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Mater Christi, Meditaciones Diarias | por Emilio Castrillón Hernández

  • Meditación del día:

Buenos días.

La 'decepción' es una experiencia poco gratificante, por no decir nada positiva.

Lo que habría que tener en cuenta es, cuando surge la 'decepción', si la persona ya estaba, como si dijéramos, avisada, pues hay situaciones en las que las personas, por diferentes circunstancias, como que no quisieran ver lo que tienen ante sí. Claro, en estos casos la 'decepción' es más fuerte porque no se quiso ver y entender lo que estaba pasando, y cuando ocurre todo se viene abajo.

Cuando la 'decepción' sobreviene de situaciones que son imprevisibles, la cosa puede ser más dura porque no había ninguna circunstancia o razón aparente que hiciera suponer que la persona fuera a cambiar.

La 'decepción' puede causar perjuicios o daños que lleguen a afectar seriamente a la persona, llevándola a una desestabilización importante, incluso que pueda necesitar ayuda profesional, pero si las personas saben crecer en madurez y estabilidad emocional, no juegan con los valores morales y mantienen una integridad humana conveniente, será muy difícil que cualquier ‘decepción’ por grande que sea y que nadie está libre de sufrirla, le pueda vencer.

Pero otro aspecto importante a tener en cuenta, es ser el que causa la ‘decepción’ al otro, bien por comportamientos incompresibles o por no tener en cuenta la sensibilidad de la persona a la que se la puede herir con alguna facilidad, pues si duro es sufrir la ‘decepción’, no lo es menos el ser la causa de la ‘decepción’ de otros, y a lo mejor por no tener el más elemental cuidado de las exigencias de la convivencia.

Toda moneda tiene dos caras, en la vida ocurre lo mismo, unas veces uno está en la cara A y otras en la cara B; tanto en una posición como en la otra está el aspecto positivo o negativo, según uno sea actor activo o actor pasivo, y se ha de ser responsable y maduro tanto en una posición como en la otra, aunque siempre suele haber más quejas en torno al actor pasivo que cuando se está causando la ‘decepción’.

Finalmente conviene decir que, en cualquier caso, los problemas no se arreglan con la depresión por el abandono de la lucha, ya que la vida en sí es un duro camino durante el que hay que superar toda clase de adversidades y dificultades, que llegan por los más diferentes motivos o caminos. Ya lo indica el Señor Jesucristo cuando insiste: "Velar, velar y orar, porque no sabéis ni el día ni la hora...” (Mt 24,42ss).

Santa María del Adviento sabe mucho de lo que es vivir por encima de las pasiones humanas, con las que las personas tanto daño se hacen mutuamente; acudamos a Ella para que nos enseñe a vivir con la ilusión de superar toda ofensa recibida, para vivir siempre haciendo el bien (cfr. Hch 10,38). AMÉN.


Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España



Meditaciones: Santos


29/05/2018 24/05/2018 10/05/2018


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