios y ante los demás.
Es también el vaciarnos de nosotros mismos y dejar que Dios obre en nosotros con su gracia.
También conviene tener en cuenta que nada tiene que ver la humildad con la timidez, la pusilanimidad o la mediocridad, pues la humildad no nos prohíbe tener conciencia de los talentos recibidos, ni disfrutarlos plenamente con corazón recto; lo que sí nos prohíbe es el desorden de jactarnos de ellos y presumir de nosotros mismos.
La gran virtud de la humildad da para mucha reflexión, pero atendamos al modelo más a nuestro alcance que es la Santísima Virgen María, que nos lo muestra tanto en su vida terrenal como después de su Asunción a los Cielos, Ella misma lo resume en aquellas palabras que dice a su prima Santa Isabel: "Porque ha mirado la humildad de su esclava” (Lc 1,39-56).
Recurramos a la Virgen María para que nos enseñe el camino de la humildad, que nos ayude a desechar los rasgos de soberbia que tengamos por pocos o pequeños que sean, y finalmente que nos alcance la gracia de la conversión del corazón. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Siguiendo nuestro camino cuaresmal, hoy proponemos la revisión del propio corazón en relación a ese otro pecado capital que es la envidia, siendo conscientes que en esta breve meditación no se puede abarcar suficientemente, al menos que sirva para abrir el deseo y disposición de trabajar para mayor información.
Según San Juan Crisóstomo "la envidia es la peor de las pasiones”, porque ofrece mucha más dificultad su extirpación de un alma y es muy corrosiva.
La Envidia consiste en una tristeza ante el bien del prójimo, considerado como mal propio, porque se piensa que disminuye la propia excelencia, felicidad, bienestar o prestigio.
La Envidia es un pecado capital contra la Caridad, origen de otros muchos pecados contra esta virtud, el más grave que origina es el odio. Se comienza envidiando los bienes ajenos o cualquier otra cosa, y si no se le pone freno, se acaba odiando.
La Caridad se alegra del bien del prójimo, mientras la Envidia se entristece. Asimismo se opone directamente a uno de los frutos de la Caridad que es la alegría noble ante el bien de los demás.
Con frecuencia llega a corromper la amistad, por ello es, quizás, uno de los motivos más frecuentes por los que rompen entre sí grandes amigos.
El odio es un rompimiento de la unidad con el prójimo originando a su vez otros pecados contra la Caridad: la maldición del prójimo, el deseo de su muerte, el deseo de cualquier otro mal. Lleva incluso al crimen más cobarde como el de Caín (Gen 4,1ss).
La Envidia es defecto diabólico: "Porque Dios creó al hombre para la incorruptibilidad, le hizo imagen de su misma naturaleza; mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen” (Sab. 2,23-24).
La Envidia que nace de la soberbia, hace verdaderos estragos entre las personas pues es como el cáncer silencioso que corroe la convivencia y la paz, pues como dice en su carta el apóstol Santiago 3,16: "donde existen envidias y espíritu de contienda, allí hay desconcierto y toda clase de maldad”. Se exterioriza con el disgusto el éxito ajeno.
Como se ve es muy extenso todo lo que es y abarca la envidia; merece dedicar un buen espacio de tiempo a considerarla, para poder limpiar el corazón si hubiera alguna huella de ella.
María, nuestra Madre y nuestra Guía, nos ayudará a ello; pidamos su ayuda maternal. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
En este primer domingo de Cuaresma, el evangelio de San Marcos hace una breve referencia de Jesús en el desierto: "En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; vivía con las fieras y los ángeles lo servían”.
A continuación dice que Jesús marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios diciendo: "Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio”.
La llamada a la conversión es muy frecuente a lo largo de toda la Sagrada Escritura, pero en el evangelio la encontraremos varias veces, tanto en boca de San Juan Bautista como en la del Señor Jesús, y en este tiempo cuaresmal la Iglesia nos lo recuerda con insistencia, por ello este domingo se nos ofrece como momento especial, para una profunda oración y reflexión sobre la disposición personal a decidirnos trabajar en el hermoso camino que es convertir el corazón y la mente al Señor.
Que la fuerza del Espíritu Santo nos sostenga para no defraudar al Señor Jesucristo, que entregó su vida por nosotros y por todos los hombres. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Contra avaricia, generosidad, también se puede decir: caridad.
La generosidad es la virtud de las almas grandes que encuentran en dar la mejor recompensa: "Gratis lo recibisteis; dadlo gratis” (Mt 10,8). La persona generosa sabe dar cariño, comprensión, ayuda de todo tipo que necesiten los demás. No busca a cambio que la quieran, que la comprendan, que la den ningún beneficio.
Da y se olvida que ha dado, ahí está su riqueza porque ha comprendido que es mejor dar que recibir.
Ejercitarse en la caridad ensancha el corazón y lo hace más joven, con más capacidad de amar; en cambio, el egoísmo, hijo de la envidia, empequeñece el propio horizonte haciendo una vida egocéntrica. La persona cuanto más da, más se enriquece interiormente.
Es propio de la caridad, de la generosidad, saber olvidar con prontitud los pequeños agravios que se producen durante la convivencia diaria; asimismo, saber también juzgar con medida ancha y comprensiva a los demás, saber sonreír y hacer la vida más amable a los otros, aunque se estén padeciendo contradicciones, y adelantarse en los servicios menos agradables del trabajo y de la convivencia.
Perdonar todo, con prontitud siempre, aceptando a los demás como son.
Y en contrapartida, dar: Ante todo la FE, que es el don más grande que hemos recibido, facilitando con la oración, el ejemplo y la palabra, el camino a quienes nos rodean para que se encuentren con Cristo.
También se puede, se debe, dar alegría, afecto, un pequeño elogio, escuchar con interés y atención, hablar con oportunidad y con visión positiva de las personas y de las cosas; limosna, ayuda de todo tipo, como puede ser abrir horizontes, humanos y sobrenaturales, a los demás, etc.
En todo este comportamiento, el cristiano debe ver detrás de estos detalles a Cristo que le recibe y le dice: "lo que hiciste con uno de estos más pequeños, conmigo lo hiciste” (Mt 25,40).
Sigamos con ilusión el camino cuaresmal, rectificando cuanto sea necesario y contando siempre con la ayuda de María, nuestra Madre y nuestra Guía, dispuesta a escuchar nuestra petición. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Reflexionemos en torno a la IRA, que es un pecado capital del que se derivan otros pecados, especialmente contra la caridad y la justicia. El pecado de la IRA tiene sus grados, que van desde la impaciencia y el mal humor hasta el furor y el odio, pasando por la irritación y la violencia.
La IRA conduce a dichos y hechos que no pueden ser justos delante de Dios; dice el Señor Jesús en Mt 5,21-22 "Habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal. Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego”.
San Pablo dice que la IRA produce un gran daño: "Mas ahora, desechad también vosotros todo esto: cólera, ira, maldad, maledicencia y palabras groseras, lejos de vuestra boca” (Col 3, 8); "Toda acritud, ira, cólera, gritos, maledicencia y cualquier clase de maldad, desaparezca de entre vosotros” (Ef. 4,31).
La IRA está estrechamente relacionada con la soberbia, pues las dificultades son siempre para el soberbio un mal, porque ante ellas se siente postergado; la soberbia responde entonces mediante la IRA que surge cuando pretende rechazar a un agresor injusto con procedimientos desproporcionados, o bien cuando se reacciona airadamente sin tener que rechazar a ningún agresor.
Para que la reacción sea proporcionada debe ser justa por el objeto, moderada en cuanto al ejercicio y caritativa en la intención. Según San Gregorio Magno (Moralia, 4) "la IRA es un gran obstáculo para el adelantamiento espiritual, porque hace perder la prudencia, la amabilidad, el espíritu de justicia y el recogimiento interior”.
La IRA da para mucho más de lo que parece a simple vista, así que encomendemos al Espíritu Santo su asistencia para encontrar toda la luz que cada uno necesite. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Convendrá completar la reflexión sobre la IRA considerando los medios para poner remedio a este mal espiritual y moral.
Se hace necesario reflexionar antes de obrar, para actuar con afabilidad y serenidad, rechazando el fanatismo sin dialogar con él.
Se han de olvidar las injurias, rechazar las sospechas, las celopatías y toda forma de pesimismo y amargura. Y, sobre todo, pedirlo en la oración.
Cuando la IRA haya desencadenado el odio se hace necesario acudir a la mansedumbre, pues al luchar contra la IRA aumenta la virtud de la paciencia, con la que se afrontan con fortaleza las dificultades.
Dice el apóstol Santiago en su carta, 1,19-20: "Tenedlo presente, hermanos míos queridos: Que cada uno sea diligente para escuchar y tardo para hablar, tardo para la ira. Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios”.
Concluyamos con dos citas. Santo Tomás dirá: "Hay que guardarse de que la ira pase al corazón, cosa que ocurre cuando se transforma en odio. La diferencia entre la ira y el odio reside en que la primera es repentina y el segundo es sostenido”. Y Casiano en Instituciones, 8, 22:
"No olvidemos que cuando estamos irritados perdemos por completo la libertad de ponernos en oración y ofrecer nuestras plegarias al Señor”.
Cuando se va reflexionando, con tranquilidad y sosiego, sobre lo que el corazón de la persona puede llegar a albergar, mirando al de uno mismo para evitar estas enfermedades graves que cualquiera de los pecados capitales producen, se siente la necesidad de ser pobre y humilde para hacer el trabajo necesario, confiando en la Gracia de Dios que ayudará a salir adelante.
San José, que fue un hombre justo, nos podrá ayudar a seguir los caminos cuaresmales sin perder de vista las llamadas que recibimos al comienzo de la Cuaresma: "En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios..., os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, pues mirad: ahora es tiempo favorable, ahora es el día de la salvación” (2 Cor 5,20ss).
Recurramos a San José, pidiéndole que nos enseñe las virtudes con las que él atendió a su Santísima Esposa y a su Hijo Jesús. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Veamos la virtud de la Paciencia, que parte de la virtud de la fortaleza y que se refiere a la capacidad de soportar, con cierta igualdad de ánimo y por amor a Dios, los sufrimientos físicos y morales, así como las situaciones y personas difíciles.
San Pablo nos enseña que también es un fruto del Espíritu Santo que tiene una especial relación con la Esperanza y la Caridad. Dirá en Gal 5,22: "En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley”, y en el libro de los Proverbios 16,32, leemos: "Más vale el hombre paciente que el héroe, el dueño de sí que el conquistador de ciudades”.
Son diversos los campos en los que el cristiano puede ejercitar esta virtud. En primer lugar, consigo mismo, pues es fácil el desaliento ante los propios defectos que normalmente se repiten una y otra vez sin lograr superarlos, por lo que es necesario saber esperar y luchar con paciente perseverancia, convencido de que en muchas ocasiones la superación de un defecto o la adquisición de una virtud, es cuestión de persistencia y constancia en la lucha de cada día con la ayuda de la gracia, y no de grandes esfuerzos esporádicos.
En segundo lugar, paciencia con quienes tratamos más a menudo en principio, y después con todos en general. Las flaquezas de los demás, como las propias, pueden hacernos perder la paciencia, sobre todo si se repiten con frecuencia, con las consecuencias que de ahí se derivarían. Cada día tenemos la oportunidad cercana de practicar la Paciencia.
A la paciencia se opone la impaciencia, que consiste en dejarse dominar por las contrariedades de la vida, hasta el punto de caer en la murmuración, en lamentaciones, quejas frecuentes, arrebatos de ira...
La impaciencia aumenta el número y el peso de los padecimientos, mortificaciones, que llevadas por amor a Dios, harán del alma paciente un alma humilde y muy unida a Dios.
En Jesús paciente, que a lo largo de su Pasión nos da un gran testimonio, podremos caminar por estas sendas de la Paciencia. Pidamos la intercesión de la Virgen Santísima para aprender a ser pacientes. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Hoy nos ponemos ante el pecado capital: la Pereza.
La vida cristiana exige una lucha constante contra las dificultades y las tentaciones; la virtud se halla rodeada de enemigos internos y externos y está sujeta frecuentemente a pruebas y tentaciones.
Cuando la persona se deja dominar por un sentido cómodo de la vida, por el cansancio negligente, por la inconstancia, aparece la Pereza.La Pereza es la repugnancia del alma a los trabajos, esfuerzos y dificultades que son necesarios para alcanzar y conservar las virtudes.
La Pereza, en cuanto se relaciona con nuestras obligaciones con Dios, se llama tibieza.
Perezoso no es solo el que deja pasar el tiempo sin hacer nada, si no el que realiza muchas cosas, pero rehúsa llevar a cabo su obligación concreta: Escoge sus ocupaciones según el capricho del momento, las realiza sin energía, y la mínima dificultad es suficiente para hacerle cambiar de trabajo, pues el perezoso puede ser incluso amigo de los "comienzos”, pero su incapacidad para un trabajo continuo y profundo le impide poner las "últimas piedras”, acabar bien lo que ha comenzado.
Como de otros pecados capitales, también de la Pereza se derivan otros pecados: la malicia, el rencor, la pusilanimidad, el desaliento, la torpeza e indolencia en la guarda de los mandamientos y la divagación de la mente hacia las cosas ilícitas.
El Señor hace frecuentes referencias al rigor con que será tratado el perezoso, dirá "Todo árbol que no dé buen fruto, será cortado y arrojado al fuego” (Mt 7,19).
En la Sagrada Escritura se encuentran muchas referencias al perezoso y lo malo que es dejarse arrastrar por la Pereza.
Comencemos con lo dicho a reflexionar seriamente sobre la Pereza en nuestras vidas, pues es una cuestión que se le da muchísima menos importancia de la que tiene, y de la que están tocadas también muchas personas. Sigamos, pues, el camino de la propia conversión, mirando al Sagrado Corazón de Jesús y ofreciéndole cuantas oraciones y sacrificios podamos para reparar y expiar tantas ‘perezas’ que hacen mucho daño a quienes sufren sus consecuencias. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Contra Pereza, Diligencia, que representa la prontitud en la actividad ordinaria para no dejarse arrastrar por la Pereza.
Los dones y carismas que Dios ha dado a cada persona se deben poner en práctica, para lo que se necesita la virtud de la diligencia, pues, de lo contrario, si son ahogados por la Pereza terminarán desapareciendo, porque no se utilizaron según el querer de Dios.
En el libro de los Proverbios 6,6 se dice: "Miren a la abeja cómo trabaja continuamente. Es un ejemplo digno de imitar”. La chicharra que pasa el tiempo cantando, cuando llega el mal tiempo va donde la hormiga a que le dé un poco de alimento y la hormiga le contesta: Mientras yo trabajaba, usted descansaba y cantaba. Ahora mientras que yo disfruto de mis provisiones, usted aguante hambre y sufra.
Este es un retrato de lo que espera a quienes no viven la virtud de la Diligencia, porque prefieren dejarse arrastrar por la Pereza.
Hacer en cada momento lo que se debe y hacerlo bien, es propio de una persona diligente que no deja ni asomar en su vida la pereza, pues Dios premia, no solamente el número de obras que hicimos sino el cuidado y el esmero con que las hicimos; más vale hacer pocas obras bien hechas que muchas y dejarlas a medio terminar, propio de la Pereza.
No estaría mal recordar lo que el Ángel dice a la Iglesia de Laodicea: "Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Pero porque eres tibio, ni frío ni caliente, estoy a punto de vomitarte de mi boca” (Ap 3,15-16).
Buen momento es esta Cuaresma para revisar todo lo que afecta a la vida personal y procurar hacer el camino de conversión que se necesita.
En este día sábado, dedicado a la Virgen María, la pedimos que nos ayude y aliente para aprovechar todas las gracias que encontramos a lo largo del camino cuaresmal. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
En este II Domingo de Cuaresma se proclama el evangelio de San Marcos 9,2-10, la Transfiguración del Señor en el Monte Tabor.
Cristo ha llevado consigo a Pedro, Santiago y Juan y "se transfiguró delante de ellos”; continúa diciendo que "Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. No sabía qué decir, pues estaban asustados.
Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo”.
Aquí está la clave para este domingo y también para lo que nos queda de Cuaresma: ‘Este es mi Hijo, el amado; ESCUCHADLO’.
Son tres momentos en los que se escucha la voz del Padre, uno éste que dice: ‘Escuchadlo’; otro, al salir Jesús del Jordán de ser bautizado por Juan, que dice: "Este es mi Hijo amado, en quien me complazco” (Mt 3,17); y el otro en el discurso de Jesús, Jn 12,27-28: "Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré? ¿Padre, líbrame de esta hora? Pero si por esto he venido, para esta hora: Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado y volveré a glorificarlo”.
Escuchar a Jesús, aparte de ser un deseo expreso de Dios Padre, motivo más que suficiente para escucharle, es una necesidad para cualquier cristiano que quiere seguir las huellas del Maestro.
Si escuchamos al Señor, tendremos la Gracia de Dios Padre asegurada y podremos hacer el camino de conversión que cada uno debe hacer, en esta jornada cuaresmal.
No parece que sea tan difícil ponerse a la escucha de Jesús y seguir sus consejos, sus ejemplos y sus fuertes llamadas a ser ‘santos e irreprochables ante Él por el Amor’ (Ef 1,4).
Que este día sintamos la fuerza del Señor Resucitado, para avanzar con alegría y firmeza por las sendas cuaresmales, de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Comer y beber moderada y ordenadamente es una obligación, lo contrario es Gula, otro de los pecados capitales que, como tal, lleva a la persona al desorden y hasta la perdición.
La pasión de la Gula aparece cuando las necesidades del organismo se realizan de una forma desproporcionada, inadecuada, abusiva, sin orden; no es lo mismo tomar un vaso de vino en la comida que por la mañana y en ayunas, antes, casi de darse uno cuenta que ha amanecido. Esto es inadecuado, es Gula.
El deleite de la comida, considerado en sí mismo y dentro de los límites naturales, es bueno e incluso dará Gloria a Dios que es el Autor de la naturaleza y, por tanto, fuente de todo alimento, pero cuando la persona está continuamente comiendo, más veces de las que debe y de las que la naturaleza necesita, es signo de que se está dejando arrastrar por la Gula.
Pero aun cometiendo muchos excesos en la comida, cosa mala, la Gula también se expresa en los excesos de la bebida, que a muchas personas las ha perdido porque termina siendo causa de libertinaje como advierte San Pablo: "No os embriaguéis con vino, que es causa de libertinaje; llenaos más bien del Espíritu” (Ef. 5,18).
El vino posee un carácter benéfico y peligroso a la vez; es un bien precioso que puede hacer la vida agradable, puede regocijar el corazón, puede ser signo de prosperidad si se usa con sobriedad, pues incluso el Señor Jesucristo optó por beber vino aún a riesgo de ser mal juzgado y lo constituyó en uno de los elementos del festín mesiánico, pero los bebedores no van por aquí, beben hasta llegar a límites insospechados.
Los efectos de la Gula, particularmente por la bebida, pueden llegar a ser muy nocivos: degradación de la persona, embrutecimiento, locuacidad excesiva, chabacanerías, groserías, ordinarieces en gestos y palabras, habladuría de cosas inconvenientes e improcedentes, riñas y violencia irracional, etc.
San Juan de la Cruz asegura que la Gula causa cinco serios daños al alma: La inquieta, la enturbia, la ensucia, la enflaquece y la oscurece.Mucho más se podría agregar de la Gula, pero parece suficiente hoy para iluminar la conciencia y el corazón, para tomar buena conciencia de este pecado de la Gula y para hacer la reflexión y examen personal.
Acudamos una vez más a la Virgen Santísima para que nos alcance las gracias necesarias que nos ayuden en el camino de conversión en esta Cuaresma.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Estando con el tema de la GULA, no se puede dejar de tratar el aspecto de lo que podemos llamar ‘Gula Espiritual’, que se da cuando algunos encuentran gusto y sabor por las cosas espirituales, buscando más el sabor del espíritu que la pureza y la discreción.
Atraídos por este ‘gusto’ que hallan en las cosas espirituales, se matan a penitencias, se debilitan con ayunos, haciendo más de lo que su naturaleza, su flaqueza puede, y lo que es ya totalmente negativo es que lo harán sin orden y sin consejo.
San Juan de la Cruz los llama ‘gente sin razón’, pues someten la sujeción y la obediencia a los caprichos espirituales personales, excediéndose en actos y penitencias según su propia voluntad. Así de esta forma crecerán más en vicios espirituales que en virtudes.
Al adquirir Gula espiritual, caen en la soberbia espiritual por creerse buenísimos, llegando, al final, a hacer lo que les gusta y lo que les da la gana en cada momento, empujados, por supuesto, por el demonio, el padre de la mentira.
Lo que les mandan queda desfigurado porque lo cambian, añaden, quitan o varían a su antojo, por más argumentos que se les den para justificarlos.
Se les puede ver discutir con sus confesores y/o superiores para, al final, conseguir que les admitan lo que ellos quieren, y si no lo consiguen andarán enrabietados como los niños.
Otros rezan y rezan, sin sentido, por el solo gusto de sumar rosarios, novenas, devociones o cualquieras otras oraciones. Otros se hartarán de leer libros religiosos, pero, curiosamente serán del mismo autor y del mismo tema, porque con ello reciben gusto personal y se ven confirmados en sus ideas, que son las únicas buenas por encima de la formación lógica y necesaria.
Sigamos con ilusión trabajando en nuestro corazón para conseguir buen fruto en esta jornada cuaresmal, así se lo encomendamos al Señor Jesús que nos llamó para trabajar en su Iglesia. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
La virtud que se contrapone a la Gula es la TEMPLANZA.
Dice San Agustín que ‘la TEMPLANZA es el Amor que se conserva para Dios íntegro e incorrupto’, el Señor Jesús dirá en Lc 21,34-36: "Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre”.
La TEMPLANZA es la virtud que modera la atracción hacia los placeres sensibles, procura la moderación en el uso de los bienes creados.
La vida es como una senda que acaba en Dios, es un camino corto y lo importante es que al llegar se nos abra la puerta y podamos entrar, porque dice el Señor, que la puerta de la vida eterna ‘es estrecha y pocos la encuentran’ (Mt 7,13-14).
Un fruto importante de la TEMPLANZA es poner orden en el interior de la persona, es el hábito que pone por obra la realización del orden interior que defiende su propia auto-conservación.
Por el pecado original hay en la persona una fuerte tendencia a ir en contra de la propia naturaleza, una tendencia a "amarse” a sí mismo, más que Amar a Dios y la TEMPLANZA nos defiende y guarda, nos protege de sí mismos.
La TEMPLANZA se opone a toda perversión del orden interior proporcionando a la persona caminar con firmeza en las virtudes como la Castidad, la Sobriedad, la humildad, la Mansedumbre..., aunque su primer efecto en el alma es la Paz, una Paz profunda.
La Sobriedad es la virtud que mantiene, en la justa medida moral, el gusto de la comida y de la bebida, el dominio de los propios apetitos de comida y de bebida desordenados; también es necesaria la moderación en todos aquellos ámbitos en los que el cristiano se mueva ordinaria o extraordinariamente, y en los que se pueda dejar llevar por apetencias desordenadas de placer sensual o espiritual.
Qué gran importancia tienen todas estas virtudes que se contraponen a los pecados capitales, y qué gran gozo supone considerarlas y aprender a vivirlas, lo que pedimos hoy al Patriarca San José que, como varón justo, nos ofrece un modelo de vida completo. AMÉN
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
No dejemos pasar el mensaje de la Virgen, Reina de la Paz, en Medjugorje el pasado día 25 de febrero de 2024.
"Queridos hijos, orad y renovad vuestro corazón para que el bien que habéis sembrado dé frutos de alegría y de unión con Dios. La cizaña se ha apoderado de muchos corazones y se han vuelto estériles. Por eso vosotros, hijos míos, sed luz, amor y mis manos extendidas en este mundo que anhela a Dios, que es amor. Gracias por haber respondido a mi llamada”.
Nos pide, muy acorde con este tiempo cuaresmal, orar y renovar el corazón con un fin muy concreto: que el bien que hemos hecho dé ‘frutos de alegría y de unión con Dios’.
Hace una afirmación tan real como dolorosa: ‘La cizaña se ha apoderado de muchos corazones y se han vuelto estériles’; aquí muestra el trabajo del enemigo que ha llevado a ‘muchos corazones’ a la esterilidad, a no dar frutos de amor y de bondad, a quedar inservibles para el verdadero Amor, para ejercitar la Caridad, para ser luz y vida para sus semejantes.
Esta obra del enemigo de llevar a la esterilidad a los corazones que se dejan arrastrar por sus seducciones, no deja de ser también un aviso para los que podemos consentir, en algún momento de la vida, esos cantos de sirena con los que trabaja el demonio.
Finalmente nos pide a nosotros sus hijos, nos pone como tarea: ‘sed luz, amor y mis manos extendidas en este mundo que anhela a Dios, que es amor’. Como vemos Ella asegura que en este mundo, muchas personas, ‘anhelan a Dios’, lo que es para nosotros un estímulo firme y una llamada a continuar en el camino de evangelización, que cada uno sigue desde la parcela de la Iglesia a la que ha sido llamado.
Merece la pena atender los deseos de la Reina de la Paz, por lo que a Ella le pedimos que nos fortalezca en el camino y nos ayude a seguir las huellas de su Hijo Jesucristo. AMÉN.
Emilio Castrillón
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