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Mater Christi, Meditaciones Diarias | por Emilio Castrillón Hernández

  • Meditación del día:

Buenos días.

En este día la Iglesia celebra la Fiesta de la Virgen de Fátima, aquel mismo 13 de mayo de 1917 que la Virgen se apareció a tres pastorcitos: Francisco, Jacinta y Lucía, los dos primeros ya canonizados y Lucía, que murió con 97 años en 2005, en proceso.
Durante seis meses se estuvo apareciendo a los Pastorcitos cada mes, con un mensaje en el que llamaba insistentemente a la conversión de vida.

Ya en la primera aparición la Virgen les dice a los niños: "¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quisiera enviaros como reparación de los pecados con que Él es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores?”.
La Santísima Virgen siempre está en la gran preocupación y búsqueda de los pecadores, que necesitan convertirse para no extraviarse hasta el infierno por toda la eternidad.
Durante todas las apariciones les insiste a los niños que recen cada día el Rosario, por lo que el rezo del Rosario es una de las ideas claras del Mensaje de Fátima. Otro es rezar por la paz.

Pero hay un tercero que ya lo vimos en la primera aparición, el 13 de mayo, y que repite varias veces; el 19 de agosto, que fue el día de la aparición del mes de agosto, porque el día 13 los niños estuvieron retenidos por la autoridad que los detuvo para que no hubiera aparición este mes, (qué ingenuidad o ignorancia de los hombres cuando quieren ir contra Dios). Dice Lucía que "tomando un aspecto muy triste, la Virgen añadió: Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno por no tener quien se sacrifique y rece por ellas”.

Las palabras de la Virgen hablan por sí solas, pocos comentarios se pueden hacer, a no ser llamar la atención de que ‘muchas almas van al infierno por no tener quien se sacrifique y rece por ellas’.
En nuestro mundo sabemos que hay muchos y graves pecados, que tiranizan a las personas y las llevan por los tortuosos caminos de la mentira y del rechazo de Dios, por más que el confort, las riquezas y el espíritu de mundanidad, quieran tapar los dramas internos que produce el pecado.

Es por todo esto que la Virgen, sin duda, actualiza este mensaje en nosotros: como hijos suyos, en la semejanza de los Pastorcitos, que la escuchamos, que tenemos que ir con la oración y el sacrificio en favor de las almas que están en peligro de la condenación eterna por sus graves pecados, y nosotros mismos que como pecadores necesitamos seriamente convertirnos.

A los hombres parece que les gusta repetir la historia y así nos encontramos en un mundo con una situación tan lamentable como aquel de 1917, salvando las distancias y las circunstancias, pero al fin....., en tan graves peligros como entonces.
Es el Mes de María, día 13, en que el Rosario no se debería dejar de rezar cada día, sin olvidar a ‘los pecadores que terminan en el infierno’.

Conscientes de que la Virgen, en su advocación de Fátima, nos espera para ayudarla a conseguir que muchos de sus hijos vuelvan a Dios, ofrezcámosla lo mejor que tengamos para alcanzar sus objetivos. AMÉN.


Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España



Meditaciones: Virtudes Teologales



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