Buenos días en la Solemnidad de Todos los Santos.
Día de gran Fiesta en el Cielo por todos los Santos que adoran a Dios en un culto de alabanza continua, y gran Fiesta también en la Tierra por todos los hijos de Dios que saben vivir con y en la Gracia Santificante.
La Virgen María, Reina de la Paz, en el mensaje del pasado día 25 de octubre de 2024, en Medjugorje, dijo: "¡Queridos hijos! En este tiempo, cuando celebran el Día de Todos los Santos, pidan su intercesión y sus oraciones para que, en comunión con ellos, encuentren la paz.
Que los santos sean para vosotros intercesores y ejemplos a imitar, a fin de que vivan santamente.
Estoy con vosotros e intercedo ante Dios por cada uno de vosotros. Gracias por haber respondido a mi llamada”.
Siguiendo el consejo de la Reina de la Paz, pidamos ‘su intercesión y sus oraciones’; qué importante es contar con las oraciones de los Santos, pues hemos de tener en cuenta que esas oraciones son limpias, no están en absoluto contaminadas por ninguna mancha humana y, por tanto, han de ser del mucho agrado de Dios; la Virgen dice: ‘intercesión y oración’, ¡gran misterio de Amor en el que viven nuestros hermanos del Cielo!
María Santísima vuelve a insistir en ‘que los santos sean para vosotros intercesores’, pero y también ‘ejemplos a imitar’, porque así podremos alcanzar el principal y último objetivo que será que al ‘fin vivan santamente’.
Merece la pena vivir este día lleno de gozo caminando por las sendas de la propia conversión del corazón, en la continua disposición de cumplir la voluntad santa de Dios.
Es muy necesario abandonar los afanes y egoísmos de la vida, que llevan por los caminos del pecado, y alejados de Dios no podemos tener las lámparas encendidas para cuando el Señor venga.
A la Virgen María, Madre de los Desamparados, encomendamos de todo corazón a las víctimas de la tragedia vivida estos días, a sus familiares y todas las muchas necesidades que ahora tienen los supervivientes, con el compromiso de hacer cuanto podamos por ellos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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Buenos días en el Día del Señor.
La perícopa del Evangelio que se proclama hoy en la Santa Misa (Mc 10,46-52), nos ofrece aquella plegaria insistente del ciego de Jericó. Veamos. "En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, un mendigo ciego, Bartimeo (el hijo de Timeo), estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: "Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí”. Muchos lo increpaban para que se callara. Pero él gritaba más: "Hijo de David, ten compasión de mí”.
Jesús se detuvo y dijo: Llamadlo. Llamaron al ciego, diciéndole: Ánimo, levántate, que te llama. Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo: ¿Qué quieres que te haga? El ciego le contestó: Rabbuni, que recobre la vista. Jesús le dijo: Anda, tu fe te ha salvado. Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino”.
Sería interesante considerar que Bartimeo no solo era ciego, sino que él se sentía ciego; es muy importante que la persona no solo perciba las cosas sino que las interiorice para ser totalmente consciente de la realidad que tiene o que es.
Bartimeo sabe que de la ceguera que padece no podrá salir ni por él mismo ni con la ayuda de nadie, por ello sabe también que Jesús Nazareno sí podría resolverle su problema porque ha oído muchas veces lo que dice y hace.
Cuando oye la gente y pregunta quién es, le dicen que es Jesús, él grita y grita para que le atienda, pues no sabe el momento que estará más cerca de él, y aunque le mandan callar, sigue gritando reclamando la atención de Jesús. Lo que pasó ya lo sabemos.
Cuánta ceguera hay entre nosotros. La ciencia y los adelantos van consiguiendo que hoy haya menos ciegos físicos, pero en cambio: ¡cuánta ceguera hay en los corazones y en las almas! Porque los ‘afanes de la vida y la seducción de las riquezas’ (Mt 13,22), no dejan a las personas que se enteren bien de la ceguera que padecen y, por tanto, no se dan cuenta de la necesidad que tienen de seguir los pasos de Bartimeo para conseguir VER, con la gracia y la fuerza del Señor Jesucristo.
Lo tienes más fácil que Bartimeo, acércate a Cristo, grítale y alcanza su favor para que te libre de tu ceguera. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Fiesta de la Virgen del Pilar.
Celebramos con gozo la Fiesta de la Virgen del Pilar, que según una venerada tradición, la Santísima Virgen María se manifestó en Zaragoza sobre una columna o pilar, signo visible de su presencia.
Esta tradición encontró su expresión cultual en la misa y en el Oficio que, para toda España, decretó el papa Clemente XII (Martirologio Romano).
En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol, para alentarle y fortalecerle en su misión de evangelizar nuestras tierras de España.
La Virgen Santísima todavía vivía, lo cual revela un signo muy valioso para el Pueblo y la Iglesia de España. De aquí viene lo que se ha dicho siempre de que España es ‘tierra de María’, aunque en los tiempos presentes no se esté correspondiendo a la Santísima Virgen como se le debería, por su predilección mostrada al venir a Zaragoza al encuentro del apóstol Santiago.
En la Sagrada Liturgia de este día, la Iglesia Católica reza: "Dios todopoderoso y eterno, que en la gloriosa Madre de tu Hijo has concedido un amparo celestial a cuantos la invocan con la secular advocación del Pilar, concédenos, por su intercesión, fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Hermosa y valiosa petición que bien merece secundar con el ‘Amén’: "concédenos, fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor”, de esta forma podremos responder a las palabras de Jesús en el evangelio de hoy, Lc 11,27-28: "En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo: Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron. Pero él repuso: Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen”.
A Nuestra Señora del Pilar le imploramos su protección para España, para la Iglesia Católica y para cada uno de nosotros. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Hoy tomamos un respiro con este himno litúrgico que nos lleve a la oración y contemplación de Jesucristo en la Cruz, Rey del Universo.
"Oh Príncipe absoluto de los siglos, oh Jesucristo, Rey de las naciones: te confesamos árbitro supremo de las mentes y de los corazones.
Oh Jesucristo, Príncipe pacífico, somete a los espíritus rebeldes, y haz que encuentren rumbo los perdidos, y que en un solo aprisco se congreguen.
Para eso pendes de una cruz sangrienta y abres en ella tus divinos brazos; para eso muestras en tu pecho herido tu ardiente corazón atravesado.
Glorificado seas, Jesucristo, que repartes los cetros de la tierra; y que contigo y con tu eterno Padre glorificado el Paráclito sea. Amén".
Y hoy pidamos a María, nuestra Madre y nuestra Guía, por las necesidades y proyectos de todos los Hermanos que aquí volvemos a encontrarnos. AMÉN
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Volvemos a fijarnos en este domingo en la Oración colecta de la Santa Misa, que ya sabéis que se reza también en las Horas de la Liturgia de las Horas.
Dice así: "Oh Dios, que manifiestas especialmente tu poder con el perdón y la misericordia, derrama incesantemente sobre nosotros tu gracia, para que deseando lo que nos prometes, consigamos los bienes del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Comenzamos reconociendo que el Padre Dios manifiesta, de una forma especial, excepcional diríamos también, su poder con el perdón y la misericordia, pues en verdad se necesita una gran fortaleza de espíritu para estar en la disposición de perdonar y acoger con misericordia a las personas que no aciertan a ir por la vida haciendo el bien.
Estos atributos de Dios, como son el perdón y la misericordia, nos estimulan a reconocerlos en medio de toda su Gloria e intentar siempre, una y otra vez, imitarlo en la propia vida, pues ocasiones para perdonar no faltan e igual para tener misericordia. Alguno podrá decir: ‘pero yo no soy Dios’, y se le podrá contestar: ‘sí, pero eres creatura suya, creada a imagen y semejanza de Él’.
Hay situaciones, actitudes, sentimientos y pensamientos que deben estar asiduamente sometidos a examen, pues aunque uno crea que no tiene resistencias en el corazón hacia nadie, que no tiene necesidad de perdonar, etc., puede estar engañándose porque todas estas realidades que alberga el corazón son sutiles en muchos casos y se cuelan casi sin darse cuenta.
Que el Señor Resucitado nos conceda la sabiduría de conocer la situación de la propia conciencia en cada momento de nuestra vida, y saber así poner el remedio necesario en cada momento. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Hoy, nuestra Madre la Iglesia Católica, reza así: "Oh Dios, que has puesto la plenitud de la ley en el amor a ti y al prójimo, concédenos cumplir tus mandamientos para que merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...”.
Tomar conciencia de cómo y qué ora la Iglesia a Dios cada día, es muy interesante y quizás, más necesario aún, para tener conciencia de lo que cada uno pide a Dios cuando se une en alguna de las celebraciones litúrgicas donde la Santa Iglesia reza.
En la oración colecta de la Misa de hoy, que se repetirá en la Liturgia de las Horas, reconocemos que Dios ha ‘puesto la plenitud de la ley en el amor a ti y al prójimo’; fijémonos bien: la plenitud de la ley, nada menos, es el amor a Dios y al prójimo. Ya aquí tenemos una fuerte interpelación sobre cómo es nuestro amor, tanto a Dios como al prójimo, pues el amor es la antítesis del egoísmo, del individualismo o del egocentrismo.
Y la petición concreta de esta oración colecta es: ‘concédenos cumplir tus mandamientos para que merezcamos llegar a la vida eterna’. Le pedimos a Dios que nos conceda la gracia que nos ayude, que nos fortalezca en el combate espiritual, en la lucha de la vida, para que seamos capaces de cumplir "tus” mandamientos, porque solo así mereceremos llegar a la vida eterna.
Una de las cosas con las que ‘el mundo, demonio y carne’, enemigos del alma, nos quieren engañar continuamente es con la dulcificación de los mandamientos, relativizando las situaciones en las que la persona se encuentra, la incapacidad aparente para poder afrontar esas situaciones, digamos, tan controvertidas, aplicando la relativización que lleva a atenuar sus exigencias, efectos o importancia.
Pero lo cierto es que para llegar a gozar del Cielo hemos de hacer una jornada terrenal en la Fe, en la Esperanza y en la Caridad, y esto sin cumplir los mandamientos es muy difícil por no decir imposible.
Oremos al Señor Jesucristo Resucitado que nos ayude a ser fieles al propio Bautismo a lo largo de los tiempos venideros. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Cuenta san Marcos 8, 27-35 en el evangelio que se proclama en este 24º Domingo, que Jesús preguntó a sus discípulos quién decía la gente que era Él, a las diferentes respuestas que le dan, agrega: "Y vosotros, ¿quién decís que soy? Pedro le contestó: Tú eres el Mesías... Y empezó a instruirlos: El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días”.
La reacción de Pedro fue un tanto inoportuna, incluso extemporánea, a juzgar por la contestación de Jesús, que "se volvió y, mirando a los discípulos, increpó a Pedro: ¡Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!”
Que dura corrección: "Tú piensas como los hombres, no como Dios”. Eh aquí la clave para lo que tantas veces hemos apuntado: la conversión del corazón para poder ‘pensar como Dios y no como los hombres’.
La conclusión del evangelio es igualmente llamativa y sugerente: "Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. Pues ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma”.
Que la Virgen de los Dolores que hoy es su Fiesta, nos ayude a vivir como el Señor Jesucristo nos enseña y nos pide; que aprendamos de Ella a llevar con la disponibilidad de entrega sin reservas, los sufrimientos de todo tipo que nos va procurando la vida o los que, desde la propia imprudencia o pecado, nos procuramos nosotros. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Durante la Santa Misa el Celebrante hace tres oraciones concretas en tres momentos diferentes; la primera, oración colecta, tras el acto penitencial, la segunda, oración sobre las ofrendas, una vez hecho el Ofertorio, y la tercera, oración después de la Comunión, antes de dar la bendición y despedir a la Asamblea.
Pues hoy la oración sobre las ofrendas contiene una petición muy significativa, que quiero resaltar para intentar tomar buena conciencia de lo que se le pide al Señor. Dice así: "Por el único sacrificio de Cristo, tu Unigénito, te has adquirido, Señor, un pueblo de hijos tuyos; concédenos propicio los dones de la unidad y de la paz en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor”.
¿Tiene actualidad esto que se le pide a Dios?
"Concédenos propicio los dones de la unidad y de la paz en tu Iglesia”.
¿Podremos dejar pasar este momento del Domingo XXI del Tiempo Ordinario?
¿No es acaso la unidad de la Iglesia la que está tan castigada por el espíritu de mundanidad y otros pecados de sus miembros?
Y la paz. Cuando la unidad sufre, se quebranta, se rompe, desaparece la paz, porque la división genera violencia de cualquier forma e intensidad, que lógicamente evitará la paz.
Prestemos atención y seamos conscientes del compromiso que conlleva en sí esta Oración, que cada uno asentirá con el ‘Amén’ correspondiente.
Participar en la Celebración de la Santa Misa exige poner atención a los textos de la Palabra de Dios que se proclaman, dejarte interpelar por ellos y responder a sus exigencias, asimismo, con las oraciones que hace el Celebrante, que se deben asumir y abrirse a las gracias que en ellas se piden a Dios.
Y qué decir del Prefacio, cántico de alabanza al Señor, y de todo el Canon, cuyo centro será el gran milagro de la Consagración: la transubstanciación: la conversión del pan y del vino en el cuerpo y en la sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
Si hay algo importante en el domingo es sin duda la Celebración de la Eucaristía, que cada uno debería examinar el trato que le da.
También el domingo será ocasión para desagraviar el trato y olvido de muchos católicos a Dios, con todo lo que ello supone. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Domingo XX del Tiempo Ordinario, ciclo B, cuya segunda lectura de la carta de San Pablo a los Efesios 5,15-20 dice: "Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sensatos, aprovechando la ocasión, porque vienen días malos.
Por eso, no estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Señor quiere.
No os emborrachéis con vino, que lleva al libertinaje, sino dejaos llenar del Espíritu.
Recitad, alternando, salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor.
Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo”.
Una perícopa de la carta que San Pablo envía a los Efesios, y que perfectamente podría enviárnosla a nosotros hoy, que es lo que hace la Iglesia actualizándonosla en la Liturgia.
Primer aviso: "Fijaos bien cómo andáis”, no todo vale; porque la insensatez no permite dar pasos certeros, y el Apóstol avisa: "porque vienen días malos”.
San Pablo nos exhorta diciendo: "daos cuenta de lo que el Señor quiere”, porque las borracheras llevan al libertinaje y lo que necesitáis es dejaros llenar del Espíritu.
Para ello es preciso: "Recitad, alternando, salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor. Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo”.
¡Qué importante es dar gracias a Dios siempre! Pues la persona siempre tiene motivos para levantar el corazón a Dios, Padre y Señor de nuestras vidas, en acción de gracias.
Y si esto lo hace con la frecuencia con la que constata los favores divinos, en su vida y en la de los suyos, su vida estará llena de Luz y de Paz.
Se hace urgente acudir al Señor Resucitado, para implorarle la Paz en tantos lugares del mundo en la que la estamos necesitando. Con actitud humilde no dejemos de pedírselo. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
En la segunda lectura de San Pablo a los Efesios, 4,30-5,2, encontramos unos consejos muy a tener en cuenta.
Dice así esta perícopa: "No pongáis triste al Espíritu Santo de Dios con que él os ha marcado para el día de la liberación final.
Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad.
Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo.
Sed imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima de suave olor”.
Comienza diciendo: ‘No pongáis triste al Espíritu Santo’, lo que ya pone en tensión, pues cuesta creer que nuestro comportamiento pueda dar pena y tristeza al Espíritu de Dios, pero lo cierto es que así es, si comprendemos la grandeza de ser imagen y semejanza del Dios Creador.
Y ya el resto de los versículos son consejos muy a tener en cuenta, ya que son muy reales y hasta frecuentes en el corazón de las personas, como son: ‘la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad’ que San Pablo nos pide que los desterremos, por lo que será interesante que escrutemos el corazón para ver qué hay en él de estos sentimientos.
Y como contraposición nos exhorta a: ‘Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo’. También estos sentimientos serán fáciles de comprobar en qué grado los tenemos, pues el Apóstol terminará exhortándonos a ‘sed imitadores de Dios, como hijos queridos’, que viven en el Amor del mismo Cristo.
Tanto los defectos como las virtudes que propone San Pablo son muy claros y concretos, por lo que no puede ser difícil reflexionar sobre ellos en el propio corazón, aunque lo que ocurrirá es que si encontramos algo que hay que corregir o rectificar, comenzaremos responsabilizando a otro de ser o tener esos sentimientos, lo cual, sin duda, es erróneo, porque el otro puede ser responsable de mi mal por el daño que me hace o ha hecho, pero mi respuesta, que es lo que vale ante Dios, es la que está bien o mal, y ésta solo me corresponde a mí.
Necesitamos contemplar más, para asimilar las actitudes de Cristo en su Pasión, Crucifixión y Muerte, que merece la pena imitar.
Pidamos la ayuda de María, nuestra Madre y nuestra Guía, para que sepamos superar todas las limitaciones que no nos permiten ‘volar alto’. AMÉN
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
En la Fiesta de la Transfiguración del Señor, en la que hemos de recordar al Papa San Pablo VI, que murió en este día de 1978 y que tanto bien hizo a la Iglesia aunque no deje de haber voces que no lo quieren reconocer así. En todo caso, que interceda por la Iglesia de nuestros días que tanta asistencia necesita de la Luz del Espíritu Santo para caminar en la Verdad.
El evangelio que se proclama en la Misa de hoy, Mc 9,2-10, relata el episodio que vivieron Pedro, Santiago y Juan cuando fueron llevados al Monte Tabor, donde el Señor Jesucristo se transfiguró manifestando su gloria y dando testimonio de lo que, por la Gracia de Dios, nuestra naturaleza humana, asumida por él, también será transformada.
En este episodio se manifiesta Dios Padre, el momento, sin duda, más transcendental por lo que supone, para toda la humanidad de todos los tiempos, el testimonio que da: "Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo” (Mc 9,7).
Ya en el Bautismo de Jesús en el Jordán se había oído la voz del Padre Dios que decía: "Este es mi Hijo el amado, en quien me complazco” (Mt 3,17), pero es que en la transfiguración el testimonio del Padre implica una aseveración: "Escuchadlo”, y es lo que deberíamos hoy fijar en la mente y en el corazón.
Escuchar al Señor Jesús es lo que necesita el mundo de hoy, pero ante todo lo debemos hacer nosotros, tú y yo, para poder saber bien lo que hemos de vivir, porque tendremos claro lo que debemos ser y hacer.
Escuchar a Jesús es conocerlo, aceptarlo, tener claro lo que propone, recomienda o manda en alguna ocasión.
Escuchar a Jesús será seguir sus consejos, todos y en todo momento, no únicamente los que nos son más simpáticos, más llevaderos humanamente o que resultan, cara a la galería, mejor vistos.
Escuchar a Jesús será propiciar el encuentro personal con Él cada día en la oración, en la Palabra de Dios, en la Eucaristía, para que Él nos pueda hablar y podamos atender a sus deseos, ruegos o mandatos.
Acudamos a María, nuestra Madre y nuestra Guía, para que nos enseñe y ayude a escuchar al Padre Dios y a su Hijo Jesús, como Ella lo supo hacer. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
El domingo es el día de Acción de Gracias por antonomasia, por ello y en primer lugar dejo este Himno de la Hora de Laudes,
Gracias, Señor, por la aurora; gracias, por el nuevo día;
gracias, por la Eucaristía; gracias, por nuestra Señora:
Y gracias, por cada hora de nuestro andar peregrino.
Gracias, por el don divino de tu paz y de tu amor,
la alegría y el dolor, al compartir tu camino.
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
El evangelio de este XVIII Domingo, San Juan 6,24-35, nos habla del verdadero pan del Cielo, de la Eucaristía, siendo muy elocuentes los últimos versículos de esta perícopa: "Jesús les contestó: Os aseguro que no fue Moisés quien os dio el pan del cielo. ¡Mi Padre es quien os da el verdadero pan del cielo! Porque el pan que Dios da es aquel que ha bajado del cielo y da vida al mundo. Ellos le pidieron: Señor, danos siempre ese pan. Y Jesús les dijo: Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca más tendrá hambre, y el que en mí cree, nunca más tendrá sed”.
‘El que viene a mí, nunca más tendrá hambre, el que cree, nunca más tendrá sed’. He aquí la clave: ir al Señor para nunca más tener hambre, creer en Él para nunca más tener sed.
En la vida humana tener hambre o sed es malo, pudiendo llegar a ser mortal por necesidad, pero en lo espiritual, vivir sin el alimento, el pan de vida y la bebida de salvación, que es Cristo y que lo da Él, sí que es mortal porque habla, no de la muerte del cuerpo, sino de la muerte para toda la eternidad.
Jesús nos sacia de su cuerpo y de su sangre, pero con la condición de que vivamos cara a Él, sin doblez y sin mentira, con las debilidades propias de la condición humana, pero con el propósito de superarlas por el reconocimiento humilde de ellas, y el arrepentimiento en el sacramento de la Confesión.
Acudamos al Señor Resucitado para que su Misericordia y su Gracia cubran la faz de la tierra, para que acaben todas las maldades de los hombres que someten a los pueblos a esclavitudes y guerras. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el Día del Señor.
Como cada domingo encontramos en la Palabra de Dios advertencias y consejos para la propia vida, para reconducirla por caminos del agrado de Dios y, también, para el crecimiento espiritual, que dicho de otra forma, es para alcanzar, con total seguridad, la SANTIDAD de vida.
En la jornada terrenal, mientras trabajamos por la extensión del Reino de Dios y por la construcción de un mundo lleno de justicia, de amor y de paz, hemos de hacer el camino de conversión = camino de santidad, que nos procurará, llegado el momento del tránsito, tener el Encuentro con Dios, lo que en los Novísimos es el Juicio particular, lleno de Luz y de Paz en el que el Padre nos llevará de su mano al Cielo, incluso sin tener que pasar por el Purgatorio, toda vez que se llegaría en el orden de su AMOR.
Porque, fijémonos lo que le dice San Pablo a los Efesios, y en ellos a nosotros: "Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos. Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor”; otras traducciones dicen que ‘nos eligió en Cristo antes de la creación del mundo’, en todo caso pensemos con serenidad la profundidad de la indicación de San Pablo: estuvimos en el pensamiento de Dios Padre, Señor y Creador del mundo, para ser elegidos por Él en su Hijo Jesucristo, individual y personalmente, con la sola intención de que nuestra respuesta sea el ser ‘santos e intachables ante él por el amor’.
Sólo nos pide vivir en el Amor, o sea vivir en la Caridad. Merece la pena hacer cuanto podamos para responder a esta iniciativa del Padre después de habernos elegido Él antes de la creación del mundo.
Contamos con el Señor Jesucristo para dar la respuesta adecuada al Padre Dios. Solamente con seguir los consejos evangélicos lo podremos lograr. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el Día del Señor.
Como acostumbramos a hacer cada domingo, nos fijamos en la Palabra de Dios que se proclama hoy en la Santa Misa.
Es en la segunda carta de San Pablo a los Corintios, 12, 7b-10, donde escuchamos que nos dice: "Hermanos, para que no me engría, se me ha dado una espina en la carne: un emisario de Satanás que me abofetea, para que no me engría. Por ello, tres veces le he pedido al Señor que lo apartase de mí y me ha respondido: "Te basta mi gracia; la fuerza se realiza en la debilidad”. Así que muy a gusto me glorío de mis debilidades, para que resida en mí la fuerza de Cristo. Por eso vivo contento en medio de las debilidades, los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”.
El engreimiento es un mal que sufren muchas personas, parece como si fuera una condición de la naturaleza humana al ver lo generalizado que está.
Y lógico es que para vivir en el agrado de Dios y en el mejor servicio a los demás, se deba evitar o eliminar el engreimiento como defecto que será pecado en muchas ocasiones.
Sabemos que el engreimiento es una cara de múltiples expresiones que se reflejan en las personas, como pueden ser la presunción, la jactancia, la vanidad, la arrogancia, la altanería, el orgullo, la soberbia o el endiosamiento, lo cual exige a la persona un cuidado grande para mantener su corazón, su alma, libre de tan nocivas inclinaciones.
Bien merece que empleemos un tiempo a la reflexión para discernir, si el Señor permite también que el enemigo nos abofetee, y tengamos que buscar en la Gracia de Dios el auxilio y el consuelo, porque al fin qué cosa mejor que encontrar en la debilidad la fortaleza de Dios.
A la Virgen Santísima, Refugio de los pecadores, venimos a pedirla su ayuda para vivir imitando su humildad, en la Esperanza de que llegaremos con Ella al Reino de la Santísima Trinidad. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el Día del Señor.
El Evangelio que se proclama en este XIII Domingo del T. O., Marcos, 5,21-43, relata el episodio en el que Jairo, Jefe de la Sinagoga, viene a Jesús a pedirle por su hija muy enferma y mientras iba con él a la casa para curar a la niña, acompañados por un gran gentío, ocurrió que: "Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos y se había gastado en eso toda su fortuna... Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido, curaría. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y notó que su cuerpo estaba curado.
Jesús, notando que, había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio de la gente, preguntando: ¿Quién me ha tocado el manto?Los discípulos le contestaron: Ves cómo te apretuja la gente y preguntas: ¿quién me ha tocado? Él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo. Él le dijo: Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud”.
Es este un texto que enseña muchas cosas; por una parte está la fe de la mujer que piensa ‘que con sólo tocarle el vestido, curaría’, y así fue.
Por otra parte Jesús ha notado ‘que había salido fuerza de Él’ y quiere saber qué ha pasado, que se dé testimonio de lo que ha ocurrido, por lo que la mujer ‘asustada y temblorosa’ se acerca, se echa a sus pies y dice lo que ha pasado en ella, recibiendo de Jesús su confirmación: ‘Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud’.
Ojalá supiéramos tener la Fe de esta mujer, y también la de Jairo, que logró que su hija muerta ya cuando llegaron a la casa, volviera a la vida.
Pidamos cada día al Señor Resucitado, que nos aumente la Fe que realmente necesitamos en estos tiempos tan difíciles de afrontar cada día. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Este Himno de la liturgia de las Horas de los ‘Santos’, espero y deseo que os sirva de reflexión y de oración para este día.
"Cuando, Señor, el día ya declina, quedaos con el hombre, que la noche del tiempo y de la lucha en que camina turba su corazón con su reproche.
Disipad nuestras dudas, hombres santos, que, en el alto glorioso del camino, ya dejasteis atrás temores tantos de perder vuestra fe en el don divino.
Perdonad nuestros miedos, seguidores del camino en la fe que os fue ofrecido, hacednos, con vosotros, confesores de la fe y del amor que habéis vivido.
Que tu amor, Padre santo, haga fuerte nuestro amor, nuestra fe en tu Hijo amado, que la hora suprema de la muerte sea encuentro en la luz, don consumado. Amén”.
Que mejor ayuda que la de María, nuestra Madre y nuestra Guía, para superar todas las dificultades del camino, marchando alegres, de su mano, al encuentro definitivo con la Trinidad Santa al final de esta peregrinación. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el Día del Señor.
En este domingo XII del Tiempo Ordinario, se proclama la segunda carta de San Pablo a los Corintios 5,14-17, que comienza diciendo: "Nos apremia el Amor de Cristo...”, que es lo mismo que decir que nos urge responder al Amor sin límite que nos tiene el Señor a cada uno.
Sigue diciendo el Apóstol: "...Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos”. Es clara la afirmación de San Pablo, nosotros, ni tú ni yo, podemos, debemos, vivir para sí mismos, que es tanto como decir que no se puede seguir viviendo para los propios intereses, egoísmos, ni tampoco para los intereses o egoísmos de los otros, sino únicamente para el Señor, y si esto lo aceptamos en el presente, cosa que ya hicimos en el Bautismo, pero, si lo actualizamos ahora, sabemos que exige en palabras del mismo Cristo: ‘negarse a sí mismo, tomar la cruz y seguirle’ (Lc 9,23).
Y termina diciendo San Pablo: "El que es de Cristo es una criatura nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado”. Se habla mucho del ‘hombre viejo’ que hay que superar por el ‘hombre nuevo’, sin darse cuenta que el hombre viejo, que encontramos en la propia vida, no es el que salió de las aguas bautismales sino el que se volvió a dejar contaminar por el pecado y, de una u otra forma, perseveró en él porque aún la conversión no se ha consumado totalmente para que sólo haya ‘hombre nuevo’, que es el podrá entrar en el Reino de los Cielos.
Por ello es que también urge trabajar por vivir en la vida de la Gracia, o lo que es lo mismo mantenerse en la Gracia de Dios acudiendo al sacramento de la Confesión en cuanto la Gracia se pierda o se desvanezca por los pecados.
Imploremos a Jesús Resucitado que nos ayude a dejar de vivir para sí mismos, y podamos ser discípulos veraces que testimonien el triunfo de la Cruz. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Hoy se proclama en la Santa Misa una perícopa del Sermón del Monte, Mt 6,19-23, pero si bien el texto completo es interesante, vamos a pararnos en los versículos 22 y 23: "La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!”.
Parafraseando el texto evangélico, podemos decir: La lámpara de tu alma es la conciencia, si la conciencia está enferma tu alma estará a oscuras, y si la única luz que tiene tu alma está oscura ¿cómo te gobernaras en el agrado de Dios siguiendo su santa Voluntad?
Las personas suelen cuidar muy poco su vida en el orden trascendental de la misma; se presta atención a la salud física, aunque no siempre cómo se debiera, pero a la salud moral, espiritual, no se le presta la atención necesaria para poder seguir un camino honrado, honesto, justo, veraz, en definitiva, en el agrado de Dios.
Y si no es así, ¿cómo se puede esperar de esta sociedad, ni justicia, ni verdad, ni atención favorable, particularmente para los más necesitados de atención, de apoyo y de solidaridad?
Bueno será prestar un poco más de atención a cuidar la conciencia, que ayuda a saber gobernarse conforme exige el compromiso bautismal y sus promesas.
A María, que es Auxilio de los Cristianos, acojámonos hoy para que sepamos ver en la propia vida su verdad, y con su ayuda adoptemos los caminos necesarios para vivir en la Luz, la Verdad y la Belleza. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Hoy se proclama en la Santa Misa el evangelio de San Mateo 5, 17-19, que dice: "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No creáis que he venido a abolir la Ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos”.
Son unas palabras del Señor Jesucristo que tienen una actualidad muy significativa ante el relativismo en el que nos movemos.
Jesús es rotundo: "No he venido a abolir la Ley o los profetas”, por tanto todo tiene vigencia en la plenitud que le dio el Señor.
Será necesario, pues, que se tenga la formación adecuada para conocer bien la doctrina que la Iglesia nos enseña: todo lo que es el bagaje de la Fe Católica, pues se supone que aspiramos a ‘ser grandes en el Reino de los cielos’.
Cumplir y enseñar a los demás las enseñanzas del Maestro es lo que nos dará una presencia en el Cielo preeminente, tal como aseguró el Señor, y para que esto sea posible hay que conocer, saber bien la doctrina, los consejos evangélicos, que se han de vivir, transmitir y estimular a los otros para que igualmente los vivan.
Es un texto muy importante para la vida cristiana en su dimensión evangelizadora, la gran misión que tiene la Iglesia, y en ella y con ella todos los bautizados.
Por ello hoy nos planteamos la calidad de nuestra evangelización y sus exigencias, para así poder potenciar aquellos aspectos más débiles e ir cubriendo las etapas de nuestra vida en un compromiso pleno del propio bautismo. Aspiremos a ‘ser grandes en el Reino de los cielos’.
Acudamos a San José para que nos ayude a perseverar en el seguimiento de Cristo y en el cumplimiento del compromiso bautismal. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos día en el Día del Señor.
Hoy se proclama del evangelio de San Marcos 3,20-35, en el que Jesús les dirá: "En vedad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre (vv 28-29).
Es un texto duro y grave, que cuesta aceptar porque quizás no se comprende bien, pero es más sencillo de lo que parece.
El Catecismo de la Iglesia Católica dice: "No hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento, rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo (Cf. DV 46). Semejante endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna”.
El pecado contra el Espíritu Santo se puede resumir en cinco actitudes, rechazos o comportamientos.
Desesperación de salvarse, desconfiar de la Misericordia de Dios.
La presunción de salvarse sin merecimientos; la pretensión de algunos de salvarse sin necesidad de conversión.
La impugnación de la verdad conocida, o lo que es lo mismo, combatir o contradecir las Verdades de la Fe revelada.
La envidia o pesar de la gracia ajena, cuando no hay necesidad de ello, porque en cada persona, cuando vive en la Gracia de Dios, también afloran sus dones y gracias recibidas.
La impenitencia final, que quiere decir llevar hasta el extremo definitivo del final de su vida, no haber aceptado las llamadas de la Gracia de Dios, que habrá recibido de una u otra forma para el arrepentimiento, y que obstinadamente ha rechazado y rechaza.
Os invito a profundizar más en esta cuestión tan importante para uno mismo como para advertir a los otros, y poder mostrarles el terreno escurridizo por el que se puede llegar al pecado, que según Jesús, ‘no tendrá perdón jamás’.
Invoquemos al Divino Espíritu cada día, para que nos ayude a poner en valor aquellos dones y carismas con los que nos ha enriquecido a cada uno. La Santísima Virgen, Trono de la Sabiduría, nos ofrece su ayuda; acojámosla. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Traigo hoy, para la oración y la meditación, este Himno litúrgico de las Memorias de mujeres santas.
"Dichosas sois vosotras que guardasteis con amor maternal en vuestro seno la palabra del Hijo que engendrasteis en la vida de fe y de amor pleno.
Dichosas sois vosotras que en la vida hicisteis de la fe vuestra entereza, vuestra gracia en la Gracia fue asumida, maravilla de Dios y de belleza.
Dichosas sois vosotras que supisteis ser hijas del amor que Dios os daba, y así, en la fe, de muchas madres fuisteis, fecunda plenitud que nunca acaba.
No dejéis de ser madres en la gloria de los hombres que luchan con anhelo, ante Dios vuestro amor haga memoria de los hijos que esperan ir al cielo. Amén”
Siempre manteniendo vivas y activas las Virtudes Teologales, y en este tiempo que vivimos, particularmente la Esperanza, motor para avanzar en el camino de la Fe hasta llegar a la Casa del Padre.
Será bueno unirnos en la plegaria, pidiendo a Dios Padre que se cumpla su santa Voluntad en tantas situaciones y conflictos que mantienen los hombres en sus ambiciones, rivalidades y rencores, pues por encima de los egoísmos y las contiendas humanas, Él, que es Amor, nos concederá lo que mejor necesitemos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Solemnidad de la Santísima Trinidad.
A lo largo del Año Litúrgico este día reviste una importancia especial al Celebrar a las Tres personas de la Santísima Trinidad en su identidad: un solo Dios verdadero en Tres Personas distintas.
¡Qué gran Misterio de AMOR!
El hombre no alcanzará a entenderlo con su inteligencia, pero sí podrá vivirlo desde el corazón lleno de Amor a su Dios, único y verdadero, que le encontrará, según la necesidad que tenga o el deseo de adorarle, en cualquiera de las Tres Personas: en el Padre, en el Hijo o en el Espíritu Santo.
Quizás la fuerza de la costumbre hace que pronunciemos el Gloria con alguna rutina, sin reflexionar en el canto de alabanza que se está haciendo al decir: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, siendo la alabanza a la Trinidad Santa más hermosa que nos ha enseñado la Iglesia Católica a todos los bautizados, precisamente bautizados en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Tener la oportunidad de volver a Celebrar a la Santísima Trinidad es anticipar el destino de eternidad que tenemos por delante, cuando superada esta jornada terrenal podamos vivir eternamente en la Gloria de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo. Por ello, aprovechemos este día para alabar a nuestro Dios Trinitario repitiendo cuantas veces podamos la Doxología.
No podemos olvidar que la Iglesia de España celebra hoy también el ‘Día Pro Orantibus’, dedicado a mostrar la realidad de la Iglesia contemplativa, todas aquellas mujeres y hombres que escucharon la voz de Cristo que les llamó a seguirle en la vida monástica, en la vida apartada del mundo para dedicarla exclusivamente al Servicio Divino, a la Alabanza, al silencio y a la oración, en favor de la Iglesia y de la salvación de las almas.
Desgraciadamente este año la Jornada Pro Orantibus está manchada por la actitud tomada por las Hermanas Clarisas del Monasterio de Belorado. Una actitud incomprensible para el Pueblo de Dios, con graves consecuencias espirituales para ellas por el daño que están sufriendo, primero sus propias almas, y el daño que están causando a la Iglesia en general por el escándalo y la desobediencia.
No se puede hacer otra cosa que llamar a una oración de todos, para que el Santísimo Espíritu las ilumine y vuelvan a Dios y al seno de la Iglesia Católica, con dolor y arrepentimiento. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en la Fiesta de nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
El elogio del Martirologio Romano dice de este día: "Fiesta de nuestro Señor Jesucristo, sumo y eterno Sacerdote, según el rito de Melquisedec, en quien el Padre se ha complacido desde toda la eternidad. Mediador entre Dios y los hombres que, para cumplir la voluntad del Padre, se ofreció a sí mismo en el altar de la cruz de una vez para siempre como víctima de salvación en favor de todo el mundo.
Al instituir el sacrificio de la eterna alianza elige, con amor de hermano, a hombres de este pueblo, para que, al repetirlo constantemente en la Iglesia, se renueve la abundancia de la gracia divina con la que nacerá el cielo nuevo y la tierra nueva, y se realizará hasta los confines del mundo lo que el ojo no vio ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman (1 Cor 2,9)”.
Es este un día para pasarlo muy unido al Señor Jesús, del que tanto hemos recibido, no solo a nivel de la Comunidad Eclesial, sino también a nivel individual, por el cuidado que tiene por cada uno de sus hermanos los hombres.
Nuestro Señor se preocupa por cada uno, por sus necesidades personales, por los deseos más nobles que cada persona tiene en el propio corazón, y por todo lo que cada uno pueda precisar para vivir a imitación suya, siguiendo la voluntad del Padre que está en el Cielo.
Hay consejos evangélicos que deben estar a flor de piel, que se dice, como este: "Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas” (Mt 11,28-29).
También hoy hemos de tener muy presente a los Sacerdotes, Ministros del Señor Jesús, que necesitan del cariño y la gratitud de todos los que nos nutrimos con la Gracia de los Sacramentos que celebran, para Gloria de Dios, el bien de los hombres y la santificación del mundo.
A María, nuestra Madre y nuestra Guía, recemos por sus Hijos Ministros, que así a Ella gusta llamarlos, para que los proteja y los guarde en la fidelidad y lealtad que deben a su propio Ministerio, para el que fueron ungidos y ordenados. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en la Solemnidad de Pentecostés.
Culminamos felizmente el Tiempo Pascual y con la Venida del Espíritu Santo, comenzamos a seguir al Señor tal como Él nos indica: "Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo”.
Pero hoy toca reflexionar sobre la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas, por ello qué mejor texto que la Secuencia que se proclamará en este día en la Santa Misa:
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos: por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
Deseemos, de todo corazón, que el Espíritu Santo habite en cada uno de nosotros todos los días de nuestra vida, porque, sencillamente, no lo expulsemos con nuestro pecado: buscado, admitido, consentido o como quiera que sea, pues las tinieblas son incompatibles con la Luz.
Que María, Esposa del Espíritu Santo, nos enseñe a ser fieles y leales al Espíritu Santo y a dejarnos llenar de Él. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en la Solemnidad de la Ascensión del Señor.
Cumplidos los cuarenta días de la Pascua, Jesús Resucitado deja a sus apóstoles para ascender al Cielo a su vista.
Les ha recomendado que vayan a Jerusalén y allí aguarden la Promesa, el Espíritu Santo, que recibirán para cumplir la misión encomendada.
Nosotros estamos reviviendo los Misterios del Reino a través de la Liturgia, y así como vivimos el Triduo Pascual con la Resurrección del Señor Jesucristo en la Noche Santa, hemos recorrido este tiempo de Pascua para llegar a este momento en el que el Señor también a nosotros nos dice: "aguardad que se cumpla la promesa del Padre, de la que me habéis oído hablar, porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo dentro de no muchos días... y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo".
Aquí está la clave para este día, para seguir viviendo los acontecimientos de la Pascua de Jesús: esperar al Espíritu Santo para acogerle nuevamente, de forma cada vez más responsable, y ser testigos del Resucitado hasta los confines del mundo.
Entramos en una semana de oración vigilante, cargada de Esperanza, que espera culminar la gran experiencia de la Pascua en la Solemnidad de Pentecostés.
Busquemos la ayuda de María, nuestra Madre y nuestra Guía, para que se pueda cumplir en cada uno la Promesa del Espíritu Santo, renovando el corazón, en el que habita desde el bautismo. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Ya, sábado de la VI semana de Pascua, vamos culminando el Tiempo Pascual y la Iglesia nos presenta el texto del evangelio de San Juan 16,23-28.
"Dijo Jesús a sus discípulos: En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará”. Este texto pone a prueba nuestra Fe, porque ¿es cierto que creo que si pido algo al Padre en nombre de Jesús, me lo concederá?
La Fe que profesamos ha de ser pura en el sentimiento y en la intencionalidad, lo que llevará a una confianza absoluta en Dios, hasta el abandono en Él de todas nuestras cosas.
Continua el Señor diciendo: "Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente. Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios”.
Dice: ‘el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios”. Qué importante es interiorizar esto que nos enseña Jesús, que el Padre Dios nos quiere, porque nosotros queremos a Jesús.
Entrar en el Misterio de la Santísima Trinidad, en este caso en la relación del Padre con el Hijo y del Hijo con el Padre, es algo maravilloso.Aprendamos a dejarnos Amar por el buen Padre Dios. Amemos cuanto nos es posible al Señor Jesucristo, porque en Él amaremos al Padre y todo en la vida nos será más fácil.
Contemplamos hoy, sábado del mes de María, a la Virgen Santísima, uniéndonos a Ella con su cántico de alabanza: ‘Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava’. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Entramos en la VI Semana de Pascua orando con toda la Iglesia: "Concédenos, Dios todopoderoso, continuar celebrando con fervor estos días de alegría en honor de Cristo resucitado, y que los misterios que estamos recordando transformen nuestra vida y se manifiesten en nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Seguimos pidiendo la propia conversión del corazón, que propiciará esto que se pide: ‘que los misterios que estamos recordando transformen nuestra vida’.
La Palabra de Dios de este domingo insiste en el AMOR; el Amor que Dios nos tiene, el Amor que nos pide a cada uno y el Amor que debemos tener nosotros con los demás.
Este es el camino para vivir en la alegría de Cristo Resucitado, que nos impulsa a ser amigos del Señor en correspondencia a su entrega: "Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”.
Romper con los egoísmos que las personas llevan arraigados y cumplir la primera condición que Cristo pone para seguirle, negarse a sí mismo, son dos retos que merece la penas tenerlos presente para combatirlos. Dice Jesús: "Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga” (Mt 16,24).
En este día de oración y adoración a nuestro Dios, pidamos con fe y esperanza para sean superados todos estos desvaríos, morales y sociales, en las que estamos inmersos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el Día del Señor.
Ya en el Domingo V de Pascua, en el que lógicamente nos aprestamos a escuchar la Palabra de Dios que la Iglesia Santa nos sugiere para este día.
El evangelio de San Juan, 15,1-8, nos presenta la parábola de la vid y los sarmientos en la que Cristo dice: "Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto”. Seguidamente dirá: "Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada”, para concluir con estas alentadoras palabras: "Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos”.
En una conclusión rápida, nos ofrece el poder tener conciencia y sentir lo importante que es ser sarmiento de la vid, que es Cristo, permaneciendo en Él para que el trabajo, que realicemos en todos los órdenes, de frutos abundantes de buenas obras para la Gloria de Dios, y nunca para la propia gloria que resulta hasta ridículo por tal pretensión que desgraciadamente en algunos casos se da.
Finalmente, es más que consolador que el Señor nos ofrece permanecer en Él, y así poder pedir lo que se desee para que se realice en la fidelidad de la Palabra del Señor.
Nuestro pequeño esfuerzo estará en el empeño de que el sarmiento esté bien unido a la vid de una forma limpia y sincera.
Que el Señor Resucitado nos aliente con su Gracia, para poder ser sus testigos en medio de este mundo tan poseído de orgullo, que tantas veces no le deja vivir mirando a Dios. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
El evangelio de este IV Domingo de Pascua nos trae la figura del Buen Pastor, que dio su vida por las ovejas, mostrando su amor y su entrega total.
De una u otra forma, todas las personas están llamadas a ser ‘pastores’ de los otros; unos lo serán en orden de la paternidad, otros en orden de la fraternidad, o del Ministerio ordenado u otros ministerios del sacerdocio común de los fieles. En resumen, estamos ante el interrogante de si somos imitadores del Buen Pastor, según cómo estamos hacia la vida de cada día.
En el evangelio Cristo nos muestra la imagen del Buen Pastor y la del Asalariado, dos modelos en el que tiene que encajar el propio comportamiento: el que llega hasta dar la vida por las ovejas y el que se aprovecha de ellas hasta el punto de que cuando hay que protegerlas, huye y las abandona a la suerte del enemigo.
Dar la vida no solo supone llegar hasta la pérdida real de la vida, como lo hizo Cristo en la Cruz, si no esa entrega de cada día en favor de las necesidades que van presentando las ‘ovejas’, que tantas veces se hacen costosas por las renuncias y negaciones que exigen y por los múltiples momentos en los que hay que servir en silencio y con alegría.
Gozando de tener un Pastor de nuestras vidas como es Cristo Jesús, pidámosle su Gracia para todos los que aquí nos encontramos habitualmente en María, nuestra Madre y nuestra Guía.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Seguimos el camino pascual en medio de tantas tensiones bélicas que nos rodean y que amenazan con llegar a situaciones más y más graves, pero Cristo, que ha resucitado vencedor del pecado y de la muerte, nos dice en el evangelio de hoy, Jn 6,22-29: "Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios. Ellos le preguntaron: Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios? Respondió Jesús: La obra de Dios es esta: que creáis en el que él ha enviado”.
‘Trabajad...por el alimento que perdura...que os dará el Hijo del hombre’. Deberían convencerse las personas que los valores puramente mundanos, no llevan al hombre a vivir la paz, la justicia y toda la grandeza que conlleva en sí la convivencia humana, sino que en los valores cristianos es donde realmente se encuentra la paz y la felicidad.
Pero ello pasa por escuchar, aceptar y vivir según la respuesta que da Jesús: ‘La obra de Dios es esta: que creáis en el que él ha enviado’.Creer en Jesús, como el Redentor y Salvador del hombre que en definitiva es Él, que tiene ‘palabras de vida eterna’, como reconocerá Pedro en aquella ocasión que encontramos en Jn 6,68ss.
Estamos en momentos delicados por la escalada de los conflictos de guerra, que son también llamadas intensas a la oración, y a transmitir a los otros que la solución la encontraremos entre todos en el Príncipe de la Paz, si somos capaces de vivir según el querer de Dios.
Acudamos con gran confianza a la Santísima Virgen, Reina de la Paz, para que nos alcance de Dios, nuestro Padre, todas las gracias necesarias para que la Paz vuelva a todos los Pueblos de la tierra. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en la Fiesta de la Divina Misericordia.
En la primera lectura de este domingo encontramos una imagen de cómo vivía aquella primera Comunidad cristiana, que nos ayuda a entender mejor algunos aspectos que en nuestra Iglesia actual deberíamos aspirar a conseguir.
Los Hechos de los Apóstoles 4, 32-35 dice: "En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y Dios los miraba a todos con mucho agrado...”
‘Todos pensaban y sentían lo mismo’, no es que hubiera un pensamiento único reduccionista, sino que todo estaba en torno a la enseñanza y testimonio recibido del Señor Jesucristo, que dejaba a un lado egoísmos personales e intereses alejados de los postulados del Maestro; es por ello que pueden llegar a tener la capacidad de que ‘nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía’, pues sus vidas estaban perfectamente orientadas por el Señor Resucitado hacia sus deseos ya expresados en los Consejos Evangélicos.
Por todo ello dice que ‘Dios los miraba a todos con mucho agrado’. ¿Puede haber algo más valioso que vivir en el agrado de Dios? Pues parece que no.
Será interesante dedicar un rato, lo más extenso posible, a meditar la Palabra de Dios que la Iglesia nos ofrece en este II Domingo de Pascua: Hch 4, 32-35; Sal 117; 1 Jn 5,1-6; Jn 20,19-31; ya que su riqueza es inmensa y perfectamente iluminadora para nuestras vidas en este siglo XXI.
Y ya, con este día comenzamos lo que podríamos llamar el camino pascual ordinario, que hemos de aprovechar para llegar a la Solemnidad de Pentecostés en la máxima apertura de corazón al Espíritu Santo, que con sus Dones nos ayudará en tanto que nosotros los queramos acoger. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en este Jueves de Pascua.
En la página del evangelio de San Lucas 24,35-48, que la Iglesia pone hoy a nuestra consideración, encontramos algunos momentos que pueden ser muy iluminadores para nuestras vidas.
Mientras los discípulos de Emaús estaban contando lo que les había pasado, Jesús se presentó y les dijo: "La paz con vosotros.
Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero Él les dijo: ¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón?
Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo...”
‘¿Por qué os turbáis y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón?’ Seguro que esta amonestación nos la podría hacer a nosotros en más de una ocasión, cuando la Fe y la Esperanza no las tenemos lo suficientemente arraigadas y cimentadas, porque tener Fe y Esperanza, las tenemos.
La duda es muy nociva y hay que retirarla de inmediato, porque se puede contrarrestar fácilmente con la certeza que corresponda, resulte de nuestro agrado o no.
"Y les dijo: Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas”.
‘Vosotros sois testigos de estas cosas’, para cumplir lo que está escrito de predicar en el nombre de Jesús Resucitado la conversión para el perdón de los pecados. Estamos en Pascua, Jesús ha Resucitado, pero el Anuncio del Reino es esto: enseñar, exhortar, animar a las gentes de la necesidad de conversión para el perdón de los pecados.
No deberíamos pensar que Jesucristo ha muerto y ha resucitado y que ya todo está resuelto, porque ya vemos que Él, resucitado, insiste a los discípulos que ‘en su nombre’ hay que predicar la conversión, y ¿qué es sino el sacramento la Confesión: el arrepentimiento (la conversión) de la vida de pecado, para obtener la liberación de las consecuencias graves, muchas veces, de los pecados?
En una profunda adoración a Cristo Resucitado en la Sagrada Eucaristía, meditemos todo lo que fue y es el acontecimiento de la Resurrección del Señor, y dejémonos envolver en su Luz, en su Paz y en su Verdad. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en este Martes de Pascua.
Durante la Semana de Pascua es opcional decir esta Secuencia:
"Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza a gloria de la Víctima propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado que a las ovejas salva, a Dios y a los culpables unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte en singular batalla, y, muerto el que es la Vida, triunfante se levanta.
¿Qué has visto de camino, María, en la mañana? A mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los ángeles testigos, sudarios y mortaja.¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea, allí el Señor aguarda; allí veréis los suyos la gloria de la Pascua.
Primicia de los muertos, sabemos por tu gracia que estás resucitado; la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate de la miseria humana y da a tus fieles parte
en tu victoria santa”.
Preciosa Secuencia para cantar la Gloria de Dios, la Gloria del Resucitado, con la última preciosa estrofa, a la que nos acogemos desde la pobreza de nuestras vidas, con corazón sencillo y humilde: ‘Rey vencedor, apiádate de la miseria humana y da a tus fieles parteen tu victoria santa’.
No olvidemos decir a las gentes que Jesucristo, el Señor, ha Resucitado.
Y unidos a María, nuestra Madre y nuestra Guía, cosechemos los frutos que durante la Cuaresma hemos podido sembrar con todas las oraciones, penitencias y renuncias que hayamos podido hacer. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en este Lunes de Pascua.
San Mateo nos cuenta hoy en su evangelio, 28,8-15, que: "En aquel tiempo, las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; llenas de miedo y de alegría corrieron a anunciarlo a los discípulos.
De pronto, Jesús salió al encuentro y les dijo: Alegraos. Ellas se acercaron, le abrazaron los pies y se postraron ante él. Jesús les dijo: No temáis: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.
Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes todo lo ocurrido. Ellos, reunidos con los ancianos, llegaron a un acuerdo y dieron a los soldados una fuerte suma, encargándoles: Decid que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras vosotros dormíais. Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos lo ganaremos y os sacaremos de apuros. Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones. Y esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy”.
En el clima de gozo y alegría que nos envuelve por la Resurrección de Jesucristo, da tristeza ver cómo los hombres, sumos sacerdotes y ancianos, persistieron en su mentira y en su corrupción a pesar de todo lo que habían visto.
Sabemos que los hombres han repetido a lo largo de la Historia los mismos errores y pecados, sin tener el coraje de volverse a Dios reconociendo sus culpas, pero lo peor para nosotros es que la sociedad persiste en estas actitudes.
Nosotros, en la medida de las posibilidades que tengamos, no dejemos de Anunciar la Resurrección de Jesucristo, en una llamada gozosa a que vengan a encontrarse con el Resucitado, porque solo en Él está la Salvación para siempre y desde ya.
María, exultante por el triunfo de su Hijo Jesucristo sobre el pecado y sobre la muerte, nos sostenga en nuestro compromiso de dar al mundo la noticia: ¡Cristo ha resucitado, Aleluya! AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
¡¡¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA!!!
¡¡¡CRISTO HA RESUCITADO!!!
Este grito jubiloso, lleno de alegría, ha de ser el testimonio de los cristianos, haciéndoselo partícipe a todas las personas.
Que esta Pascua de Resurrección sea para cada uno de nosotros el lugar de encuentro con el Señor Jesucristo Resucitado, que nos cambie definitivamente para que pueda cada uno ser heraldo de su evangelio.
Que de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía, nos dispongamos a recorrer todo el Tiempo Pascual desde las exigencias del compromiso bautismal. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Hemos llegado al primer día del Triduo Pascual celebrando la Cena del Señor.
Cuenta el evangelio de San Juan: 13,1-15: "Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo...”
‘Los amó hasta el extremo’, te amó, me amó, nos amó, hasta el extremo; ¿hasta dónde eres tu capaz de amar? ¿Dónde tienes el límite? Según a quién, dirás, pues, sea quien sea y dentro del orden de convivencia que se trate, debería ser hasta el extremo.
"...Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: ¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis”.
‘Os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis’; como siempre el Señor es claro y contundente, no caben disculpas ni despistes para cuando las diferentes situaciones demanden nuestro servicio y nuestra entrega.A estas alturas pocas excusas, pocas justificaciones, caben para mostrar nuestro compromiso bautismal de seguir las huellas y ejemplos del Maestro.
Nuevamente hoy necesitamos la ayuda de María Santísima para poder hacer camino en la Pasión del Señor, con la dignidad y el corazón sencillo y humilde que se nos demanda. AMÉN
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Cada año la Santa Iglesia nos recuerda los episodios de la Pasión y Muerte del Señor, y el que nos presenta hoy desde el evangelio de San Juan, 13,21-38, nos ofrece algunos detalles que podemos considerar.
"En aquel tiempo, estando Jesús a la mesa con sus discípulos, se turbó en su espíritu y dio testimonio diciendo: En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar”. Ya están sentados en la Última Cena y el Señor anuncia el devenir inmediato: 'Uno de vosotros me va a entregar'.
Medítalo con serenidad, con pobreza, con humildad, y escucha a Jesús esta afirmación actualizada para nuestro tiempo, para el día de hoy, ¿Y...?
Continua el relato evangélico: "Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía. Uno de ellos, el que Jesús amaba, estaba reclinado a la mesa en el seno de Jesús. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía.
Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó: Señor, ¿quién es? Le contestó Jesús: Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado. Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote. Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas hacer, hazlo pronto”.
Cuesta entender las palabras de Jesús: "Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado. Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote. Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas hacer, hazlo pronto”.
He aquí el Misterio de iniquidad; vemos cómo desemboca el mal que el corazón de Judas ha ido tejiendo, que terminará explotando y sin retorno, como se verá más adelante por el desenlace final.
Finalmente encontramos el diálogo de Pedro con Jesús, un diálogo atrevido e inconsciente: así somos las personas. Dice Jesús: "Donde yo voy, vosotros no podéis ir. Simón Pedro le dijo: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: Adonde yo voy no me puedes seguir ahora, me seguirás más tarde. Pedro replicó: Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Daré mi vida por ti. Jesús le contestó: ¿Con que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces”.
Dura aseveración del Señor: ‘¿Con que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces’. Creo que merece la pena reflexionar sobre lo frívolos que somos las personas tantas veces.
De la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía, seguimos estos días desde nuestro compromiso bautismal. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Concluida la Cuaresma durante la que hemos intentado mantener la tensión y el deseo de encontrar nuestro camino de conversión, ya hoy, Lunes Santo, caminemos con serenidad, sencillez y humildad, al encuentro comunitario y eclesial de los días del Triduo Pascual.
Hoy en las lecturas de la Santa Misa encontramos un texto precioso de Isaías: 42,1-9, correspondiente al Primer cántico del Siervo del Señor: "Así dice el Señor: Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones.
No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará. Manifestará la justicia con verdad. No vacilará ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En su ley esperan las islas.
Esto dice el Señor, Dios, que crea y despliega los cielos, consolidó la tierra con su vegetación, da el respiro al pueblo que la habita y el aliento a quienes caminan por ella: Yo, el Señor, te he llamado en mi justicia, te cogí de la mano, te he formé e hice de ti alianza de un pueblo y luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la cárcel, de la prisión a los que habitan en tinieblas.
Yo soy el Señor, este es mi nombre; no cedo mi gloria a ningún otro, ni mi honor a los ídolos.
Lo antiguo ya ha sucedido, y algo nuevo yo anuncio, antes de que brote os lo hago oír”.
Este es tu Señor Jesús al que sirves: ‘No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará...”
Y este es Dios su Padre: ‘Yo soy el Señor, este es mi nombre; no cedo mi gloria a ningún otro, ni mi honor a los ídolos’.
A partir de aquí medita y reflexiona para que puedas seguir las huellas del Maestro dando con tu vida Gloria al Dios Altísimo.
Esta semana es un tiempo de caminar al amparo de la Virgen Santísima, para estar en cada momento en el lugar que corresponda; acojámonos a Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en este Domingo de Ramos.
Concluimos la Cuaresma para entrar ya en los días de la denominada Semana Santa, que nos ha de llevar a vivir las Celebraciones centrales de nuestra FE.
En este día que la Iglesia nos muestra la "Entrada de Jesús en Jerusalén”, se reza en la Hora de Laudes este Himno: "El pueblo que fue cautivo y que tu mano libera, no encuentra mayor palmera ni abunda en mejor olivo.
Viene con aire festivo para enramar tu victoria, y no te ha visto en su historia, Dios de Israel, más cercano: ni tú poder más a mano, ni más humilde tu gloria”.
Y con la Oración colecta se pide: "Dios todopoderoso y eterno, tú quisiste que nuestro Salvador se hiciese hombre y muriese en la cruz, para mostrar al género humano el ejemplo de una vida sumisa a tu voluntad; concédenos que las enseñanzas de su pasión nos sirvan de testimonio, y que un día participemos en su gloriosa resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Hemos de aprender del Señor Jesucristo ‘el ejemplo de una vida sumisa a tu voluntad’, para poder ser útiles en el servicio divino que para todos los bautizados es un privilegio y a la vez una obligación.
Y pedimos al buen Padre Dios: ‘concédenos que las enseñanzas de su pasión nos sirvan de testimonio’; pero la gran dificultad está en que esas enseñanzas no lleguemos a penetrarlas, ni asimilarlas debidamente, porque, entre otras cosas, no se preste la atención debida y la asistencia a las Celebraciones litúrgicas del Triduo Pascual, pues bien sabemos que cada día: Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo, que culmina con la Vigilia Pascual, son momentos intensos en los que Cristo nos enseña cómo hay que vivir para finalmente concluir la jornada terrenal dignamente y merecer participar en su Resurrección.
Unidos a María, nuestra Madre y nuestra Guía, entremos en los días santos para alcanzar todas las Gracias que en ellos encontraremos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
El evangelio de este día nos muestra aquel episodio cargado de hipocresía que relata San Juan, 8,1-11, dice que: "Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?.
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra, e inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó: Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado? Ella contestó: Ninguno, Señor. Jesús dijo:
Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más”.
Hoy podremos reflexionar sobre este sentimiento que hay en las personas: aparentar lo que no se es con tal de conseguir los objetivos que se pretendan. Incluso de acusar a los otros de defectos, vicios o imperfecciones que se ocultan en el propio corazón.
La hipocresía es un serio pecado que no se suele dar la importancia que tiene, por aquello de que estamos en una sociedad que es muy agresiva, de la que para defenderse se utilizan todos los medios que se tienen al alcance, sin reparar que no todo vale ya que la Fe y la Moral exigen vivir en la pureza de corazón y rectitud de intención.
Aquello de que 'el fin justifica los medios', es absolutamente inadmisible.
Se hace muy necesario que recemos en ayuda de los Hermanos, unos por los otros, para que encontremos todos los caminos de reconocer nuestros pecados y, arrepentidos, poder confesarlos. Que el Espíritu Santo, con sus dones nos ayude a caminar al encuentro con el Señor Jesucristo en su Pasión y Muerte. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Hagamos una pausa y oremos hoy con este Himno de la liturgia cuaresmal:
"Este es el día del Señor. Este es el tiempo de la misericordia.
Delante de tus ojos ya no enrojeceremos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero.
En medio de las gentes nos guardas como un resto para cantar tus obras y adelantar tu reino. Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.
Caerán los opresores y exultarán los siervos; los hijos del oprobio serán tus herederos. Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro.
¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor que es justo revoca sus decretos: La salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo”.
‘Este es el día del Señor; este es el tiempo de la Misericordia’. Aprovechémoslo y dejémonos encontrar por el Amor de Dios que venza y disipe las tinieblas que nos envuelven por el pecado.
Hace mucho tiempo que no pido que reces a María, nuestra Madre y nuestra Guía, para que alcance las Gracias que necesite cada uno de los que en Ella nos encontramos aquí. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Resulta llamativo ver cómo las personas tratan su imagen, cuidan su cuerpo, se preparan con tiempo ante cualquier acontecimiento o evento en el que tienen que participar, piensan bien lo que deben disponer y lo que han de llevar, etc., etc.
En cambio no resulta nada llamativo ver a las personas el trato que le dan al alma, porque suele ser tan pobre y tan superficial que no llama la atención.
Y el ejemplo lo tenemos en la Cuaresma, que como todos sabemos es la preparación para Celebrar los Misterios centrales y más importantes de la Fe Cristiana, como es el Triduo Pascual: La Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesucristo, comenzando con la Celebración del Domingo de Ramos, que abre la semana grande del catolicismo, la Semana Santa.
Mientras no se tenga bien claro que el núcleo central de la Fe son los Misterios que la Iglesia denomina Triduo Pascual, la Cuaresma no puede funcionar y lo que en ella se propone, se pide por parte de la Iglesia, no se realizará satisfactoriamente.
Por eso, es muy necesario tener la vista puesta en las celebraciones de la Semana Santa, tener el convencimiento que se ha de participar en todos los actos litúrgicos de los días santos, por lo que tienen que prevalecer por encima de todos los otros planteamientos que se hagan para esos días.
Y en el contexto del Triduo Pascual, que ya se comienza el Domingo de Ramos, se ha de significar la importancia de la Vigilia Pascual, que es la Celebración de las Celebraciones y en la que se vive el acontecimiento más trascendental de nuestra Fe, porque ya San Pablo dirá: "Pero si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación y vana también vuestra fe” (1 Cor 15,14).
Hermanos, mirar con cuidado y detenimiento cómo tenéis programada vuestra Cuaresma, si está convenientemente centrada o si simplemente está siendo un recorrer el camino de los cuarenta días que dura sin más.
Estará centrada si su horizonte está en las Celebraciones del Triduo Pascual, en las que hemos de participar con los mejores ‘vestidos’ que hayamos conseguido en la jornada cuaresmal a través de la oración, el ayuno, la limosna y la penitencia.
Hemos de luchar continuamente sabiendo que uno de los enemigos del alma es el ‘mundo’, que nos envuelve y nos hace perder nuestro verdadero horizonte.
Recurre a María, nuestra Madre y nuestra Guía, para que te ayude a ver, con sinceridad de corazón y rectitud de intención, cómo estás viviendo la Cuaresma. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el Día del Señor.
Estamos en el IV Domingo de Cuaresma, Domingo Laetare, que quiere decir: "alegraos” en este momento central de la Cuaresma, que debe entenderse como un ‘descanso’ en el camino que Cristo nos testimonió en el desierto, y que nosotros intentamos seguir con los elementos cuaresmales: oración, ayuno, limosna y penitencia.
Al concluir la Santa Misa de este día, el sacerdote invitará al Pueblo a inclinarse para recibir la Bendición con esta Oración sobre el pueblo:"Defiende, Señor, a los que te suplican, fortalece a los débiles, vivifica siempre con tu luz a los que caminan en sombras de muerte, y libres de todo mal, por tu compasión, concédeles llegar a los bienes definitivos. Por Jesucristo, nuestro Señor”.
Nuestra Madre la Iglesia, continuamente nos recuerda cuál es nuestro destino final y lo que allí encontraremos: el Amor Misericordioso de Dios, por ello le pide las gracias que necesitamos para vivir cara a Él y no en cualquier otra postura que no sea la adecuada y que llegue a impedirnos ‘llegar a los bienes definitivos’.
Atendiendo al Evangelio de hoy, Juan 3,14-21, dice el Señor: "Porque tanto amó Dios al mundo que entregó a su Unigénito para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios. Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios”.
El texto del evangelio es muy esclarecedor, pero resalto el último párrafo: ‘todo el que obra el mal detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios’. Poco comentario necesita y sí mucha reflexión buscando en dónde encuadramos las propias obras, hacia dónde nos encaminan: luz o tinieblas.
Al Señor Resucitado encomendemos nuestra jornada cuaresmal en el tiempo que nos resta, recordando todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Os traigo, para la oración y reflexión, un himno de la Liturgia de mártires, que para este tiempo de Cuaresma puede ayudar muy bien, pues en definitiva sabemos que se ha de vivir, en principio, algunas situaciones personales de martirio incruento, sin descartar que Dios nos pueda llamar a dar la vida en martirio cruento.
En todo caso, para unas u otras circunstancias, la persona debe vivir completamente abierta a la gracia de Dios y procurando siempre mantenerse en vela (cfr. Mt 24,42ss), para lo que es necesario vivir en gracia de Dios, pues sin la gracia el corazón no tendrá la Luz suficiente para afrontar las diferentes situaciones que se presentan:
"Quien entrega su vida por amor la gana para siempre”, dice el Señor.
Aquí el bautismo proclama su voz de gloria y de muerte. Aquí la unción se hace fuerte contra el cuchillo y la llama.
Mirad cómo se derrama mi sangre por cada herida. Si Cristo fue mi comida, dejadme ser pan y vino en el lagar y el molino donde me arrancan la vida”.
Que en este sábado de Cuaresma, sepamos ofrecer al Inmaculado Corazón de María, en expiación y reparación de tantos ultrajes que se le hacen, las oraciones y sacrificios que mejor y más podamos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el Día del Señor.
Fijándonos un día más en los textos de este III Domingo de Cuaresma, rezamos con la Iglesia: "Oh, Dios, autor de toda misericordia y bondad, que aceptas el ayuno, la oración y la limosna como remedio de nuestros pecados, mira con amor el reconocimiento de nuestra pequeñez y levanta con tu misericordia a los que nos sentimos abatidos por nuestra conciencia. Por nuestro Señor Jesucristo”.
‘Mira con amor el reconocimiento de nuestra pequeñez’, una confesión con nuestros labios que es de mucho desear que se corresponda con el corazón, entregado a Dios en el abandono a su infinito Amor y la conciencia clara de lo que somos: pobres e indigentes.
Y desde la suma confianza, toda la que como criaturas humanas somos capaces, le suplicamos nos levante para poder seguir el camino, siempre en la alegría de Cristo Resucitado.
La Esperanza es la gran virtud teologal que, en su dinamismo, lleva a la persona por los caminos de la confianza, de la alegría y de la seguridad que ofrece saber que caminamos a la Casa del Padre.
Pidamos al Señor Jesús Resucitado, que nos dé perseverancia en la Fe recibida en el Bautismo, y a María, nuestra Madre y nuestra Guía, que nos ayude cada día para vivir según las promesas que hicimos en nuestro Bautismo. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el Día del Señor.
En este II Domingo de Cuaresma se proclama el evangelio de San Marcos 9,2-10, la Transfiguración del Señor en el Monte Tabor.
Cristo ha llevado consigo a Pedro, Santiago y Juan y "se transfiguró delante de ellos”; continúa diciendo que "Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. No sabía qué decir, pues estaban asustados.
Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo”.
Aquí está la clave para este domingo y también para lo que nos queda de Cuaresma: ‘Este es mi Hijo, el amado; ESCUCHADLO’.
Son tres momentos en los que se escucha la voz del Padre, uno éste que dice: ‘Escuchadlo’; otro, al salir Jesús del Jordán de ser bautizado por Juan, que dice: "Este es mi Hijo amado, en quien me complazco” (Mt 3,17); y el otro en el discurso de Jesús, Jn 12,27-28: "Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré? ¿Padre, líbrame de esta hora? Pero si por esto he venido, para esta hora: Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado y volveré a glorificarlo”.
Escuchar a Jesús, aparte de ser un deseo expreso de Dios Padre, motivo más que suficiente para escucharle, es una necesidad para cualquier cristiano que quiere seguir las huellas del Maestro.
Si escuchamos al Señor, tendremos la Gracia de Dios Padre asegurada y podremos hacer el camino de conversión que cada uno debe hacer, en esta jornada cuaresmal.
No parece que sea tan difícil ponerse a la escucha de Jesús y seguir sus consejos, sus ejemplos y sus fuertes llamadas a ser ‘santos e irreprochables ante Él por el Amor’ (Ef 1,4).
Que este día sintamos la fuerza del Señor Resucitado, para avanzar con alegría y firmeza por las sendas cuaresmales, de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
En este primer domingo de Cuaresma, el evangelio de San Marcos hace una breve referencia de Jesús en el desierto: "En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; vivía con las fieras y los ángeles lo servían”.
A continuación dice que Jesús marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios diciendo: "Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio”.
La llamada a la conversión es muy frecuente a lo largo de toda la Sagrada Escritura, pero en el evangelio la encontraremos varias veces, tanto en boca de San Juan Bautista como en la del Señor Jesús, y en este tiempo cuaresmal la Iglesia nos lo recuerda con insistencia, por ello este domingo se nos ofrece como momento especial, para una profunda oración y reflexión sobre la disposición personal a decidirnos trabajar en el hermoso camino que es convertir el corazón y la mente al Señor.
Que la fuerza del Espíritu Santo nos sostenga para no defraudar al Señor Jesucristo, que entregó su vida por nosotros y por todos los hombres. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
En este punto de partida, que es el Miércoles de Ceniza, os ofrezco, para la reflexión, uno de los Himnos de la Liturgia de las Horas de este día, pues debe ser hoy un día de oración intima, profunda, para comenzar plenamente en conciencia la Jornada Cuaresmal.
"Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando; cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor; cómo, a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor.
Nuestras vidas son los ríos que van a dar en el mar, que es el morir; allí van los señoríos derechos a se acabar y consumir; allí los ríos caudales, allí los otros medianos y más chicos; y, llegados, son iguales los que viven por sus manos y los ricos.
Este mundo es el camino para el otro, que es morada sin pesar; más cumple tener buen tino para andar esta jornada sin errar. Partimos cuando nacemos, andamos mientras vivimos, y llegamos al tiempo que fenecemos; así que cuando morimos descansamos.
Este mundo bueno fue si bien usásemos de él como debemos, porque, según nuestra fe, es para ganar aquel que atendemos. Aún aquel Hijo de Dios, para subirnos al cielo, descendió a nacer acá entre nos, y a vivir en este suelo donde murió".
Impulsados por la ilusión de encontrarnos en el Triduo Pascual en la disposición que se espera, andemos este Tiempo de oración, penitencia y caridad con toda responsabilidad.
Así se lo encomendamos a San José, que supo ser el fiel servidor del Padre para que se cumplieran sus planes de salvación. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Ya en la víspera de comenzar la jornada cuaresmal, recordemos las prácticas cuaresmales para alcanzar las gracias necesarias y poder llegar santificados a la Pascua: La oración, la escucha de la Palabra de Dios, la penitencia y la limosna, que no será otra cosa que la expresión de la Caridad.
En la escucha de la Palabra podemos atender a las lecturas de mañana, Miércoles de Ceniza, y ver lo que San Pablo dice, urge, a los Corintios (2 Cor 5,20.6,2): "... En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios..., os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Pues dice: En el tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé. Pues mirad: ahora es tiempo favorable, ahora es el día de la salvación”.
Esta Palabra nos invita muy seriamente a comenzar la Cuaresma en Gracia de Dios, por lo que sería muy deseable acercarse a la Confesión, sacramento tan necesario como generalmente poco frecuentado.
El santo Ángel Custodio será el mejor consejero que se puede tener para preparar una buena confesión, y acudir a recibir el sacramento de la penitencia con arrepentimiento sincero y un buen propósito de la enmienda.
Pidamos con mucha Fe al Señor Jesucristo, la Gracia de la conversión para todos los que nos encontramos aquí cada día en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el Día del Señor.
Las lecturas de la Santa Misa plantean el tema de la lepra en el Pueblo de Israel. Así, la primera lectura del Libro del Levítico indica qué deben hacer cuando aparezca alguno con lepra, declarándole impuro.
En el Evangelio según San Marcos 1,40-45, se muestra la imagen de un leproso suplicando a Jesús de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme. Compadecido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: Quiero: queda limpio”.
Esta actitud del leproso es digna de tenerla en cuenta, su disposición decidida y el convencimiento de que Jesús, si quería, podía curarle. Es tan determinante la postura del leproso, que la manifiesta en cuatro palabras, que, a su vez, arrancan de Jesús tres palabras también determinantes: ‘Quiero, queda limpio’.
Hay que meditarlo para interiorizar cómo puede ser nuestra relación con Jesús: con corazón limpio, sencillo, convencido de que el Señor todo lo puede, porque para Él no hay nada imposible.
En la segunda lectura de la 1ª carta a los Corintios 10,31ss, San Pablo comienza diciendo: "Ya comáis, ya bebáis o hagáis lo que hagáis, hacedlo todo para gloria de Dios”, esto es, en su nombre, que será siempre en beneficio del prójimo y de uno mismo.
Y no es tan difícil acostumbrarse a mantener este espíritu de hacer las cosas siempre, siempre, para la Gloria de Dios.
En este domingo, que precede al comienzo de la Cuaresma, preparemos el corazón y la mente para entrar, el Miércoles de Ceniza, en el camino de conversión a la que nos invita el tiempo cuaresmal.
Si pedimos su intercesión a María, nuestra Madre y nuestra Guía, seguro que lo sabremos hacer bien. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Con frecuencia celebramos la Memoria de santos mártires que derramaron su sangre en confesión de su Fe en Jesucristo.
El martirio es gloria de los que lo han sufrido y sufren hoy en el mundo, por la persecución que sigue padeciendo el mismo Señor: resuenan las palabras de Jesús a Pablo en el camino de Damasco: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” (Hch 9,4)
Pero también está el martirio incruento que viven muchas personas cada día, que sería muy positivo supieran comprenderlo y vivirlo con gran apertura de corazón para unirse a Cristo en su Pasión y Muerte, pues es grande el provecho espiritual para sí y para los demás.
He aquí un Himno litúrgico para las fiestas de los mártires, que recomiendo rezar con atención, particularmente su tercera estrofa.
"Palabra del Señor ya rubricada, es la vida del mártir ofrecida como una prueba fiel de que la espada no puede ya truncar la fe vivida. Fuente de fe y de luz es su memoria, coraje para el justo en la batalla del bien, de la verdad, siempre victoria que, en vida y muerte, el justo en Cristo halla.
Martirio es el dolor de cada día, si en Cristo y con amor es aceptado, fuego lento de amor que, en la alegría de servir al Señor, es consumado.
Concédenos, oh Padre, sin medida, y tú, Señor Jesús crucificado, el fuego del Espíritu de vida para vivir el don que nos ha dado. Amén”.
Recemos con fervor al Padre de las Misericordias, para que guarde nuestras vidas de tantos ataques que se sufren desde los más diferentes frentes de pecado y de maldad.
Que la propuesta de conversión que la Cuaresma vendrá a ofrecernos, vayamos aceptándola para abrazarla con sincero corazón. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en la Fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo.
Es un día este muy lleno de luz y de alegría, pues María y José fueron al Templo a presentar a su primogénito al Señor. Para ellos cumplir con la Ley de Moisés ya era un compromiso que cumplían con gran satisfacción, pero además lo que allí aconteció fue extraordinariamente emocionante.
Del relato del evangelio de San Lucas 2, 22-40, vamos a fijarnos en los versículos 25-35 que dicen: "Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción, y a ti misma una espada te traspasará el alma, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones”.
Y más concretamente atendamos al llamado cántico de Simeón, una oración de alabanza y de acción de gracias: ‘Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel’.
En la vida personal seguro que ha habido momentos que, por esperados o porque se presentaron así, fueron de mucha luz y paz, ¿cómo fue la reacción? ¿De gratitud y de alabanza, o sólo sirvieron para la propia satisfacción?
La gratitud es una virtud que se debe mantener muy despierta, y no solo para con Dios, sino también con las demás personas con las que andamos los caminos terrenales, pues, al fin, nadie por sí misma es capaz de conseguir muchas cosas que le son dadas, y gratuitamente, como las Gracias de Dios, directamente o a través de los demás.
Acompañemos hoy a la Sagrada Familia en el Templo, contemplemos lo que allí acontece, acojámonos a sus bendiciones y, una vez más, pidamos con fe y mucha esperanza por las familias, algunas tan quebrantadas y atribuladas. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el Día del Señor.
Adentrados en el Tiempo Ordinario nos encontramos con las lecturas de este II Domingo del Ciclo B.
Todas ellas son interesantes, pero creo que merece la pena abrirnos a escuchar a San Pablo, en la segunda lectura, que habla a la Comunidad de Corinto: 1 Cor. 6,13c-15a.17-20.
"El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor, para el cuerpo. Dios, con su poder, resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros.
¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? El que se une al Señor es un espíritu con él. Huid de la fornicación.
Cualquier pecado que cometa el hombre queda fuera de su cuerpo. Pero el que fornica peca en su propio cuerpo. ¿O es que no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él habita en vosotros porque lo habéis recibido de Dios. No os poseéis en propiedad, porque os han comprado pagando un precio por vosotros. Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!”.
Palabras duras de San Pablo, no solo en su día para los Corintios, sino también para nosotros hoy, que, según la cultura dominante, son muy difíciles de aceptar.
Los razonamientos de San Pablo son incontrovertibles para cualquier persona bautizada que profesa la Fe cristiana.
Dice San Pablo: "Huid de la fornicación” porque "vuestros cuerpos son miembros de Cristo”, y así "el que fornica peca en su propio cuerpo que es templo del Espíritu Santo”.
También cuesta creer esta otra verdad: "No os poseéis en propiedad, porque os han comprado pagando un precio por vosotros”, nada menos que con la preciosísima sangre de Cristo, derramada a lo largo de su Pasión y Muerte en Cruz.
Por todo ello podemos bien comprender la exhortación final y clara del Apóstol: "¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!”.
Sin hacer más consideraciones sobre aspectos que todos conocemos de sobra, merecerá la pena una profunda reflexión para responder a Dios como sea necesario, pues la conversión en estas cuestiones no hay duda que se hace, no solo, necesaria sino urgente en el mundo que vivimos.
A María, Madre purísima, le pedimos su ayuda y guía maternal para que nos ayude a comprender, a aceptar y a saber tomar las decisiones que se correspondan, bien personalmente, bien para ayudar a los otros. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en la Fiesta del Bautismo de Jesús.
Hermosa la sagrada liturgia de este domingo, con el que la Iglesia pasa del Tiempo de Navidad al Tiempo Ordinario, celebrando el Bautismo de Jesús.
En el Evangelio, san Marcos, 1, 7-11, muestra un relato sencillo de Juan el Bautista y la llegada de Jesús al río Jordán para ser bautizado. Dice así: "En aquel tiempo, proclamaba Juan: Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.
Y sucedió que por aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán.
Apenas salió del agua, vio rasgarse los cielos y al Espíritu que bajaba hacia él como una paloma. Se oyó una voz desde los cielos: Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”.
Juan da testimonio de Jesús diciendo "que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias”. Esta declaración es una muestra de la sencillez y humildad del Bautista, muy consciente de su lugar y de su misión.
Ya dijo Jesús del Bautista: "En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista...” (Mt 11,11)
Y agrega el evangelio que después de ser bautizado Jesús, "apenas salió del agua, vio rasgarse los cielos y al Espíritu que bajaba hacia él como una paloma. Se oyó una voz desde los cielos: Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”.
Es el Padre Eterno el que muestra la realidad Trinitaria, manifestando quién era realmente el Señor Jesucristo: "Tú eres mi Hijo, el amado, en Ti me complazco."
Ahí tenemos a la Santísima Trinidad, que envuelve la vida de todos los bautizados, que lo hemos sido, precisamente, en su Nombre: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El Padre se complace en el Hijo y nosotros deberíamos complacernos, alegrarnos y deleitarnos en la maravilla de la Santísima Trinidad, que aunque Misterio para nuestra comprensión humana, es gozo para nuestro corazón por el AMOR infinito que nos transmite, con el que podemos hacer el camino de conversión que nos marca el Señor Jesús, como puede ser "amar a vuestros enemigos y rezar por los que os persiguen” (Mt 5,44; Lc 6,27).
Que este día aprovechemos también para encontrarnos con nuestro propio Bautismo, meditar en este gran don que recibimos, renovar las Promesas bautismales y mostrar con nuestra oración la gratitud hacia los que nos llevaron a las aguas bautismales.
Que María, la Madre de Jesús, nos ayude a comenzar este nuevo tiempo litúrgico, con el que volvemos a la vida ordinaria. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Solemnidad de la Epifanía del Señor.
Hermoso día para vivir otro momento entrañable de la Natividad del Señor; así lo expresan las oraciones de la Santa Misa de este díaLa Oración colecta dice: "Señor, tú que este día revelaste a tu Hijo unigénito a los pueblos gentiles, por medio de una estrella, concede a los que ya te conocemos por la fe poder contemplar un día, cara a cara, la hermosura infinita de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Reconocemos en esta oración conocer al Señor Dios por la fe, y le pedimos contemplar el día después del tránsito de esta vida a la eternidad, contemplar la hermosura infinita de su gloria. Pero como en toda petición hay que secundar la Gracia que se pide, en esta ocasión con una vida de pureza de corazón y rectitud de intención.
En la oración para después de la comunión, pediremos: "Que tu luz nos disponga y nos guíe siempre, Señor, para que contemplemos con fe pura y vivamos con amor sincero el misterio del que hemos participado. Por Jesucristo, nuestro Señor”.
Qué petición más hermosa, ‘que tu luz nos disponga y nos guíe siempre’, para ‘contemplar y vivir’. He aquí una clave muy significativa para tener en cuenta, pues es muy importante saber contemplar las cosas, poner atención, observar..., para poder vivir con más intensidad, sin que haya lugar para los malos hábitos ni para cualquier obra de corrupción del tipo que fuera.
Este Misterio de la Adoración de los Reyes Magos, que la Liturgia pone hoy ante nosotros, es de un gran estímulo para hincar también nosotros las rodillas ante el Mesías, ante Jesús el Salvador, el que nació de las entrañas purísimas de la Virgen María, y que nos espera cada día para que le ayudemos a encontrarse con muchas personas que aún no le conocen o que no le conocen bien, porque no han tenido quien se lo presente. Fíjate qué importante misión tenemos tú y yo.
A María y a José, que viven en Belén de Judá estas jornadas de tantas sorpresas, y a cual más agradable, hoy con los Magos de Oriente, supliquémosles que alcancen de su Hijo Jesús tantas Gracias como necesita nuestra Santa Iglesia Católica, nuestro mundo y nosotros mismos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Fiesta del Santísimo Nombre de Jesús.
El surgimiento de la veneración al Santísimo Nombre de Jesús se remonta a las celebraciones litúrgicas del siglo XIV. San Bernardino de Siena, en el siglo XV, junto a sus discípulos, propagaron el culto al Nombre de Jesús y un siglo después, hacia 1530, el Papa Clemente VII concedió por primera vez a la Orden Franciscana la autorización para la celebración del Oficio del Santísimo Nombre de Jesús.
"Éste es aquel santísimo nombre anhelado por los patriarcas, esperado con ansiedad, demandado con gemidos, invocado con suspiros, requerido con lágrimas, donado al llegar la plenitud de la gracia" (San Bernardino de Siena).
El Nombre de Jesús, invocado con confianza: Brinda ayuda en las necesidades corporales... En el Nombre de Jesús, los Apóstoles dieron fuerza a los lisiados (Hch 3,6; 9,34) y vida a los muertos (Hch 9,40).
Nos protege de Satanás y sus artimañas, ya que el diablo teme al Nombre de Jesús, quien lo ha vencido en la Cruz, por ello es muy importante usar el Nombre de 'Jesús' a modo de jaculatoria, para ahuyentar las tentaciones del demonio.
Da consuelo en las pruebas espirituales, pues recuerda todo lo que fue su entrega hasta la muerte en Cruz por nuestra redención y salvación.
En el nombre de Jesús obtenemos toda bendición y gracia en el tiempo y también la eternidad, pues Cristo dijo: "En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará" (Jn. 16,23).
Aprovechemos este día para adquirir la virtud de tener el Nombre de Jesús en nuestro corazón, en nuestra mente y en nuestros labios, para poder caminar con la seguridad de estar bajo su amparo, dando continuo testimonio de su Palabra y de su Salvación. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Solemnidad de la Sagrada Familia.
La Liturgia nos ofrece este año despedirlo de la mano de la Sagrada Familia, lo cual es un punto para la reflexión muy interesante.
Alguna vez me he preguntado si las personas, a título individual, seríamos conscientes de la realidad por la que atraviesa la familia en nuestros tiempos.
Confluyen tal serie de situaciones, pareceres, sentimientos y otros intereses varios, que hacen que prefiramos callar y seguir adelante, sin casi ni pensar, lo cual, ciertamente, no es nada beneficioso, pues lejos de arreglarse nada, el deterioro general va siendo devastador.
Por todo ello, en este día deberíamos contemplar a la Sagrada Familia en su armonía, sencillez y amor mutuo, pidiéndoles a cada uno de los que la componen en razón de lo que es: a Jesús, pidiéndole por todos los hijos, para que sepan, según edad y estado, trabajar para unir a sus familias en la esperanza que ellos representan e intentan hacer realidad; a María encomendándole a todas las madres para que sepan ocupar ese lugar humilde que lo da todo, por el esposo y por los hijos, siendo gran ejemplo y testimonio de entrega; a San José, pidiéndole por todos los maridos y padres, para que sepan vivir en el sacrificio y la renuncia que exige ser el padre de familia, que tantas veces han de olvidarse de sí mismo para que se puedan cumplir los designios de Dios sobre su familia.
Y también hay que pedir, esta oración sí que con insistencia, por todas las familias quebradas, rotas, desestructuradas..., para que encuentren caminos de superación y reencuentro entre sus miembros. Ardua tarea ésta, pero necesaria para que el Amor nunca se transforme en desamores, rechazos o rencores.
Sagrada Familia: Jesús, María y José, darnos vuestra gracia y vuestra asistencia en el nuevo año 2024, para que sepamos seguir cada día vuestro ejemplo ocupando cada uno el lugar que nos corresponda. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Comenzado el Tiempo litúrgico de Navidad, nos encontramos en primer término la Fiesta de San Esteban protomártir, el primero de los discípulos de Cristo que padeció el martirio.
Hoy tenemos dos puntos en los que podemos fijar la mirada: uno el martirio y el otro el cumplimiento de aquel importante consejo evangélico de "amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen” (Mt 5,43-48; Lc 6,27-36; 23,34; Rom 12,20), que San Esteban lo expresaría con toda claridad y rotundidad: "Luego, cayendo de rodillas y clamando con voz potente, dijo: Señor, no les tengas en cuenta este pecado. Y, con estas palabras, murió (Hch 7,60).
Hoy la Iglesia reza así: "Concédenos, Señor, la gracia de imitar a tu mártir san Esteban y de amar a nuestros enemigos, ya que celebramos la muerte de quien supo orar por sus perseguidores. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Pidamos a San Esteban, saber llevar adelante el martirio incruento de cada día, o, en su caso, si Dios lo dispusiese y lo permitiese, el martirio cruento, rezando siempre y perdonando a los enemigos. Tarea ardua, pero posible.
Durante todos estos días del Tiempo de Navidad, nos acogemos a la Sagrada Familia e imploramos su protección para que nos ayuden a ser discípulos auténticos de Cristo Jesús. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Domingo Gaudete, tercer domingo de Adviento, que ya vuelve la mirada alegre y atenta a la Celebración del Nacimiento del Salvador.
La Iglesia reza así en la Santa Misa: "OH, Dios, que contemplas cómo tu pueblo espera con fidelidad la fiesta del nacimiento del Señor, concédenos llegar a la alegría de tan gran acontecimiento de salvación y celebrarlo siempre con solemnidad y júbilo desbordante. Por nuestro Señor Jesucristo”.
‘Tu pueblo espera con fidelidad la fiesta del nacimiento del Señor’. ¿Qué significa este ‘espera con fidelidad’?
Es una pregunta que bien merece hacerse, pues sabemos que la vorágine de la vida no pocas veces nos hacen perder el sentido real de las cosas, de las situaciones, de forma que cambiamos el sentido de lo que corresponde en cada momento.
El Nacimiento de Jesús es un acontecimiento jubiloso, alegre, pero se pide ‘esperarlo con fidelidad’: al propio Bautismo, que nos dio la entrada en la Iglesia y, por tanto, fidelidad a la Iglesia, y desde ella, fidelidad a Dios y a su Santa Ley, fidelidad a la condición y exigencias del discípulo de Cristo, que somos cada uno.
La fidelidad es una cualidad, una virtud, que si no se le presta cuidado suficiente, no se cuida y no se guarda, serás muy difícil mantenerse en ella. Por el contrario, la infidelidad es en sí misma ya un pecado, pero lo peor es que es cabeza o fuente de otros pecados que se derivarán de ella, arrastrando a la persona a una cascada de errores, faltas y pecados.
Te invito a reflexionar sobre tus fidelidades e infidelidades, sin miedo, sin resistencias y buscando únicamente la verdad.
Recemos al Señor Resucitado que nos espera en el camino, para que sepamos ser simplemente fieles a las Promesas Bautismales que hicimos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el día del Señor.
Es muy interesante la Oración colecta de este Segundo Domingo de Adviento, que pide: "Señor todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Se reconoce que ‘los afanes de este mundo’ pueden ser impedimento para el encuentro con Jesucristo, que esperamos su llegada, su segunda venida en poder y gloria.
No está tan claro que las personas, los cristianos, tengamos esa visión de que los ‘afanes de la vida’ puedan llegar a ofuscar o confundir el camino que nos ha de llevar al encuentro con el Señor Jesucristo.
Y lo cierto es que sin Él será muy difícil buscarle con ‘sabiduría divina’ y poder finalmente participar de su Vida.
Lo que denominamos ‘afanes de la vida’ nos parecen cosas prioritarias y buenas, lo cual puede hasta llegar a ser cierto, pero el problema surge cuando esos ‘afanes’ los convertimos en ‘fines’ y no en ‘medios’, pues todo lo de este mundo ha de constituir la forma y manera de poder conseguir llegar a la participación plena del Reino de Dios.
Necesitamos aprovechar estas breves jornadas del Adviento, para asegurar el convencimiento de que el único camino posible es la conversión de vida, que ya debemos abordar de forma decisiva.
A la Virgen, Santa María del Adviento, pidámosle su ayuda para hacer este camino de conversión del corazón. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Días de expectación en este comienzo del Adviento, tanto por la espera del Señor: ¡Ven, Señor Jesús!, como más allá en el horizonte, la Celebración del Nacimiento de Jesús.
Escuchar al Señor hoy en el evangelio de San Lucas es muy interesante: "Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien” (Lc 10,21).
Estas palabras son un estímulo para buscar, mediante la humildad, la pequeñez espiritual, que pondrá a la persona en la sintonía para recibir del Espíritu Santo los secretos del Reino.
¿Sabremos valorar las palabras de Jesús en nuestra historia personal y en el contexto de la sociedad en que estamos inmersos?
"Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: ¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron” (Lc 10,24).
La Virgen María que muestra su pequeñez en el canto del Magnificat: "...porque ha mirado la humidad de su esclava”, nos enseñe y ayude a vivir según en lo que es la pequeñez espiritual, la infancia espiritual. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
En este último día del Año Litúrgico merece la pena atender al evangelio que se proclama hoy en la santa Misa.
La perícopa es de San Lucas 21,34-36: "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre”.
El planteamiento de Jesús se puede ver en el sentido apocalíptico, mostrando los últimos tiempos, que, por otra parte, en ellos estamos, pero lo que sí conviene es darse cuenta de lo que en este texto breve el Señor avisa.
"Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida”. Es grave para la persona tener embotada la mente, que podríamos decir el corazón, pues con ello se logra la ofuscación, la insensibilidad, incluso el atontamiento, para poder tomar las decisiones adecuadas y acertadas, además de estar en la vigilancia que las circunstancias exigen, máxime para nosotros en que nuestro mundo y nuestra sociedad se encuentra en las circunstancias que están.
El Señor nos avisa para: "Estar siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre”.
‘Estar siempre despiertos’ exige un compromiso consigo mismo muy serio, porque no es fácil creerse que ‘aquel día caerá como un lazo’ y sólo podrá escapar el que esté atento y vigilante. Hay experiencia suficiente y nada lejana, para entender bien las palabras del Señor Jesucristo, pues seguirán apareciendo catástrofes naturales, provocaciones terroristas y guerras por doquier, junto con otros atropellos de diferente índole y naturaleza que alcanzarán niveles y cotas que hasta ahora no hemos conocido, ‘porque caerá... sobre todos los habitantes de la tierra’.
A María, nuestra Madre y nuestra Guía, acudamos humildemente a pedirla que interceda por todos nosotros, y también por este mundo tan apartado del Amor de Dios. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo.
Esta Solemnidad da fin al Año Litúrgico en el que tenemos la posibilidad de Alabar y Bendecir al Señor Jesús, como Rey del Universo.
Confiemos que sea también Rey de nuestro corazón, porque al fin tú y yo, en orden de nuestra libertad, podemos darle el propio corazón para que reine en él o negárselo, porque prefiramos seguir el camino de pecado.
Sabemos que el prefacio de la Misa es el cántico de alabanza con el que se da paso a la plegaria eucarística; pues el prefacio de la Misa de hoy es tan hermoso que no me resisto a compartirlo con vosotros.
Dice así: "En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque consagraste Sacerdote eterno y Rey del universo a tu único Hijo, nuestro Señor Jesucristo, ungiéndolo con óleo de alegría, para que ofreciéndose a sí mismo como víctima perfecta y pacificadora en el altar de la cruz, consumara el misterio de la redención humana, y sometiendo a su poder la creación entera, entregara a tu majestad infinita un reino eterno y universal: el reino de la verdad y de la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino de la justicia, el amor y la paz.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, santo, santo...”
Os deseo que gocéis con esta hermosa oración, viendo cómo es el Reino de Dios que el Señor ofrece al Padre: "... entregara a tu majestad infinita un reino eterno y universal: el reino de la verdad y de la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino de la justicia, el amor y la paz”.
Prestando la máxima atención a las lecturas que se proclaman es la Santa Misa: Ez 34,11-12.15-17; 1Cor 15,20-26.28; Mt 25,31-46, prestemos atención a la descripción que hace San Mateo de lo que será el juicio final, y vivamos con la mayor Esperanza posible la propia conversión que nos irá acercando al Señor con paso firme y seguro.
Y reza, por favor, a María, nuestra Madre y nuestra Guía, para que nos asista a cada uno, que podamos cerrar este Año Litúrgico en Gracia, paro lo que si fuera necesario acudamos al sacramento de la Confesión. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Seguimos avanzando hacia el final del año litúrgico y hoy la perícopa del evangelio de San Lucas, 19,41-44, que se proclama en la Santa Misa nos puede decir mucho a nosotros, quizás como aviso, pues sería terrible que lo fuera en el mismo sentido que lo fue para Jerusalén.
"Al acercarse (Jesús) y ver la ciudad, lloró sobre ella, mientras decía: ¡Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos. Pues vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco de todos lados, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el tiempo de tu visita”.
Cuando a las personas, incluso a los pueblos, se les avisa sobre alguna consecuencia que puede resultar del comportamiento que están teniendo, y se empeñan en no hacer caso, llega un límite que cuando se rebasa no tiene retorno, que es lo que aquí el Señor, con lágrimas en sus ojos, lamenta de Jerusalén que no reconocieron su venida, su visita.
Dice el Señor: "¡Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos”. Han traspasado los límites y ya no es posible que se den cuenta ‘lo que les lleva a la paz’.
Deberíamos reflexionar seriamente sobre la propia vida, porque este llanto, este lamento de Jesús, se repite cada vez que ve que un hermano suyo, por el que dio su vida en la Cruz, se precipita a los abismo donde solo hay ‘llanto y rechinar de dientes’ (Mt 8,12; 13,42.50; 22,13; 24,51; 25,30).
Una vez más, de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía, recemos hoy, jueves, a Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar, en expiación y reparación de todos los pecados, propios y de toda la humanidad. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el Día del Señor.
Entramos en la semana previa al final del Año Litúrgico que nos llevará a la Solemnidad de Cristo Rey del Universo.
Es importante atender a la Palabra de Dios de este domingo XXXIII del Tiempo Ordinario del Ciclo A, pues ya está marcando ese horizonte final de la vida.
Habría dos referencias a las que prestar atención.
Una está en la segunda lectura de la Santa Misa, de la primera carta a los Tesalonicenses 5,1-6, en la que San Pablo advierte: "En lo referente al tiempo y a las circunstancias, hermanos, no necesitáis que os escriba, pues vosotros sabéis perfectamente que el Día del Señor llegará como un ladrón en la noche...Así, pues, no nos entreguemos al sueño como los demás, sino estemos en vela y vivamos sobriamente”.
Estemos en vela y vivamos sobriamente: esta frase nos daría para una reflexión muy amplia, pero será suficiente que cada uno la tome muy en serio, la interiorice y organice su vida para mantenerse en estos postulados, pues no es difícil concluir que la enseñanza de San Pablo ilumina todo lo que nos rodea.
La otra referencia que indicaba, la encontramos en el evangelio de San Mateo 25,14-30, cuando el Señor Jesús, en la parábola de ‘Los talentos’ le habla al siervo que recibió un solo talento y no negoció con él: "Eres un empleado negligente y holgazán...; Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene”. Palabras duras, muy duras las del Señor, que terminará calificando al siervo como ‘inútil’.
Cada uno podrá sacar sus propias conclusiones y enseñanzas para aplicarse.
Que el Señor Resucitado nos bendiga y nosotros sepamos vivir como nos ha enseñado, con la asistencia de la Virgen María que siempre nos recuerda el modelo que debemos seguir: su Hijo Jesús. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Las palabras son el medio de comunicación ordinario de las personas, aunque también están los gestos, las obras o lo que se denomina como 'lenguaje corporal'.
Por ello se dicen muchas palabras que, no todas, son portadoras verdaderas de aquello que, cimentado en la Verdad de Dios, construyen convivencia sana, cargada de Caridad.
Pero en nuestro mundo cuesta discernir las palabras que se las puede denominar como mentirosas o engañosas, porque, al menos, adolecen de responder a la Verdad. Y esto pasa porque no es la Palabra de Dios la que ilumina el discernimiento que se debería hacer de todo lo que se oye.
Mira la perícopa del evangelio que se proclama hoy, lunes de la 31ª semana del T.O., en la Santa Misa, Lucas 17,1-6: "En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Es inevitable que sucedan escándalos; pero ¡ay del que los provoca! Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado. Si tu hermano te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: Lo siento, lo perdonarás.
Los apóstoles le pidieron al Señor: Auméntanos la fe. El Señor contestó: Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: Arráncate de raíz y plántate en el mar. Y os obedecería”.
Como ves este texto tiene muchas claves a tener en cuenta; veamos:
"Es inevitable que sucedan escándalos; pero ¡ay del que los provoca!”
¿No se cumple esta palabra? ¿no hay escándalos hoy, además públicos y notorios? Asumirlos, sin denunciarlos de alguna manera, ¿no tendrá alguna responsabilidad moral?
"Si tu hermano te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: Lo siento, lo perdonarás”.
Este consejo evangélico no es fácil cumplirlo en toda su extensión, pero se debe intentar hacerlo para poder vivir en el agrado de Dios y, además, en la propia conversión.
Finalmente, nos encontramos con aquella petición de los apóstoles, quizás abrumados por todo lo que están viendo y oyendo: "Auméntanos la fe”, lo que también podría o debería ser una petición ordinaria que nos propusiéramos hacer cada día, al menos una vez.
No nos dejemos arrastrar por las palabras por mucho que parezcan ‘cantos de sirena’, pues lo mismo que cada uno comprueba en su propia vida, que no se cambia de un día para otro, de los malos hábitos, vicios o pecados, las palabras ociosas, mentirosas, embaucadoras, de aquellas personas que las han repetido una y otra vez, dejaran de serlo porque lo digan de las mejores maneras posibles. Porque, encima, no cumplen con lo exigido por el Señor Jesús, esto es, reconocerlo.
Estamos en tiempo de mucha responsabilidad personal, por eso los que creemos en el Amor de Dios Todopoderoso, hemos de rezar, día y noche, de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía, para que su Gracia envuelva este mundo y aparezca la LUZ poderosa de la Gracia, que destruya todas las tinieblas que nos asfixian. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Es fácil comprender que a los hombres de nuestro tiempo no les sea fácil entender al Señor Jesucristo, tanto en sus afirmaciones, como en sus consejos o advertencias.
El evangelio que se proclama hoy en la Santa Misa es la parábola de las vírgenes necias y las vírgenes sensatas, Mateo 25,1-13, que concluye con esta advertencia: "Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora”.
Esto de ‘velar’ no va con una generación que se cree poseída de todo y no necesitada de casi nada, porque está acostumbrada a tener al alcance de su mano aquello que quiere o que necesita, pero no se da cuenta que vivir así es ser como las ‘vírgenes necias’ de la parábola, pues serán sorprendidos cuando el Señor se haga presente, bien porque les llamen de este mundo a la eternidad, bien porque surja cualquier imprevisto de cualquier índole, y no digamos si es de los graves e irreversibles.
En el evangelio el sentido de ‘velar’ no es simplemente estar despiertos y vigilantes en la noche, sino en todo momento, para poder darse cuenta de lo que se tiene ante sí y dar la respuesta adecuada, por eso hay que trabajar cada día para mantener esta actitud en todo momento y poder ser incluidos en el grupo de las ‘vírgenes sensatas’.
Te pido que reces al Señor Jesús Resucitado, para que sus bendiciones ayuden a los Hermanos en todas sus necesidades e intenciones, y así poder alabar a Dios siguiendo el ejemplo de María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el día del Señor.
En el evangelio que se proclama en este Domingo XXXI del Tiempo Ordinario, dice el Señor: "El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (Mt 23,1-12).
Como vemos es un lenguaje claro y directo que pocas interpretaciones se pueden hacer, porque está marcando un estilo de vivir y actuar también muy definido: humildad, humildad y humildad
Y en el evangelio de San Lucas 14, 1.7-11), que se proclamó en la Misa de ayer sábado, el Señor, en una parábola con la que habla a los comensales en una casa de uno de los principales en la que entró a comer, insiste: "...Amigo, sube más arriba. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”.
La humildad es un concepto que se entiende perfectamente, pero que no está tan claro en el corazón de las personas, a juzgar por las reacciones que se tienen en la convivencia ordinaria, tanto doméstica, como laboral o social.
Es muy conveniente estar en guardia para que esta virtud florezca en el propio corazón, se la cuide, se la fomente y se la haga florecer, pues de su mano pocas equivocaciones se tendrán en esta vida y muchos méritos se obtendrán para el día del juicio particular.
Recordar lo que dice el Libro del Apocalipsis en 14,13: "Oí una voz del cielo, que decía: Escribe: ¡Bienaventurados los muertos, los que mueren en el Señor! Sí, dice el Espíritu, que descansen de sus fatigas, porque sus obras los acompañan”. Sus obras inspiradas y sustentadas por la humildad.
Al Señor Resucitado te ruego pidas, en una oración ferviente, por todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Primer sábado de mes, en el denominado Mes de los Difuntos, que la Iglesia quiere que mantengamos la atención y la tensión en considerar el primer elemento de los Novísimos.
La muerte es el primer paso que la persona ha de dar, al final de su jornada terrenal, para entrar en la eternidad.
Producida la muerte, el alma comparecerá ante Dios en el juicio particular, segundo paso de los Novísimos, que derivará en la salvación o en la condenación.
Y en el primer supuesto, la salvación, aparecerá el Purgatorio en caso de que al alma le queden penas que purificar por los pecados cometidos.
En este estado la persona no tiene capacidad de ‘merecer’, por lo que pasará el espacio de tiempo que corresponda para la purificación necesaria, pero los que sí tenemos capacidad para merecer gracias y beneficios de Dios, podemos ofrecer los sufragios que el alma en el Purgatorio necesita para abreviar y completar su purificación.
Y esto, que la Iglesia hace todos los días en las celebraciones de la Santa Misa y la Hora de Vísperas, nos pide a los Fieles que lo hagamos cada día ofreciendo los propios sufragios que nos sean posible: la Eucaristía, el Vía Crucis, el Rosario, sacrificios, oraciones, velas..., con los que ayudaremos a las almas de los Fieles Difuntos a alcanzar cuanto antes la eterna Bienaventuranza, el Cielo.
Es así que la Iglesia quiere que durante el mes de noviembre actualicemos este amor a los difuntos, al tiempo que se viva el artículo de la Fe: "Creo en la Comunión de los Santos”, que es decir que creo y vivo la común-unión con todos los santos: los que viven triunfantes en Cielo, los que purifican en el Purgatorio y los que peregrinamos juntos hacia la Casa del Padre.
No será solo los primeros dos días de este mes de noviembre, sino los 30 días del mes, porque la propuesta es ‘el mes de los difuntos’, no 'los dos días de los difuntos'.
Se ha de reflexionar seriamente sobre esta cuestión, pues debemos hacer el camino propio para ayudar a los otros y ayudarse a sí mismo a llegar a la Casa del Padre, libres de todo impedimento cuando ya se esté en el tránsito de esta vida a la otra.
La Santísima Virgen María siempre ha mostrado un amor grande hacia estas almas, acude en su auxilio de forma continua, por eso, todo lo que a su Inmaculado Corazón podamos ofrecerle en este Primer Sábado, redundará, sin duda, en beneficio de los Hermanos que nos anticiparon y ahora viven anhelantes en el Purgatorio de todo lo que por ellos podamos dar de nosotros mismos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Como cada domingo la principal referencia que tenemos los católicos para nuestras vidas, es la Palabra de Dios que se proclama en este día.
Algunas claves de la Palabra que hoy nos ofrece la Iglesia, podemos comenzar encontrándolas en la Carta a los Tesalonicenses: "Sabéis cómo nos comportamos entre vosotros para vuestro bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor”.
Aquí encontramos la gran importancia que tiene el ejemplo, el buen ejemplo que podemos y debemos dar a los otros, máxime cuando muchos de los que nos rodean no tienen Fe y es ese ‘ejemplo’ el que puede llevarles hasta el Señor Jesús.
En el evangelio encontramos la reacción y respuesta del Señor a un doctor de la Ley, que le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?
Él le dijo: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente.
Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Estos dos mandamientos sostienen toda la Ley y los Profetas”.
La gran asignatura pendiente: Amar a tu prójimo como a ti mismo; la clave está en ‘saberse Amar a sí mismo’, con toda la exigencia que ello conlleva.
No pocas veces se insiste en amar a los demás: comprenderlos, ayudarlos, enseñarles..., pero no desde la comprensión de sí mismo, con todas las contradicciones que tenemos, tampoco desde la ayuda que se tiene que dar a uno mismo para superar egoísmos y otros interese bastardos, y así, podríamos seguir enumerando situaciones o cosas que en la expresión del ‘amor a uno mismo’ se deben tener en cuenta.
El Señor Jesús es claro: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, y difícil, muy difícil es dar un Amor limpio y verdadero al otro mientras uno no acaba de saber amarse, quizás porque no es fácil, comprenderlo primero y hacerlo después, pero es la condición del Señor.
En la alegría del Señor Resucitado, tu Hermano espera la oración que eleves al Altísimo en favor de todas sus intenciones y necesidades. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Ultimo sábado del Mes del Rosario, que nos obliga a mirar hacia María, con la sencillez de un niño, para rendirle homenaje.
Sirva, en principio, este sencillo Himno de la Liturgia de las Horas:
"María, pureza en vuelo, Virgen de vírgenes, danos la gracia de ser humanos sin olvidarnos del cielo.
Enséñanos a vivir; ayúdenos tu oración; danos en la tentación la gracia de resistir.
Honor a la Trinidad por esta limpia victoria. Y gloria por esta gloria que alegra la cristiandad. Amén”.
Es una bella oración que podemos decir con frecuencia, particularmente la segunda estrofa que todos podremos suscribir.
Y también que nuestra conciencia de cuenta de cómo hemos vivido este mes de octubre, dedicado al Rosario y cuando sabemos que:Es la oración más querida de la Santísima Virgen.
Que es un instrumento poderoso contra las fuerzas del mal.
Y que se ha demostrado a lo largo de la Historia, así como de la Historia de la Espiritualidad, ser un medio poderoso de alcanzar la Gracia de Dios para superar las grandes tragedias más diversas de la humanidad.
Simplemente, mi invitación a que ofrezcas a la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, el rezo del Santo Rosario, en este día y, al menos, en los tres días siguientes que restan del mes del Rosario. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
En la Santa Misa de este Lunes de la XXIX semana del Tiempo Ordinario, se proclama del evangelio de San Lucas 12,13-21, esta perícopa: "Entonces le dijo uno de la gente: Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia. Él le dijo: Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros? Y les dijo: Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.
Y les propuso una parábola: Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose: ¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha. Y se dijo: Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado? Así es el que atesora para sí y no es rico ante Dios”.
Como en todas las parábolas se encuentran varias enseñanzas. En primer lugar vemos la petición que le hizo uno de la gente para que hiciera de árbitro en el reparto de la herencia con su hermano; el Señor además de indicarle que Él no está para eso, advierte: "guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes”.
La codicia, el afán excesivo por las riquezas, que el Señor advierte que nos guardemos, ¡escucha!, de toda clase de codicia, no solo en el orden de las riquezas materiales, también de la codicia por causa de los desórdenes morales en diferentes excesos: alcohol, sexo, droga, juego..., porque, dice el Señor que la abundancia de todos esos ‘bienes’ no asegura la vida, la vida verdadera, la vida eterna: el cielo.
En la parábola que les expone a continuación se ve cómo las personas siempre están en los cálculos de lo más inmediato; ante la gran cosecha que se le presenta a aquel hombre rico, piensa qué hacer consigo mismo y para él, no piensa en repartirla, no, eso no, piensa en almacenarla en nuevos graneros más grandes que los que tenía y allí guardarla, junto con todos sus bienes.
Continua la parábola diciendo: "Y entonces me diré a mí mismo: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?
Aquí está la gran conclusión: Cuando esta noche te pidan el alma, esto es, te sorprenda la muerte, ¿qué pasará? Y no será porque todos no conocemos muertes súbitas. El Señor llama al hombre rico ‘necio’, ignorante, que no sabe lo que tenía que saber; en este sentido que el Señor Jesús utiliza esta palabra: ¡cuántos necios hay!
Y concluye el Señor: "Así es el que atesora para sí y no es rico ante Dios”. Aquí no queda otra reflexión más que el examen que cada uno haga de su propia vida y la presencia en ella de la codicia, para rectificar los caminos y entrar por la conversión personal, porque sería bueno que nos convenciéramos de una realidad: mientras nuestra sociedad no vuelva la mirada a Dios y no se convierta de sus muchos y evidentes pecados, no tendremos ni la verdadera paz, ni la verdadera justicia, ni la verdadera convivencia en el Amor.
Te pido reces un padrenuestro a nuestro Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, para que nos cubra de sus bendiciones, y así poder resolver todas las necesidades que nos acucian. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
En la oración colecta de la Misa de este domingo 28º del Tiempo Ordinario, decimos: "Te pedimos, Señor, que tu gracia continuamente nos preceda y acompañe, de manera que estemos dispuestos a obrar siempre el bien. Por nuestro Señor Jesucristo”.
‘De manera que estemos dispuestos a obrar el bien’. Claro está, le pedimos a Dios la Gracia, pero el obrar bien o mal depende exclusivamente de cada uno.
Qué importante es tener lúcida la conciencia de que la libertad, gran don con el que Dios ha dotado al hombre, es la que decide en cada momento escoger: pensar bien o pensar mal, actuar bien o actuar mal, amar u odiar... En definitiva, ser católico de nómina, simplemente por haber sido bautizado, o ser discípulo del Señor Jesucristo con todas las consecuencias.
Al Señor Resucitado, al que a buen seguro le dedicarás buena parte de este día, ruégale por la Iglesia y todas sus necesidades, que sabemos son muchas y graves. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Fiesta de Nuestra Señora la Virgen del Rosario.
En el marco del mes del Rosario, llegamos a la Fiesta de esta hermosa advocación de la Santísima Virgen, que instituyera el Papa San Pío V en el año 1571 en agradecimiento de que las tropas cristianas triunfaran en la Batalla de Lepanto, pues había puesto esta batalla bajo la mirada de la Virgen, pidiendo a la cristiandad que rezara el Rosario para alcanzar la victoria.
A lo largo de la Historia tenemos múltiples ejemplos de Santos que dejaron su testimonio sobre el rezo del Santo Rosario.
A modo de ejemplo dejaremos estos testimonios:
San Antonio María Claret: "Las mejores conquistas de almas que he logrado, las he conseguido por medio del rezo devoto del Santo Rosario”.
Santo Cura de Ars (San Juan María Vianney): "Con esta arma le he quitado muchas almas al diablo”.
Santa Bernardette Soubirous: "Ah, si supieran lo buena y generosa que es nuestra Señora, amémosla mucho. Recémosle con cariño su Rosario y pongámonos bajo su protección y veremos qué grandes ventajas conseguimos con ello”.
Creo que son consideraciones evidentes, de personas que vivieron la misión apostólica con decisión y la vida de la Fe con total responsabilidad.
Asimismo os dejo el Himno litúrgico que la Iglesia reza hoy en la Liturgia de las Horas.
"Rezar el santo Rosario no sólo es hacer memoria del gozo, el dolor, la gloria, de Nazaret al Calvario.
Es el fiel itinerario de una realidad vivida, y quedará entretejida, siguiendo al Cristo gozoso, crucificado y glorioso, en el Rosario, la vida.
Gloria al Padre, gloria al Hijo, y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén”.
Hoy no se puede, no se debe, rezar otra cosa que no sea el Santo Rosario, en honor y gloria de la Santísima Virgen María, a la que nos acogemos como fieles hijos suyos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
La Iglesia de España celebra hoy las Témporas de Acción de Gracias y de Petición, que la comunidad cristiana ofrece a Dios al reemprender la actividad habitual, una vez terminadas las vacaciones y la recolección de las cosechas.
Las Témporas son una ocasión que presenta la Iglesia para rogar a Dios por las necesidades de los hombres, principalmente por los frutos de la tierra y por sus trabajos, dando gracias a Dios públicamente.
Este es el Himno litúrgico de la Hora de Laudes:
"Gracias, Señor, por esta agua que llega del aire hasta los campos, hasta el bosque y el huerto; gracias por tu palabra que riega este desierto del alma, prometiendo las horas de la siega.
Gracias por tanta gracia, tanta cuidada entrega, por el sol que calienta este corazón yerto; gracias por estas flores primeras que han abierto ojos de luz a tanta claridad honda y ciega.
Gracias porque te he visto latiendo en los bancales, favoreciendo, urdiendo los tiernos esponsales del verdor con la tierra, la rosa con la rama.
Gracias porque nos enseñas a ser en lo que era al olvidar mis estiajes en esta primavera; gracias porque es llegado el tiempo del que ama. Amén”.
Y la oración con la que reza también hoy la Iglesia dice:
"Padre de bondad, que, con amor y sabiduría, quisiste someter la tierra al dominio del hombre, para que de ella sacara su sustento y en ella contemplara tu grandeza y tu providencia, te damos gracias por los dones que de ti hemos recibido y te pedimos nos concedas emplearlos en alabanza tuya y en bien de nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo”.
La petición es hermosa: ‘te pedimos nos concedas emplearlos en alabanza tuya y en bien de nuestros hermanos’. Ojalá que sepamos hacerlo.
Pues aprovechemos el día para bendecir y alabar a Dios por todo cuanto somos y hemos recibido, mientras le encomendamos todas las necesidades de los Hermanos, que aquí nos encontramos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Memoria de los Santos Ángeles Custodios.
En primer lugar hemos de felicitar a nuestro propio Ángel de la Guarda, en este día de su Fiesta Litúrgica. El Ángel al que Dios, nuestro Padre, desde el primer momento de nuestra concepción, le confió nuestro cuidado para que podamos llegar felizmente al Reino de los Cielos.
Es necesario tener una gran familiaridad con él, pues él está pendiente de la Voluntad del Padre para hacer cuanto pueda para ayudarnos.
Mira lo que dice San Mateo: "Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial” (Mt 19,10).
Esto se lo diría a sus discípulos a una pregunta que le hicieron: "En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: En verdad os digo que, si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mí” (Mt 18,1-5).
La cosa es bien sencilla: "si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos”, para lo que el Ángel Custodio nos ayudará mucho si nos decidimos a hacer el camino de conversión contando con él.
Mira que hermoso es el Himno litúrgico de esta Fiesta de los Ángeles Custodios, que espero te ayude en la oración de hoy.
"Ángel santo de la guarda, compañero de mi vida, tú que nunca me abandonas, ni de noche ni de día.
Aunque espíritu invisible, sé que te hayas a mi lado, escuchas mis oraciones y cuentas todos mis pasos.
En las sombras de la noche, me defiendes del demonio, tendiendo sobre mi pecho tus alas de nácar y oro.
Ángel de Dios, que yo escuche tu mensaje y que lo siga, que vaya siempre contigo hacia Dios, que me lo envía.
Testigo de lo invisible, presencia del cielo amiga, gracias por tu fiel custodia, gracias por tu compañía.
En presencia de los ángeles, suba al cielo nuestro canto: gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Amén”.
Reza a tu Santo Ángel para que junto con los de todos los Hermanos, que aquí nos encontramos en torno a su Reina y Señora, sepamos reconocerles y caminar seguros de su mano al encuentro definitivo con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
San Pablo nos exhorta en la carta a los Filipenses, segunda lectura de este domingo XXVI del Tiempo Ordinario: "No obréis por rivalidad ni por ostentación, considerando por la humildad a los demás superiores a vosotros. No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás. Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús...” (Flp 2,1-11)
En estas pocas líneas el Apóstol nos traza un buen programa de vida, que la Iglesia hoy nos lo pone a nuestra consideración, y haríamos bien en tenerlo en cuenta para ir conformando la propia vida a las exigencias de la Divina Revelación.
Hoy el santoral nos recuerda a Santa Teresita del Niño Jesús, que vivió tan solo 24 años y que fueron suficientes para santificarse.Murió en 1897, fue canonizada en 1925, y el Papa San Juan Pablo II la declaró Doctora de la Iglesia en 1997.
Una de sus virtudes más importante fue la humildad, que junto con la infancia espiritual, alcanzó la santidad con toda decisión.
Ella dirá: "Hay que agotar todos los esfuerzos antes de quejarse”, lo que vemos en su autobiografía que lo siguió al pie de la letra.
Si la persona no hace todo lo que puede, todo lo que tiene a su alcance, no solo no puede quejarse, sino que tampoco debe pedir ayuda a Dios, porque se le exige que ponga todas sus facultades en ejercicio para lograr aquello que quiere o necesita conseguir, y tampoco puede inhibirse de su esfuerzo para que otros hagan lo que ella debe hacer.
También es bueno recordar que sus padres Luis Martín y Celia Guérin, fueron declarados santos el 18 de octubre de 2015.
Hoy, día de encuentro especial con el Señor Resucitado por ser Domingo, Día del Señor, y teniendo a Santa Teresita como intercesora, renovemos el esfuerzo personal para alcanzar la propia santidad, que es con mucho el mejor proyecto que podemos tener y alcanzar en la jornada terrenal. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Como ya he hecho alguna vez me gusta adelantarme a alguna de las celebraciones litúrgicas, para poder prepararse a su Celebración el día correspondiente.
Hoy me quiero referir a dos fechas próximas, el 29 de septiembre, Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, y 2 de octubre, Santos Ángeles Custodios.
Son dos fiestas litúrgicas muy señaladas e importantes para la propia vida espiritual, tanto para vivirlas personalmente, como para enseñárlo a los demás.
La importancia de los Ángeles radica en que siendo los servidores de Dios, están a nuestro cuidado por la decisión personal y puntual del mismo Padre Dios, lo que constituye una gracia que no sabemos darle todo el valor que tiene.
Por otra parte y fuera de las celebraciones que nos ocupan, están los ángeles caídos, que son Satanás y sus secuaces, que le siguen en su maldad y en la perturbación de los hombres y del mundo en cualquiera de sus manifestaciones.
Y aquí sí que hay que hacer una muy seria advertencia, porque las personas no acaban de darse cuenta de lo que representa y es el misterio de la iniquidad, que va sembrando toda su confusión que lo trastorna todo cuanto pilla, llevando a personas a la pérdida de todo fundamento y de toda razón.
Solo es la persona en el ejercicio de su libertad, la que puede frenar este desconcierto y desastre moral, no al que estamos abocados, sino en el que ya nos encontramos inmersos totalmente.
Solo las personas en la reforma de sus vidas y costumbres, en un camino decidido por la conversión del corazón a Dios, podrán evitar lo que llegará un momento que será inevitable.
Momentos graves de oración y penitencia que nos urgen las circunstancias y todo lo que tenemos ante nuestros ojos.
Partamos de la renovación de las Promesas Bautismales y sigamos con la frecuencia de los Sacramentos: Confesión y Sagrada Comunión, que unido a una vida de oración y penitencia, como ya he indicado, se podrá conseguir la gracia del Dios Altísimo que tanto se está necesitando.
Tu decisión personal es muy importante, aunque intenten engañarte con algo así como que: "yo que voy hacer, solo yo, ¿para qué sirve?”. La historia de siglos pasados nos cuenta cómo cristianos individuales contribuyeron con toda decisión a cambiar la humanidad de su época.
Reza a la Reina y Señora de los Ángeles, para que nos ayude a comprender la situación real de este ‘modernismo’, al que se refería el pasado día 25 en Medjugorje, que tanto daño nos está haciendo y por el que hemos de hacer camino de conversión. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
En la oración colecta de la Santa Misa, rezamos con la Iglesia: "Oh Dios, que has puesto la plenitud de la ley en el amor a ti y al prójimo, concédenos cumplir tus mandamientos para que merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.”
La oración comienza diciéndole a Dios Padre que "ha puesto la plenitud de la ley en el amor a ti y al prójimo...”, precisamente en este día que se celebra la Fiesta de la Bienaventurada Virgen María de la Merced.
El 1 de agosto de 1218 la Santísima Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco para pedirle que fundara una Orden que se dedique exclusivamente a redimir cautivos, lo que hace sobre la base de la Misericordia para la redención de los cautivos.
Esta advocación de la Santísima Virgen, como Señora y Madre de la Merced, nos convoca a todos a participar de la misión de la Iglesia en lo que es la liberación y redención de los cautivos: todas aquellas personas privadas de libertad, bien porque estén en prisión, bien porque vivan un cautiverio particular, por razón de cualquier esclavitud, de cuerpo o alma, que las múltiples dependencias morales, físicas o psíquicas, acosan a las personas de nuestro tiempo.
Estamos convocados a poner todo lo que tengamos a nuestro alcance, comenzando por la oración y la penitencia, para contribuir y ayudar en este amplísimo campo apostólico de nuestra sociedad hoy: aquí y ahora.
Comencemos ofreciendo a la Señora y Madre de la Merced, nuestra humilde oración para que continúe acogiendo bajo su manto a todos los hermanos que viven necesitados de liberación en su Hijo Jesucristo; que fortalezca a todos los que entregan su vida en favor de los que viven la cautividad, de una u otra forma, para que el triunfo de su Inmaculado Corazón se constate ya en todos estos Hermanos, tan amados por los Corazones de Jesús y de María. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
La Palabra de Dios en este día ilumina el tema del perdón.
¿Será el perdón la asignatura más difícil en la vida del cristiano?
Pues, perdonar no es sólo superar una situación de rechazo a lo que uno piensa que le han hecho mal.
También es olvidar, que implica no permitir ninguna huella de rencor, de ese sentimiento sutil que se alberga en el corazón porque la decepción ha sido muy grande, porque el daño recibido ha sido muy injusto, porque..., en definitiva, es complicada aquella premisa del Señor para seguirle: "Niéguese a sí mismo, tome su cruz y me siga” (Mt 16,24).
La exigencia de perdonar, para Cristo es determinante, pues concluye la perícopa del evangelio de hoy, Mt 18,21-35: "Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano”.
Tampoco podemos obviar que en la oración del padrenuestro, que todos rezamos con frecuencia, en la quinta petición se dice: "Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”; se hace imposible expresar un compromiso mayor y más concreto con el perdón, que se debe ejercer cuando sea necesario.
Veamos los primeros versículos de la primera lectura de la Misa, Eclo 27,33-35: "Rencor e ira también son detestables, el pecador lo posee.
El vengativo sufrirá la venganza del Señor, que llevará cuenta exacta de sus pecados. Perdona la ofensa a tu prójimo y, cuando reces, tus pecados te serán perdonados”.
Pues una cosa evidente que se desprende de la Palabra de Dios de este domingo, es la necesidad de hacer examen de conciencia para escrutar el corazón y arrancar toda marca o huella, aunque solo sea, de rencor o de resistencia a perdonar en serio y de verdad.
Y al Señor Resucitado pidamos con fe y humildad por todas las necesidades de cada uno de los Hermanos que aquí volvemos a encontrarnos en Santa María, la Madre de Jesús. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.
Recordamos y honramos la Cruz en la que murió nuestro Señor Jesucristo. La consideración de aquel madero, en el que nuestro Salvador derramó hasta la última gota de su preciosísima sangre, evoca el misterio del amor divino, entregado sin medida para redención de todos los hombres.
La Cruz de Cristo, dijo el Papa San Juan Pablo II, es la cruz "en la que se muere para vivir; para vivir en Dios y con Dios, para vivir en la verdad, en la libertad y en el amor, para vivir eternamente".
De acuerdo con la tradición, en el siglo IV, la emperatriz Santa Elena, madre de Constantino, encontró en Jerusalén el madero en el que murió el Hijo de Dios. La reliquia permanecería en la ciudad hasta que, hacia el año 614, sería sustraída por los persas en calidad de trofeo de guerra. Años más tarde, el emperador Heraclio la rescató y, así, el madero pudo retornar a la Ciudad Santa el 14 de septiembre de 628.
Desde entonces, cada 14 septiembre se celebra este acontecimiento, instituido como festividad litúrgica.
Hoy, recemos con la Iglesia en la oración colecta de la Santa Misa: "Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto en la cruz, concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios de la redención. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Y asimismo dediquemos una rato a contemplar y adorar la Santa Cruz, pues es camino seguro para trabajar la conversión del corazón, tan necesaria para vivir en el agrado de Dios.
Al Señor Jesucristo, que nos mandó cargar con nuestra cruz y seguirle, para ser dignos de Él (Mt 10,38), pidámosle que nos ayude y fortalezca para poder dar lo mejor de cada uno en la misión evangelizadora de la Iglesia. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el Día del Señor.
El evangelio que se proclama en la Misa de este domingo es muy rico, ya que abarca varios temas.
Uno, el que trata de la necesidad de ayudar al hermano a rectificar sus malos comportamientos.
Y otro, que dice: "Os digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielos”.
Es muy importante este consejo evangélico en el que el Señor nos ofrece la gracia de que el Padre conceda cuanto se le pida, con la simple condición de que dos o más se pongan de ‘acuerdo en la tierra para pedir algo’.
Esto es precisamente lo que desde hace mucho tiempo vengo reiterando al final de las meditaciones, que recemos por las intenciones y necesidades de cada uno, y como esta oración es de más dos personas pidiendo lo mismo, aunque no se conozca en concreto, sí se cumple, en el espíritu, lo que dice el Señor.
En el santo Evangelio, el Señor Jesucristo nos ofrece todos los medios necesarios para ese camino de conversión, que urge que hagamos cada uno, y poder estar así a la altura de los tiempos que vivimos.
Que el Señor Resucitado nos conceda la luz y la sensibilidad, para comprender su Palabra y ponerla por obra. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el Día del Señor.
El Señor Jesús les muestra a los Apóstoles la Voluntad de su Padre diciéndoles: "Jesús comenzó a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día”, pero las personas padecemos de una cosa que se llama ‘buenismo’, y así, Pedro, dice el evangelio, que: "se lo llevó aparte y se puso a increparlo: ¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte”.
Y, digo yo, ¿qué pasa cuando una persona no escucha, no reflexiona, no entra en razón?, pues que se encuentra con que su ‘buenismo’ se le vuelve contra él.
Continúa diciendo el evangelio de San Mateo que: "Jesús se volvió y dijo a Pedro: ¡Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo; porque tú piensas corno los hombres, no como Dios”.
He aquí la clave: pensar como Dios, convertir el propio corazón a Dios, en los sentimientos, en los pensamientos, en los deseos..., todo como Dios, desde la pobreza y limitación de la condición humana, porque tampoco Él pide más.
En este domingo XXII del Tiempo Ordinario, ciclo A, también es muy iluminadora la segunda lectura de la Misa, de la carta de San Pablo a los Romanos 12,1-2, que nos dice: "Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios; éste es vuestro culto espiritual. Y no os amoldéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir cuál es la voluntad de Dios, que es lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto”.
No tenemos espacio para comentar la importancia de estas palabras hoy, y en el mundo de hoy; reflexionemos porque, precisamente, eso de presentar "vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios”, no parece que vaya con nosotros y nuestras generaciones, pero el Apóstol también insiste: "transformaos por la renovación de la mente”.
En fin, habrá que insistir mucho en la oración buscando la Luz para el propio corazón, y también para los demás, al tiempo que recemos al Señor Resucitado para que su Amor Misericordioso nos alcance a todos, por la intercesión de su Santísima Madre María. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
La oración colecta de la Santa Misa de este domingo XXI dice: "Oh Dios, que unes los corazones de tus fieles en un mismo deseo, inspira a tu pueblo el amor a tus preceptos y la esperanza en tus promesas, para que, en medio de las vicisitudes del mundo, nuestros corazones estén firmes en la verdadera alegría. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Vemos que resalta la unidad de los corazones de los creyentes ‘en un mismo deseo’, para pedir a Dios Padre que nos inspire en ‘el amor a tus preceptos y la esperanza en tus promesas’. Esto es, amor a los Mandamientos de la Ley de Dios y viva búsqueda de alcanzar la plenitud del Amor en el Cielo.
Y como cada mes, también hoy os traigo el mensaje de Nuestra Señora, Reina de la Paz, del pasado día 25 de agosto en Medjugorje, que dice: "Queridos hijos: en este tiempo de gracia, os invito a la oración con el corazón.
Que vuestros corazones, hijos míos, se eleven en oración hacia el cielo, para que vuestro corazón pueda sentir al Dios del amor que os sana y os ama con un amor inmenso.
Por eso estoy con vosotros, para guiaros por el camino de la conversión del corazón. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
La Virgen, en esta ocasión, fija toda su atención en la ‘conversión del corazón’, por cuyo camino quiere guiarnos.
Poco comentario cabe aquí, más que leer y reflexionar también lo que pide el Señor Jesucristo: "Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios” (Mt 5,8).
Dediquemos este Día del Señor al encuentro con el Resucitado e imploremos su Gracia para todos los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el Día del Señor.
En este domingo XX del Tiempo Ordinario, Ciclo A, encontramos una de la páginas más bellas del Evangelio.
Se trata del encuentro de la mujer cananea con Jesús; dice el evangelio de Mateo 15,21-28: "En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo. Él no le respondió nada.
Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: Atiéndela, que viene detrás gritando. Él les contestó: Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel. Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: Señor, socórreme. Él le contestó: No está bien echar a los perros el pan de los hijos. Pero ella repuso: Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.Jesús le respondió: Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas. En aquel momento quedó curada su hija”.
Buscando la iluminación para nuestras vidas, para nuestras almas y nuestros corazones, veamos, por una parte a la mujer gritando a Jesús pidiéndole ayuda y al tiempo Él sin hacer caso.
Cuando los discípulos le llaman la atención de que la mujer viene gritando el Señor les contesta: ‘Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel’; y dice, que la mujer les alcanzó para mantener el diálogo más hermoso, de fe y esperanza de la cananea, y de Amor y de Misericordia de Jesús. Ella postrada ante Jesús le dice: ‘socórreme’ y el Señor le responde con un lenguaje duro, hasta podíamos decir humillante: ‘no está bien echar a los perros el pan de los hijos’, pero la humildad de la cananea vence a Jesús: ‘Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos’. Entonces Jesús le dice: ‘Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas. En aquel momento quedó curada su hija’.
Cuánto hay que aprender de esta página del evangelio, que podríamos resumir en dos cosas: conocer bien lo que es y contiene la divina revelación, y saber dialogar con Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Que sintamos la proximidad de Jesús Resucitado en este día, que debemos tener a Dios en el centro de todos los afanes, y oremos pidiéndole que nos cure y que nos libere, para que seamos verdaderos discípulos suyos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en la Solemnidad de la Bienaventurada Virgen María.
La Santísima Virgen, acabada su jornada terrenal, fue llevada en cuerpo y alma a los Cielos por manos de los ángeles.
Fue coronada como Reina y Madre de todo lo creado y, desde este lugar privilegiado, cuida con maternal amor a todos los hijos recibidos al pie de la Cruz.
Hoy es un día muy grande para nuestra Fe, pues si contemplamos toda la existencia de María aquí en la tierra, nos daremos cuenta de tantos detalles por los que se puede ver como Dios Padre fue llevando la vida de la Virgen, no solo para ser la Madre del Redentor y Salvador, sino para que continuara su misión después de la Resurrección de su Hijo, cuidando y sosteniendo a los Apóstoles primero, para continuar, después de su Asunción, el cuidado maternal que necesitaba y necesita la Iglesia.
Ella sufre por tantos hijos que abandonan los compromisos bautismales y anhela recibir otros muchos, fruto de la obra evangelizadora de todos y cada uno de nosotros.
Recemos con la oración de hoy en la Iglesia: "Dios todopoderoso y eterno, que has elevado en cuerpo y alma a la gloria del cielo a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos que, aspirando siempre a las realidades divinas, lleguemos a participar con ella de su misma gloria. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Y contemplemos con todos los sentidos, este prodigioso acontecimiento, garantía para nuestra Fe, que se ha de mantener con entrega gozosa en la extensión del Reino de Dios.
Supliquemos a la Santísima Virgen María, asunta hoy a los Cielos, que nos guie por los caminos verdaderos que conducen a la participación plena de la Gloria de la Santísima Trinidad. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
En las Vísperas de la Solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, no cabe otra cosa que prepararnos para tal Celebración.
Es razón, por ello, que os traigo uno de los Himnos que se dirán en las Horas litúrgicas de esta Solemnidad, para que sirva de oración con la que prepararnos.
Al cielo vais, Señora, y allá os reciben con alegre canto.
¡Oh quién pudiera ahora asirse a vuestro manto para subir con vos al monte santo!
De ángeles sois llevada, de quien servida sois desde la cuna, de estrellas coronada: ¡Tal Reina habrá ninguna, pues os calza los pies la blanca luna!
Volved los blancos ojos, ave preciosa, sola humilde y nueva, a este valle de abrojos, que tales flores lleva, do suspirando están los hijos de Eva.
Que, si con clara vista miráis las tristes almas desde el suelo, con propiedad no vista, la subiréis de un vuelo, como piedra de imán al cielo, al cielo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Amén.
Del elogio del Martirologio Romano, tomamos este texto: "Solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, Madre de nuestro Dios y Señor Jesucristo, que, consumado el curso de su vida en la tierra, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria de los cielos. Esta verdad de fe, recibida de la tradición de la Iglesia, fue definida solemnemente por el papa Pío XII en 1950”. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Fiesta de la Transfiguración del Señor.
En el elogio del Martirologio Romano nos dice: "Fiesta de la Transfiguración del Señor, en la que Jesucristo, el Unigénito, el amado del Eterno Padre, manifestó su gloria ante los santos apóstoles Pedro, Santiago y Juan, con el testimonio de la Ley y los Profetas, para mostrar nuestra admirable transformación por la gracia en la humildad de nuestra naturaleza asumida por Él, dando a conocer la imagen de Dios, conforme a la cual fue creado el hombre, y que, corrompida en Adán, fue renovada por Cristo”.
El relato de San Mateo 17,1-9, nos describe lo que sucedió en el Monte Tabor, dice que: "Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta.
Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con Él.
Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.
Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: Levantaos, no temáis. Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos”.
Hay dos puntos que son interesantes resaltar: Primero la voz del Padre Eterno: "Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo”, el testimonio supremo de que a Jesús, Hijo del Padre, tenemos que escucharle. No es un consejo, es un mandato.
El segundo punto es la petición-orden que les da Jesús a los tres apóstoles: "No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos”. Y a uno se le suscita, ¿cómo es posible que tras la Pasión, estos tres apóstoles del Señor, los preferidos, no recordaran que tenía que resucitar, que iba a resucitar el Señor?
Qué ‘torpes sois’ les diría a los discípulos de Emaús (Lc 24,25) porque no recordaban lo que habían anunciado los Profetas. Qué torpes somos nosotros que teniendo la Divina Revelación completa, tropezamos y tropezamos, sin reparar bien y en profundidad lo que acontece entre nosotros y a nuestro alrededor.
Escuchemos al Señor Jesús, hoy, mañana y siempre, para que no nos sorprenda el día de su venida. Y recemos, con fe y esperanza, por los Hermanos, para que todos velemos con ilusión en la espera de nuestra transfiguración en el Señor Resucitado. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
La segunda lectura que se proclama hoy en la Santa Misa, de San Pablo a los Romanos, comienza: "¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?”.
El Apóstol enumera una serie de situaciones que se pueden dar en la vida de las personas: "¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?...”
Efectivamente, como dice San Pablo: "en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado”. Pero, lo cierto es que constatamos que en el conjunto de lo que es la sociedad, sí que hay 'quien' nos aparta del Amor de Cristo: Toda la permisividad que hay en el orden de la moral, que no se quiere ver, pero que ahí está, con frutos ya muy tristes, cuando menos; en el respeto a la vida, que se maltrata en la locura del aborto y de la eutanasia, precisamente porque la moral ya no sostiene ni respeta nada; en la búsqueda de hacer de las generaciones más jóvenes: niños, adolescentes, primera juventud..., cualquier cosa, porque de lo que se trata es de que nadie ni nada puede mandar sobre el propio cuerpo; generaciones sin Dios que pronto conocerán lo que es la locura humana que intenta lo que es imposible, para llegar a los vacíos más grandes que se están dando con un crecimiento muy notable en los suicidios de jóvenes precisamente.
Esta sociedad, que no quiere ver la realidad, no podrá decir sin conversión personal y desde el convencimiento más serio, con San Pablo: "que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna, podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro”.
En este domingo, día preferente para el encuentro personal con Dios, podremos entrar en lo íntimos del corazón para poner orden en la propia vida, que nos permita ayudar a los otros a que lo hagan también.
Día de oración por todas las necesidades que tenemos alrededor, y también en favor de las intenciones de los Hermanos, que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Solemnidad del Apóstol Santiago.
Hoy volvemos la mitrada al Patrón de España y, con la Iglesia, rezamos a Dios nuestro Padre: "Dios todopoderoso y eterno, que consagraste los primeros trabajos de tus apóstoles con la sangre de Santiago, haz que tu Iglesia, reconfortada constantemente por su patrocinio, sea fortalecida por su testimonio, y que los pueblos de España se mantengan fieles a Cristo hasta el final de los tiempos. Por nuestro Señor Jesucristo”.
He aquí lo que necesitamos: ‘mantenernos fieles a Cristo’, razón sin duda por la que nuestra sociedad parece insensible, inerme, incapaz de reconocer todos los males que han infringido contra ella: abortos sin reproche alguno, eutanasia que se acepta como algo natural, la familia dinamitada desde diferentes ángulos, adolescentes empujados a caminos tan inciertos como el cambio de personalidad..., y un largo recuento de sentimientos y actos contra Dios Creador.
La Acedia, la envidia del enemigo, que quiere destruir a Dios y su memoria en los hombres, se extiende por nuestra sociedad como una mancha de aceite que no tiene freno.
Solución: Orar y evangelizar. Pedir a Dios que nos de fortaleza para mostrar su LUZ a los hombres en una llamada firme y seria a la conversión del corazón. De lo contrario la ruina moral, fundamento de la vida y convivencia humana, seguirá avanzando hasta un fin que, mejor no imaginar.
Pidamos al Apóstol Santiago también su fortaleza para todos los Hermanos, que aquí nos encontramos en la Madre Amantísima que a él le fortaleció en Zaragoza, para que podamos perseverar con un compromiso mayor de las exigencias del propio Bautismo. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Ya en las vísperas de la Solemnidad del Apóstol Santiago, Patrón de España, bueno es que comencemos a hacernos eco de su Fiesta y de su Patrocinio.
No hace falta explicar demasiado de la necesidad que tenemos de la protección y amparo del Apóstol Santiago, por lo que bien justificado está que comencemos ya a mirar a su figura, para reclamar su atención en el patrocinio que nos fue concedido y el que necesitamos con tanta intensidad,
Uno de los Himnos litúrgicos de su Fiesta dice: "Pues que siempre tan amado fuiste de nuestro Señor, Santiago, apóstol sagrado, sé hoy nuestro protector.
Si con tu padre y con Juan pescabas en Galilea, Cristo cambió tu tarea por el misionero afán. A ser de su apostolado pasas desde pescador.
Por el hervor del gran celo que tu corazón quemaba, cuando Cristo predicaba aquí su reino del cielo, "Hijo del trueno” llamado fuiste por el Salvador.
Al ser por Cristo elegido, por él fuiste consolado, viéndole transfigurado, de nieve y de sol vestido y por el Padre aclamado en la cumbre del Tabor.
Cuando el primero a su lado en el reino quieres ser, Cristo te invita a beber su cáliz acibarado; y tú, el primero, has sellado con tu martirio el amor.
En Judea y Samaría al principio predicaste, después a España llegaste, el Espíritu por guía, y la verdad has plantado donde reinaba el error. Amén”.
Reflexionando en su figura, en el lugar que ocupó en el Colegio de los Apóstoles y en el Amor que suscitó en la Santísima Virgen, que sabemos llegó hasta Zaragoza para alentarle en la evangelización de este pueblo de España, pidámosle precisamente por esta tierra de María, que es España, para que vuelva a los caminos de la FE, que parece hacer abandonado, particularmente en el siglo presente.
Que el Apóstol Santiago nos fortalezca a todos los que queremos ser testigos de Cristo Resucitado, en esta comunidad de oración que cada día nos encontramos en torno a la Bienaventurada Virgen María del Pilar. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Rezamos con la Iglesia hoy así: "Muéstrate propicio con tus siervos, Señor, y multiplica compasivo los dones de tu gracia sobre ellos, para que, encendidos de fe, esperanza y caridad, perseveren siempre, con observancia atenta, en tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Son varias las cosas que se piden en esta oración, pero, quizás, cabe resaltar: "encendidos de fe, esperanza y caridad, perseveren siempre, con observancia atenta, en tus mandatos”.
‘Perseveren siempre’. ¡Qué importante es perseverar! Y perseverar día tras días hasta el final de los tiempos, porque en la perseverancia se aseguran muchas cosas, por ejemplo, se asegura el ejercicio de la caridad, del amor, de aquello por lo que se aceptó el compromiso correspondiente.
La oración también pide que se persevere con observancia atenta, lo cual invita a la persona que nunca sea superficial ni frívola, porque por estos caminos no puede prestar la atención que debe, ni asegurar la constancia que impulsa la perseverancia.
Ser cristiano no es haber sido bautizado simplemente, sino perseverar en lo que realmente fue recibir las aguas bautismales, con la Profesión de Fe y las promesas bautismales hechas, lo cual es una forma de vida muy concreta y también de ver las cosas con ‘la observancia atenta’ de los mandatos del Señor.
Día este extraordinariamente importante para suplicar a Dios Padre, con gran Fe, en la Esperanza más viva y segura, y con la caridad siempre dispuesta a hacerla realidad, esta tercera petición del padrenuestro: "Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”.
Con la oración de los unos por los otros de esta comunidad, confiemos en María, nuestra Madre y nuestra Guía, que acontecerá lo mejor para cada uno. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el Día del Señor.
Hoy se proclama en la Santa Misa esta perícopa del Profeta Isaías: "Esto dice el Señor: Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra, que sale de mí boca: no volverá a mi vacía, sino que cumplirá mi deseo y llevará a cabo mi encargo” (Is 55, 10-11).
Este texto está precedido por estos otros versículos: "Buscad al Señor mientras se deja encontrar, invocadlo mientras está cerca. Que el malvado abandone su camino, y el malhechor sus planes; que se convierta al Señor, y él tendrá piedad, a nuestro Dios, que es rico en perdón. Porque mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos, oráculo del Señor. Cuanto dista el cielo de la tierra, así distan mis caminos de los vuestros, y mis planes de vuestros planes” (vv 6-9).
Con todo lo cual nos encontramos con una Palabra de Dios alentadora, que no solo nos invita a buscarle mientras se deja encontrar, sino que nos asegura sus cuidados si somos capaces de acoger su Palabra, su Gracia, sabiendo que aunque sus planes, sus caminos, no sean los nuestros, siempre serán los más beneficiosos para la vida personal de cada uno.
Lo que por nuestra parte debemos poner es bien sencillo: mantener el corazón abierto a la Gracia para aceptar esos posibles ‘planes’ o ‘caminos’ del Señor, que en un primero momento pueden no coincidir con los nuestros, pero que posteriormente se revelaran como los más acertados y convenientes.
Hoy, en el encuentro con El Señor Resucitado, particularmente en la Santa Misa y en la oración personal más distendida, ten presente a todos los que compartimos contigo este encuentro diario, intenciones y necesidades, bajo el patrocinio de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Comenzamos el mes dedicado a la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
Un mes que deberíamos aprovechar para adorar la Santísima Sangre de Cristo y cubrirnos con ella en una ferviente oración y devoción, pues es esta Sangre derramada en la Cruz la que nos liberó y salvó de la esclavitud del pecado.
En un comienzo el Papa Pío IX proclamó que el primer domingo de julio se dedicara a la Preciosa Sangre de Jesucristo. Más tarde, el papa Pío X asignó el 1 de julio como la fecha fija de esta celebración.
Después del Concilio Vaticano II, la fiesta se eliminó del calendario, pero se estableció una Misa votiva en honor de la Preciosa Sangre que se puede celebrar en el mes de julio.
Razón ésta por la que todo el mes de julio se dedica tradicionalmente a la Preciosa Sangre, y se alienta a los católicos a meditar sobre el sacrificio profundo de Jesús y el derramamiento de su sangre por la humanidad.
Lo más necesario para nosotros, en estos tiempos que corremos, es que adoremos la Preciosísima Sangre del Salvador y nos cubramos con Ella, para la purificación del propio corazón e implorando también la liberación y salvación de nuestro mundo.
Sería muy importante durante este mes de julio rezar, cuantas más veces podamos, la Letanía de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que aprobó el Papa San Juan XXIII.
Contempla hoy la Preciosísima Sangre del Señor Jesucristo, pidiéndole que nos cubra con Ella a todos los Hermanos que aquí cada día nos encontramos, bajo el amparo de su Santísima Madre. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en la Solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista.
Día muy importante porque celebramos a una de las figuras más notables del Nuevo Testamento.
Día, por otra parte, que en muchos pueblos y ciudades se celebran las fiestas patronales por ser San Juan Bautista el Titular.
También día que ha sido precedido en las horas previas de ritos esotéricos y maléficos que tanto daño producen y producirán.
Es por todo ello que le hemos de pedir con insistencia que nos proteja a todos, para que sepamos, siguiendo su ejemplo, mostrar al Señor Jesús a todos los hombres, con la misma decisión y valor que él lo hiciera hasta el martirio.
Él fue un gran testimonio de lo que hemos expresado alguna vez: ‘Caminar en la verdad con el corazón limpio’.
Es muy importante meditar bien todo lo que el nacimiento de San Juan Bautista representó para el comienzo el cristianismo, valorando con su figura y con su obra todo lo que fue la Providencia Divina para traernos la redención y salvación por el Señor Jesucristo.
Ahora recemos con la oración que hoy dirige a Dios nuestra Madre la Santa Iglesia: "Oh Dios, que suscitaste a san Juan Bautista para que preparase a Cristo, el Señor, un pueblo bien dispuesto, concede a tu familia el don de la alegría espiritual y dirige la voluntad de tus hijos por el camino de la salvación y de la paz. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Y no olvides de rezar hoy para que su Patrocinio nos libere a todos los Hermanos que aquí nos reunimos, de cualquier ataque del maligno ayudándonos a vivir con la libertad de espíritu que él lo hizo. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
En este viernes de la XI semana del T.O. la Iglesia nos propone en la Santa Misa esta perícopa del evangelio, para reflexión y alimento espiritual: "No atesoréis para vosotros tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen y donde los ladrones abren boquetes y los roban. Haceos tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que los roen, ni ladrones que abren boquetes y roban. Porque donde está tu tesoro, allí estará tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; pero si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Si, pues, la luz que hay en ti está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!” (Mt 6,19-23).
‘Porque donde está tu tesoro, allí estará tu corazón’. He aquí una clave muy importante para tener en cuenta, pues si nos fijamos dónde dejamos que el corazón esté anclado, nos daremos cuenta fácilmente el rumbo que estamos siguiendo, en orden a generosidades de vida o egoísmos de las más diversas clases; nos daremos cuenta de las prioridades con las que vivimos y en qué lugar están las puramente terrenales y materiales con relación a las espirituales y eternas, porque aunque en las dos realidades tenemos que vivir, siempre una prevalecerá sobre la otra.
Lo temporal y material sabemos que es caduco, lo espiritual permanecerá para siempre.
Al Sagrado Corazón de Jesús, te pido que le reces hoy viernes por todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos cada día. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
En la sagrada liturgia de esta Fiesta tenemos dos textos importantes: uno es la oración con la reza la Iglesia en la Santa Misa y en el Oficio Divino, y otra el Himno litúrgico de la Hora de Vísperas.
Hoy es un día para ensalzar la figura de nuestros Sacerdotes, su ministerio, su misión y su servicio a todos los fieles de la Iglesia Católica, por todo ello, rezamos: "Oh Dios, que para gloria tuya y salvación del género humano constituiste a tu Hijo único sumo y eterno sacerdote, concede a quienes él eligió para ministros y dispensadores de sus misterios la gracia de ser fieles en el cumplimiento del ministerio recibido. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Y en el Himno litúrgico se expresa así la figura de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote: "A Ti, sumo y eterno Sacerdote de la nueva alianza, se ofrecen nuestros votos y se elevan los corazones en acción de gracias.
Desde el seno del Padre, descendiste al de la Virgen Madre; te haces pobre, y así nos enriqueces; tu obediencia, de esclavos libres hace.
Tú eres el Ungido, Jesucristo, el Sacerdote único; tiene su fin en ti la ley antigua, por ti la ley de gracia viene al mundo.
Al derramar tu sangre por nosotros, tu amor complace al Padre; siendo la hostia de tu sacrificio, hijos de Dios y hermanos tú nos haces.
Para alcanzar la salvación eterna, día a día se ofrece tu sacrificio, mientras, junto al Padre, sin cesar por nosotros intercedes.
A ti, Cristo pontífice, la gloria por los siglos de los siglos; tú que vives y reinas y te ofreces al Padre en el amor del santo Espíritu. Amén”.
Dediquemos hoy el día a orar por todos los Sacerdotes, por su fidelidad y por su Ministerio, particularmente por los que, por la razón que sea, vivan atribulados, cansados o desanimados, pues al fin son también criaturas humanas.
Hoy, reza al Sumo y Eterno Sacerdote, Cristo el Señor, por todas las necesidades de los Hermanos, que bajo su protección nos volvemos a encontrar aquí. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Como indicamos el jueves, hoy celebramos litúrgicamente la Solemnidad de la Ascensión del Señor.
Es muy interesante meditar la Palabra de Dios en las tres lecturas de la Misa de hoy, cosa que aquí se hace imposible, pero aparte de las citas que damos a continuación: Hechos 1,1-11: Ef 1,17-23; Mt 26,16-20, reflexionaremos en el Evangelio que dice:
"En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos”.
Es muy importante el mandato del Maestro que nos alcanza a cada uno de los que hemos sido bautizados, precisamente ‘en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo’.
Les dice el Señor, nos dice el Señor, te, me, dice el Señor: "Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos..., enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado”. El mandato es claro, definido y contundente.
Ahora que cada uno se pregunte sobre lo que es su participación activa en la evangelización, porque no deberíamos confundir dos cosas: Una es ‘Anunciar el Reino’, tal como el Señor lo marca, y otra es ir por la vida haciendo el bien, cumpliendo las Obras de Misericordia, lo cual es muy bueno y necesario.
Además, con la seguridad que nos da el mismo Señor: "Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos”. De aquí puede surgirnos la sencilla pregunta: ¿Por qué tantas veces dudamos, si el Señor es fiel?
Confortados porque el Señor Jesucristo está en los Cielos, sentado a la derecha del Padre, intercediendo por nosotros, pídele con Fe y Esperanza que conforte y bendiga todas las necesidades de los Hermanos que en su Madre Santísima aquí estamos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
En el pasaje del evangelio que se proclama hoy en la Santa Misa, San Juan 15,12-17, encontramos expresiones y dichos del Señor Jesús muy a tener en cuenta.
El texto dice: "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Este es mí mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros”.
Comenzamos acogiendo un deseo del Señor: ‘mí mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado’, tarea, como bien sabemos, nada fácil, pero de la que no podemos ni debemos inhibirnos.
‘Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando’; es curioso cómo el Señor lo da todo pero siempre hay alguna condición, recordar la quinta petición del Padrenuestro: pedimos a Dios que nos perdone, asegurando por delante que nosotros vamos a perdonar, es más, condicionamos su perdón al nuestro.
‘No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido...’, lo cual dice que ser cristianos, responder a la llamada del Señor, no deja de ser un privilegio que no sabemos valorarlo como tal.
‘De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé’. En esta relación íntima con el Señor Jesús se nos garantiza la atención del Padre a cuanto se le pida.
Todo lo acontecido en la Última Cena (San Juan caps. 13 al 17 a.i.) fue muy importante y digno todo ello de ‘guardarlo y meditarlo en el corazón’, para irlo viviendo en el transcurso de los días, a imitación de la Santísima Virgen.
En este día viernes, reza al Sagrado Corazón de Jesús, con fe y esperanza, por todas las necesidades de los Hermanos reunidos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
Hay un himno litúrgico muy hermoso que no creo lo hemos reseñado aquí, y que en este tiempo pascual nos puede ayudar para la oración, máxime cuando ya está avanzada la Pascua y bueno será que nos renovemos en su sentido y espíritu.
"Nos dijeron de noche que estabas muerto, y la fe estuvo en vela junto a tu cuerpo.
La noche entera la pasamos queriendo mover la piedra.
Con la vuelta del sol, volverá a ver la tierra la gloria del Señor.
No supieron contarlo los centinelas: nadie supo la hora ni la manera.
Antes del día, se cubrieron de gloria tus cinco heridas.
Con la vuelta del sol, volverá a ver la tierra la gloria del Señor.
Si los cinco sentidos buscan el sueño, que la fe tenga el suyo vivo y despierto.
La fe velando, para verte de noche resucitando.
Con la vuelta del sol, volverá a ver la tierra la gloria del Señor.
Amén.”
Te pido, como cada día, que reces al Señor Resucitado para que venga en auxilio de todos los Hermanos en su necesidades, y puedan seguir acogidos a María, nuestra y nuestra Guía, AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días.
El evangelio de San Juan 14,6-14, que se proclama hoy en la Santa Misa comienza así: "En aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto”.
Vemos dos puntos que merecen la atención. El primero que hemos visto y comentado varias veces: ‘Yo soy el camino, y la verdad, y la vida’, y el segundo, consecuencia del anterior: ‘Nadie va al Padre, sino por mí’.
Las personas están viviendo esta jornada terrenal y pierden con frecuencia el sentido real de peregrinar por este mundo, que no es otro que llegar hasta la Casa del Padre y que no se podrá hacer si no es por medio del Señor Jesucristo, que verdaderamente es el Camino para llegar al Padre, la Verdad única y verdadera, y la Vida suya, que Él nos enseña como la única que merece ser vivida.
Es muy interesante e importante que este texto del Evangelio lo comprendamos bien, pues así podremos encauzar acertadamente la propia vida: haciéndola al estilo de Jesús, en su Verdad y con el corazón limpio, para que concluya siendo del agrado de Dios Padre Todopoderoso.
Qué bonito regalo le podemos hacer hoy a María, nuestra Madre y nuestra Guía, si tras meditar y comprender la enseñanza de su Hijo Jesús, nos proponemos trabajar por encaminar nuestra vida por esos parámetros evangélicos.
Y, por tanto, a Ella te pido que reces para encomendarle las necesidades espirituales de todos los Hermanos, de forma que en torno a Ella lleguemos a vivir según el ejemplo de la Sagrada Familia: Jesús, María y José. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el IV Domingo de Pascua.
También llamado ‘Domingo de Buen Pastor’, Cristo el Señor.
Así la oración colecta de la Santa Misa dice: "Dios todopoderoso y eterno, condúcenos a la asamblea gozosa del cielo, para que la debilidad del rebaño llegue hasta donde le ha precedido la fortaleza del Pastor. Él, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos”.
Cristo el Buen Pastor, se muestra en el evangelio como la puerta de las ovejas; les explica la diferencia entre el ‘buen pastor’ y el que es ‘ladrón y bandido’, para concluir: "En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante”.
El Buen Pastor se entrega por las ovejas hasta donde sea necesario con el único fin de salvarlas, cuidándolas con esmero e ir llevándolas por los mejores pastos.
Ojalá que cada uno sepa entrar por la puesta del Buen Pastor, que sepa dejarse conducir por su voz, que se deje amar y cuidar por el Pastor, Cristo Jesús.
Este día de oración y reflexión, nos anima a orar con insistencia al Buen Pastor para que busque sin descanso a tantas ovejas descarriadas de nuestro entorno, mientras nosotros le ayudamos con los mejor de cada uno en el trabajo por la extensión del Reino.
Recemos hoy a Cristo Resucitado en favor de las necesidades de todos los Hermanos, que aquí nos encontramos en torno a su Santísima Madre. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
La Iglesia celebra hoy la Fiesta de San Marcos evangelista, autor de segundo evangelio y discípulo de San Pedro.
La primera lectura de la Misa de esta celebración, que es de la 1ª carta de San Pedro, 5, 5b-14, comienza diciendo: "Tened sentimientos de humildad unos con otros, porque Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia a los humildes”; una llamada rotunda a la humildad porque si no se vive en ella es porque la soberbia prima, en cuyo caso ‘Dios resiste a los soberbios’.
En esta perícopa se encuentra ese texto que es una gran enseñanza y advertencia de San Pedro, dice: "Sed sobrios, estad alerta, que vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar. Resistidle firmes en la fe”, para evitar ser víctimas de sus seducciones y maldades que solo buscan nuestra condenación.
Podríamos comentar palabra a palabra, frase a frase de este texto, que resultaría demasiado amplio para este espacio, pero digamos que la primera advertencia del Apóstol es una llamada a la sobriedad: ‘sed sobrios’, lo que supone un comportamiento que no deje puerta abierta al enemigo por la moderación, por el temple y por otras actitudes que no sean superfluas o banales.
A la sobriedad une ‘estar alerta’, que no es otra cosa que el consejo evangélico que el Señor repitió con insistencia: "velad, velad y orad”, y que San Pedro afirma que ‘vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar’; no habla de tentar o de seducir, sino de ‘devorar’, destruir, aniquilar, al hijo de Dios, por la simple razón de que si odia a Dios nos odiará a sus hijos, creados a imagen y semejanza de Él.
Ahora, bien, el Apóstol Pedro muestra el camino, la solución: ‘Resistidle firmes en la fe’.
Este texto bíblico es un medio precioso para examinar la propia vida y ver cómo se tienen asentados los cimientos para el combate espiritual, que ha de garantizar su éxito en el cumplimiento de la voluntad de Dios, algo que al demonio, tu enemigo, no le interesa que en ella vivas.
Reza ya a la Santísima Virgen María, para que venga en ayuda de todas las necesidades de los Hermanos que nos encontramos aquí cada día. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
La Iglesia nos sigue mostrando a los fieles católicos el gozo y la alegría de la Pascua, y así en este tercer Domingo de Pascua las oraciones de la Santa Misa están llenas de este espíritu.
En la oración colecta se rezará: "Que tu pueblo, Señor, exulte siempre al verse renovado y rejuvenecido en el espíritu, para que todo el que se alegra ahora de haber recobrado la gloria de la adopción filial, ansíe el día de la resurrección con la esperanza cierta de la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Esta oración nos sirve personalmente para recuperar el espíritu pascual, que por los afanes de la vida se haya podido desdibujar u oscurecer, llevándonos a la ilusión de que se cumpla lo que profesamos en la Fe: ‘ansiar el día de la resurrección (de los muertos) con la esperanza cierta de la felicidad eterna’.
En la oración sobre las ofrendas se vuelve a incidir en el gozo pascual proyectado hacia la vida eterna.
Así dice la oración que se hace en el ofertorio: "Recibe, Señor, las ofrendas de tu Iglesia exultante, y a quien diste motivo de tanto gozo, concédele disfrutar de la alegría eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor”.
La Iglesia se muestra ‘exultante’, y sus fieles no sólo han de participar de este júbilo, sino que lo han de mostrar con la naturalidad de una vida que así lo experimenta.
He aquí una exigencia que habrá que reflexionar, porque no debe haber ni suceder nada que nos lleve a que la alegría de la Noche de la Pascua haya sido sofocada o eclipsada por diferentes circunstancias o problemas de la más diversa índole.
El espíritu de oración y la perseverancia en ella, será el camino de hacer cada día para mantener intactas la frescura y la fuerza de la Resurrección de Jesucristo.
A este Señor Resucitado te pido que le reces con Fe y Esperanza, pidiéndole que ayude en todas sus necesidades a los Hermanos aquí congregados. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Domingo de la Misericordia.
Ya sabemos todos que esta Celebración del Domingo de la Misericordia es una iniciativa del mismo Señor Jesucristo, que así se lo pidió a Santa Faustina Kowalska cuando se le apareció y manifestó en su Divina Misericordia: "La Fiesta de la Misericordia ha salido de Mis entrañas, deseo que se celebre solemnemente el primer domingo después de Pascua”.
Esta Fiesta está muy vinculada al Sacramento de la Confesión, pues el mismo Señor diría: "Hija Mía, habla al mundo entero de la inconcebible misericordia Mía. Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores.
Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia.
El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias.
Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata”.
Y en el Evangelio de San Juan (20,19-31) que se proclama en este domingo, dirá el Señor Resucitado a sus Apóstoles: "Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”.
Es este el momento en el que el Señor Jesucristo instituye el Sacramento de la Penitencia, dando a los Apóstoles y a sus sucesores el poder de perdonar los pecados a aquellos que los reconozcan, se arrepientan y los confiesen.
Creo que cualquier comentario sobra, sólo queda la reflexión personal para entender en profundidad esta gran Gracia de Dios, cuál es su gran Misericordia, de intentar aprovecharla en este día y en todos los que resten a cada uno de su jornada terrenal.
Con Fe y Esperanza, reza al Señor de la Misericordia por todas las intenciones y necesidades de los Hermanos que aquí volvemos a encontrarnos en la que es la Madre de la Misericordia. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Sábado de Pascua.
Hoy San Marcos nos relata la aparición del Señor Resucitado a los Once: "Jesús resucitó en la madrugada, el primer día de la semana, y se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a comunicar la noticia a los que habían vivido con Él, que estaban tristes y llorosos. Ellos, al oír que vivía y que había sido visto por ella, no creyeron. Después de esto, se apareció, bajo otra figura, a dos de ellos cuando iban de camino a una aldea. Ellos volvieron a comunicárselo a los demás; pero tampoco creyeron a éstos. Por último, estando a la mesa los once discípulos, se les apareció y les echó en cara su incredulidad y su dureza de corazón, por no haber creído a quienes le habían visto resucitado. Y les dijo: Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación” (Mc 16,9-15).
En esta primera aparición del Resucitado a los Once juntos dice que "les echó en cara su incredulidad y su dureza de corazón, por no haber creído a quienes le habían visto resucitado”.
Fijémonos bien: ‘su incredulidad y su dureza de corazón’, una razón contundente para no estar a la altura de lo que se podía esperar de ellos. Tengamos nosotros también en cuenta esa aseveración del Señor, porque algo parecido puede pasarnos a nosotros ante deseos de la voluntad divina que no sepamos captar, no sepamos aceptar o no sepamos cumplir.
Si la Fe no se cuida convenientemente, si el corazón no se le mantiene en la pureza que se debe, no puede extrañar que a pesar de poseer la Gracia del Bautismo, esto es, al Espíritu Santo, respondamos como el Señor Jesucristo espera, desea y necesita hoy de sus discípulos.
Andar en la Verdad y con corazón limpio.
Reza en el final de esta Octava de Pascua, al Señor Resucitado por todas las necesidades de los Hermanos que nos volvemos a encontrar en la Madre, que es consuelo de los afligidos y refugio de los pecadores. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este Jueves de Pascua.
Hoy encontramos en la Palabra de Dios que nos ofrece la Iglesia dos puntos a destacar.
En la primera lectura de los Hechos de los Apóstoles, San Pedro, después de la curación del paralítico que estaba a la puerta del templo, dice a la gente: "Israelitas, ¿por qué os admiráis de esto? ¿Por qué nos miráis como si hubiéramos hecho andar a este con nuestro propio poder o virtud? El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y de quien renegasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo...”, para añadir más adelante: "... Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados; para que vengan tiempos de consuelo de parte de Dios” (Hch 3,11-26).
En el evangelio San Lucas cuenta que mientras los discípulos de Emaús están contando lo que han vivido, el Señor se presentó en medio y les dice: "Paz a vosotros. Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y él les dijo: ¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo. Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: ¿Tenéis ahí algo de comer?...”
Qué difícil le resulta al hombre ‘creer’ sin la fuerza del Espíritu Santo, pero nosotros, bautizados, que poseemos el Espíritu, ¿por qué el corazón lo tenemos tantas veces cerrado, que no somos capaces de aceptar la realidad de la FE?
Quizás necesitamos aún atender a lo que San Pedro ha dicho a los israelitas: "arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados; para que vengan tiempos de consuelo de parte de Dios”.
Conviene pensarlo, porque quizás tenemos una explicación cuando no se tiene un corazón limpio que sepa vivir cada día en la Verdad.El pecado siempre oscurece la conciencia, dejando a la persona sin reflejos para atender a lo que constituye la voz de Dios, la voluntad de Dios.
Abramos el corazón y la mente al Amor de Dios, manteniendo la LUZ del Cirio Pascual que nos ilumine todos los caminos que debamos recorrer.
Sigamos rezando al Señor Resucitado en favor de las necesidades de los Hermanos, que seguimos encontrándonos aquí, en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Miércoles de Pascua.
Hoy la Iglesia nos trae el episodio que vivieron los discípulos de Emaús con el Señor Resucitado. Lo relata Lucas 24,13-35.
Una vez más encontramos un hecho común en las personas; estos discípulos no saben reconocer a Jesús Resucitado, que se les acerca mientras ellos caminan hacia su pueblo, pero tampoco, cuando les habla y les da razones explicándoles las Escrituras, ellos, cerrados sobre sí mismos, no entienden y lo único que alegan es: "Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió”.
Sólo cuando: "Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando, a ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero Él desapareció de su vista”.
Ya el Señor avisó con insistencia de la necesidad de estar en oración y en vigilancia, porque si no será muy fácil perder la presencia del Señor en cualquier momento, en cualquier circunstancia de la vida, o a través de cualquier persona con la que podamos entrar en contacto.
La suficiencia de sí mismo, el orgullo de creer que uno está por encima de todo, ciega fácilmente la mente y el corazón de la persona para oscurecer la sensibilidad necesaria en el momento concreto.
Vuelvo a pedirte hoy que reces al Señor Resucitado, para que colme de sus Gracias y Bendiciones a todos los Hermanos que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este Martes de Pascua.
¡¡¡Cristo ha Resucitado!!!
Hermoso me pareció siempre la perícopa del evangelio de San Juan 20,11-18 que se proclama hoy en la Santa Misa.
"En aquel tiempo, estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. Le dicen ellos: Mujer, ¿por qué lloras?. Ella les respondió: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Le dice Jesús: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?. Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré. Jesús le dice: María. Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní», que quiere decir "Maestro”. Dícele Jesús: No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: ‘Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro’. Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras”.
María estaba angustiada por no encontrar el cuerpo del Señor Jesucristo, ya que la tumba estaba vacía, pero el Señor sale a su encuentro para librarla de su angustia, como tantas veces ha salido y sale al encuentro de cada uno de nosotros para liberarnos de nuestras angustias y sufrimientos.
El encuentro en el que María Magdalena confunde a Jesús con el hortelano es muy entrañable, pues sólo cuando el Señor pronuncia su nombre es cuando le reconoce. ¡Qué importante es el nombre de cada persona!, pues es el que la identifica.
El Señor le dice que ‘como aún no ha subido al Padre’ no le puede tocar: he aquí la importancia de la primacía del Padre ante cualquier criatura humana o cualquier otra cosa; luego ya se les aparecerá y les dejará que le toquen. "No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”.
Muy interesante para la reflexión personal los dos detalles señalados: la importancia del nombre propio y la primacía de Dios Padre sobre todas las cosas, sin olvidar que evangelizar es en definitiva enseñar a los otros todos los Misterios del Reino que conocemos, por lo que no se puede estar inactivos a este respecto.
Reza, por favor, al Señor Resucitado por las intenciones y necesidades de todos los Hermanos, que en María, nuestra Madre y nuestra Guía, volvemos hoy a encontrarnos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este Jueves Santo.
En la Misa de la Cena del Señor se proclamará el evangelio según San Juan 13, 1-15, en el que nos presenta la Última Cena con el lavatorio de los pies.
Este es el texto evangélico: "Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.
Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: Señor, ¿lavarme los pies tú a mí? Jesús le replicó: Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde. Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le contestó: Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo. Simón Pedro le dijo: Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza. Jesús le dijo: Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos. Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: No todos estáis limpios. Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: ¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.”
Aunque sea suficiente la lectura y la meditación personal del texto, resaltemos alguna frase que nos puede ayudar a comprender bien el Amor del Señor.
"... habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”
"Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara”
Más adelante llega el diálogo de Jesús con Pedro en el lavatorio de los pies, en el que Pedro vuelve a salirse de tono como si fuera el más humilde: "¿lavarme los pies tú a mí?”, Jesús con paciencia le dice que ahora no lo comprende, pero si se empeña en que no le lave los pies: "no tienes nada que ver conmigo” Y ya Pedro reacciona.
¿Por qué seremos las personas tan vehementes como imprudentes?
Y finaliza: "os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis”.
Hermanos, hoy Día del Amor fraterno, recemos al Señor con mucha humildad por todas las intenciones de los que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este Miércoles Santo.
El relato del evangelio de hoy comienza con estos versículos: "Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso: ¿Qué estáis dispuestos a darme si os lo entrego? Ellos se ajustaron con él en treinta monedas de plata. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo” (Mt 26,14-16).
En el paralelo de San Lucas dice: "Estaba muy cerca la fiesta de los Ácimos llamada Pascua. Y andaban buscando los sumos sacerdotes y los escribas cómo quitarlo de en medio, porque temían al pueblo. Entonces entró Satanás en Judas, llamado Iscariote, que era del número de los Doce, y se fue a tratar con los sumos sacerdotes y oficiales del templo el modo de entregárselo. Ellos se alegraron y acordaron darle dinero. Él aceptó y buscaba una ocasión propicia para entregarlo sin la presencia del pueblo” (Lc 22,1-6).
En este día, víspera ya de la entrega de Jesús en el Huerto de los Olivos, Judas Iscariote consuma su traición; ¡en qué estaría pensando este hombre!, ya dice San Lucas que los sumos sacerdotes y los escribas buscaban cómo quitar a Jesús del medio, y dice que ‘entonces entró Satanás en Judas’ y allá fue a consumar su traición.
¿Cómo seremos las personas tan inconscientes que nos prestamos a las sugerencias de Satanás, para consumar las acciones, los pecados, más abominables, en el momento que la persona ya está desposeída de su voluntad?
No aprenderemos, porque dice San Lucas que entró Satanás en Judas, pero para que esto lo hiciera y con la determinación de ir en aquel preciso momento a hacer el trato de la traición, se necesitó que Judas escuchara con anterioridad la sugerencia o tentación de Satanás durante un tiempo y de diversas maneras, hasta que llegado el momento, que como el corazón ya estaba preparado, todo fuera ‘rodando’.
Reflexiona y verás que aunque tus pecados no sean de esta categoría suma y extraordinaria, el demonio siempre actúa igual: va llevando al corazón sinuosamente por los caminos, llamemos prohibidos, hasta que todo lo tiene a punto para ‘dar el golpe’.
Por eso el Señor dirá a los apóstoles en Getsemaní, que ya lo recordábamos ayer: "Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil” (Mt 20,41).
Entramos ya en los días grandes de la Fe católica, no los desaprovechemos y empapémonos bien de lo que acontece para aprender a hacer bien el combate espiritual, porque el tiempo apremia y hemos de estar bien dispuestos a la llamada del Señor.
No dejes, por favor, de rezar al Señor Jesucristo, ya próximo a su Pasión, por todas las necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en la Madre Dolorosa, consuelo de los afligidos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este Lunes Santo.
Caminamos con pie firme y paso seguro al encuentro con el Señor en los momentos supremos de su existencia terrenal.
Cualquier acontecimiento de la vida humana lo preparamos con toda la atención que exige y que merece, de forma que llegado su momento se vive con toda la intensidad. Esto es lo que nos disponemos a hacer nosotros en estos días previos al Triduo Pascual, para que cuando sea el momento de Celebrarlo lo hagamos con la mejor experiencia de Fe, en la Esperanza y en la Caridad.
Hoy, la Palabra de Dios que se nos ofrece, está llena de LUZ que hemos de aprovechar para esa preparación que indicamos.
El Profeta Isaías nos relata el primer cántico del Siervo de Yavhé (42.1-7): "Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará. Manifestará la justicia con verdad. No vacilará ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En su ley esperan las islas...”
Esta actitud anunciada del Mesías nos debe interpelar a nosotros, hoy particularmente: ‘No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará...’.
El santo Evangelio nos relata la estancia de Jesús en Betania, en casa de Lázaro, al que había resucitado, y de sus Hermanas Marta y María (Jn 12,1-11). María unge los pies a Jesús con un perfume de nardo, auténtico y costoso, tanto que dice el evangelio que la casa se llenó de la fragancia del perfume.
Judas lo recrimina porque, dice, que se ‘podía haber dado a los pobres los trescientos denarios por los que se habría vendido’, a lo que Jesús le replica: "Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis”.
Atención: ‘Pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis”, aludiendo a su próxima Pasión y Muerte.
La interpelación de Jesús para nosotros hoy, Lunes Santo de 2023, es clara: ¿Qué hacemos cada uno con los pobres, con nombres y apellidos, que están en nuestro ámbito? Pobres de dinero y cosas materiales; pobres porque carecen de compañía, de ser escuchados, de cualquier carencia que les asfixia; pobres, en fin, de valor para seguir el camino, o que por razón de cualquier dependencia que los esclaviza, no son capaces de seguir la vida en convivencia....
¿Qué haces con los pobres que están en tu camino, que salen a tu encuentro, o que quizás el Señor Jesucristo los pone ante ti?
También están, estamos, los pobres que necesitamos de tu oración al Jesús que pernoctó en Betania hoy, para que su Gracia nos auxilie en las intenciones y necesidades de cada uno de los que aquí nos encontramos en su Santísima Madre, del Amor y del Consuelo. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Hoy el evangelio de San Juan nos presenta la muerte de Lázaro y el episodio de Jesús que va a Betania y lo resucita.
Normalmente cuando hablamos de la muerte nos referimos a la muerte física, y aunque sabemos, en la teoría al menos, que el pecado grave, gravísimo, conduce a la muerte, no sé si acabamos de interiorizarlo lo suficiente como para que condicione nuestros pensamientos, palabras, obras y omisiones, evitando que sean camino de muerte.
La muerte en este sentido es mucho más grave que la física, pues ésta es temporal y aquella durará para siempre. La eternidad tampoco es algo que se interiorice, pues parece como que da miedo, además que no interesa manejarla porque denuncia esos movimientos de las personas que no son capaces de amar o de permanecer ‘para siempre’ en el compromiso o en la palabra dada, por aquello de lo gravoso que es tener que perseverar cuando los condicionantes personales de la comodidad, del interés o del simple capricho no aconsejan continuar, pues al fin es un fastidio, sin obviar otras causas del pecado de muerte que se comete por tantas injusticias, atropellos y violaciones de la dignidad humana.
Parece que este tiempo cuaresmal es propicio para ponerse frente a la muerte eterna, pues cuando se toma conciencia de ella, por supuesto, se quiere evitar, pero ello exige, en primer lugar, seriedad, que frente a la frivolidad con la que se vive y se aceptan los excesos en todos los sentidos, lleva a la persona a tomarse la vida en serio, pero no por las dificultades materiales o físicas que haya, sino porque el tiempo es inexorable y, más pronto que tarde, llegará el tránsito de esta vida a la eterna y ahí aparecerá la única verdad con la que estamos caminando.
Es tiempo de conversión, es tiempo de Gracia y es tiempo de abandonar las obras de las tinieblas para tomar el camino de la LUZ. Pues adelante y a no perder la oportunidad que Dios nos da a través de su Iglesia, dispensadora de todas sus Gracias.
Por favor, reza hoy al Señor Jesucristo Resucitado, en favor de todas las necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Solemnidad de la Anunciación del Señor.
En la Historia de la Salvación hoy es un día extraordinariamente importante, pues sería el comienzo de la liberación y redención de la humanidad.
En la Encarnación del Verbo, Dios Todopoderoso quiso que todo se desarrollara desde la normalidad, y así manifestó por el Arcángel Gabriel, a quien necesitaba para llevarla a cabo, cuál era la Virgen María, sus deseos e intenciones para obtener su consentimiento, que lo dio con aquel FIAT que resuena de siglo en siglo hasta llegar a nuestros oídos: Hágase en mí según tu palabra.
En la Liturgia de este día, se rezará este Prefacio, aclamación que precede al Canon de la Misa: "En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque la Virgen escuchó con fe, del mensajero celeste, que iba a nacer entre los hombres y en favor de los hombres, por la fuerza del Espíritu Santo que la cubrió con su sombra, aquel a quien llevó en sus purísimas entrañas, para que se cumpliesen así, verdaderamente, las promesas hechas a los hijos de Israel, y se manifestara la esperanza de los pueblos que debía realizarse de modo inefable.Por él, los coros de los ángeles adoran tu gloria eternamente, gozosos en tu presencia.
Permítenos asociarnos a sus voces cantando con ellos tu alabanza: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo”.
En la contemplación de este momento tan decisivo para nuestra FE, hemos de intentar descubrir toda su hondura y repercusión en nuestras vidas cristianas.
Nunca sabremos agradecer suficientemente a la Santísima Virgen María Inmaculada, el gran Don de su SÍ al Arcángel Gabriel de donde arranca la vida de Cristo, el Señor, y en consecuencia, nuestra Fe Cristiana.
Con un espíritu de adoración al Verbo de Dios, encarnado en las Purísimas entrañas de la Virgen María, te pido que reces con gran sencillez y humildad, por todas las necesidades e intenciones de los Hermanos que aquí hoy nos volvemos a encontrar. AMÉN
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Hoy el relato del Evangelio en la Santa Misa es el encuentro de Jesús con la Samaritana, en el que se suscita un diálogo que cuanto más se lea más riqueza se encuentra en él.
Jesús le pide de beber y la samaritana le dice: "¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?” (porque los judíos no se tratan con los samaritanos). Jesús le contestó: "Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice dame de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva”
La contestación de Jesús es concluyente para la Samaritana, pero lo es también hoy para nosotros: ‘Si conocieras el don de Dios...’. aquí puede estar la clave de tanto despiste con el que se mueve la sociedad: no conocer al Señor Jesús, el mayor Don que Dios le ha dado a los hombres de todos los tiempos.
La Samaritana reacciona y lo hace con humildad al captar rápidamente que está ante el Mesías, además de que el propio Jesús se lo confirma. Y así creerá ella y muchos de aquel pueblo llamado Sicar que "decían a la mujer: Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo.
Otro punto que es digno de resaltarse es cuando Jesús le dice: "Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que lo adoren así. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y verdad”.
Reflexionemos lo que es ‘Adorar al Padre en espíritu y en verdad’, y vivámoslo ya en adelante para siempre, pues en su presencia eterna del Cielo así le adoraremos en la perfecta Caridad, que es su Amor Eterno.
Y al Señor Jesús Resucitado te pido le reces en favor de las necesidades de los Hermanos, que aquí nos encontramos nuevamente en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Contemplemos con este Himno cuaresmal la curación del ciego nacimiento. El Señor Jesucristo también quiere curarnos a nosotros las ‘cegueras’ de alma y cuerpo que podamos estar sufriendo.
"Del seno de su madre, ciego oscuro, era el hombre mandado a la piscina; en él no era la luz, era la noche, la nada, la infinita lejanía.Jamás humano a humano abrió los ojos, que la luz es de Aquel que en luz habita; confiesa: ¿quién lo ha hecho?, ¿quién te puso la mano milagrosa en las pupilas?
Aquel de nombre santo, que es Jesús, con la tierra ha mezclado su saliva; su aliento y corazón, su amor divino se han hecho con el polvo medicina.
Aquel Jesús untó mis ojos muertos y ordenó luego: Báñate y confía; sentí divinidad en la palabra, y fui, y en Siloé me vi con vida.
Y entonces fue el vidente excomulgado por los ciegos, diciendo que veía. Despierta al sacramento, tú que duermes y Cristo Luz será tu nueva vida.
Postrados con el ciego iluminado a ti te confesamos, Dios Mesías; viniste para un juicio: ¡Cristo, juzga y guárdanos contigo en tu gran Día! Amén”.
Hagamos camino cuaresmal buscando el tesoro de un corazón, de una vida, según el corazón de Dios.
Y mientras, te pido reces con fe y esperanza en favor de las necesidades de todos los Hermanos que volvemos a encontrarnos aquí en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
En la primera lectura que se proclama en este II Domingo de Cuaresma del ciclo A, podemos leer del Libro del Génesis 12,1-4: "En aquellos días, el Señor dijo a Abran: Sal de tu tierra, de tu patria, y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti una gran nación, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y serás una bendición.
Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan, y en ti serán benditas todas las familias de la tierra. Abran marchó, como le había dicho el Señor”.
Es muy importante significar lo que le pide, le manda el Señor Dios a Abran: ‘Sal de tu tierra, de tu patria, y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré’, a lo que obedecerá con toda disponibilidad como lo hará también en adelante.
Ya sabemos de la obediencia, como esa virtud que tanto bien le procura al que la práctica, que no es ahora algo que se valore en exceso, pues una cosa es obedecer forzado por algún interés o por una imposición incontestable, y otra, bien distinta, es hacerlo por amor y servicio.
La obediencia, primero a Dios, a su santa Voluntad, y desde Él a todos los que se deba, según la Fe o el estado que se tenga, es necesaria, pues así se podrá tener ahora claro el camino cuaresmal a recorrer, y siempre, porque la respuesta de Dios no se hará esperar en su Amor y en su Bendición.
En este día, podemos rezar al Señor Resucitado por todas las intenciones y necesidades, espirituales y materiales, de todos los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
La Oración Colecta con la que la Iglesia reza hoy, dice así: "Dios todopoderoso, por medio de las prácticas anuales del sacramento cuaresmal, concédenos progresar en el conocimiento del misterio de Cristo, y conseguir sus frutos con una conducta digna. Por nuestro Señor Jesucristo”.
La petición es muy sugerente: ‘concédenos progresar en el conocimiento del misterio de Cristo’; he aquí la clave de nuestra vida cristiana: conocer el misterio de Cristo, pues si a Él hemos de seguirle y prolongar en nuestra vida todo lo que nos enseñó y vivió, no hay otra forma mejor que conocerle, comprender todos sus gestos, palabras y obras.
Ojalá nos apliquemos en observar y meditar su presencia entre nosotros y en ser fieles a sus consejos, en algunos casos, o a sus mandatos en otros.
Por ejemplo, lo que el evangelio de hoy nos muestra con las tentaciones del demonio a Jesús en el desierto, que las repite de forma constante a los hombres, y a las que debemos responder con la serenidad y la tranquilidad que lo hace el Señor, pero con la firmeza de que ‘sólo a Dios adorará el demonio’, como nosotros.
El tiempo cuaresmal es una jornada de esfuerzo y de trabajo por reorientar todas las cosas, ordenar la propia vida en todos los aspectos y superar todos los defectos y pecados desde el reconocimiento, el arrepentimiento y el sacramento de la penitencia que debemos frecuentar.
Como cada domingo te pido que reces al Señor Jesucristo Resucitado, pidiéndole que, con su Gracia, ayude en sus necesidades a todos los Hermanos que volvemos a encontrarnos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor:
Hoy la Santa Iglesia Católica reza en la Santa Misa así: "Concédenos, Dios todopoderoso, que, meditando siempre las realidades espirituales, cumplamos, de palabra y de obra, lo que a ti te complace. Por nuestro Señor Jesucristo”.
‘Meditando siempre las realidades espirituales', esto es, viviendo en la conciencia clara de las Promesas Bautismales y en el cumplimiento de la santa Ley de Dios, pues no se trata de vivir en la obsesión de los religioso, sino de impregnar toda la vida con el espíritu cristiano que nos envuelve en razón del santo Bautismo, porque imprimió carácter en nosotros.
Las lecturas que se proclaman en la Santa Misa son importantes para la meditación y el compromiso al que llaman. Sus citas son: Lev 19,1-2.17-18; Sal 102; 1 Cor 3,16-23; Mt 5,38-48.
Por razón de espacio veremos la primera lectura: "El Señor habló así a Moisés: Di a la comunidad de los hijos de Israel: Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo. No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado. No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor”.
Sencilla la demanda del Señor nuestro Dios: ‘Sed santos, porque yo vuestro Dios soy Santo’, para concluir el evangelio diciendo el Señor Jesucristo: "Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto”.
Siempre estuvo en el centro de toda la Divina Revelación el vivir en correspondencia absoluta al Amor de Dios en toda criatura humana, que Él había creado a su imagen y semejanza; y que en la plenitud de los tiempos, el Señor Jesucristo comienza su Predicación haciendo esta fuerte llamada como una y única solución para la vida del hombre: ‘Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto’. No se trata de ser buenos, de hacer las cosas bien, se trata de ser como Cristo nos ha enseñado con su palabra, con su vida y con su muerte en la Cruz, porque en el mismo texto evangélico Jesucristo nos dice: "¿No hacen lo mismo también los publicanos?... ¿qué hacéis de extraordinario? ¿no hacen lo mismo también los gentiles?”
Reflexionemos seriamente y preparemos todo nuestro ser para un comienzo digno, el próximo miércoles, de la jornada cuaresmal, cuarenta días y cuarenta noches para, a imagen de Cristo en el desierto, preparar la celebración pascual.
Reza sin pausa a Cristo Resucitado por todas las necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a congregarnos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Mirad con detenimiento la perícopa del Libro del Eclesiástico, 15,16-21, que la Iglesia proclama hoy en la primera lectura de la Santa Misa: "SI quieres, guardarás los mandamientos y permanecerás fiel a su voluntad. Él te ha puesto delante fuego y agua, extiende tu mano a lo que quieras.
Ante los hombres está la vida y la muerte, y a cada uno se le dará lo que prefiera. Porque grande es la sabiduría del Señor, fuerte es su poder y lo ve todo. Sus ojos miran a los que le temen, y conoce todas las obras del hombre. A nadie obligó a ser impío, y a nadie dio permiso para pecar”.
Comienza diciendo: "Si quieres”. He aquí la clave: tu propia voluntad: "extiende tu mano a lo que quieras”, que prevalecerá siempre para que seas tú mismo el que la someta a Dios, o dejándote llevar por las pasiones, la sometas a las seducciones de Satanás.
Dios ha puesto las cosas que se contraponen para que el hombre coja la que mejor desee, para así encontrarse finalmente con lo que le corresponda según sus actos.
Y mira cómo concluye este párrafo del Eclesiástico, uno de los libros Sapienciales de la Biblia: "A nadie obligó a ser impío, y a nadie dio permiso para pecar”, por lo que nadie piense que en estos caminos va a encontrar a Dios, Señor de la Vida y de la Historia.
El hombre moderno se empeña de dar la espalda a Dios, y el que no lo hace total o definitivamente, se empeña de hacer gala de la Misericordia de Dios, sin darse cuenta que el Don del Espíritu Santo, llamado ‘Temor de Dios’, lleva a la persona a vivir la Misericordia de Dios, pero sin despreciarla, porque abuse de ella creyendo que Dios se ha de doblegar a su vida de pecado. Recuerda: el Señor a nadie ‘obligó a ser impío y a nadie dio permiso para pecar’.
En la reflexión y meditación de esta Palabra de Dios podremos encontrar caminos de conversión, que debemos buscar y recorrer de una forma asidua y constante.
Al Señor Resucitado, te pido como cada domingo que le reces en favor de todas las necesidades e intenciones de los Hermanos, que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
La Palabra de Dios siempre es motivo de alegría para el cristiano, porque cada vez que se acerca a ella y se deja iluminar encuentra nuevos caminos que recorrer y nuevas razones para hacerlo en la Gracia de Dios.
Hoy, por ejemplo, en la segunda lectura que se proclama en este V Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo A, San Pablo escribe a los Corintios: "Yo mismo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y este crucificado. También yo me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios” (1 Cor 2,1-5).
‘Cuando vine a vosotros... nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y este crucificado’. Aquí tenemos una clave para nuestra vida en la Fe, saber, conocer a Jesucristo en el Misterio de la Cruz, a Jesucristo crucificado, para que en Él, con Él y por Él, hacer el camino de esta jornada terrenal.
‘Yo me presenté a vosotros débil y temblando de miedo’, algo que alguna vez se puede haber experimentado cuando se ha de hacer frente a situaciones difíciles, pero como a San Pablo, la sabiduría humana queda superada por ‘el poder del Espíritu Santo’.
Tarea grande tenemos las personas para vivir ocupando el lugar que nos corresponde, sin las pretensiones que tantas veces, el orgullo y la soberbia nos llevan a buscar esos lugares u ocupaciones que no nos incumben o no nos pertenecen.
Al Señor Jesucristo Resucitado, te ruego le pidas por todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos en su Santísima Madre. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
En este 4º domingo del Tiempo Ordinario del ciclo A, la Palabra de Dios que se proclama en la Santa Misa en muy rica en su contenido y en su significación. La primera lectura, de la Profecía de Sofonías, es una llamada muy importante, máxime si la escuchamos en el eco que nos dejó el mensaje de la Virgen María, Reina de la Paz, el pasado día 25 y del que meditamos el día 27.
Dice así la lectura: "Buscad al Señor los humildes de la tierra, los que practican su derecho, buscad la justicia, buscad la humildad, quizá podáis resguardaros el día de la ira del Señor. Dejaré en ti un resto, un pueblo humilde y pobre que buscará refugio en el nombre del Señor.
El resto de Israel no hará más el mal, no mentirá ni habrá engaño en su boca. Pastarán y descansarán, y no habrá quien los inquiete”.
No creo que estemos muy lejos de que se cumpla esta Palabra de una forma muy concreta y definitiva, por ello debemos escucharla e intentar pertenecer, para la Gloria de Dios y bien de nuestras almas, a ese ‘resto’ que es ‘un pueblo humilde y pobre que buscará refugio en el nombre del Señor’.
Hagamos, igualmente, vida propia la oración colecta con la que la Iglesia ora hoy en la Santa Misa: "Señor, Dios nuestro, concédenos adorarte con toda el alma y amar a todos los hombres con afecto espiritual. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Pues con este programa de vida que nos deja la Sagrada Liturgia en este Día del Señor, pues también las otras dos lecturas de la Misa son extraordinariamente ricas, os dejo para que la oración nos ayude a dar pasos seguros en la santidad que nos urge alcanzar.
Por si lo necesitáis, las citas de las lecturas son: Sof 2,3;3,12-13 – Salmo 145 – 1 Cor 1,26-31 – Mt 5,1-12.
Ya te pido que reces al Señor Jesús Resucitado por todas las necesidades de la Iglesia y de sus miembros, particularmente de los que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Estamos celebrando el Octavario por la Unión de las Iglesias y en este Tercer Domingo del Tiempo Ordinario, la Iglesia nos ofrece, en la segunda lectura que se proclama en la Santa Misa, esta perícopa de la 1ª Carta de San Pablo a los Corintios, 1,10-13.17: "Os ruego, hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que digáis todos lo mismo y que no haya divisiones entre vosotros. Estad bien unidos con un mismo pensar y un mismo sentir.
Pues, hermanos, me he enterado por los de Cloe de que hay discordias entre vosotros. Y os digo esto porque cada cual anda diciendo: Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Cefas, yo soy de Cristo.
¿Está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿Fuisteis bautizados en nombre de Pablo?
Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo”.
Vemos cómo ya al comienzo de la predicación apostólica, surgieron enseguida las divisiones: "os ruego, hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que digáis todos lo mismo y que no haya divisiones entre vosotros”; parece que fuese la gran bandera que enarbola el enemigo con una gran destreza, para hacer que entre todos contribuyamos al desgarramiento del Cuerpo Místico de Cristo.
Estos días en los que comunitariamente, todas las Iglesias cristianas oramos por su UNIÓN, para llegar a hacer realidad los deseos ardientes del Señor Jesucristo (Jn 17), reflexionemos lo que está a nuestro alcance para lograr la unidad: de sí mismo y con los más cercarnos, para así poder contribuir a la unidad en todos los niveles de la Iglesia y de la Sociedad.
Pero no olvides de rezar también al Señor Jesús Resucitado, por todas las necesidades e intenciones de los Hermanos que aquí volvemos a encontrarnos en su Santísima Madre. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Hay palabras en nuestro idioma español que expresan diferentes aspectos, incluso formas de una misma realidad.
Es por ejemplo la palabra ‘paz’, que la podemos emplear para definir una deseable situación social o también familiar, laboral, etc.
Pero también puede ser la paz en el sentido de la trascendencia divina, la paz de Dios, que lleva a la persona a vivir en un estado de armonía interior capaz de evitar todo conflicto consigo mismo y con los otros.
Hoy, II domingo del Tiempo Ordinario del ciclo A, la Iglesia reza: "Dios todopoderoso, que gobiernas a un tiempo cielo y tierra, escucha paternalmente la oración de tu pueblo, y haz que los días de nuestra vida se fundamenten en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Vemos que pide ‘que los días de nuestra vida se fundamenten en tu paz”, en la Paz de Dios que es el anticipo de lo que estamos llamados a vivir eternamente en el Cielo, que aquí se expresa en la estabilidad y conciliación con todas las cosas que conforman el vivir de cada día.
Recordemos del mejor código de vida cristiana que Jesús anunció: las Bienaventuranzas, la séptima: "Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. (Mt 5,9).
Al Señor Jesucristo Resucitado te pido que le reces en favor de todas las necesidades de los Hermanos que aquí estamos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Fiesta del Bautismo de Jesús.
Con la celebración de esta Fiesta se cierra el tiempo litúrgico de la Natividad del Señor, dando paso a seis semanas del Tiempo Ordinario hasta comenzar la Cuaresma.
Hoy la Iglesia Católica reza en sus oraciones con esta: "Señor, Dios nuestro, cuyo Hijo se manifestó en la realidad de nuestra carne, concédenos poder transformarnos interiormente a imagen de aquel que hemos conocido semejante a nosotros en su humanidad. Por nuestro Señor Jesucristo”.
La petición de esta oración es tan elocuente como hermosa: ‘concédenos poder transformarnos interiormente a imagen de aquel que hemos conocido semejante a nosotros en su humanidad’.
He aquí una sencilla definición de lo que es la conversión, que nosotros buscamos porque la necesitamos: ‘transformarnos interiormente’, para que en verdad seamos un reflejo lo más limpio posible de Jesús, del que se encarnó en nuestra carne para enseñarnos el camino del evangelio que nos lleva al Cielo.
Por eso la necesidad de conocer más y más cada día al Señor Jesucristo, de ir alcanzando una intimidad con Él intensa que nos permita poder llegar a decir con San Pablo: "Estoy crucificado con Cristo; vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí. Y mi vida de ahora en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí” (Gal 2,19-20).
Te pido: reza con fe y esperanza, al Señor Jesús, que se presenta hoy en el Jordán para ser bautizado por Juan el Bautista, en favor de las necesidades de los Hermanos que aquí volvemos a encontrarnos en María nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Aquí estamos por última vez en este año de gracia de 2022 para alabar, bendecir y dar gracias a Dios por este año de vida que nos ha dado, así como también para hacer balance de él.
No es bueno simplemente ‘pasar página’, que se dice, para encarar el nuevo año sin intentar reconocer los aciertos y los errores que se cometieron a lo largo de esta etapa anual, pues no hacerlo es desaprovechar las gracias que supone reconocer los beneficios que se obtuvieron y los errores que enseñan a no volver a cometerlos.
Por otra parte, interesa llegar a la nueva etapa de 2023 con la conciencia limpia y clara, y poder afrontar las cosas con el talante más positivo y optimista que se pueda, pues se habrá de hacer frente a nuevos desafíos, problemas o situaciones inesperadas, que exigirán echar mano de la experiencia, que da sabiduría y buen gobierno personal.
Vamos, pues, a cerrar este año con el mejor espíritu evangélico leyendo el capítulo 1º del evangelio de San Juan, que hoy la Iglesia Católica lo proclama en la Santa Misa: "El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo. En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció. Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios. Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. (Jn 1,9-14).
Te pido, por favor, que no dejes hoy de rezar a Dios Todopoderoso para que conceda su Gracia a todos los Hermanos, que día a día nos encontramos aquí en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Fiesta de la Sagrada Familia.
Este día es tan importante como los que la protagonizan: Jesús, María y José, y si cabe, en estos momentos de la historia, en los que se ataca y denigra la familia hasta límites insospechados, es más necesario pararnos en esta Fiesta para celebrarla con la máxima atención y dedicación personal.
Toda la Liturgia de este día es muy bella y sugerente; veamos la Oración colecta de la Misa: "Dios, Padre nuestro, que has propuesto a la Sagrada Familia como maravilloso ejemplo a los ojos de tu pueblo, concédenos, te rogamos, que imitando sus virtudes domésticas y su unión en el amor, lleguemos a gozar de los premios eternos en el hogar del Cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Efectivamente, Dios nos ha propuesto a la Sagrada Familia como ejemplo, ¿cómo lo está asumiendo nuestra sociedad en este tiempo que nos está tocando vivir?
En la segunda parte de la oración se pide llegar ‘a gozar de los premios eternos en el hogar del cielo’, con el compromiso de imitar a la Sagrada Familia en sus virtudes domésticas y en su unidad en el amor. Y uno se pregunta: ¿El hombre de hoy piensa en que algún día está llamado a vivir en el hogar del Cielo por toda la eternidad? O por el contrario, ¿no lo piensa porque no lo cree, o porque no lo necesita ahora mismo?
En la oración del Ofertorio de la Santa Misa, se dice: "Al ofrecerte, Señor, este sacrificio de expiación, te suplicamos, por intercesión de la Virgen, Madre de Dios, y de san José, que guardes a nuestras familias, en tu gracia y en tu paz verdadera. Por Jesucristo nuestro Señor”.
En medio del ambiente que vivimos, en el que el término ‘familia’ está tan diluido como degradado, qué difícil se hace entender el pedir a Dios que guarde a las familias en su gracia y en su paz, pues aunque para Dios no hay nada imposible, somos nosotros los que le presentamos unas familias en muchos casos muy desnaturalizadas, tanto que no es fácil identificarlas como tal.
Trabajemos todos, en la medida que a cada uno le sea posible, por iluminar los caminos para conseguir mantener la familia en lo que fueron, desde la creación del mundo, los designios de Dios sobre ella.
Y recemos a la Sagrada familia por todos los Hermanos, sus intenciones, sus necesidades y sus familias. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Ya en el Tercer Domingo de Adviento, Domingo Gaudete, nos acercamos a la Celebración de la Natividad del Señor, mientras seguimos en vigilante espera de la Segunda Venida del Señor Jesucristo en su Parusía.
Esta vigilante espera nos invita de forma constante a hacer camino de conversión para poder estar preparados en la actitud necesaria, pero si además miramos a nuestro mundo, tan alejado de Dios, no hay otro recurso mejor ni más acertado que hacer el camino de vivir vueltos a Dios, a su Amor y a su Misericordia, pues de lo contrario hacia dónde caminaremos...
En la segunda Lectura de la Santa Misa de este ciclo A, el Apóstol Santiago dice en su carta,5,7-10: "Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca. No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta. Tomad, hermanos, como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor”.
Nos exhorta a tener paciencia: ‘hasta la venida del Señor..., porque la venida del Señor está cerca’, aunque nos cueste creerlo en este mundo tan dislocado y presionado por el consumismo entre otras cosas.
‘Mirad que el juez está ya a la puerta’, lo cual tampoco lo tenemos ni presente, ni tan siquiera asumido, pienso yo. Tú sabrás cómo lo crees y cómo lo vives.
Mientras revisas tu actitud personal ante la Parusía, reza ya hoy al Señor Jesús Resucitado por todas las necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en María, Nuestra Señora del Adviento. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
La Santa Iglesia nos presenta en este segundo domingo de Adviento la figura de Juan el Bautista, mostrándonos la llamada que él hacía a los judíos: "Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando: Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos”.
Esto que aconteció hace dos mil años a nosotros nos parece un mensaje caduco y pasado, no reparando que muchos están en la misma actitud de aquellos judíos.
Y agrega el Bautista: "Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí puede más que yo, y no merezco ni llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Él tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga”.
He aquí el resumen de nuestra historia: ‘bautizados con Espíritu Santo y fuego’, ¿seremos trigo o paja? Y de ahí dependerá nuestro destino de eternidad.
Y hoy la Iglesia reza diciendo: "Señor todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida.Por nuestro Señor Jesucristo”.
Efectivamente, cuántas veces ‘los afanes de este mundo’ nos impiden llegar a vivir según la santa Ley de Dios y todos los preceptos y consejos que se desprenden de ella.
Parece que bien merece la pena ser conscientes del momento en el que estamos y responder a sus expectativas y exigencias.
Como cada día te pido que reces al Señor Jesús Resucitado en favor de todas las necesidades espirituales y materiales de los Hermanos, que hoy volvemos a encontrarnos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días
En estos primeros días del Año Cristiano hemos de vivir con alegría la espera de la llegada del Señor, centrando bien la atención en La Parusía, la segunda venida del Señor Jesucristo en poder y gloria.
Esta alegría que propongo vendrá de la preparación que cada uno haga para esperar al Señor.
El Señor sabemos que sondea el corazón, busca siempre que la criatura humana viva con pureza de corazón y rectitud de intención; he aquí nuestro esfuerzo y nuestro trabajo para estar aptos a recibir al Señor en su Parusía.
Aquí os dejo el grito que surge en todo nuestro ser, anhelantes de la venida del Señor: "¡Marana tha! ¡Ven, Señor Jesús!
Yo soy la Raíz y el Hijo de David, la Estrella radiante de la mañana.
El Espíritu y la Esposa dicen: "¡Ven, Señor!” Quien lo oiga, diga: "¡Ven, Señor!”.
Quien tenga sed, que venga; quien lo desee, que tome el don del agua de la vida.
Sí, yo vengo pronto. ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!”.
Con este Himno de la Liturgia de Adviento, te pido que reces a la Virgen, Santa María del Adviento, por todas las necesidades de los Hermanos, que en Ella y con Ella nos encontramos aquí, como cada día. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Primer Domingo de Adviento, comienzo del Nuevo Año Litúrgico, en que nos disponemos a recorrer de mano de la Santa Liturgia los diferentes momentos de la Historia de la Salvación.
Para las lecturas de la Santa Misa comenzamos el Ciclo A, que lo recorreremos de la mano del Evangelio de San Mateo, pero hoy quisiera fijarme en la segunda lectura de San Pablo a los Romanos, 13,11-14, que dice: "Hermanos: Comportaos reconociendo el momento en que vivís, pues ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe.La noche está avanzada, el día está cerca: dejemos, pues, las obras de las tinieblas y pongámonos las armas de la luz.Andemos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria y desenfreno, nada de riñas y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo”.
‘Comportaos reconociendo el momento en que vivís’; he aquí una clave muy importante para la propia vida en cualquiera de los momentos en que se encuentre, reconocer el momento en que se vive y la importancia, diría más, la transcendencia, que ello comporta.Otra necesidad que plantea el Apóstol: ‘ya es hora de despertaros del sueño’, es hora de dejar de vivir distraídos con las muchas cosas seductoras que ofrece el ‘mundo’ y la ‘carne’, que junto con el demonio, sabemos son los tres enemigos del alma.
Por ello, ‘andemos como en pleno día, con dignidad’, y para ello han de evitarse los vicios entre los que San Pablo destaca: ‘nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria y desenfreno, nada de riñas y envidias’.
Todo un programa de vida cara al momento más fuerte de este comienzo del Adviento cual es la espera de la Parusía, la llegada del Señor Jesucristo en Poder y Gloria, para juzgar a los vivos y los muertos.
En esta primera parte del Adviento, hasta el 16 de diciembre, deberemos mantener la espera de la Parusía y vivir preparados para la llegada del Señor, lo cual nos llama una vez más a la conversión del corazón, esto es, abandonar ‘las obras de las tinieblas y pongámonos las armas de la luz’.
Con este espíritu reza ya con la mejor disposición posible, al Señor Jesús Resucitado en favor de todas las necesidades de los Hermanos que nos volvemos a encontrar hoy en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Último viernes del Año Litúrgico en el que está presente la Cruz, en la que Nuestro Señor Jesucristo murió por nuestra salvación el Viernes Santo.
El Misterio de la Cruz que siempre hemos de contemplar, para profundizar, comprender y conocerlo más y más, ya que en él está la mucha Luz que necesitamos para vivir en la paz de Dios en "este valle de lágrimas”, que decimos en la oración de La Salve.
Aquí os dejo este Himno de la Liturgia de las Horas para que os ayude a esta reflexión y contemplación.
"Se cubrieron de luto los montes a la hora de nona.
El Señor rasgó el velo del templo a la hora de nona.
Dieron gritos las piedras en duelo a la hora de nona.
Y Jesús inclinó la cabeza a la hora de nona.
Hora de gracia, en que Dios da su paz a la tierra por la sangre de Cristo.
Levantaron sus ojos los pueblos a la hora de nona.
Contemplaron al que traspasaron a la hora de nona.
Del costado manó sangre y agua a la hora de nona.
Quien lo vio es el que da testimonio a la hora de nona.
Hora de gracia, en que Dios da su paz a la tierra por la sangre de Cristo. Amén”.
Reza a este Sagrado Corazón de Jesús, que sangra por los ultrajes de los hombres, para que en su Misericordia venga en auxilio de los Hermanos, que volvemos a encontrarnos aquí en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Hoy celebra la Iglesia, por tanto cada uno de nosotros, la entrañable Fiesta de la Niña Santa María presentada en el Templo.
En una antigua y piadosa tradición encontramos los orígenes de esta fiesta mariana, que surge en el escrito apócrifo llamado "Protoevangelio de Santiago". Este relato cuenta que cuando la Virgen María era muy niña, sus padres San Joaquín y Santa Ana la llevaron al templo de Jerusalén, para ser instruida respecto a la religión y a todos los deberes para con Dios, junto con otro grupo de niñas.
Este episodio en la vida de la Santísima Virgen María fue muy importante para comenzar una relación con Dios Padre muy íntima y personal, de forma que quedara, humanamente hablando, perfectamente preparada para luego aceptar el plan de Dios que le presentó el Arcángel San Gabriel en la Anunciación.
Os transcribo el Himno que hoy reza la Iglesia en el Oficio de esta Fiesta en sus Horas Mayores, Laudes y Vísperas: "La Niña María -¡qué gracia en su vuelo!-, paloma del cielo, al templo subía y a Dios ofrecía el más puro don: sagrario y mansión por Él consagrada y a Él reservada es su corazón.
¡Oh blanca azucena!, la Sabiduría su trono te hacía, dorada patena, de la gracia llena, llena de hermosura.
Tu luz, Virgen pura, niña inmaculada, rasgue en alborada nuestra noche oscura.
Tu presentación, princesa María, de paz y alegría llena el corazón.
De Dios posesión y casa habitada, eres la morada de la Trinidad.
A su Majestad la gloria sea dada. Amén”.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Solemnidad de Cristo Rey del Universo.
Cuando llegan estos días, como hoy, último domingo del Año Cristiano, o el próximo 31 de diciembre, último día del año civil, aparece la nostalgia del tiempo que se nos ha ido, un año más, pero sin reparar que como ha llegado este final del Año Cristiano llegará el final de la jornada terrenal.
Se dice que soy muy machacón con el tema del tránsito, de la muerte personal, pero es que es la única verdad, la única certeza que tenemos, porque nacimos para morir.
Lo más grande es que nacimos de la mano de Dios Padre Todopoderoso, que creó nuestra alma a imagen y semejanza suya, y deberíamos morir en su Amor y en su Misericordia, cosa que no ocurrirá si no hacemos el camino de conversión que nos corresponda y que permita escuchar las palabras del Señor: "Venid benditos de mi Padre y heredad el Reino preparado para vosotros” (Mt 25,34ss).
Te deseo que sepas aprovechar esta semana que tenemos por delante, antes de comenzar el nuevo Año Litúrgico, el próximo domingo I de Adviento, que, sin duda, la mejor forma será con un buen examen de conciencia, que reconozca todos los errores y pecados, y, con firme arrepentimiento, hacer una buena confesión, manifestando así que Cristo es Rey del Universo y de tu vida, lo cual sin tu libre voluntad no lo podrá ser.
En este día que Cristo Resucitado nos ilumina con su triunfo sobre el pecado y la muerte, pídele con fe y esperanza por las necesidades de cada uno de los Hermanos que aquí nos encontramos en su Madre Amantísima. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Nos acercamos a la Solemnidad de Cristo Rey del Universo, y con ella al último domingo del Año Litúrgico.
En la vida, cuando se está ante hechos importantes por suceder o en ellos, se toman actitudes de expectación y de preparación para estar a la altura de las circunstancias.
Nuestras generaciones van acostumbradas a llamarlas poco la atención las cosas más esenciales, dejándose llevar por lo que les van marcando la publicidad, los anuncios y las costumbres del mundo.
Es una lástima que así sea, porque no se repara en las cosas que son realmente importantes, como con las que puedan ser de interés personal, que sí se las atiende.
Llegados hasta aquí, ¿a quién le interesa la Solemnidad de Cristo Rey? Se contestará con verdad que a los católicos, pero, ¿será un domingo más al que asistir a la Misa y poco más?
Las personas nos empeñamos en vivir mirando a cualquier sitio menos al horizonte de la propia vida personal, que es hacia donde cada uno se encamina.
Y en el horizonte personal precisamente está Cristo, Rey del Universo, origen y meta de nuestras vidas, que como confesamos en nuestra Fe, ‘vendrá en poder y gloria a juzgar a los vivos y a los muertos’.
La Liturgia nos pone su Solemnidad en el último domingo del Año, como para decirnos que en el final de nuestra vida estará Él, esperando nuestra vida entregada en la Luz de su Resurrección que se ha apresurado a vivir según sus enseñanzas.
No pierdas de vista el camino de conversión que has de hacer, porque ya ves cómo corre el tiempo, cómo van cayendo los años y la meta está ahí. Mira lo que dice el Señor: "Yo, a cuantos amo, reprendo y corrijo; ten, pues, celo y conviértete. Mira, estoy de pie a la puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo. Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono” (Ap 3,19-21).
Hoy, jueves, reza a Jesús Sacramentado pata que alivie o resuelva, a poder ser, todas las dificultades y problemas que tengan los Hermanos, que aquí estamos, como cada día, en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Estamos celebrando la VI Jornada Mundial de los Pobres.
La Iglesia Católica nos llama a vivir particularmente hoy con la mirada puesta en los más desfavorecidos, en los más pobres en todos los sentidos de la historia humana.
Jesús es muy elocuente cuando habla de los pobres, y mucho más en sus actitudes y comportamientos frente a ellos.
Hoy deberíamos repasar la Palabra de Dios para cuestionar el propio corazón: sus actitudes y comportamientos frente a la pobreza y, sobre todo, frente a los que la sufren en cualquiera de sus múltiples variables.
Pero para esto es necesario que escuchemos al Maestro: "Aprender de Mí que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11,29), pues sin estas virtudes es muy difícil servir al Señor en los pobres, como Él desea y espera de cada uno.
Hoy la Iglesia reza así: "Señor, Dios nuestro, concédenos vivir siempre alegres en tu servicio porque en servirte a ti, creador de todo bien, consiste el gozo pleno y verdadero. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Si somos capaces de mantener ante los Hermanos más pobres y necesitados, sea de cualquier bien material, moral, espiritual o humano, el mejor servicio a sus necesidades y demandas, podremos caminar ‘alegres en el servicio divino’ y hacer de la propia vida la mejor opción humana que se pueda pensar, esperando y confiando escuchar las palabras del Señor Jesucristo: "Ven bendito de mi Padre, hereda el reino preparado para ti desde la creación del mundo...” (Mt 25,34ss).
Esta Jornada Mundial de los Pobres que la Santa Iglesia, Madre y Maestra, pone ante nosotros, sí ha de ser para nosotros un punto de inflexión para hacer el camino serio y recto de conversión que necesitamos cada uno.
Reza hoy con fe y esperanza, de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía, por todos los Hermanos, por sus pobrezas, para que el Señor Resucitado las colme de su Amor y de su Misericordia. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este Primer Sábado de Mes.
En primer lugar miramos a la Virgen Santa María, y con la mayor ternura filial que seamos capaces, la ofreceremos los mejores actos de desagravio y reparación a su Corazón Inmaculado: actos de amor que podamos ofrecerla en los hermanos, oraciones a Ella, resaltando el Santo Rosario, y cualquier otra cosa que sepamos que va a agradarla.
Hoy la Iglesia celebra a dos mujeres españolas: Santa Angela de la Cruz (1848-1932) y la Beata María Rafols (1781-1853), vidas heroicas entregadas a los más necesitados. Os invito a acercaros a sus vidas, no quedareis defraudados.
Pero quería pararme en el evangelio que se proclama hoy en la Misa; es de San Lucas 16,9-15.
Sigue aquella parábola del administrador infiel, concluyendo que: "No podéis servir a Dios y al dinero”, para replicar a los fariseos que se burlaban de lo que decía Jesús: "Vosotros presumís de observantes delante de la gente, pero Dios os conoce por dentro. La arrogancia con los hombres Dios la detesta”.
‘La arrogancia con los hombres Dios la detesta’; ahí os dejo la sentencia de Jesús que pone en evidencia la altanería y la soberbia, algo que es muy común encontrar a cada paso en las actitudes de las personas. Mira a ver que no la encuentren en ti los otros, con el resultado de tener la reprobación de Dios: su aborrecimiento y su condena.
Reza ya con ilusión al Corazón Inmaculado de María, por todas las necesidades de los Hermanos que en Ella aquí nos encontramos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Es hermosa la imagen que nos presenta el evangelio de este domingo XXXI del Tiempo Ordinario. Jesús se encuentra con Zaqueo, Jefe de publicanos y rico, apunta el evangelio.
Zaqueo, cuando supo que venía Jesús, se subió a un sicomoro porque era pequeño de estatura, y dice el evangelio que: "Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa”.
Zaqueo se puso muy contento y los demás "murmuraban diciendo: Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador”.
Tras las explicaciones que le da Zaqueo al Señor, "Jesús le dijo: Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán”. Y continua el Señor diciendo lo que a mí me parece es lo más significativo para fijarnos: "Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido”.
Para nosotros estas palabras son un estímulo para lo que es el propio compromiso bautismal, esto es, la evangelización en la que tenemos que participar para llevar a todas las personas al encuentro con Jesús, porque el ‘Hijo del Hombre’, la Iglesia hoy y tu miembro de ella, Cuerpo Místico de Cristo, ‘ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido’.
En estos tiempos que nos tocan vivir y sin ir lejos del propio entorno, seguro que hay personas que el Señor Jesucristo quiere ‘buscar y salvar’. Por ello tendremos que reflexionar sobre nuestra actitud de transmitir la Fe, de avivarla, en aquellos que aún la necesiten.
Al Señor Resucitado reza hoy nuevamente por las necesidades materiales y espirituales de todos los Hermanos, que aquí nos volvemos a encontrar en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Estamos a cuatro semanas de la Solemnidad de Cristo Rey, esto es, el final del Año Litúrgico, lo cual es una llamada de atención para poner, si cabe, más empeño para vivir según el Corazón de Dios.
En este sentido la segunda lectura que se proclama en la Misa de este Domingo XXX del Tiempo Ordinario, es muy elocuente y merece la pena reflexionar con ella.
Es de la segunda carta de San Pablo a Timoteo: "Querido hermano: Yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente. He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe.Por lo demás, me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, juez justo, me dará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que hayan aguardado con amor su manifestación.
En mi primera defensa, nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron. ¡No les sea tenido en cuenta! Mas el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mí, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones. Y fui librado de la boca del león. El Señor me librará de toda obra mala y me salvará llevándome a su reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén”.
A partir del testimonio de San Pablo: ¿Qué podemos decir cada uno de nuestra propia vida? La vivida hasta aquí, y en el panorama que tenemos por delante, cómo se esté dispuesto a seguir la vida, pues no se debe olvidar aquella divisa que tenemos delante: CONVERSIÓN.
Te reitero la petición de que hoy igualmente pidas al Señor Jesucristo Resucitado, que tenga Misericordia con cada uno de los Hermanos aquí reunidos en su Santísima Madre, María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Como cada domingo, la Iglesia nos presenta la Palabra de Dios como Luz para la propia conciencia y también para el camino de la vida.
El evangelio de San Lucas 18,1-8 comienza diciendo: "En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer”.
‘Orar siempre sin desfallecer’, he aquí una primera advertencia para las almas inquietas que quieren la respuesta de la Gracia de forma inmediata a la petición que hacen a Dios, y el Señor es claro: hay que orar siempre sin desfallecer, lo que es lo mismo que ha de ser insistente como lo muestra la viuda de la parábola que les dice a continuación. "Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: Hazme justicia frente a mi adversario.
Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo: Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme.
Y el Señor añadió: Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?”.
‘Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?’.
Dios hará justicia sin tardar, escuchará la oración de sus hijos sin tardar, pero concluye el Señor Jesús con un interrogante que bien merece que intentes contestar desde tu propio corazón, esto es, la fe que Jesucristo nos enseña y pide que profesemos es la que Él necesita encontrar cuando venga en poder y gloria, o cuando cada uno individualmente tengamos que comparecer ante Dios, porque el tránsito personal sea antes de la Parusía.
Ser discípulos del Maestro tal como fuimos incorporados en el Bautismo, es cosa muy sencilla, pero al mismo tiempo es cosa muy medida y un tanto exigente, que cuando se desarrolla desde el Amor de Dios no tiene mayor dificultad. Piénsalo y verás que es así.
Hoy te pido tu oración a Cristo Resucitado en favor de las necesidades de todos los Hermanos que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Como ya he indicado en otras ocasiones, parece interesante el prepararse para celebraciones importantes que se tienen en el horizonte más inmediato.
En este caso se trata de la Fiesta de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, que celebraremos mañana día 29 de septiembre, así como el día 2 de octubre la fiesta de los Santos Ángeles Custodios.
Los ángeles sabemos que son seres celestes creados por Dios para su servicio, tanto en orden de la adoración y la alabanza a Dios, como para el beneficio de las personas.
En la Sagrada Escritura hay diferentes testimonios de ellos a lo largo de la Historia de la Salvación.
Lo importante es que las personas sepan de su existencia, crean en ellos y se beneficien de tantos favores que puede obtener de su intercesión y de su auxilio directo.
Es cierto que en los últimos tiempos ha habido una corriente en favor de los ángeles, pero quizás se han visto no propiamente desde la dimensión bíblica, como seres vivos, activos y cercanos, sino desde otros niveles, digamos más esotéricos, esto es desde presupuestos ocultos e impenetrables por la mente humana.
Bueno será preparar el corazón para el día de mañana, acoger a los Santos Arcángeles y aprovechar su importante ayuda e intercesión.
Finalmente transcribo la oración con que la Iglesia rezará mañana en su Liturgia, para vuestra meditación y ayuda espiritual: "Oh Dios, que con admirable sabiduría distribuyes los ministerios de los ángeles y los hombres, te pedimos que nuestra vida esté siempre protegida en la tierra por aquellos que te asisten continuamente en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Como cada día, os pido que recéis a Dios para que su Gracia asista y ayude a todos los Hermanos, en sus intenciones y necesidades. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
La Palabra de Dios que se proclama en este domingo XXVI del Tiempo Ordinario, es muy contundente en cualquiera de sus tres lecturas: Amos 6,1a.4-7; 1 Tim 6,11-16; Lc 16,19-31.
El evangelio es la parábola del rico y del pobre Lázaro, que concluye con la frase de Abraham al rico: "Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”.
Y nosotros tendríamos que añadir: ‘si no escucha también a Jesucristo...’
Las seducciones del demonio son tan perversas que llevan a las personas al convencimiento de que solo deben hacer caso a lo que ven, pero aceptada esta seducción tampoco es suficiente, porque cuando se ven cosas que no gustan, no interesan o van contra los propios intereses, tampoco se acogen para verlas y al menos discernirlas.
No digamos nada de lo que es acoger el mensaje evangélico, que tanto complica el corazón y la conciencia, mejor será seguir pensando y diciendo aquello de que ‘sí, yo creo en que hay algo superior, pero..., dejémoslo porque aquí hay mucho que trabajar para ganar el pan’.Tristes argumentos que llevan a vivir una vida sin horizonte, sin el sostén de la Esperanza, y, por lo tanto, sin visión de Dios, de su Amor en plenitud, que nos aguarda en el Cielo.
El comienzo de la Carta a Timoteo es muy sugestivo para la reflexión personal; solo lo transcribo por cuestión de espacio: "Hombre de Dios, busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna, a la que fuiste llamado y que tú profesaste noblemente delante de muchos testigos”. Que tú profesaste en el Bautismo, agrego yo.
Dedicado a la oración como pide el Día del Señor, no dejes de rezar al Señor Resucitado por todas las intenciones y necesidades de los Hermanos, que en María, nuestra Madre y nuestra Guía, aquí nos encontramos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
En el evangelio de San Lucas que hoy se proclama en la Santa Misa (Lc 16,1-13), hay una sentencia del Señor muy categórica: "No podéis servir a Dios y al dinero”.
Ciertamente es una frase que puede poner a muchos ‘entre la espada y la pared’, pues se piensa que Dios, sí es lo primero en su vida y creen servirle con una vida religiosa, pero a la vez tienen una gran estima por el dinero, 'pues al fin y al cabo es necesario para vivir' y hay que ganarlo en la mayor medida de lo posible.
Ante esta cuestión, como en la mayoría de los temas que están enfrente de la vida, se ha de ser razonables y coherentes. No valen respuestas simples que pueden resolver el tema en un primer momento, pero que como son inconsistentes se caen unos pocos pasos más allá.
Servir a Dios exige muchas cosas, entre otras la vida de virtud en el amplio abanico existente de ellas, y servir al dinero exige también otras que las sostienen, como el egoísmo y la ambición, pues siempre habrá justificación para querer, buscar y procurar más y más dinero, hasta con maniobras turbias, cuando no injustas o fuera de la honradez más elemental.
Creo que bien merece este simple versículo del evangelio de San Lucas llevarnos a una reflexión serena, para poder poner luz sobre la propia conciencia y sobre el corazón y conocer así la realidad personal, pues no deberíamos evitar las palabras del Señor en el mismo evangelio cuando dice: "El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto. Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?”.
Que el Señor Jesús Resucitado nos aliente e ilumine para hacer camino en el compromiso bautismal que un día aceptamos.
Y ya te pido le reces al mismo Señor Resucitado por todas las necesidades e intenciones de los Hermanos, que en María, nuestra Madre y nuestra Guía, nos volvemos a encontrar. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.
En la Sagrada Liturgia hoy se nos ofrece una celebración muy significativa, pues se trata de poner sobre todo lo que fue y es el Misterio de la Santa Cruz.
En la Santa Misa se proclama el evangelio de San Juan 3,13-17, que dice: "Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él”.
Cuantas sugerencias nos ofrece este texto del santo Evangelio en este mes dedicado a la escucha y a la meditación de la Palabra de Dios, pues simplemente podemos considerar estas ideas: ‘así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna’.
Dios ofrece todo lo más que puede como es entregar a su Hijo para que el que quiera aceptarle, creer en Él, tenga vida eterna. El problema es que en este mundo se empieza por no creer en la ‘vida eterna’, pues este hombre, orgulloso y sabido de sí mismo, que todo lo sabe y todo lo puede, no es capaz de ver más allá de lo más inmediato y, aunque sabe y ve que todas las personas llegan al fin de esta vida terrenal, no admite que después la vida sigue.
Dios quiere que el mundo se salve por Cristo, pero parece que ese mundo prefiere otra cosa diferente a la salvación que Cristo le da.Ojalá que este día nos sirva a nosotros y a cuantos podamos ayudar para reflexionar seriamente sobre la salvación que Cristo nos procuró en su entrega a la muerte y muerte en Cruz.
Pocas palabras se pueden agregar, pues con la simple lectura y reflexión de la Palabra del Señor, podremos ver el luminoso horizonte que tenemos ante sí con simplemente aceptar la Divina Revelación.
Hoy, mirando al Señor Jesús Crucificado, te pido reces con Fe y Esperanza pidiéndole la feliz solución para todos los problemas y necesidades de los Hermanos, que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
La Palabra de Dios que se proclama en la Santa Misa de este XXIV Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo C, nos pone de manifiesto, una vez más, lo inagotable que es la Misericordia de Dios para los hombres.
Pero las personas no parecen que llegan a ser todo lo consciente que es necesario, pues tientan a Dios con extremada insistencia.
La primera lectura del Libro de Éxodo, 32,7-11.13-14, nos presenta un pueblo que a pesar de haber recibido de Dios tanto, no sabe perseverar en el Amor de su Nombre.
En aquellos días, el Señor dijo a Moisés: "Anda, baja de la montaña, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un becerro de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: Este es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto”.
Es esta una actitud incomprensible después de lo que han visto y han oído, pero ahí está la ingratitud y la infidelidad con sus frutos.El Señor lo describirá perfectamente: "Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz”.
Cuando las personas se empeñan en vivir apoyados en sus solas fuerzas, ¿qué puede encontrar?
La vida sin Dios, tarde o temprano, sucumbirá.
En la vida humana sólo cabe la humildad en el reconocimiento de las propias limitaciones, carencias y pobrezas, que llevan a confiar plenamente en Dios y a trabajar cada día para no apartarse de Él y de su santa Ley, que, por otra parte, expresará la Voluntad Divina que debemos seguir para hacer el camino de conversión que todos necesitamos en la medida que sea precisa.
Parece que insistimos en exceso con la llamada a vivir en la humildad, pero nunca será suficiente dado el espíritu de orgullo y de soberbia con el que de forma constate nos atacan o nos seducen.
Al Señor Resucitado debemos rezar hoy, para suplicarle la ayuda y solución de los problemas de todos los Hermanos que aquí volvemos a encontrarnos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Celebra hoy la Iglesia a San Nicolás de Tolentino (1245-1305), fraile de la Orden de San Agustín, considerado patrón de las almas del purgatorio.
Su sepulcro en Tolentino fue, desde primera hora, centro de peregrinación de verdaderas multitudes de fieles, que buscaban su intercesión, sucediéndose una larga lista de favores reconocidos.
Ya antes de su canonización oficial el Papa Bonifacio IX, en 1400 le reconoció como "santo”, concediendo indulgencia plenaria a los que visitasen su sepulcro en determinada circunstancia.
De las más variadas expresiones de la santidad de Nicolás cabe resaltar la de su relación con las almas del purgatorio, de las que es considerado patrono o especial protector.
Fue al comienzo de su vida sacerdotal y se conoce como la visión de Valmanente: "Un sábado por la noche, cuando acababa de acostarse, le parece oír un fuerte grito que lo sobresalta: Fray Nicolás, hombre de Dios, mírame.
Él se vuelve y ve una figura que no consigue identificar. Soy el alma de fray Peregrino de Ósimo, a quien has conocido de vivo. Entonces yo era tu siervo. Ahora sufro tormento entre llamas. Dios ha acogido mi contrición y, por eso, no me ha condenado a las penas del purgatorio. Te suplico humildemente que celebres por mí una misa de difuntos, para que salga de estas llamas.
Nicolás acierta a responder: Que el Señor, nuestro Redentor, te ayude, hermano. El caso es que, esta semana estoy encargado de la misa conventual, y no puedo decir misa de difuntos; mucho menos mañana, que es domingo. A lo que fray Peregrino replica: Ven conmigo, a ver si eres capaz de rechazar la súplica de una multitud tan desgraciada como la que te voy a enseñar. Y lo guía a otra parte del convento, desde donde le muestra la pequeña llanura próxima a Pésaro, llena de una multitud de gente de todo sexo, edad, condición y categoría. Y añade: ¡Ten misericordia de nosotros, padre! ¡Compadécete de esta multitud tan desgraciada que espera tu ayuda! Si celebras la misa por nosotros, casi toda esta gente saldrá de estos tormentos tan atroces.
Fray Nicolás se despertó conmocionado. El resto de la noche lo pasó implorando al Señor con lágrimas por la multitud que había visto. Por la mañana se lo contó al prior y le pidió permiso para celebrar la misa de difuntos durante la semana. El prior se lo concedió de inmediato, de forma que Nicolás pudo celebrar por aquella pobre gente toda la semana, al tiempo que multiplicaba sus oraciones y lágrimas.
Al cabo de siete días, se le volverá a aparecer fray Peregrino, para agradecerle su misericordia. Tanto él como muchos de aquella multitud disfrutaban ya de la gloria, gracias a las misas y oraciones de Nicolás”.
Las siete misas, conocidas como misas tolentinas, corresponden a los siete días que transcurrieron entre la visión de Valmanente y la oportuna confirmación de la salvación de fray Peregrino, gracias a las misas celebradas por san Nicolás y a sus oraciones y lágrimas.
La piedad popular hizo el resto, desarrolló la creencia común de la eficacia de estas misas en la liberación inmediata de las penas purgativas.
Toda la vida de San Nicolás de Tolentino es muy interesante que bien merece conocerse, pero hoy ya te pido que reces pidiendo su intercesión en favor de todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
En este Domingo XXII del Tiempo Ordinario en el Ciclo C, la oración colecta de la Santa Misa dice:” Dios todopoderoso, de quien procede todo bien, siembra en nuestros corazones el amor de tu nombre, para que haciendo más religiosa nuestra vida, acrecientes el bien en nosotros y con solicitud amorosa lo conserves. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Como hemos dicho en otras ocasiones es muy importante lo que se pide al Señor, pero no es menos entender a lo que nos comprometemos; en este día le pedimos que ‘acreciente el bien en nosotros y con solicitud amorosa lo conserve’, pero hemos comprometido ‘hacer más religiosa nuestra vida’.
¿Qué quiere decir esto?
Sencillamente, Profesar la Fe de una forma continua y ordenada, cumpliendo lo santa Ley de Dios y las normas que nos marca la Santa Iglesia Católica.
Y de las lecturas de la Eucaristía, una nota sólo.
La primera lectura del libro del Eclesiástico (3,17-18.20.28-29), comienza diciendo: "Hijo, actúa con humildad en tus quehaceres, y te querrán más que al hombre generoso. Cuanto más grande seas, más debes humillarte, y así alcanzarás el favor del Señor”, y continúa diciendo: "Muchos son los altivos e ilustres, pero Él revela sus secretos a los mansos, porque grande es el poder del Señor y es glorificado por los humildes”.
Una y otra vez la Sagrada Escritura nos marca el camino de la humildad como el mejor para transitar en la peregrinación al encuentro con Dios, así el Señor Jesús en el capítulo 14 del evangelio de San Lucas también dirá: "Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido”, para concluir diciendo: "Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos”.
‘Porque no pueden pagarte’ y así lo podrá hacer Dios en el gran encuentro con Él en la plenitud de su AMOR.
Una vez más hemos de decir que merece la pena seguir los consejos bíblicos, y particularmente los que nos muestra el Señor Jesús, tan claros y concretos.
Reza, por favor, al Señor Resucitado, para que con su LUZ pueda ayudar en la mejor solución de todas las necesidades de los Hermanos que aquí estamos, en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
En el evangelio de San Lucas, capítulo 13, que se proclama hoy en la Eucaristía, uno le preguntó a Jesús: "Señor, ¿son pocos los que se salvan? Él les dijo: Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán”.
Una invitación del Señor que cuesta asimilar, particularmente la segunda parte, que nos lleva a darnos cuenta de algo muy elemental: el Señor Jesucristo, primero habla muy claro y segundo es muy preciso y rotundo.
Por ello no conviene entrar en muchas disquisiciones, pues sabemos por la vida humana que las cosas que valen cuesta conseguirlas, por ello no nos puede extrañar ni lo más mínimo que el Señor Jesús señale la puerta estrecha y el camino angosto para conseguir llegar a la VIDA ETERNA.
Y lo importante es creerlo, convencerse y hacer el camino sereno y firme de la austeridad, el sacrificio, y lo que se presente, desde la alegría que nos ofrece el Señor Resucitado.
En la Oración colecta precisamente hoy pedimos con la Iglesia que "nuestros corazones estén firmes en la verdadera alegría”.
Acabo pidiéndote que reces al Señor Resucitado por las necesidades de todos los Hermanos y muy particularmente por los que van a iniciar los Ejercicios Espirituales. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Como cada domingo la Santa Iglesia nos ofrece el alimento de la Eucaristía y el alimento de su Palabra, que hoy se nos ofrece extraordinariamente rica.
La primera lectura del Libro del Génesis relata el encuentro de Abraham con el Señor a causa de Sodoma y Gomorra.
Le dice el Señor a Abraham: "El clamor contra Sodoma y Gomorra es fuerte y su pecado es grave: voy a bajar, a ver si realmente sus acciones responden a la queja llegada a mí; y si no, lo sabré...Abraham se acercó y le dijo: ¿Es que vas a destruir al inocente con el culpable? Si hay cincuenta inocentes en la ciudad, ¿los destruirás y no perdonarás el lugar por los cincuenta inocentes que hay en él? ¡Lejos de ti tal cosa!, matar al inocente con el culpable, de modo que la suerte del inocente sea como la del culpable; ¡lejos de ti! El juez de toda la tierra, ¿no hará justicia? El Señor contestó: Si encuentro en la ciudad de Sodoma cincuenta inocentes, perdonaré a toda la ciudad en atención a ellos”.
A partir de aquí Abraham consciente de cómo era el pecado de esas ciudades, comienza a suplicarle al Señor que no las destruya, comenzando a rebajar los posibles inocentes que se puedan encontrar, y así comienza a ir rebajando cinco obteniendo del Señor la respuesta: "No la destruiré, si es que encuentro allí cuarenta y cinco”.
Abraham con gran delicadeza va diciéndole: ‘quizás no se encuentren más que cuarenta’, "En atención a los cuarenta, no lo haré”. Así Abraham va bajando el número de inocentes que evitara el castigo de Dios hasta llegar a decirle: "Que no se enfade mi Señor si hablo una vez más: ¿Y si se encuentran diez? Contestó el Señor: En atención a los diez, no la destruiré” (Gn. 18,20-32).
Por lo que continua el relato del Libro del Génesis, Dios no encontró ni diez inocentes y mandó fuego y azufre sobre aquellas tierras de Sodoma y Gomorra.
Pocos comentarios caben hacer aquí pues se puede contemplar el relato bíblico desde diferentes ópticas, pero el análisis más sencillo ante nuestro mundo, en el que estamos inmersos, ¿cuántos inocentes encontraría el Señor si quisiera ver la situación previa como en el caso de Sodoma y Gomorra? ¿Serían mínimamente suficientes? Y entre ellos, ¿estaríamos tú y yo?
Merece la pena pensarlo, para si fuese necesario adquirir la inocencia perdida, que la persona puede recuperar, mediante el arrepentimiento suficiente y el perdón a través del precioso sacramento de la confesión.
También las otras dos lecturas de la Santa Misa son interesantes para iluminar la propia vida, por lo que merece la pena dedicarlas un tiempo para su comprensión y meditación.
No olvides en este Día del Señor, rezar al Señor Resucitado en favor de todas las necesidades de los Hermanos que nos volvemos a encontrar aquí en María, nuestra Madre y nuestra Guía. Amén.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
En este domingo XVI del Tiempo Ordinario del ciclo C, la Iglesia nos ofrece en la Liturgia muchos puntos de reflexión.
En la Oración sobre las Ofrendas de la Santa Misa se dice: "Oh, Dios, que has llevado a la perfección del sacrificio único los diferentes sacrificios de la ley antigua, recibe la ofrenda de tus fieles siervos y santifica estos dones como bendijiste los de Abel, para que la oblación que ofrece cada uno de nosotros en alabanza de tu gloria, beneficie a la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor”.
La presentación del pan y el vino, llamado ofertorio de la Santa Misa, es un momento muy significativo que queda sellado por la Oración que dice el Celebrante, y que la Comunidad ratifica con el ‘Amén’.
Pues bien, fijaros: ‘...recibe la ofrenda de tus fieles siervos y santifica estos dones como bendijiste los de Abel, para que la oblación que ofrece cada uno de nosotros en alabanza de tu gloria, beneficie a la salvación de todos’. O lo que es lo mismo, que tu ofrenda en esta Misa, que debe ser como en todas, ‘beneficie a la salvación de todos’.
No se pide una exagerada atención ni una excesiva profundidad, simplemente se nos pide cuidado y coherencia con lo que decimos en nuestra oración, pues con el ‘amén’ expresamos la asunción propia de las oraciones que secundamos de esta forma.
Las tres lecturas están llenas de LUZ para nuestra vida y nuestro camino, pero solo me fijo en la segunda, de la carta a los Colosenses, que dice: "Ahora me alegro de mis sufrimientos por vosotros: así completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, en favor de su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nombrado servidor...”.
Queda muy claro el sentido del sufrimiento personal, sea físico, moral, espiritual..., para ver lo importante que es asumirlo y unirlo a los padecimientos de Cristo en la Cruz; ojalá que sepamos asimilar bien estas palabras del Apóstol y ponerlas en práctica.
En los domingos siempre os apremio más a la oración de intercesión por las necesidades de los Hermanos, porque, como Día dedicado al Señor, debemos emplear más tiempo a la oración y a su servicio. De la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía, no dejemos de caminar en la presencia y voluntad de Dios. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Decimos ‘el Día del Señor’ porque realmente debe ser de Él y a Él dedicado, pero en nuestra cultura no parece que haya prevalecido este principio, ni tan siquiera en los católicos más comprometidos, pues siempre hay situaciones y circunstancias que roban tiempo de atención al Señor y a sus cosas, precisamente en su Día.
Sería importante que hiciéramos el esfuerzo, al menos individual y personalmente, para que el domingo fuera únicamente el Día del y para el Señor.
En este espíritu os ofrezco este Himno litúrgico para que os sirva en la oración.
"A nuestros corazones la hora del Espíritu ha llegado, la hora de los Dones y del apostolado,
Lenguas de fuego y viento huracanado.
Oh Espíritu desciende, orando está la Iglesia que te espera.
Ven visítanos y enciende, como la vez primera, los corazones en la misma hoguera.
La fuerza del consuelo y el río de la Gracia y de la vida, derrama desde el cielo; la Tierra envejecida renovará su faz reverdecida.
Gloria a Dios, uno y Trino, al Padre creador, al Hijo amado y Espíritu Divino que nos ha regalado, alabanza y honor le sean dados”.
Y en el mismo espíritu, ruega al Señor Resucitado por todas las necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a estar en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Ya conocéis de mi interés por las oraciones con las que reza nuestra Madre la Santa Iglesia y, con ella, cada uno de nosotros.
En este domingo XIV del tiempo ordinario cabe fijarse en dos de estas oraciones, la oración Colecta y la oración Sobre las Ofrendas.
La primera dice: "OH, Dios, que en la humillación de tu Hijo levantaste a la humanidad caída, concede a tus fieles una santa alegría, para que disfruten del gozo eterno los que liberaste de la esclavitud del pecado. Por nuestro Señor Jesucristo”.
‘Concede a tus fieles una santa alegría’, que nosotros debemos mantener en el espíritu y transmitírsela a los demás, creyentes y no creyentes; ‘para que disfruten del gozo eterno...’, ya durante este peregrinar hacia la Casa del Padre.
Hermanos, merece la pena.
Y la Oración sobre las Ofrendas, mirar bien lo que dice: "Que la oblación consagrada a tu nombre nos purifique, Señor, y nos lleve, de día en día, a participar en la vida del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor”.
Fijémonos bien en la petición: ‘...y nos lleve, de día en día, a participar en la vida del cielo’.
De día en día podemos ir conformando nuestra vida a la participación de la Gloria de la Santísima Trinidad, que será esa vida del Cielo para la que fuimos creados por Dios y redimidos y salvados por Cristo.
Es muy hermoso el texto de la Carta a los Efesios, por lo que nos estimula en el origen de nuestra Fe y en la meta que nos está preparada, ojalá no desviemos el camino.
Dice San Pablo: "Él (Dios) nos eligió en Cristo antes de la creación del mundo para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor” (Ef 1,4).
Reza con mucha esperanza al Señor Resucitado, para que conceda todas las gracias que necesitan los Hermanos en sus intenciones, inquietudes y proyectos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Fiesta de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
El Papa San Pío X estableció como Fiesta universal el día 1 de Julio, la Adoración de la Preciosísima Sangre de Cristo.
Posteriormente, en la reforma litúrgica promovida por el Concilio Vaticano II quedó suprimida esta Fiesta, estableciéndose una Misa votiva en honor de la Preciosísima Sangre de Cristo, que se pudiera celebrar tanto durante el mes de julio como en cualquier mes del año, quedando el mes julio establecido para la devoción a la Santísima Sangre del Señor Jesucristo.
La Adoración de la Preciosísima Sangre del Señor Jesucristo es un acto de la Fe Católica que debe emanar del corazón de los bautizados, pues, en definitiva, fuimos redimidos y salvados por esta Sangre derramada en la Pasión y Muerte en Cruz del Señor Jesús.
A lo largo del mes de julio tendremos ocasión de ir profundizando en este gran Misterio de Amor y de Misericordia que, de una forma incruenta, se renueva en cada una de las celebraciones de la Santa Misa.
El Papa San Juan XXIII aprobó para su inserción en el Ritual Romano la Letanía de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que es muy buen medio para dar rendido culto de Adoración al Señor Jesús en el alto precio con el que pagó nuestra salvación.
A continuación la vuelvo a transcribir por si hay alguna persona que la necesitase.
Te pido con entusiasmo que hoy, en la oración de cada día por las necesidades de los Hermanos, acudas a la Preciosísima Sangre de Jesús, para suplicarle que con Ella nos cubra y así encuentren las mejores soluciones todas esas necesidades. AMÉN.
LETANÍA DE LA PRECIOSA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Aprobada por San Juan XXIII, para su inserción en el Ritual Romano.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial.
Dios Hijo, Redentor del mundo.
Dios Espíritu Santo.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios.
Respuesta: SALVANOS
Sangre de Cristo, el Unigénito del Padre Eterno,
Sangre de Cristo, Verbo de Dios Encarnado.
Sangre de Cristo, del Testamento Nuevo y Eterno.
Sangre de Cristo, derramada sobre la tierra en la agonía.
Sangre de Cristo, vertida copiosamente en la flagelación.
Sangre de Cristo, brotada en la Coronación de espinas.
Sangre de Cristo, derramada en la Cruz.
Sangre de Cristo, prenda de nuestra salvación.
Sangre de Cristo, necesaria para el perdón.
Sangre de Cristo, bebida eucarística y refrigerio de las almas.
Sangre de Cristo, manantial de misericordia.
Sangre de Cristo, vencedora de los espíritus malignos.
Sangre de Cristo, que das valor a los mártires.
Sangre de Cristo, fortaleza de los confesores.
Sangre de Cristo, inspiración de las vírgenes.
Sangre de Cristo, socorro en el peligro.
Sangre de Cristo, alivio de los afligidos.
Sangre de Cristo, solaz en las penas.
Sangre de Cristo, esperanza del penitente.
Sangre de Cristo, consuelo del moribundo.
Sangre de Cristo, paz y ternura para los corazones.
Sangre de Cristo, promesa de vida eterna.
Sangre de Cristo, que libras a las almas del Purgatorio.
Sangre de Cristo, acreedora de todo honor y gloria.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
V. Oh, Señor, nos has redimido en tu Sangre.
R. Y nos has hecho Reino de nuestro Dios.
ORACIÓN: Dios Omnipotente y Eterno, que hiciste de tu Hijo Unigénito el Redentor del mundo, y quisiste ser aplacado por su Sangre. Concédenos, te suplicamos, que adoremos dignamente el precio de nuestra salvación, y que por su virtud nos salvemos de los peligros de la vida presente para alcanzar el gozo de sus frutos eternamente en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Es muy interesante cómo la Santa Iglesia reza hoy en su oración colecta de la Misa, que como sabéis se repite en todas las Horas litúrgicas de este Domingo XIII del Tiempo Ordinario.
Dice así: "OH, Dios, que por la gracia de la adopción has querido hacernos hijos de la luz, concédenos que no nos veamos envueltos por las tinieblas del error, sino que nos mantengamos siempre en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Siempre la persona está en el riesgo de verse envuelta por ‘las tinieblas del error’, pero parece que en estos tiempos nuestros, el concepto equivocado de las cosas y el juicio falso de muchos acontecimientos, es algo que está a la mano de todos.
Cada uno de nosotros debe asegurar que está bien orientado en el camino de la verdad, sabiendo discernir bien todo lo que se nos dice y todo lo que se hace en nuestro entorno social, político, religioso, etc., pues no es difícil darse cuenta de tantas y tantas maniobras que realizan las personas para hacer el mal, pretendiendo al mismo tiempo que ese mal aparezca como algo bueno, aunque en ello no este ‘el esplendor de la verdad’.
Es necesario reflexionar suficientemente en esta oración, para hacerla con una actitud sincera y pobre, que es como mejor nos escucha el Señor, porque, ciertamente, las ‘tinieblas del error’ intentan envolver con fuerza e intensidad a nuestro mundo y, desgraciadamente, muchos se encuentran ya envueltos en el error de forma que como dice la Escritura: ‘viendo no ven’.
Que nuestra disposición sea cada día vivir en el ‘esplendor de la verdad’, para poder seguir con total independencia y autonomía al que es "el Camino, la Verdad y la Vida”.
Nuevamente te pido hoy, que reces al Señor Jesús Resucitado por todas las intenciones y necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en torno a la Reina y Señora, María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Solemnidad de la Santísima Trinidad.
Hoy, meditando de la mano de la Iglesia, nos paramos en la oración colecta que dice:
"Dios Padre todopoderoso, que has enviado al mundo la Palabra de la verdad y el Espíritu de la santificación para revelar a los hombres tu admirable misterio, concédenos profesar la fe verdadera, conocer la gloria de la eterna Trinidad y adorar su Unidad todopoderosa. Por nuestro Señor Jesucristo”.
No se puede decir una oración a la Santísima Trinidad más completa y con una claridad grande para el que la dice, sea por sí o a través del Sacerdote en la Santa Misa.
Entra en ella, en su contemplación y podrás, no solo honrar a la Trinidad Santa, sino conocerla en profundidad.
Y en la Liturgia de las Horas, la Iglesia reza con este Himno:
"¡Dios mío, Trinidad a quien adoro!, la Iglesia nos sumerge en tu misterio; te confesamos y te bendecimos, Señor, Dios nuestro.
Como un río en el mar de tu grandeza, el tiempo desemboca en hoy eterno, lo pequeño se anega en lo infinito, Señor, Dios nuestro.
Oh Palabra del Padre, te escuchamos: Oh Padre, mira el rostro de tu Verbo; Oh Espíritu de Amor, ven a nosotros; Señor Dios nuestro.
¡Dios mío, Trinidad a quien adoro! Haced de nuestras almas vuestro cielo, llevadnos al hogar donde tú habitas, Señor, Dios nuestro.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu: fuente de gozo pleno y verdadero, al Creador del cielo y de la tierra, Señor, Dios nuestro. Amén”.
Prefiero no hacer comentario alguno, porque es tanta la doctrina y la claridad con que se expone, que solo quiero animarte a que no dejes pasar esta oportunidad de conocer y ser de la Santísima Trinidad, pues en su seno eterno estamos llamados a vivir.
Enamórate de la Santísima Trinidad y déjate llevar para que ‘nuestras almas’ sean ‘vuestro cielo’, de forma que ‘nos lleve al hogar donde tú habitas’.
Hoy la oración que te pido cada día por las intenciones y necesidades de los Hermanos, tiene una forma sencilla, después de exponer la causa dí con Fe y Esperanza: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Solemnidad de la Ascensión del Señor a los Cielos.
Cada vez que hacemos la Profesión de Fe, confesamos con el corazón y la palabra lo que hoy la Iglesia Celebra en la Sagrada Liturgia, que Jesucristo "Subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre”.
Esta es nuestra Fe, que a partir de su realidad nos fortalece hoy la Esperanza de que estamos en el camino cierto para alcanzar la participación plena en la Gloria de Dios.
El Señor les advierte a los discípulos que son sus testigos, y les dice: "Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la promesa de mi Padre; vosotros, por vuestra parte, quedaos en la ciudad hasta que os revistáis de la fuerza que viene de lo alto. Y los sacó hasta cerca de Betania y, levantando sus manos, los bendijo.
Y mientras los bendecía se separó de ellos, y fue llevado hacia el cielo.
Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios (Lc 24,49-53).
De esta forma comienza la espera de la Venida del Espíritu Santo, que nosotros volveremos a vivirla en la Solemnidad de Pentecostés, en el próximo domingo.
Por todo ello, hoy es un día de suma alegría porque el Señor ha cumplido su promesa de ir a la Casa de su Padre a prepararnos una morada, y a la vez nos deja en la dulce tensión de esperar la Venida del Espíritu Santo, que bien sabemos ya lo que supone para nuestra vida actual.
También tengamos en cuenta que a partir de aquí entramos en la recta final de este tiempo pascual, lo que nos ofrece la oportunidad de aprovecharlo viviendo intensamente los días que unen los dos grandes acontecimientos de nuestra Fe: la Ascensión del Señor a los Cielos y el envío del Espíritu Santo, del que el mismo Señor les dice a los apóstoles: "Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena...” (Jn 16,12-13).
Son días de gozo, pero también de una actitud vigilante en la que suenan las palabras del Señor: "Velad y orad”.
Reza con gran Esperanza al Señor Resucitado que está sentado a la derecha del Padre, por todas las necesidades de los Hermanos que volvemos a encontrarnos aquí en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Ya avanzamos a partir de hoy por la sexta semana de Pascua, que nos llevará a la Celebración de la Ascensión del Señor, lo que quiere decir que el Tiempo Pascual va culminándose.
En la oración colecta de este domingo, la Iglesia pide: "Dios todopoderoso, concédenos continuar celebrando con fervor sincero estos días de alegría en honor del Señor resucitado, para que manifestemos siempre en las obras lo que repasamos en el recuerdo”.
Esto es, que sepamos perseverar en lo que supuso para cada uno la Resurrección de Jesucristo, y que nos lleve a demostrar con la vida lo que actualizamos en el recuerdo. Todo un programa de vida.
Del Evangelio de San Juan 14,23-29, sólamente os propongo la meditación del primer párrafo, en el que el Señor Jesús dice: "El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió”.
Pocos comentarios necesita para entenderla y sentirse interpelado por esta Palabra del Señor.
‘El que me ama guardará mi palabra’. En primera persona: ¿Yo guardo la palabra del Señor? ¿Las enseñanzas evangélicas, los consejos evangélicos, las formas de sentir, de decir y de hacer del Señor, son las que marcan mi camino?
Si es así, el Padre me amará y ‘vendremos a él y haremos morada en él’, pero si no es así, si no guardamos la palabra del Señor, es la verdadera señal de que no amamos al Señor, sencilla y definitivamente. Alguno podrá decir que es muy tajante la afirmación, pues dila de otra forma, amo al Señor en la medida que guardo su palabra, pero al mismo tiempo no se deben olvidar estas otras palabras del mismo Señor Jesucristo: "El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama” (Mt 12,30).
En este Día del Señor, no dejes de rezar a la Santísima Virgen María, para que interceda ante su Hijo Resucitado en favor de las necesidades de todos los Hermanos que en Ella nos encontramos aquí. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
En este primer viernes del Mes de María, mientras miramos al Sagrado Corazón de Jesús para hacer cuanto podamos para desagraviar su Divino Corazón, vamos a orar y meditar con este Himno de la Liturgia de las Horas en la Fiesta de Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores.
"¡Ay dolor, dolor, dolor, por mi Hijo y mi Señor!
Yo soy aquella María del linaje de David: ¡Oíd, hermanos, oíd la gran desventura mía!
A mí me dijo Gabriel que el Señor era conmigo, y me dejó sin abrigo más amarga que la hiel.
Díjome que era bendita entre todas las nacidas, y soy de las doloridas la más triste y afligida.
Decid, hombres que corréis por la vida mundanal, decidme si visto habéis igual dolor que mi mal.
Y vosotras que tenéis padres, hijos y maridos, ayudadme con gemidos, si es que mejor no podéis.
Llore conmigo la gente, alegres y atribulados, por lavar cuyos pecados mataron al Inocente.
¡Mataron a mi Señor, mi Redentor verdadero! ¿Cómo no muero con tan extremo dolor?
Señora, santa María, déjame llorar contigo, pues muere mi Dios y mi amigo, y muerta está mi alegría. Y, pues os dejan sin Hijo, dejadme ser hijo vuestro. ¡Tendréis mucho más que amar, aunque os amen mucho menos!”.
De este hermoso Himno, se pueden extraer buenas enseñanzas del quehacer de la Santísima Virgen en favor de los que le fuimos dados por su Hijo en la Cruz.
Ella nos convoca para que le ayudemos, en su dolor y en su pesar, a seguir trabajando en este combate espiritual, que todos libramos a nivel individual y también a nivel comunitario.
Leamos y oremos con serenidad y tranquilidad este Himno dedicado a la Virgen Dolorosa.
Y reza ya a Ella, al menos tres avemarías, por todas las necesidades de los Hermanos, en las que están incluidas también las tuyas. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
En la Sagrada Liturgia encontramos 46 Misas dedicadas a la Santísima Virgen, que se pueden celebrar, por diferentes motivos o en momentos concretos, en honra y gloria de la Virgen Santa María.
La número 32 es la Misa dedicada a la Virgen María, Madre y Maestra espiritual.
La Santísima Virgen María, Madre y Maestra espiritual, vivió plenamente unida a su Divino Hijo durante los años en que ambos estuvieron en el mundo.
Ella es la primera en hacerse presente cuando se ofrece el Sacrificio incruento de Jesús en los altares de la tierra, porque en cada Misa contempla y revive todos y cada uno de los Misterios de la Vida de su Hijo y Señor, a quien estuvo, está y estará unida, como ninguna otra criatura. Por eso, también es la primera adoradora, y la que, como buena Maestra, nos enseña a adorar.
De esta Misa dedicada a la Virgen María, Madre y Maestra espiritual, os cito dos puntos significativos; el primero es del Prefacio y el segundo la oración colecta.
En el Prefacio se dice: "asociada íntimamente al misterio de Cristo, no cesa de engendrar nuevos hijos con la Iglesia, a los que estimula con amor y atrae con su ejemplo, para conducirlos a la caridad perfecta. Ella es modelo de vida evangélica, de ella nosotros aprendemos; con su inspiración nos enseña a amarte, Señor, sobre todas las cosas, con su actitud nos invita a contemplar tu Palabra, y con su corazón nos mueve a servir a los hermanos...”
Y con la oración colecta la Iglesia reza, rezamos: "Te suplicamos, Señor, que la poderosa intercesión de la Virgen María nos ayude y nos haga llegar hasta Cristo, monte de la salvación. Que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén”.
He aquí una faceta más de la Virgen Madre, la de Maestra espiritual también. Reflexionemos y veamos lo que a Ella nos une o lo que aún tenemos por descubrir y aprender.
Reza con fe y esperanza a la Santísima Virgen María, en favor de todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos volvemos a encontrar. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Sábado de la Octava de Pascua.
Seguimos en la certeza de que Jesús, ha resucitado.
Hoy la primera lectura de la Misa tomada de los Hechos de los Apóstoles 4,13-21 lo muestra con toda claridad: "En aquellos días, los jefes del pueblo, los ancianos y los escribas, viendo la seguridad de Pedro y Juan, y notando que eran hombres sin letras ni instrucción, estaban sorprendidos. Reconocían que habían sido compañeros de Jesús, pero, viendo de pie junto a ellos al hombre que había sido curado, no encontraban respuesta. Les mandaron salir fuera del Sanedrín y se pusieron a deliberar entre ellos, diciendo:
¿Qué haremos con estos hombres? Es evidente que todo Jerusalén conoce el milagro realizado por ellos, no podemos negarlo; pero, para evitar que se siga divulgando, les prohibiremos con amenazas que vuelvan a hablar a nadie de ese nombre.
Y habiéndolos llamado, les prohibieron severamente predicar y enseñar en el nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan les replicaron diciendo:
¿Es justo ante Dios que os obedezcamos a vosotros más que a él? Juzgadlo vosotros. Por nuestra parte no podemos menos de contar lo que hemos visto y oído.
Pero ellos, repitiendo la prohibición, los soltaron, sin encontrar la manera de castigarlos a causa del pueblo, porque todos daban gloria a Dios por lo sucedido”.
En este convencimiento que muestran los apóstoles, hemos de vivir y movernos nosotros también, pues la Fe nos da seguridad y firmeza suficientes para dar testimonio firme de que Jesús ha resucitado, así como que, apoyados en Él, podremos vivir los frutos de la conversión conseguida durante la Cuaresma, aunque aún haya que perfeccionarla en algunos aspectos.
Llegados al final de esta Octava de Pascua, en la que hemos tenido la ocasión de experimentar cada día el hecho más transcendental de la Historia de la Humanidad, nos disponemos a vivir mañana la Fiesta de la Divina Misericordia.
Y acogiéndonos al Señor en su Divina Misericordia, imploremos su ayuda en favor de todas las necesidades de los Hermanos que aquí estamos, en torno a la que es Madre de la Misericordia. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Miércoles de la Octava de Pascua.
No sería nada extraño que en tu anuncio de la Resurrección de Cristo, te encontraras con la negativa de la verosimilitud del hecho, o al menos la fuerte duda de que sea verdad lo que dices. No debe sorprenderte, pues entre los once hubo uno, Tomás, que no se lo creyó cuando le dijeron que habían visto al Señor. Recuerda el relato de San Juan.
"Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: Hemos visto al Señor. Pero él les contestó: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo. A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Contestó Tomás: ¡Señor mío y Dios mío! Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto” (Jn 20,24-28).
‘Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto’. He aquí la fuerza de nuestra FE y la firmeza que da el haber sentido, vivido, en la Celebración de la Vigilia Pascual la certeza de que Cristo ha Resucitado.
El hermoso Pregón Pascual que se proclama al comienzo de la Vigilia de Pascua, tiene una estrofa muy significativa: "¡Qué noche tan dichosa! Sólo ella conoció el momento en que Cristo resucitó de entre los muertos”.
Sigamos empapando el propio corazón del maravilloso acontecimiento de la Resurrección de Cristo, sin dejar de dar conocimiento del mismo a cuantos podamos.
Reza ya con mucha confianza al Señor Resucitado en favor de todas las necesidades de los Hermanos, que aquí estamos en torno a su Madre, María de Nazaret. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este Viernes Santo.
Día de profundo recogimiento interior mientras acompañamos al Señor en las últimas horas de su Pasión, que culminarán en su Muerte en el Calvario.
La Celebración Litúrgica de hoy nos llevará, mediante la lectura de la Pasión, a vivir este último tramo de la vida de Jesús; en ella se hará el gran rito de la Adoración de la Santa Cruz, ante la que se exclamará: "Mirad el árbol de la cruz, donde estuvo clavada la salvación del mundo”, respondiendo: "Venid a adorarlo”.
En este día santo sobresalen dos ejercicios de piedad muy significativos: el Santo Vía Crucis, que recorre el camino de Jesús hasta el Calvario, y el ejercicio de las Siete Palabras, que pronunció Jesús ya clavado en la Cruz.
Con el deseo de favorecer la reflexión y meditación de estos dos ejercicios piadosos, transcribo las catorce estaciones del Vía Crucis y las Siete Palabras
VÍA CRUCIS
1ª Estación: Jesús condenado a muerte.
2ª Estación: Jesús cargado con la Cruz.
3ª Estación: Jesús cae por primera vez.
4ª Estación: Jesús se encuentra con su Santísima Madre.
5ª Estación: El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz.
6ª Estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús.
7ª Estación: Jesús cae por segunda vez.
8ª Estación: Jesús consuela a la hijas de Jerusalén.
9ª Estación: Jesús cae por tercera vez.
10ª Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.
11ª Estación: Jesús es clavado en la Cruz.
12ª Estación: Jesús muere en la Cruz.
13ª Estación: El cuerpo de Jesús en brazos de su Madre.
14ª Estación: Jesús es sepultado.
SIETE PALABRAS DE CRISTO EN LA CRUZ
"Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas, 23, 34).
"Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso” (Lucas, 23, 43).
"Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo Ahí tienes a tu madre” (Juan, 19, 26-27).
"¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?”. (Mateo, 27, 46) - (Marcos, 15, 34).
"Tengo sed” (Juan, 19, 28).
"Todo está cumplido” (Juan, 19, 30).
"Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lucas, 23, 46).
Y ya finalmente os recuerdo que en este Viernes Santo se puede ganar la Indulgencia plenaria, asistiendo piadosamente a la Adoración de la Cruz en la Celebración de la Pasión del Señor.
No dejes tampoco de pedirle al Señor Crucificado por la mejor solución de todas las dificultades, problemas y necesidades de cada Hermano, que aquí nos encontramos en torno a la Santísima Virgen de los Dolores. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este Miércoles Santo.
El relato del Santo Evangelio de hoy resulta tan realista como duro y hasta cruel; está tomado del evangelio de San Mateo 26,14-25 y en él leemos: "En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso: ¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego? Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo”.
Resulta muy fuerte ver a este apóstol del Señor, que había contado con la máxima confianza de Jesús, pues llevaba ‘la bolsa’, esto es, la economía, que lejos de mantener lo menos que se le puede pedir a un administrador, que es lealtad, ante el panorama que veía venir por la presión de los Sumos Sacerdotes y de los Fariseos sobre el Señor, decide lo que es lo más bochornoso, y todos los demás calificativos que se quieran agregar, en la conducta de un ser humano: la traición.
En este mismo relato evangélico, ya en la última cena, se dice: "Mientras comían dijo Jesús: Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar. Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: ¿Soy yo acaso, Señor? Él respondió: El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber nacido. Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: ¿Soy yo acaso, Maestro? Él respondió: Tú lo has dicho”.
Contemplando estas imágenes, cuánta desazón y tristeza se puede llegar a sentir viendo toda la trama que Judas Iscariote ha urdido, así como la frialdad con la que se mantiene entre los doce en el último encuentro íntimo que el Señor Jesucristo mantiene con sus apóstoles. Cada uno sabrá cuáles son sus sentimientos, pero lo más triste y duro es que entre nosotros, en nuestra sociedad contemporánea, se siguen repitiendo estos comportamientos que tanto ofenden a Dios y ultrajan el Sagrado Corazón de Jesús.
Aquí lo dejo para que sigas preparando, en tu recogimiento interior, la participación en las celebraciones de la Pasión y Muerte del Señor. Él espera que estés a su lado y le acompañes con generosidad en estos solemnes momentos de su existencia terrenal, que se vuelven a actualizar en virtud de la Sagrada Liturgia.
No dejes de rezar hoy también en favor de todas las necesidades de los Hermanos que nos unimos cada día aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este Lunes Santo.
Estos días anteriores a la Pasión del Señor se ve cómo la vida de Jesús fue intensa y muy activa, dibujándose en el horizonte ya la tragedia que se venía encima, pues los sumos sacerdotes y los fariseos ya habían decidido darle muerte.
Siempre es necesario acudir a la Sagrada Escritura para ir iluminando nuestros pasos, pero esta semana es mayor esta necesidad.
La Iglesia nos ofrece hoy en la primera lectura de la Santa Misa el primer cántico del Siervo de Yahvé, que sabéis encontramos hasta cuatro en el Profeta Isaías.
"Mirad a mi Siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones.
No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará. Manifestará la justicia con verdad. No vacilará ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En su ley esperan las islas.
Esto dice el Señor, Dios, que crea y despliega los cielos, consolidó la tierra con su vegetación, da el respiro al pueblo que la habita y el aliento a quienes caminan por ella: Yo, el Señor, te he llamado en mi justicia, te cogí de la mano, te formé e hice de ti alianza de un pueblo y luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la cárcel, de la prisión a los que habitan en tinieblas.
Yo soy el Señor, este es mi nombre; no cedo mi gloria a ningún otro, ni mi honor a los ídolos. Lo antiguo ya ha sucedido, y algo nuevo yo anuncio, antes de que brote os lo hago oír” (Is 42,1-9).
Este hermoso pasaje nos puede ayudar a encontrarnos más y mejor con Jesús y ver la gran misión a la que le envió el Padre.
"Mirad a mi Siervo...” nos dice nuestro Padre Dios, para seguidamente ir describiendo su quehacer y su comportamiento.
Pero además de invitaros a saborear y reflexionar este cántico del Siervo de Yahvé, quiero fijarme en el versículo 8, que dice: "Yo soy el Señor, este es mi nombre; no cedo mi gloria a ningún otro, ni mi honor a los ídolos”. El Señor es muy claro ante las muchas veces que nosotros buscamos la gloria en otros ídolos, incluso en nosotros mismos, y el Señor es muy celoso de su gloria como ya vemos.
Dedicados al recogimiento y a la oración durante estos días, no olvides de encomendar con tu oración a todos los Hermanos que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía, para que Ella nos alcance todas las gracias necesarias. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Domingo de Ramos.
Este día, Domingo de Ramos, es el último de la Cuaresma y el primer día de Semana Santa.
En el Domingo de Ramos, los cristianos conmemoramos la entrada de Jesús en Jerusalén, montado en un asno, aclamado como Hijo de Dios, días antes de su pasión y muerte.
Cinco siglos antes de Cristo, el Profeta Zacarías anunció este acontecimiento que hoy la Liturgia nos actualiza: "¡Exulta sin freno, hija de Sion, grita de alegría, hija de Jerusalén! He aquí que viene a ti tu rey: justo él y victorioso, humilde y montado en un asno, en un pollino, cría de asna” (Zac 9,9).
Cumpliendo la profecía, los fieles seguidores de Jesús lo recibieron extendiendo sus mantos por el camino o ramas de oliva, árbol típico de donde vivió Jesús, y palmas, mientras lo aclamaban rey y gritaban ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!, ¡Hosanna en las alturas!
Debe de ser visto este día como el momento para proclamar a Jesús el Rey de nuestras vidas, tal como lo aclamó aquella gente de Jerusalén al seguir a Cristo.
En este día de júbilo, hemos de mantener también el recogimiento interior que nos prepare para hacer camino en los tres próximos días, y poder llegar a la Celebración e la Cena del Señor, el Jueves Santo, con el corazón y la mente bien dispuestos para aprovechar tantas gracias como el Cielo derrama esos días, a quienes acompañan al Señor Jesucristo en su Pasión y Muerte.
No olvidemos suplicar a Dios por tantos cristianos, que durante estos días viven apartados de lo que es esencial y nuclear en la Fe cristiana.
Y también hoy, reza al Señor Dios por todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos volvemos a encontrar, en este día luminoso por la presencia de Cristo en Jerusalén. Acojamos a María, nuestra Madre y nuestra Guía, para que nos ayude a comprender bien y a vivir intensamente lo que conmemoramos en esta Semana Santa. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el V Domingo de Cuaresma.
Entramos ya en la última semana de Cuaresma para dar paso a los días en los que viviremos el Triduo Pascual.
Serán estos próximos días como un momento bueno para decidirse a mirar cara a cara al Señor Jesús, y enderezar la propia vida hacia sus deseos y designios de Amor.
Hoy las lecturas de la Misa son a cual más sugerente y atractiva, pero como el espacio que tenemos es limitado, resaltaremos de cada una de ellas lo que puede ser interesante.
De Isaías 43,16-21: "No recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo nuevo...”.
De la carta de San Pablo a los Filipenses 3,8-14: "Todo lo considero pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo y ser hallado en él...”.
El evangelio de San Juan 8,1-11, relata el episodio de la mujer adúltera llevada por los escribas y fariseos ante Jesús en el Templo, para provocarlo y poder acusarlo, le dicen: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?” Jesús escribía con el dedo en el suelo, pero ante la insistencia "se incorporó y les dijo: El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra, e inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos... Jesús se incorporó y le preguntó: Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado? Ella contestó: Ninguno, Señor. Jesús dijo: Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más”.
Vuelve el Señor a despedir a la persona que ha salvado, en este caso de los fariseos que la acusaban, diciéndola que se vaya y que ‘no peque más’.
He aquí la gran clave para mantener el camino de la conversión: evitar el pecado.
En el pecado está toda la fuerza del príncipe de este mundo, del padre de la mentira, Satanás, que mediante la seducción al pecado lleva a las personas al trastorno, que luego será la base para todas las maldades que se encuentra, comenzando por sí mismos.
Reza hoy al Señor Resucitado, por todas las necesidades de los Hermanos, en las que están incluidas las tuyas, para que venga en nuestra ayuda. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
De todas las páginas del evangelio se extraen enseñanzas muy importantes, pues son de gran interés para hacer un camino de vida cristiana.
Hoy, martes de la IV semana de Cuaresma, la Iglesia nos propone la imagen del Señor Jesús en la piscina de Betesda, con muchos enfermos que estaban echados esperando que se removiera el agua para echarse a la piscina y ser curados,
Dice que Jesús vio a un hombre que llevaba 38 años enfermo. Continua el evangelio diciendo: "¿Quieres quedar sano? El enfermo le contestó:
Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado. Jesús le dice:
Levántate, toma tu camilla y echa a andar. Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar”.
Los judíos preguntaban al paralítico quién le había curado, él no lo sabía, pero más tarde Jesús le encuentra en el Templo y le dice: "Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor”.
Hay dos consideraciones que me parecen importantes para reflexionar.
La primera es que este es uno de los poquísimos milagros que Jesús hace por iniciativa propia, siempre es la persona la que ha de arrancar de Dios la gracia de su salvación.
La segunda es la vinculación que el Señor hace de la enfermedad con el pecado, cuando le dice: ‘Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor’. Aquí hemos de pensar que siempre el pecado enferma al alma, espiritualmente, enferma a toda la persona, con mayor o menor intensidad, según sea el pecado. Además el pecado también puede ser causa de enfermedades físicas como bien se sabe, por razones directas o por la desestabilización de la armonía natural en la que debe mantenerse la persona física, psíquica y mentalmente.
Como quiera que sea, el Señor Jesús le habla con claridad a este paralítico, como lo hará con otros enfermos que también ha curado: ‘vete y no peques más’.
¿Cómo podríamos entender esta rotunda verdad para erradicar el pecado de nuestras vidas y de nuestra sociedad?
Reza ya al buen Jesús, para que nos cure de todas nuestras enfermedades y venga en auxilio de las necesidades de los Hermanos que hoy volvemos a encontrarnos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este domingo IV de Cuaresma, domingo Laetare.
Hoy la Iglesia celebra un día de alegría ante la proximidad ya de la Pascua. La Cuaresma ha avanzado ya un tiempo suficiente para tomar buena conciencia de que somos pecadores, necesitados de conversión.
En la segunda lectura de la Misa, San Pablo les dice a los Corintios: "Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios”.
Esta exigencia de reconciliarse con Dios es apremiante por todo lo que se está viendo, desde todos los ángulos que se quieran mirar.
El santo evangelio nos presenta la parábola del Hijo pródigo, tan significativa para la vida de los cristianos en general y para cualquiera de ellos en particular.
Tres personas: el padre. El hijo menor y el hijo mayor. En esta parábola hay un sinfín de matices y un gran número de enseñanzas que aquí no podemos desgranar, pero una de las imágenes que más nos puede ayudar a las personas necesitadas del encuentro con Dios, de la reconciliación con Él que habla San Pablo, es aquella en la que el hijo menor arruinado y derrotado por su mal vivir, cuidando cerdos y muerto de hambre se dice: "Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros".
‘Me levantaré’, esta decisión es rotunda y decidida. ‘Iré a mi padre y le diré...’, reconocimiento de su pecado, de su culpa, con el firme deseo de reconciliarse con su padre y si es preciso ocupar el último lugar de la casa con los jornaleros. ¡Qué importante es el reconocimiento de los pecados, el arrepentimiento y el confesarlos!
Esta parábola está en el evangelio de San Lucas 15,11-32.
Aprovechemos este Domingo Laetare para centrarnos aún más, si cabe, en este camino hacia el encuentro con Cristo Resucitado, sabiendo que hay que pasar por acompañar a Jesús en su Pasión y Muerte.
No olvides rezar a nuestro Padre Dios, lleno de Amor y Misericordia por nosotros, para que venga en auxilio y solución de todos los problemas y necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Solemnidad de la Anunciación del Señor.
En la Profesión de Fe, después de profesar: ‘Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor’, decimos: "Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, y nació de Santa María Virgen”.
He aquí el resumen de esta Solemnidad que estamos celebrando hoy, que el Señor Jesucristo fue concebido en las entrañas purísimas de la Santísima Virgen, para cumplir la gran misión de la Redención.
Pero esto pudo ser por el FIAT de María, una respuesta de la Virgen que debe ser para cada uno la garantía de estar siempre abiertos a los designios de Dios.
Es verdad que la vida tiene aristas que son fuertes y momentos duros, pero no es menos verdad que todo esto se supera con facilidad cuando, primero, se tienen las cosas claras y, segundo, cuando igualmente se tiene el deseo y la voluntad de vivir al estilo de la Virgen Santa María, que toda su tarea fue y es darnos a Jesús y llevarnos a su encuentro.
Hoy rezamos con la Iglesia: "Señor, tú has querido que la Palabra se encarnase en el seno de la Virgen María; concédenos, en tu bondad, que cuantos confesamos a nuestro Redentor, como Dios y como hombre verdadero, lleguemos a hacernos semejantes a él en su naturaleza divina. Por nuestro Señor Jesucristo”. Una oración con todo un sentido espiritual, pues si Cristo se ha hecho de nuestra naturaleza, nosotros deseamos llegar a compartir su naturaleza divina.
Ofrezcamos hoy a la Santísima Virgen alguno de esos regalos que a Ella tanto le agradan, cada uno según sus posibilidades.
Hoy rézala a Ella también, en favor de las necesidades de todos los Hermanos que jubilosos nos encontramos aquí como cada día. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el III Domingo de Cuaresma.
Puede parecer que seguir los compromisos bautismales, esto es, seguir al Señor Jesucristo es duro e incluso difícil: nada más lejos.
Lo que ocurre es que las personas quieren seguir el libre albedrio sin ninguna orientación y sin ninguna sujeción, únicamente siguiendo los impulsos de las fuerzas desordenadas del corazón, como son: el egoísmo, la ambición, la vanidad, el orgullo, los placeres de todo tipo que se encuentran a lo largo del camino...
Y así no se puede llegar muy lejos, pues entrados en la espiral del mal y de las tinieblas, no se vivirá si no es al servicio del demonio.
En la Palabra de Dios que se proclama en este Domingo de Cuaresma, San Pablo hace una seria advertencia a los Corintios: "Por lo tanto, el que se cree seguro, ¡cuidado!, no caiga” (1 Cor 10,12), pues cuando se siguen los postulados de las pasiones del corazón y de la carne se tiene la soberbia suficiente para sostenerlos, pero más pronto que tarde se caerá y con cierto estrépito, sea moral, físico, material, etc.
Y el Señor Jesús en el evangelio de San Lucas nos dirá con cierta severidad y por dos veces: "...si no os convertís, todos pereceréis lo mismo...”. El texto es: "¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera” (Lc 13,1-9).
Reflexionemos nuevamente hoy en esa continua llamada de la Cuaresma a la conversión. No debemos resistirnos, y aunque sea dando pasos muy cortos, la jornada cuaresmal nos da espacio suficiente para llegar al Triduo Pascual con el corazón diferente: ‘corazón de carne y no de piedra’ como lo muestran algunos cuando se quieren manifestar insensibles a las necesidades reales de los que las tienen.
Hoy reza, por favor, con más intensidad al Señor Jesucristo Resucitado, por todas las intenciones y carencias que tienen los Hermanos aquí reunidos en torno a la Madre Santísima del Señor Resucitado. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Volvemos hoy a fijarnos en la Palabra de Dios que la Iglesia nos pone en este sábado de la primera semana de Cuaresma.
El evangelio sigue siendo parte del Sermón del Monte y aunque es un texto conocido, siempre conviene volver a encontrarse con él ya que las personas somos muy olvidadizas y necesitamos mantener viva la memoria.
Dice: "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mt 6,43-48).
Este texto tiene varios puntos para la reflexión y el examen de conciencia que no deberíamos desaprovechar, pues siempre se suele pensar que son los otros los que necesitan vencer sus malos quereres o desamores, rectificar sus comportamientos, y, por supuesto, escuchar la sugerencia del Señor, que más bien es un mandato: ‘sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto’.
No pocas veces pienso que somos poco serios, pues, en el mejor de los casos, conocemos las Sagradas Escrituras y la Doctrina católica, pero en cambio preferimos los caminos de los egoísmos, las ambiciones y todo aquello que al final son banalidades; por ello conviene no desperdiciar este Tiempo de gracia que es la Cuaresma, para poner un poco en orden la propia vida mirando al Señor y dejándonos iluminar por su Espíritu Santo.
Hoy, sábado, te pido que reces a la Santísima Virgen en favor de los Hermanos y sus necesidades. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Primer Domingo de Cuaresma.
Alguno recordará que el pasado año ya me referí a la oración con la que hoy reza la Iglesia: "Dios todopoderoso, por medio de las prácticas anuales del sacramento cuaresmal concédenos progresar en el conocimiento del misterio de Cristo, y conseguir sus frutos con una conducta digna. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Y lo vuelvo a hacer porque esta petición que hacemos: ‘...concédenos progresar en el conocimiento del misterio de Cristo...’, es una de las claves de la vida cristiana, conocer el misterio de Cristo, conocer a Dios engendrado en nuestra naturaleza humana para darnos VIDA, para que ya no vivamos en la antigua servidumbre del pecado y podamos compartir con Él la gloria de su Resurrección por toda la eternidad.
Hoy también, en el evangelio se cuentan las tentaciones del demonio al Señor en el desierto, que podéis leer, además de que escuchéis en la Misa el evangelio, en Lc 4,1-13; será una seria y buena meditación.
Y en el Prefacio de la Misa, que es propio del día, pedimos: "...El (Jesucristo) cual, al abstenerse durante cuarenta días de tomar alimento, inauguró la práctica de nuestra penitencia cuaresmal, y al rechazar las tentaciones de la antigua serpiente, nos enseñó a sofocar la fuerza del pecado; de este modo, celebrando con sinceridad el Misterio pascual, podremos pasar un día a la Pascua que no acaba”.
La Iglesia proclama que el Señor nos enseñó, nos enseña hoy ‘a sofocar la fuerza del pecado’ que ha llevado siempre al hombre a alguna ‘dependencia o cautividad’, bien sea moral, espiritual, incluso material o física, alcanzando la verdadera libertad de los hijos de Dios, de los que tenemos infinidad de testimonios en la historia de la espiritualidad, más, por supuesto, de los que nos muestra el santoral.
Vamos a seguir este camino cuaresmal con mucha ilusión, trabajando por conseguir avanzar seriamente en la propia conversión.
Hemos de rezar todos al Señor Resucitado por las intenciones y necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Miércoles de Ceniza.
Comencemos rezando con la Iglesia que hoy ora así: "Señor, fortalécenos con tu auxilio al empezar la Cuaresma, para que nos mantengamos en espíritu de conversión; que la austeridad penitencial de estos días nos ayude en el combate cristiano contra las fuerzas del mal. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Con esta oración somos conscientes que necesitamos la fortaleza del Espíritu Santo para el combate espiritual, que se ha de mantener a lo largo de este tiempo cuaresmal, al tiempo que nos disponemos, nos comprometemos, a mantener la austeridad penitencial, pues tenemos conciencia de que hemos de luchar ‘contra las fuerzas del mal’.
En la liturgia de la Palabra, encontramos en la lectura de la segunda carta de San Pablo a los Corintios, estos dos consejos: "En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios”, y más adelante nos dice: "Os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Pues dice: En el tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé. Pues mirad: ahora es tiempo favorable, ahora es el día de la salvación”.
Poco comentario cabe, pues la reflexión personal ya nos ayudará a dejarnos empapar de la Gracia de Dios, y con ilusión podremos comenzar este camino cuaresmal, que será duro, pues el entorno social está siendo muy doloroso, pero a la vez ha de ser también un camino gozoso.
No olvides de rezar, que menos que un padrenuestro al Señor Jesucristo, en favor de todas las intenciones y necesidades de los Hermanos que, unidos en María, nuestra Madre y nuestra Guía, aquí nos encontramos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Cátedra de San Pedro.
"Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará” (Mt 16,18).
Este es uno de los días en el año en el que se nos pone delante el Amor que le debemos a la Iglesia Católica como miembros suyos que somos, así como el reconocimiento hacia el Vicario de Cristo, teniendo clara conciencia que, tanto por la Iglesia como por el Papa, debemos rezar con insistencia, pues es la mejor aportación que podemos hacer, para después trabajar cuanto se pueda, desde el seno de la Iglesia, por la extensión del Reino de Dios.
También es un día para tomar conciencia de lo importante que es conocer bien los fundamentos de nuestra Fe, pues mientras peregrinamos por este mundo no podemos hacerlo, ni fuera de la Iglesia, sino en su seno y en su comunión, ni tampoco de espaldas a su Jerarquía cuya cabeza es el Papa.
Estas cosas que a su vez son tan elementales, conviene refrescarlas y renovarlas en estos tiempos en los que la confusión se propaga y se extiende con tanta ligereza.
Pues en la oración a la que nos convoca la Liturgia hoy, lo dejo.
Con la confianza igualmente de que recéis, como cada día, en favor de las necesidades de todos los Hermanos, que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Sabemos que nuestra principal referencia para andar los caminos de la vida con la suficiente claridad de ideas y firmes convicciones, es la Palabra de Dios.
A esta Palabra de Dios debemos acudir con frecuencia para alimento del espíritu y conocimiento de cómo nos convendrá gobernar la propia vida, pero además la Iglesia nos la ofrece en las celebraciones de la Santa Misa de cada día.
Este domingo VII del Tiempo Ordinario, en su ciclo C, nos ofrece la perícopa del Evangelio de San Lucas 6,27-38, que es una fuerte llamada a vivir con un gran corazón. Además se nos ofrece como una guía interesante para hacer un fructífero examen de conciencia.
Pero previo a ofreceros el texto, quiero que veáis la oración colecta con la que hoy orará la Iglesia: "Concédenos, Dios todopoderoso, que, meditando siempre las realidades espirituales, cumplamos, de palabra y de obra, lo que a ti te complace. Por nuestro Señor Jesucristo”.
‘Meditando siempre las realidades espirituales...’, he aquí la invitación frecuente que os hago cuando, planteadas las cuestiones, os invito a la reflexión, porque de la meditación seria y profunda de lo que es la vida espiritual podrá emanar el fiel cumplimiento de la voluntad de Dios.
Sigue el texto del Evangelio de hoy: "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian.
Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen... Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros”.
Que no falte hoy tu oración al Señor Jesucristo Resucitado, para que derrame sus Bendiciones sobre todos los problemas y necesidades de los Hermanos, que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en esta Memoria de Santa María en Sábado.
En este sábado de la V semana del Tiempo Ordinario, en las lecturas de la Santa Misa se toma un texto del Primer Libro de los Reyes, que voy a transcribir para vuestra reflexión en los presentes momentos que estamos viviendo.
Lectura del primer libro de los Reyes (12,26-32;13,33-34): "En aquellos días, Jeroboán pensó para sus adentros: «Todavía puede volver el reino a la casa de David. Si la gente sigue yendo a Jerusalén para hacer sacrificios en el templo del Señor, terminarán poniéndose de parte de su señor, Roboán, rey de Judá; me matarán y volverán a unirse a Roboán, rey de Judá.»
Después de aconsejarse, el rey hizo dos becerros de oro y dijo a la gente: «¡Ya está bien de subir a Jerusalén! ¡Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto!»
Luego colocó un becerro en Betel y el otro en Dan. Esto incitó a pecar a Israel, porque unos iban a Betel y otros a Dan. También edificó ermitas en los altozanos; puso de sacerdotes a gente de la plebe, que no pertenecía a la tribu de Leví. Instituyó también una fiesta el día quince del mes octavo, como la fiesta que se celebraba en Judá, y subió al altar que había levantado en Betel, a ofrecer sacrificios al becerro que había hecho. En Betel estableció a los sacerdotes de las ermitas que había construido. Jeroboán no se convirtió de su mala conducta y volvió a nombrar sacerdotes de los altozanos a gente de la plebe; al que lo deseaba lo consagraba sacerdote de los altozanos. Este proceder llevó al pecado a la dinastía de Jeroboán y motivó su destrucción y exterminio de la tierra”.
Que en esta oración bajo la guía de la Palabra de Dios, encontremos la LUZ que necesitamos.
Y a María, nuestra Madre y nuestra Guía, te pido reces ya con Fe y Esperanza, por las necesidades, materiales y espirituales, de todos los Hermanos que aquí nos encontramos cada día. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo.
La Sagrada Liturgia nos trae hoy una de las estampas del Evangelio más entrañables, muy real en su contenido y extraordinariamente elocuente en el desarrollo de lo que ocurrió en el Templo.
María y José acuden con el Niño, al Templo de Jerusalén para cumplir con lo mandado por la Ley de Moisés, sin más pretensión que ser fieles observadores de la Ley, pero allí se encuentran con el anuncio de la realidad que les espera.
En el relato del evangelio de San Lucas, capítulo 2, dice que: "Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel”.
Continua el evangelio diciendo que: "Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción y a ti misma una espada te traspasará el alma, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones”.
En esta segunda parte se le desvela a María cuánto será el sufrimiento que llevará para Ella la vida de Jesús, cuyas consecuencias se concretarán en la Pasión y Muerte del Señor en el Calvario.
El sufrimiento es un aspecto de la vida que acompaña a las personas, que se debe aceptar y asumir con el mejor de los ánimos, para darle su verdadero sentido, porque rechazarle o huir de él ofrece resultados nunca buenos, sobre todo a medio y largo plazo.
Que esta Fiesta nos ayude a comprender el sufrimiento de la vida, que cada uno experimenta según su situación y sus circunstancias.
Reza, con Fe y Esperanza, para que Dios ayude con su Gracia a todos los Hermanos en sus sufrimientos, debilidades y limitaciones. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor, Tercer Domingo del Tiempo Ordinario del Ciclo C.
En la segunda lectura de la Santa Misa, Primera Carta a los Corintios, 12,12-30, el Apóstol San Pablo explica cómo somos todos miembros de un mismo cuerpo y necesitamos unos de otros como los diferentes miembros del cuerpo.
Piénsalo: Tú necesitado de los hermanos que contigo formáis un mismo y solo cuerpo en el Señor Jesucristo; los hermanos, cualquiera de ellos y en cualquier momento, necesitados de ti.
¿Qué hacer ante esta realidad que tantas veces no parece que fuera con uno mismo?
La oración colecta con la que la Iglesia reza hoy y a la que nos unimos con el ‘amén’, que la hace propia y la ratifica desde la propia voluntad, dice: "Dios todopoderoso y eterno, orienta nuestros actos según tu voluntad, para que merezcamos abundar en buenas obras en nombre de tu Hijo predilecto. El, que vive y reina contigo”.
Qué bonito pedirle a Dios que ‘oriente nuestros actos según su voluntad’, pues el secreto de todo y para todo está precisamente en la Voluntad de Dios, que nunca puede ser ni nociva ni mala para la persona.
Por eso la gran importancia que tiene la tercera petición del Padrenuestro: "Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”, pues, en definitiva, de otra forma bien distinta nos iría si viviéramos según la ‘Voluntad de Dios’.
Las personas, en el ejercicio de su libertad, van haciendo las cosas a su libre albedrío, que no siempre son correctas ni dentro del orden establecido y necesario, con lo que introducen muchos elementos contrarios a la ‘Voluntad de Dios’, en la que, en cambio, está siempre la armonía, el equilibrio, la paz, la caridad..., todo lo que es en definitiva la vida y convivencia de las Tres personas de la Santísima Trinidad.
Por ello es importantísimo, no solo rezar el Padrenuestro, sino fijarnos y pararnos en la tercera petición: "Hágase tu Voluntad en la tierra como en el cielo”, que a modo de jaculatoria también podemos repetirla con frecuencia en la Fe y en la confianza de que será de un gran provecho para toda la humanidad.
Los Hermanos necesitan hoy también tu oración, tal como nos enseña el Apóstol; no dejes de rezar al Señor Jesús Resucitado en este día domingo, para que colme de bendiciones todas las necesidades de cada uno de ellos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
En nuestra relación con la Santísima Trinidad, ha de ocupar un lugar especial, si cabe, en nuestro corazón la relación personal con Dios nuestro Padre.
Gustar de la oración con Él, comenzando con la oración del Padrenuestro, que el Señor Jesús nos enseñó con tanto esmero, para pasar a la relación coloquio en la que se expresan los sentimientos de Amor y se espera de Él tanto como nos puede dar, pues no podemos olvidar que es el Señor de la Vida y de la Historia.
Hoy os traigo un Himno litúrgico que es bellísimo y que bien se puede hacer oración, para que disfrutes en esa relación filio-paternal.
"Padre: has de oír este decir que se me abre en los labios como flor.
Te llamaré Padre, porque la palabra me sabe a más amor.
Tuyo me sé, pues me miré en mi carne prendido tu fulgor.
Me has de ayudar a caminar, sin deshojar mi rosa de esplendor.
Por cuanto soy gracias te doy: por el puro milagro de vivir.
Y por el ver la tarde arder, por el encantamiento de existir.
Y para ir, Padre, hacia ti, dame tu mano suave y tu amistad.
Pues te diré: sólo no sé ir rectamente hacia tu claridad.
Tras el vivir, dame el dormir con los que aquí anudaste a mi querer.
Dame, Señor, hondo soñar. ¡Hogar dentro de ti nos has de hacer! Amén”.
Fomentemos una relación personal con nuestro Padre Dios, porque en ella encontraremos muchas luces que nos son necesarias para hacer este camino de la vida con los menores errores posibles.
Además, no olvidemos que ante su Amor y Misericordia hemos de comparecer el día que experimentemos los novísimos: muerte, juicio..., y aquí nos encontraremos con Él, mi Padre, nuestro Padre, que para nada nos quiere lejanos, sino todo lo contrario.
Pues, reza ya hoy a este Padre de Amor para pedirle por todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos en torno a la que se sabe y es ‘la humilde Esclava del Señor’. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
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Buenos días en el domingo Gaudete de Adviento.
Hoy nuestra Madre la Iglesia nos convoca a la alegría, al júbilo, porque comienza a mirar ya hacia el Nacimiento de Jesús, en su primera venida.
Es importante leer y escuchar con atención las lecturas que se proclaman en la Santa Misa, que son una vibrante llamada a vivir en el gozo y la alegría del Dios Altísimo.
Veamos un ejemplo en la segunda lectura de San Pablo a los Filipenses: "Hermanos: Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca.
Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y en la súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de Dios, que supera todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Flp 4,4-7).
Y ver con que hermosa oración reza hoy la Iglesia, y con ella también debemos hacerlo nosotros: "Mira, Señor, a tu pueblo que espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo, y concédele celebrar el gran misterio de nuestra salvación con corazón nuevo e inmensa alegría. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén”.
Pues que este domingo ‘Gaudete’ sea pleno en el Amor de Dios, y que sepamos llevar la Esperanza del ‘Señor que viene’ a todos los hombres que ‘ama el Señor’.
Y en el mismo gozo te pido que no dejes de encomendar al Señor Resucitado, todas las intenciones y necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en María, nuestra Madre y nuestra Guía.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor, II Domingo de Adviento.
Si siempre es importante y necesario escuchar la Palabra de Dios, en estas circunstancias actuales lo es fundamental para poder avanzar en el Amor de Dios.
Las lecturas que se proclaman en la Santa Misa rebosan de Esperanza, de Luz, incluso el evangelio de San Lucas en el comienzo de su capítulo 3, en el que Juan El Bautista hace una fuerte llamada, está también cargado de esa misma ternura que rebosa del Amor de Dios.
Dice así: "Vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz del que grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; los valles serán rellenados, los montes y colinas serán rebajados; lo torcido será enderezado, lo escabroso será camino llano. Y toda carne verá la salvación de Dios”.
Y la oración con la que en este II Domingo de Adviento reza la Iglesia, que soy consciente que el año pasado ya la recogí, pedimos a Dios algo muy hermoso, que como vengo diciendo es igualmente muy luminoso para estos días de incertidumbre que vivimos, de lo que muchos quizás no llegan a ser del todo conscientes.
"Señor todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Con la meditación de tan hermosos textos te dejo, no sin antes pedirte que reces hoy también, con gran fe y esperanza, por las intenciones y necesidades de todos los Hermanos que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Siempre debemos atender y escuchar la Palabra de Dios, pero las lecturas que en estos días no va ofreciendo la Iglesia son muy importantes en sí mismas, máxime si tenemos en cuenta todos los acontecimientos en los que nos encontramos inmersos.
Lo primero que quiero destacar de la Sagrada Liturgia de este penúltimo domingo del Año Litúrgico es la oración colecta, que dice: "Señor, Dios nuestro, concédenos vivir siempre alegres en tu servicio porque en servirte a ti, creador de todo bien, consiste el gozo pleno y verdadero. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Qué hermosa petición: ‘concédenos vivir siempre alegres en tu servicio’; sabemos que la alegría es fruto del Espíritu Santo, que se asegura siempre cuando la Paz de Dios está en los corazones, por la vida de la Gracia.
Y mantenerse en el ‘servicio divino’ no es otra cosa que anticipar, con y en las limitaciones propias de la condición humana, la presencia del Reino de Dios, en el que cuando lleguemos no haremos otra cosa que servir a Dios en su Gloria.
En las lecturas que se proclaman en la Santa Misa hay referencias a los ‘últimos tiempos’ que bien convendría considerar, pues no hay duda que las circunstancias actuales ayudan a comprenderlas mejor, pero me quedo en la última frase del evangelio Mc 13,24-32: "En cuanto al día y a la hora, nadie lo conoce, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, solo el Padre”, lo cual es una buena invitación a que vivamos ese otro consejo evangelio en el que el Señor Jesucristo ha repetido insistentemente: "Velad, velad y orad...”, pero más concretamente en Mt 24,44 nos dice: "Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre”.
Dediquemos el tiempo de oración de este Día del Señor para reflexionar, para poder ajustar nuestra vida a la voluntad de Dios y así también enseñarlo a los otros.
Sin dejar de rezar, con fe y esperanza, al Señor Resucitado por las necesidades de los Hermanos convocados aquí en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
En este domingo de la semana XXXII del Tiempo Ordinario, la Santa Iglesia reza así, que los fieles la ratifican y hacen suya con el ‘Amén’: "Dios omnipotente y misericordioso, aparta de nosotros todos los males, para que, bien dispuesto nuestro cuerpo y nuestro espíritu, podamos libremente cumplir tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo”.
"Podamos libremente cumplir tu voluntad”, esta es la clave principal para vivir responsablemente el propio Bautismo e ir haciendo el camino de la vida en la exigencia que se nos pide para ir con seguridad al cielo.
Ya comentamos días pasados que no era tan difícil atender y vivir según la voluntad de Dios, pues en definitiva es tan sencillo como atender a los deberes morales y sociales que nos piden los Mandamientos de la Ley de Dios y todo lo que de ellos se deriva.
Cierto es que para mantener el cumplimiento de la Ley de Dios en todo el devenir de cada día, se necesitará vivir fielmente los deberes propios en todos los aspectos, para lo que a su vez se necesitará mantener viva la vida de oración personal.
Que no falte cada día ese rato de encuentro íntimo y personal con Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, en el que se muestre el deseo grande de adorarle, amarle y mantener el dialogo sencillo y humilde con todas las inquietudes y preocupaciones que se tengan y se quieran compartir con Él.
Para mantener viva la voluntad de Dios y poder seguirla lo mejor posible, no se puede olvidar los Sacramentos, recordar y actualizar los recibidos: Bautismo, Confirmación, Matrimonio y Orden, según los estados personales, así como frecuentar la Confesión y la Sagrada Comunión, aparte de recibir la Unción de Enfermos cuando se requiera por la necesidad de la edad o de la enfermedad.
Seguir al Señor Jesucristo con la alegría de la vida cristiana no es nada difícil, únicamente habrá que mantener atención a todo lo que es el infinito Amor que Dios tiene a cada uno y procurarse también la ayuda de la Virgen Santísima y de San José, que en la Providencia Divina fueron los padres de Jesús, nuestro Redentor y Salvador.
Os deseo de corazón que este domingo sea una nueva ocasión de ese ‘encuentro personal’ con el Señor, para que puedas renovar tu Fe, tu Esperanza y tu Caridad, que te proporcione la fuerza necesaria para que puedas seguir el camino hacia la Patria Celestial, donde sabes que te están esperando.
Pero no olvides de dedicar un poquito tiempo a rezar al Señor Jesucristo Resucitado, en favor de todas las necesidades de los Hermanos que volvemos a encontrarnos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Bonito día para despedir el mes de octubre quedando en el umbral del mes de noviembre, mes dedicado en la Iglesia Católica a los Fieles Difuntos.
Pero este mes de Noviembre comienza con la gran Solemnidad en honor de Todos los Santos, que mañana ya podremos comentar y reflexionar.
Hoy escuchemos al Señor Jesucristo en el evangelio de San Marcos, que la Iglesia proclama en este domingo, respondiendo a un escriba que le preguntó qué mandamiento es el primero de todos.
Le respondió Jesús: "El primero es: Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. El segundo es este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay mandamiento mayor que éstos”.
Todos lo tenemos muy claro, pero no lo está tanto cuando se trata de expresar con la vida, con las actitudes y con los gestos este Amor a Dios ‘sobre todas las cosas’, que decimos cuando formulamos el primer Mandamiento; ni tampoco que "el Señor, nuestro Dios, ES EL ÚNICO SEÑOR”.
En esta sociedad tan prepotente, porque así nos mostramos los que la formamos, es muy difícil que Dios, Señor de la Vida y de la Historia, sea así reconocido por las personas y aceptado como ‘el único Señor’.
Siempre el hombre ha tenido evidencias de que Dios está por encima de todo y en tantas ocasiones a lo largo de la Historia de la Salvación, se ha comprobado cómo cuando se rendía ante las ruinosas situaciones en las que se metía y acudía al Señor, encontraba la salud y la vida.
El hombre recibió la vida para colaborar en la obra de la creación, fue dotado de la inteligencia, de la memoria y de la voluntad para cumplir esa tarea, pero ya sabemos cómo el pecado tronchó tal misión en la armonía que conllevó la Creación de Dios.
Luego debería realizarla con ‘sufrimiento’ y con ‘dolor’, pero siempre en la dependencia de Dios, al que ha de amar "con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente, con todo el ser”, porque de lo contrario estaría sirviendo al ‘padre de la mentira’, que así se le llama por las artes mentirosas que utilizó para engañar a Eva y a Adán.
Y aquí está la encrucijada para cada una de las personas: ¿A quién amamos, a Dios o al demonio? ¿A quién obedecemos, a Dios o al demonio? ¿Para quién trabajamos, para el Reino de Dios o para el poder de las tinieblas?
Es una cuestión muy seria que no deberíamos despachar sin entrar en el fondo, porque el Señor Jesucristo es muy claro, sin olvidar que es la segunda persona de la Santísima Trinidad, cuando dice: "El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama” (Mt 12,30; Lc 11,23).
Pero tampoco olvides hoy de rezar al Señor Resucitado, en favor de todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
La Oración Colecta de la Misa del Domingo XXX del Tiempo Ordinario (ayer), que se repetirá durante la semana todos los días de Feria, dice: "Aumenta, Señor, en nosotros la fe, la esperanza y la caridad para que cumplamos con amor tus mandamientos y podamos conseguir, así, el cielo que nos tienes prometido. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Como veis, es una oración hermosa en la que se comienza pidiéndole a Dios Padre que nos aumente las tres virtudes teologales que ya recibiéramos en el Bautismo, a fin de poder cumplir los mandamientos y alcanzar así el cielo, la gran promesa de Dios para su pueblo hecha realidad por la entrega de su Hijo en la Cruz.
Merece la pena aprovechar esta ocasión que nos ofrece la Sagrada Liturgia, para escrutar cómo se encuentran nuestra Fe, nuestra Esperanza y nuestra Caridad, pues en definitiva son las grandes ayudas que tenemos para hacer nuestra jornada terrenal sin errores ni equivocaciones graves.
Sabemos que nos espera el Cielo prometido por Dios, del que el Señor Jesucristo insistió en su Anuncio y Predicación del Reino, y del que habló a sus apóstoles más concretamente durante la Última Cena en el discurso de despedida: "No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros” (Jn 14,1-3).
Así, pues, en esta certeza que nos da la Fe, con la perseverancia que nos facilita la Esperanza y la fortaleza que nos procura la entrega a Dios y a los hermanos por la Caridad, vamos a mantener vivo en el recuerdo el deseo de caminar al encuentro con Dios, que nos espera en el Cielo con todos sus ángeles y con todos los santos que nos han precedido en la Fe.
Que sea este propósito de hacer camino hacia el Cielo, la única y verdadera razón para la propia conversión. Y también, para que ayudes y animes a los que encuentres en tu caminar a que hagan su propio camino de conversión, porque a cada uno de ellos también los están esperando en el Cielo.
Reza ya, con gran confianza a Dios nuestro Padre, en favor de todas las necesidades de los Hermanos, que volvemos a encontrarnos hoy aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Ya hemos comentado en otras ocasiones la importancia que tiene orar con la Iglesia.
Como sabemos, la Iglesia ora en la liturgia de cada día con oraciones muy sugestivas y con repercusión para la vida de la propia Iglesia y la vida de sus fieles.
Por ello es muy interesante tenerlas en cuenta, particularmente cuando se participa en alguna de las celebraciones litúrgicas, y ser conscientes de lo que se ora, se pide y se compromete en ellas.
Aquí tenemos la Oración colecta que se rezará en la Celebración de la Santa Misa de hoy, así como en el rezo de la Liturgia de las Horas, y que todos haremos propia con el ‘amén’ correspondiente: "Dios todopoderoso y eterno, te pedimos entregarnos a ti con fidelidad y servirte con sincero corazón. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén”.
Como vemos es breve y sencilla, pero como siempre con un contenido y un sentido fascinante.
Viéndola desde la propia Fe nos encontramos pidiendo a Dios, todopoderoso y eterno, la gracia de ‘entregarnos a Él con fidelidad’ y ‘servirle con sincero corazón’, dos palabras que expresan la base de la vida del cristiano en la vida presente y que le llevaran a la participación plena de Dios en el Cielo.
Entrega y servicio, son las dos palabras clave para una relación con el Señor en correspondencia con su Amor.
La ‘entrega’ debe estar apoyada en la fidelidad, gran virtud que favorece la perseverancia que se precisa para llegar al Reino de Dios, pues dirá el Señor Jesucristo: "... pero el que persevere hasta el final, se salvará” (Mt 10,22).
El ‘servicio’, en este caso a Dios, con sincero corazón, ofrece un sentido tan maravilloso como que será lo que haremos en el Cielo por toda la eternidad, como así ya lo viven los santos que gozan en la presencia de Dios.
El servicio divino es algo tan sencillo como vivir y hacer todas las cosas sirviendo a Dios, que es en la dinámica que debe llevar la propia vida; así, no solo no te confundirás, sino que estarás en la mejor posición que se puede tener para, concluida la jornada terrenal, poder comenzar la vida eterna, porque supone continuar sencillamente como se ha llegado a ella.
En esta meditación te dejo, pero no sin antes pedirte que reces hoy al Señor Resucitado, aunque fuese solo un padrenuestro, por todas las intenciones y necesidades de los Hermanos, que volvemos a encontrarnos aquí en María, nuestra Madre y nuestra Guía.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Estamos hoy en la Semana XXVIII del Tiempo Ordinario, con lo que ya vamos entrando en la recta final del Año Litúrgico, porque son cinco semanas las que faltan para Celebrar después la Solemnidad de Cristo Rey, con la damos fin al presente Año Litúrgico.
Siempre es importante darse cuenta bien de la situación en la que uno se encuentra, para poder ubicar la posición en la que se está y actuar con mayor acierto y precisión según se corresponda.
Bien, la Palabra de Dios que hoy se proclama en la Santa Misa es muy importante en cualquiera de los textos que nos presenta, pero sería interesante que nos fijáramos aquí en la primera lectura, teniendo muy en cuenta esta frase de la segunda lectura: "La palabra de Dios juzga los deseos e intenciones del corazón” (Heb 4,12-13).
La ya indicada primera lectura es del libro de la Sabiduría 7, 7 11, que nos ofrece una perícopa muy bella.
"Supliqué y me fue dada la prudencia, invoqué y vino a mí el espíritu de sabiduría.
La preferí a cetros y tronos y a su lado en nada tuve la riqueza.
No la equiparé a la piedra más preciosa, porque todo el oro ante ella es un poco de arena y junto a ella la plata es como el barro.
La quise más que a la salud y la belleza y la preferí a la misma luz, porque su resplandor no tiene ocaso.
Con ella me vinieron todos los bienes juntos, tiene en sus manos riquezas incontables”.
Todas sus frases son interesantes para considerarlas y asumirlas en la medida en que fuéramos capaces.
Comienza diciendo: "Supliqué y me fue dada la prudencia, invoqué y vino a mí el espíritu de sabiduría”. Sólo hay que pararse a reflexionar lo que es la prudencia, una de las virtudes cardinales, y lo necesaria que es en el desenvolvimiento de la vida personal y en las relaciones con las demás personas a todos los niveles. Si a esto le añadimos el ‘espíritu de sabiduría’, el crecimiento espiritual de la persona sería muy notable.
Concluye la perícopa, entendiendo que se refiere ya a la sabiduría, diciendo: "La quise más que a la salud y la belleza y la preferí a la misma luz, porque su resplandor no tiene ocaso. Con ella me vinieron todos los bienes juntos, tiene en sus manos riquezas incontables”.
Nos invita a hacer cuanto tengamos al alcance por adquirir esta Sabiduría, con la que no solo se alcanza en favor de Dios, sino que se tiene cuanto se necesita para saberse gobernar uno mismo durante esta jornada terrenal, tan llena de mentiras, medias verdades y embelecos.
Reflexionemos y dejemos que la Palabra de Dios empape el espíritu para que, llenos de ilusión, sigamos el camino de conversión, buscando siempre seguir las huellas del que es "el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn. 14,6).
Reza ya, por favor, al Señor Resucitado para que venga en la atención y auxilio de las necesidades de todos los Hermanos, que aquí nos volvemos a encontrar en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Hoy la Iglesia nos presenta las Témporas de Acción de Gracias y de Petición.
Las Témporas son días de acción de gracias y de petición que la comunidad cristiana ofrece a Dios, terminadas las vacaciones y la recolección de las cosechas, al reemprender la actividad habitual.
Son una ocasión que presenta la Iglesia para rogar a Dios por las necesidades de los hombres, principalmente por los frutos de la tierra y por los trabajos de los hombres, dando gracias a Dios públicamente
Las Témporas son una antiquísima institución litúrgica ligada a las cuatro estaciones del año.
Nacieron en Roma y se difundieron con la liturgia romana, al mismo tiempo que sus libros litúrgicos. Al principio tuvieron lugar en las estaciones del otoño, invierno y verano, pero muy pronto debió de añadirse la celebración correspondiente a la primavera.
Hoy en día, cada Conferencia Episcopal ha determinado los días que se han de dedicar a esta liturgia de oración y penitencia, para dar gracias a Dios y hacer las muchas peticiones que se demandan a su Amor y a su Misericordia.
Por ello, debemos hacer un alto en el camino para dar las gracias a Dios correspondientes a las Témporas.
Darle gracias por cosas concretas que cada uno ha recibido en este año, tanto a nivel personal como familiar, comunitario, etc.
Y también para hacerle las peticiones que cara al año que parte de estas Témporas a las siguientes, se prevea que se necesitan.
Acción de Gracias y Peticiones que deben abarcar más allá de lo que pueden ser aquellas cosas de cada día por las que de ordinario le rezamos a Dios; por eso debemos hacer el ‘alto en el camino’ que referí más arriba, pues sin pararse es muy difícil darse cuenta de las cosas más importantes y más transcendentales, aun cuando sean pequeñas y de menor apariencia.
Con la esperanza de que vivas este día de las Témporas de Acción de Gracias y Peticiones como la liturgia nos lo presenta, sigamos el camino por este mes de octubre, Mes del Rosario.
Y reza ya por todas las necesidades e intenciones de todos los Hermanos, que volvemos a encontrarnos hoy aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Un domingo más la Palabra de Dios que se proclama este día en la Santa Misa interpela fuertemente.
En esta ocasión traigo el texto del Evangelio que es del capítulo 9 de San Marcos.
El apóstol Juan le dice a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no viene con nosotros”, a lo que Jesús respondió: "No se lo impidáis, porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.
Y el que os dé a beber un vaso de agua porque sois de Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar.
Si tu mano te induce a pecar, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos a la "gehenna”, al fuego que no se apaga.
Y, si tu pie te hace pecar, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies a la "gehenna.”
Y, si tu ojo te induce a pecar, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos a la "gehenna”, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga”.
Como no hay espacio para poner de relieve cada una de las ideas del texto solo dos puntos:
"El que escandalice a uno de esos pequeñuelos...” ¿Quiénes son ‘esos pequeñuelos’? ¿Sólo niños? ¿O también gentes sencillas, humildes, ignorantes, digamos espirituales, etc.? Reflexionemos que la cosa es seria.
El otro punto, después de decir: "Si tu mano te induce a pecar, córtatela...”, "Y, si tu pie te hace pecar, córtatelo...”, "Y, si tu ojo te induce a pecar, sácatelo...”, concluye diciendo de la gehena, o sea del infierno, que es "donde el gusano no muere y el fuego no se apaga”.
Creo que bien merece meditarlo en medio de este mundo que ni teme a Dios, ni quiere enfrentarse con su propia realidad personal, ni con la verdad que está ahí, que apremia como lo hizo siempre, pero que a los contemporáneos nos interesa este momento de la historia tan polarizado por las fuerzas del mal, aunque no se quiera ver ni entender, que ese es precisamente su gran éxito: que se le ignore, para no hacerle frente, ni tan siquiera considerarlo. ¡Qué pobres gentes somos, que tanto nos cuesta entender la fuerte llamada a la CONVERSIÓN!
Tú, ahora, por favor, reza al Señor Resucitado, como cada domingo, por las necesidades de todos los Hermanos aquí reunidos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
La Palabra de Dios siempre ofrece una Luz para el caminar personal, asi como la orientación que conviene dar a la propia vida para avanzar en la senda acertada.
En el Día del Señor siempre es conveniente que más allá de la atención que prestemos en la Celebración de la Santa Misa, le dediquemos un tiempo a la reflexionar la Palabra proclamada.
Hoy la segunda lectura es de la carta del apóstol Santiago 3, 16-4, 3, que dice:
"Queridos hermanos: Donde hay envidia y rivalidad, hay turbulencias y todo tipo de malas acciones.
En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar intachable, y además es apacible, comprensiva, conciliadora, llena de misericordia y buenos frutos, imparcial y sincera.
El fruto de la justicia se siembra en la paz para quienes trabajan por la paz.
¿De dónde proceden los conflictos y las luchas que se dan entre vosotros? ¿No es precisamente de esos deseos de placer que pugnan dentro de vosotros? Ambicionáis y no tenéis; asesináis y envidiáis y no podéis conseguir nada, lucháis y os hacéis la guerra, y no obtenéis porque no pedís.
Pedís y no recibís, porque pedís mal, con la intención de satisfacer vuestras pasiones”.
Más allá de lo que cada uno pueda extraer de su propia meditación, me permito comentar alguna de las ideas. Comienza diciendo que la envidia conlleva a la rivalidad y sus duras consecuencias.
Cuánto hay que vigilar este tema de la envidia, que se cuela tantas veces sin casi darse uno cuenta.
El cántico que hace a continuación de la ‘sabiduría que viene de lo alto’, es muy rico en sus conceptos y sus contenidos, que merece leer y releer para captar bien su esencia y buscarla.
Finalmente hay unas preguntas muy directas para que identifiquemos las luchas y conflictos que se dan entre las personas, para hacernos un reproche que sí que nos lleva a un profundo interrogante personal: "Pedís y no recibís, porque pedís mal, con la intención de satisfacer vuestras pasiones”.
Ojalá que en la Palabra de Dios que nos ofrece hoy la Iglesia, encontremos todos los elementos que necesitamos para dar un paso firme al frente en el camino de la conversión.
Uno se pregunta con alguna frecuencia: ¿Qué pasará como nuestro mundo, nuestra sociedad, no se vuelva pronto a Dios, no se convierta de sus caminos tan equivocados, fuera del Amor de Dios?
Por favor, no dejes de hacer una oración a Cristo Resucitado para que su Gracia venga en ayuda de todas las necesidades de los Hermanos, que aquí nos encontramos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Solemnidad del Apóstol Santiago, Patrón de España.
Este es un día muy importante para la Iglesia de España, pues peregrina hacia la Casa del Padre bajo el Patrocinio del Apóstol Santiago, razón para que hoy volvemos la mirada hacia él con gran esperanza.
Así, hoy, rezamos con la Santa Madre Iglesia: "Dios todopoderoso y eterno, que consagraste los primeros trabajos de los apóstoles con la sangre de Santiago, haz que, por su martirio, sea fortalecida tu Iglesia y, por su patrocinio, España se mantenga fiel a Cristo hasta el final de los tiempos. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Es necesario, más que nunca, poner el acento en el final de la oración: ‘Y por su patrocinio, España se mantenga fiel a Cristo hasta el final de los tiempos’.
Y para disfrute espiritual, transcribo el Himno de la Hora de Laudes:
"Al celebrar tu memoria, santo Apóstol peregrino, guíanos por el camino al Pórtico de la gloria.
Camino de Compostela, va un romero caminando y es el camino de estrellas polvareda de sus pasos.
En el pecho las vieiras, y alto bordón en la mano, sembrando por la vereda las canciones y los salmos.
Llévale, romerico, llévale a Santiago, llévale, romerico, llévale un abrazo.
Llegó al corazón de España por el monte y por el llano; en los anchos horizontes cielo y tierra se abrazaron.
Sube hasta el monte del Gozo y allí, de hinojos postrado, las altas torres de ensueño casi toca con las manos.
Llévale, romerico, llévale a Santiago, llévale, romerico, llévale un abrazo.
Romeros, sólo romeros, dile que peregrinamos con la mirada en el cielo desde la aurora al ocaso.
Camino de Compostela, todos los hombres, hermanos, construyendo un mundo nuevo en el amor cimentado.
Llévale, romerico, llévale a Santiago, llévale, romerico, llévale un abrazo.
Ven, Santiago, con nosotros, que tu bordón es un báculo, el cayado del pastor para guiar el rebaño.
¡Santo apóstol peregrino, llévanos tú de la mano para ir contigo hasta Cristo, Santiago el Mayor, Santiago!
Llévale, romerico, llévale a Santiago, llévale, romerico, llévale un abrazo”.
Hoy, también, al Apóstol Santiago le pedimos con mucha confianza, en la Fe y en la Esperanza, por todas las necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en torno a la Santísima Virgen del Pilar. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Nuevamente nos acercamos a la Palabra de Dios, en concreto a la perícopa del evangelio que hoy se proclama en la Santa Misa.
Se tratan de unas palabras del Señor tan sencillas como profundas. Escucha: "En aquel momento tomó la palabra Jesús y dijo: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” (Mt 11,25-27).
En nuestro mundo tan lleno de ‘suficiencia’, tan engreído de que tiene el poder de todas las cosas, aunque se constante fácilmente que esto no es verdad, es muy difícil ser de los ‘pequeños’ a los que Dios les ha revelado, les revela, los secretos del Reino, pero, en cambio, cualquier creyente debe de trabajar consigo mismo para aprovechar sus buenas condiciones para poder ‘ser pequeño’, lo que es lo mismo, humilde, sencillo, de corazón limpio, de rectas intenciones...
Y en esos ‘secretos del Reino’ está la última frase: "Nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”; un deseo, una aspiración, una gracia del Señor, poder conocer ese Misterio de Amor que es la relación entre el Padre y el Hijo, y de ambos con el Espíritu Santo.
En definitiva, los ‘secretos’ de este mundo están más que vistos, son conocidos los recorridos que tienen y sus resultados, por ello lo más útil será conocer el Reino de Dios que nos espera a cada uno, para vivir en el Cielo eternamente.
Legítimo es trabajar por el bienestar en esta vida, máxime si el bienestar es para compartirlo con los otros, pero todos los trabajos que se puedan hacer durante la jornada terrenal, no prolongaran la vida humana ni un segundo más de lo que está previsto en la insondable sabiduría y providencia de Dios.
Por ello se ha de vivir según aquella máxima que dice: Con los pies en el suelo y el corazón en el cielo. Todo el quehacer al servicio de Dios en la proyección de amor al prójimo, hasta dar la vida por los amigos como enseña el Señor Jesús (Jn 15,13).
Sigamos el camino personal con una pequeña oración en favor de todos los Hermanos y sus necesidades, que hoy volvemos a encontrarnos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
En este Domingo XV del Tiempo Ordinario, la Iglesia nos ofrece unas lecturas muy interesantes.
La primera lectura es del Libro de la Profecía de Amós, que relata el episodio en el que el sacerdote de Betel le dice a Amos, que resultaba muy incómodo por su profecías, que se vaya de Betel porque es el santuario del Rey, pero dice el texto que "Amós respondió a Amasías: Yo no soy profeta ni hijo de profeta. Yo era un pastor y cultivador de sicomoros. Pero el Señor me arrancó de mi rebaño y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel".
Algo así tan sencillo es obedecer al Señor nuestro Dios, sin que haya ningún obstáculo, ni humano ni material, que lo pueda impedir, porque por encima de Dios no hay nada para el hombre: eh ahí el Primer Mandamiento de la Ley de Dios.
Además de que el Señor sabe bien lo que a uno le conviene y lo que mejor puede hacer para bien propio y de los demás.
La obediencia ha de ser una de las principales virtudes y actitudes en la vida de la persona, pues de ella dependen varias cosas para quien la pone en práctica, dejando claro que nunca se puede obedecer nada que vaya en contra de la moral, de las buenas costumbres, en definitiva de la Ley de Dios.
Obedeciendo la persona conseguirá encarar las cosas con serenidad y con perfecto conocimiento de lo que está haciendo.
Encontrará siempre paz, porque con ello logrará armonía y buena convivencia.
Se dará mejor cuenta de lo que es bueno y de lo que no lo es.
En definitiva, estará ‘construyendo el Reino’ que es la tarea común que todos los bautizados tenemos como obligación prioritaria.En tu vida, en tus actos, ¿qué grado de obediencia tienes?
Y cuando no obedeces, ¿lo conceptúas como una falta o pecado?
Porque razones para no obedecer puede haber muchas: egoísmo, orgullo, soberbia, vanidad...
Ahí te dejo con el profeta Amós y tu obediencia. No dejes pasar esta oportunidad de ver tu realidad y rectificar los caminos erróneos, si en alguno de ellos estás, porque obedecer es muy bonito también.
Reza hoy, aunque sea brevemente, para que el Señor Resucitado venga en ayuda de todas las necesidades de los Hermanos, que volvemos hoy a encontrarnos aquí de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Fiesta de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
El Papa San Pío X estableció como Fiesta universal el día 1 de Julio la Adoración de la Preciosísima Sangre de Cristo.
Posteriormente, en la reforma litúrgica promovida por el Concilio Vaticano II quedó suprimida esta Fiesta, estableciéndose una Misa votiva en honor de la Preciosísima Sangre de Cristo, que se pudiera celebrar tanto durante el mes de julio como en cualquier mes del año, quedando el mes julio establecido para la devoción a la Santísima Sangre del Señor Jesucristo.
Sin duda que es muy importante en la vida del cristiano, esta devoción que más podríamos decir recogimiento y contemplación de este Misterio de Amor, pues se sabe redimido y salvado por el derramamiento de la Sangre de Jesús en su Pasión y Muerte en la Cruz.El Señor Jesucristo ha dicho refiriéndose a sus santas llagas y, por tanto a su Preciosísima Sangre:
"Todo el que me mire y se arrepienta, se salvará”.
"Tienes que entrar por mis Llagas. Sólo pueden entrar los mansos y humildes de corazón”, porque "Quien contemple mis llagas y se arrepienta, se salvará”.
Que este primer día del mes de julio dediquemos un buen rato a mirar al Señor Crucificado, también a mirar todos los capítulos de su Pasión, para darnos buena cuenta de lo que supuso la Redención de la humanidad, que tantos y tantos han despreciado y siguen haciéndolo en los tiempos presentes.
A continuación os transcribiré la Letanía a la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, para que a lo largo del presente mes de julio podáis dedicarle algún rato de vuestra oración contemplativa y reparadora.
Al pie de la Cruz, y antes siguiendo toda su Pasión, la Santísima Virgen pudo contemplar cómo su Hijo Jesucristo fue derramando su Sangre preciosa por la redención y salvación de todos los hombres. Reza hoy a Ella para que obtenga las gracias que necesitan todas las necesidades de los Hermanos, que aquí nos encontramos hoy para ADORAR la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. AMÉN.
LETANÍA DE LA PRECIOSA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Aprobada por San Juan XXIII, para su inserción en el Ritual Romano.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial.
Dios Hijo, Redentor del mundo.
Dios Espíritu Santo.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios.
Respuesta: SALVANOS
Sangre de Cristo, el Unigénito del Padre Eterno,
Sangre de Cristo, Verbo de Dios Encarnado.
Sangre de Cristo, del Testamento Nuevo y Eterno.
Sangre de Cristo, derramada sobre la tierra en la agonía.
Sangre de Cristo, vertida copiosamente en la flagelación.
Sangre de Cristo, brotada en la Coronación de espinas.
Sangre de Cristo, derramada en la Cruz.
Sangre de Cristo, prenda de nuestra salvación.
Sangre de Cristo, necesaria para el perdón.
Sangre de Cristo, bebida eucarística y refrigerio de las almas.
Sangre de Cristo, manantial de misericordia.
Sangre de Cristo, vencedora de los espíritus malignos.
Sangre de Cristo, que das valor a los mártires.
Sangre de Cristo, fortaleza de los confesores.
Sangre de Cristo, inspiración de las vírgenes.
Sangre de Cristo, socorro en el peligro.
Sangre de Cristo, alivio de los afligidos.
Sangre de Cristo, solaz en las penas.
Sangre de Cristo, esperanza del penitente.
Sangre de Cristo, consuelo del moribundo.
Sangre de Cristo, paz y ternura para los corazones.
Sangre de Cristo, promesa de vida eterna.
Sangre de Cristo, que libras a las almas del Purgatorio.
Sangre de Cristo, acreedora de todo honor y gloria.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
ten piedad de nosotros.
V. Oh, Señor, nos has redimido con tu Sangre.
R. Y nos has hecho Reino de nuestro Dios.
ORACIÓN
Dios Omnipotente y Eterno, que hiciste de tu Hijo Unigénito el Redentor del mundo, y quisiste ser aplacado por su Sangre. Concédenos, te suplicamos, que adoremos dignamente el precio de nuestra salvación, y que por su virtud nos salvemos de los peligros de la vida presente para alcanzar el gozo de sus frutos eternamente en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Ya hemos comentado más de una vez, que atender a la Palabra de Dios que la Iglesia nos ofrece en la Santa Misa, es una gracia muy importante.
Y hoy la primera lectura del Libro de la Sabiduría es muy iluminadora, dice así: "Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo los vivientes. Todo lo creó para que subsistiera; las criaturas del mundo son saludables: no hay en ellas veneno de muerte, ni el abismo impera en la tierra. Porque la justicia es inmortal. Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo; y los de su partido pasarán por ella” (Sab 1,13-15; 2,23-24).
Dios es Señor de la VIDA, pero de la vida perdurable y como dice, la muerte no tiene nada que ver con Él ni con el hombre, que Dios ‘lo creó para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser’, pero ‘la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo; y los de su partido pasarán por ella’.
Con qué lucidez se expresa lo que es la vida y la muerte, a la que se llega por el pecado al que incita y seduce ‘la envidia del diablo’.Ojalá que comprendamos bien esta Palabra de Dios, y con ella demos pasos firmes y seguros para poder VIVIR en la Paz y en la Alegría de los hijos de Dios por siempre jamás.
Y tengamos por seguro que mientras peregrinemos por esta tierra, el pecado puede ser neutralizado por el sacramento del Perdón, pues para eso lo instituyó el Señor Jesucristo.
Reza ya en este día al Señor Resucitado, para que su Luz y su Vida envuelvan a todos los Hermanos en su Paz y en su Verdad. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Hemos dicho más de una vez que un medio seguro para hacer camino de santidad, o de conversión, como se quiera decir, es ir de la mano de la Iglesia en la Palabra de Dios que diariamente nos ofrece en la Sagrada Liturgia.
Pues bien, en estos días el evangelio que se está proclamando en la Santa Misa, son perícopas del Sermón del Monte que encontramos en el evangelio de San Mateo a partir del capítulo 5.
Y hoy en concreto son los versículos 43 a 48 de este capítulo 5, que dice: "Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto”.
Lo que plantea aquí el Señor Jesucristo no son cosas o temas suaves, dulces, manejables, que se le pueden dar diferentes sentidos, como suelen gustar las personas. El Señor Jesús es concreto y contundente, sin andar por las ramas pone claras las condiciones para seguirle sin otros caminos ni atajos.
Ojalá que aprovechemos estas oportunidades que la Santa Iglesia nos ofrece como buena Madre que es, para que seamos capaces de vivir en la VERDAD aunque cueste trabajo.
Os dejo con las palabras del Señor Jesús, que siempre son más elocuentes y luminosas que las mías.
Sólo recordaros que la oración de cada uno en favor de las necesidades de los otros Hermanos, es muy necesaria. No dejes de hacerla a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este VI Domingo de Pascua.
Bien sabemos que una de las cosas que más cuesta es mantener el ritmo de las cosas como corresponde, porque tantas cosas como se nos presentan a lo largo de cada día, hacen que la distracción, incluso de lo esencial, haga ir dejando de lado lo que interesa.
Por eso hoy la Iglesia reza pidiendo: "Concédenos, Dios todopoderoso, continuar celebrando con fervor estos días de alegría en honor de Cristo resucitado, y que los misterios que estamos recordando transformen nuestra vida y se manifiesten en nuestras obras. Por Jesucristo nuestro Señor”.
Se hace necesario actualizar de la mano de la Liturgia lo que es el acontecimiento más extraordinario que nunca ha ocurrido: ¡Cristo ha Resucitado!, porque en Él está nuestra Salvación.
En el Capítulo 15 del evangelio de San Juan, que hoy se proclama en la Santa Misa, se escuchan de Jesús unas palabras entrañables que nos acercan a Él, pero que a la vez nos interpelan.
Leer, escuchar con atención: "Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros” (Jn 15,12-17).
Permitirme que subraye algunas palabras:
‘Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado’.
‘Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos’.
‘Vosotros sois mis amigos’.
‘No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido’.
Os deseo de corazón una reflexión íntima y profunda, que os lleve a la comprensión más limpia y clara de los deseos del Señor Jesucristo.
No olvides de rezar con Fe al Señor Jesús en favor de todas las necesidades de los Hermanos, que también son ‘amigos de Él’. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor, V Domingo de Pascua.
La Palabra de Dios es necesaria conocerla, para poder vivir según su doctrina y su enseñanza.
En el evangelio de este domingo es bien clara (Jn 15,1-8) hablando de la vid y los sarmientos; dice el Señor: "...Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará...”.
Hemos de vivir unidos a Cristo, por la profesión de nuestra Fe, por la dignidad de la vida, por conseguir un mundo mejor, por tener la fuerza y el coraje para ayudar a los demás...
Hemos de vivir unidos a Cristo porque solo Él puede salvar este mundo, pero como quiere hacerlo con cada uno de los suyos, no nos queda más camino que CONOCERLE cada día más y mejor, para seguir fielmente sus pasos.
Es necesario que frecuentes la lectura del Evangelio, del Nuevo Testamento, de la Biblia en general, para poder ver y observar cómo se movía Jesús, cómo hablaba y cómo actuaba, y así comprenderás tantos peligros que nos rodean y cómo las personas se están yendo tras de los enemigos del alma: mundo, demonio y carne.
En el evangelio también encontrarás páginas bellas que te ayudarán a conocer, igualmente, más y mejor, a la Santísima Virgen María en este Mes dedicado a Ella.
Reza ya con Fe, pidiendo al Señor que venga en ayuda de los Hermanos en sus intenciones y necesidades. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
La Palabra de Dios de este Tercer Domingo del Tempo Pascual, es extraordinariamente elocuente y, a la vez, nos ofrecen un horizonte grande de Luz y Salvación.
Se comenta por sí misma, pues al fin siempre es lo mismo: la PROPUESTA que Dios hace y la RESPUESTA que da el hombre.
Veamos la Primera Lectura de la profecía de Jonás 3, 1-5. 10, que dice así: "El Señor dirigió la palabra a Jonás: Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré.
Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa, hacían falta tres días para recorrerla. Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando: Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada.
Los ninivitas creyeron en Dios; proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor.
Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó”.
Llamada a la CONVERSIÓN y respuesta sincera de todo el pueblo de Nínive.
Tanto en la segunda Lectura, de la primera Carta a los Corintios, como en el evangelio de San Marcos, hay frases muy llamativas para tener en cuenta, y más en los tiempos que estamos viviendo.
San Pablo escribe: "Digo esto, hermanos, que el momento es apremiante (...) porque la representación de este mundo se termina”.
Y el Señor Jesús, cuenta San Marcos que: "Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio”.
El resumen es muy sencillo: CONVERSIÓN, CONVERSIÓN Y CONVERSIÓN.
Ojalá que esta llamada apremiante de la Palabra de Dios, la sepamos acoger cada uno y trabajar por ella sin descanso, tanto en la propia vida como transmitiéndosela a los demás.
Que este Día del Señor no pase sin haber obtenido una respuesta personal según el compromiso bautismal.
Y por favor, no dejes de pedir al Padre de las Misericordias por todas las necesidades materiales y espirituales de los Hermanos que aquí nos encontramos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
NOTA
Disculpad que he comentado por error unos textos que no corresponden a este Tercer Domingo de Pascua.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Octava de Pascua y Fiesta de la Divina Misericordia.
¡¡¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, CRISTO HA RESUCITADO!!!
Este día es muy significativo en la vida cristiana.
Mirad la Oración con la que hoy reza la Santa Iglesia en la Liturgia: "Dios de misericordia infinita, que reanimas, con el retorno anual de las fiestas de Pascua, la fe del pueblo a ti consagrado, acrecienta en nosotros los dones de tu gracia, para que todos comprendan mejor qué bautismo nos ha purificado, qué Espíritu nos ha hecho renacer y qué sangre nos ha redimido. Por nuestro Señor Jesucristo”.
La Imagen que Jesús manda pintar a Santa Faustina tiene, como veis, dos rayos que salen de su pecho. La Santa siguiendo las indicaciones de su confesor, pregunta al Señor su significado.
Esto escribe Santa Faustina en su Diario: "Durante la oración oí interiormente estas palabras: Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas.
Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi Misericordia, cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza.
Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi Padre.
Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzara la justa mano de Dios.
Deseo que el primer domingo después de la Pascua de Resurrección sea la Fiesta de la Misericordia”.
Poco puedo añadir, si no es invitaros de corazón a que leáis veáis y reflexionéis, pero, sobre todo, acogeros a la Divina Misericordia del Señor Jesucristo.
No tardéis. Hacedlo ya.
Y ahora reza a este mismo Señor para que venga en ayuda y solución de todos los problemas de los Hermanos que hoy jubilosos nos reunimos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el SÁBADO DE PASCUA
¡Aleluya, Cristo ha Resucitado!
Resulta un tanto chocante lo que nos relata San Marcos en relación con la Resurrección del Señor y la reacción de sus apóstoles.
Veamos el texto que se proclama en la Misa de este Sábado de Pascua: "Jesús resucitó en la madrugada, el primer día de la semana, y se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a comunicar la noticia a los que habían vivido con Él, que estaban tristes y llorosos. Ellos, al oír que vivía y que había sido visto por ella, NO CREYERON. Después de esto, se apareció, bajo otra figura, a dos de ellos cuando iban de camino a una aldea. Ellos volvieron a comunicárselo a los demás; PERO TAMPOCO CREYERON A ÉSTOS. Por último, estando a la mesa los once discípulos, se les apareció y LES ECHÓ EN CARA SU INCREDULIDAD Y SU DUREZA DE CORAZÓN, por no haber creído a quienes le habían visto resucitado. Y les dijo: Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación” (Mc 16,9-15).
‘Les echó en cara su incredulidad y su dureza de corazón’; estas palabras deben ser un fuerte aldabonazo a nuestra conciencia por ‘dejarnos ir’ tantas veces, sin pararnos a pensar, a reflexionar, a recordar..., pues si los apóstoles hubieran mínimamente pensado, recordado, reflexionado, no hubieran merecido el reproche del Maestro.
Pero, aun así, Dios sigue su proyecto de Amor para con los hombres, y Jesús Resucitado no se para en más reproches ni disquisiciones, se apresta a mostrarles los caminos que habían de seguir: "Y les dijo: Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación”.
Pues he aquí tu misión y la mía: ‘proclamad la Buena Nueva’.
Ojalá que seamos capaces de tener muy presente el compromiso bautismal y las promesas que realizamos cada uno tras la Profesión de Fe que hicimos, pues romper la fidelidad a la promesa hecha, es muy serio por no decir grave.
Recuerda las Promesas bautismales: "Renuncio a Satanás, a sus seducciones, a sus pompas y a sus obras, y prometo seguir siempre y fielmente a Jesucristo”.
Hoy, sábado, reza, por favor a María, nuestra Madre y nuestra Guía, para que venga en ayuda de todos los Hermanos en sus necesidades e intenciones. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el JUEVES DE PASCUA
¡Aleluya, Cristo ha Resucitado!
La Sagrada Liturgia sigue mostrándonos las imágenes que ocurrieron tras la Resurrección del Señor Jesucristo, tanto en las apariciones del Resucitado que se sucedieron, como en los testimonios que dieron los Apóstoles, una vez recibieron el Espíritu Santo.
Estos no perdieron las oportunidades que tuvieron para llamar a todo el pueblo de Jerusalén a la Conversión.
En el capítulo 3 de los Hechos de los Apóstoles se lee el milagro que hace Pedro, acompañado por Juan, al paralítico de nacimiento en la puerta del Templo, ante el cual dice la Escritura que "Todo el pueblo lo vio andando y alabando a Dios, y, al caer en la cuenta de que era el mismo que pedía limosna sentado en la puerta Hermosa del templo, quedaron estupefactos y desconcertados ante lo que le había sucedido”.
Pedro al ver el asombro del pueblo les predica diciéndoles: "...Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados; para que vengan tiempos de consuelo de parte de Dios” (Hch 3,19-20).
Este compromiso de Anunciar el Reino y llamar a la Conversión es una de las consecuencias de la Resurrección de Jesucristo, y nosotros vivimos en unos tiempos y en unas circunstancias en las que esta llamada es muy necesaria hacerla, pues estamos más que necesitados de que la VIDA y la LUZ del Señor Resucitado, nos saque de esta pandemia que nos está asolando con sus nefastas consecuencias.
Cada uno, algo podemos hacer para que todos nos volvamos al Señor y rectifiquemos los caminos del desorden y del pecado.
Te pido que hoy reces a Cristo Resucitado por las necesidades de los Hermanos, que volvernos a encontrarnos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Miércoles Santo.
En este Año de San José, también este miércoles, víspera del comienzo del Triduo Pascual, lo hemos de tener en cuenta, aunque solo sea para pedirle su ayuda, su compañía y poder vivir los acontecimientos de estos días, con la profundidad que corresponde y exige el Bautismo recibido.
Hoy la perícopa del Evangelio que se proclama en la Santa Misa es muy elocuente. San Mateo relata en el capítulo 26 el contrato de Judas Iscariote con los sumos sacerdotes para entregarle a Jesús.
Así dice el texto: "En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes, y les dijo: ¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré? Ellos le asignaron treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregarle”.
Sin duda este momento que describe el evangelio no pudo ser en absoluto espontaneo, lo que sugiere que es fruto de una relación que Judas tenía ya con ellos de algún tiempo atrás.
Las personas no suelen cuidar mucho sus relaciones humanas, que las dejan guiar por mil embelecos y que, tantas veces, se verán enredados en situaciones malas y nada queridas, pero este es el resultado de un defecto muy común, cual es la frivolidad.
El relato continua más adelante con una imagen que os transcribo del mismo capítulo 26 del evangelio de San Mateo: "Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce. Y mientras comían, dijo: Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará. Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: ¿Acaso soy yo, Señor?. Él respondió: El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése me entregará. El Hijo del hombre se va, como está escrito de Él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido! Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: ¿Soy yo acaso, Rabbí? Dícele: Sí, tú lo has dicho”.
Duras palabras del Señor: "¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!”.
No creo que sean necesarios más comentarios.
No dejes que la vorágine de estos días, tan singulares por razón de la pandemia, te aparten de lo que vivió y experimentó el Señor Jesucristo por el gran Amor que nos tuvo y tiene, hasta morir en la Cruz.
A Él, con mucha confianza, también hoy te pido que reces y le pidas por todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos en María, su Madre Amantísima. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Domingo de Ramos.
Entramos en la Semana grande de nuestra FE, que desembocará en lo que es la plenitud de la misma FE: la Resurrección del Señor Jesucristo.
De las lecturas de la Santa Misa de este día me parece muy importante para la reflexión, la segunda lectura tomada de la carta a los Filipenses, 2,6-11: "Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre”.
Quiero significar la última parte, cuando dice que "al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre”.
El Nombre de Jesús es importantísimo tenerlo en el corazón y en la lengua, pues ante Él todo queda sometido, como dice el Apóstol, ‘para gloria de Dios Padre’, otra realidad que debemos considerar continuamente.
Textos como este son muy importantes tenerlos muy vivos, pues la Fe se alimenta vigorosamente cuando se les tiene en cuenta en el ejercicio de la vocación cristiana, se les recuerda, se les hace vida propia en el sometimiento de sí mismo, incluso cuando se les hace oración, pues puedo asegurar que es fuente de gracia, profesar con el corazón y con la lengua diciendo el texto ya resaltado: "Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre”.
Que durante toda esta semana, sea en las circunstancias que sean, sepamos vivir en la reflexión y oración más íntima y personal, contemplando estos Misterios centrales de la Fe Católica.
Y hoy, en el gozo del Domingo de Ramos, no dejes de pedir por todos los Hermanos, sus intenciones, sus proyectos y sus necesidades de todo tipo, a este Señor Jesús que ‘nos Amó hasta el extremo’, muriendo en la Cruz por ti y por todos los hombres. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este 5º Domingo de Cuaresma.
En el Día del Señor, a donde primero acudimos es a la Palabra de Dios que se proclama en la Santa Misa.
Pues bien, en la segunda lectura tomada de la Carta a los Hebreos dice: "Y, aun siendo Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se convirtió, para todos los que lo obedecen, en autor de salvación eterna”.
Dice que el Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, "aprendió, sufriendo, a obedecer”; esta afirmación debería ser muy sugerente en estos momentos de gran sufrimiento por la pandemia, y sus consecuencias, siguiendo las huellas del Maestro en la decisión personal de una conversión sincera, que nos alcanzara las gracias que ahora se están necesitando.
No parece que ante tanta repetición de las desgracias, por causa de las diferentes ‘olas de contagios’, las personas quieran aprender volviéndose a Dios, que en definitiva es el único que puede SALVAR de forma definitiva.
Ante esto cabe preguntarse: ¿Qué se necesita para que las personas acepten sus limitaciones?
Le dice Pedro a Jesús: "Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios” (Jn 6,68-69).
Estamos entrando en la última semana de Cuaresma, que dará paso a la Semana Santa, en la que se debería poner ante sí toda la realidad de nuestra FE, cuyos orígenes se vivirán en las Celebraciones del Triduo Pascual.
Será muy necesario que, con gran valentía, nos enfrentemos a tanto AMOR que el Señor Jesucristo derrochó para salvarnos, y seamos capaces de volver a acogernos a su Salvación, aquí y ahora, en la dura realidad que nos envuelve.
A este Señor Jesús, te pido le reces hoy, con Fe y Esperanza, para que resuelva los agobios y necesidades de todos los Hermanos que aquí no encontramos en torno a su Santísima Madre. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ.
La Iglesia celebra hoy solemnemente a SAN JOSÉ, esposo de la Santísima Virgen María, en este Año dedicado a él como Patrono de la Iglesia Universal.
Sin más comentarios os dejo con la oración 'sobre las ofrendas' de la Santa Misa de hoy: "Te pedimos, Señor, que, así como San José se entregó con piadoso afecto a servir a tu Unigénito, nacido de la Virgen María, merezcamos, también nosotros, SERVIR A TU ALTAR CON UN CORAZÓN PURO. Por Jesucristo, nuestro Señor”.
También el Himno que se reza hoy en la Liturgia de las Horas.
"Porque fue varón justo, le amó el Señor, y dio el ciento por uno su labor.
El alba mensajera del sol de alegre brillo, conoce ese martillo que suena en la madera.
La mano carpintera madruga a su quehacer, y hay gracia antes que sol en el taller.
Cabeza de tu casa del que el Señor se fía, por la carpintería la gloria entera pasa.
Tu mano se acompasa con Dios en la labor, y alargas tú la mano del Señor.
Y, pues que el mundo entero te mira y se pregunta, di tú cómo se junta ser santo y carpintero, la gloria y el madero, la gracia y el afán, tener propicio a Dios y escaso el pan. Amén”.
Sólo te pido ya tu oración fervorosa, hoy a San José, para que interceda ante su Hijo Jesús y alcance todas las gracias que necesitan las intenciones y necesidades de los Hermanos, reunidos en torno a su Santa Esposa, María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Volvemos hoy nuevamente la mirada a los textos litúrgicos de esta jornada cuaresmal, fijándonos en dos puntos: la oración de este día y el evangelio.
Con la oración la Iglesia se dirige así a Dios nuestro Padre: "Señor, que tu gracia no nos abandone, para que, entregados plenamente a tu servicio, sintamos sobre nosotros tu protección continua. Por nuestro Señor Jesucristo”.
"Que tu gracia no nos abandone”, en esta petición tenemos la seguridad de que el Señor nunca nos puede fallar, es el hombre el que por su comportamiento hace que la gracia de Dios actúe o no en su vida.
La petición final es que: "sintamos sobre nosotros tu (su) protección continua”, que está condicionada por la entrega plenamente al ‘servicio divino’, algo que es muy necesario reflexionar con frecuencia, pues el hombre tiene un destino de eternidad, que se desea y espera sea en la salvación eterna, por lo que en su peregrinación por esta tierra la alta misión de colaborar con la gracia de Dios para construir "unos cielos nuevos y una tierra nueva”, donde habite la paz, la justicia, el amor. Y todo esto no se puede hacer si no es desde lo que supone, encierra y es, el SERVICIO DIVINO.
En el evangelio, Mt 18,21-35, Jesús plantea un tema recurrente: el perdón; comienza diciendo el texto evangélico: "acercándose Pedro a Jesús le preguntó: Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces? Jesús le contesta: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”, para concluir diciendo el Señor: "Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano”.
Digo más arriba que es un tema recurrente, pero es que las personas también insisten en no tener el perdón como una de las actitudes más fuertes y constantes en la vida, pues se comprueba con frecuencia como en el ambiente hay divisiones, rencores e incitaciones incluso al odio. No creo que sea necesario extenderse para hacer comprender esta realidad en nuestra sociedad, y de las personas que se dejan envolver por estos mensajes que llegan por los más diferentes medios que se constituyen altavoces de estas graves incitaciones, que terminan haciéndose realidad en el corazón de las personas.
Mucha oración y penitencia se necesita para que la conversión sea una realidad generalizada en esta Cuaresma.
Y ahora ya te pido que reces, al menos un Padrenuestro, por todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
La Iglesia Celebra hoy la Cátedra de San Pedro, Fiesta que se apoya en las propias palabras de Jesús: "Vosotros, ¿quién decís que soy yo? Simón Pedro tomó la palabra y dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo. Jesús le respondió: ¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará...” (Mt 16,13-19).
Por ello es un día en el que hemos de orar con Fe y Esperanza por la Iglesia, y particularmente por el Papa, Sucesor de Pedro y Vicario de Cristo, que junto con todos los demás Pastores de la Iglesia tienen que servir a todo el Pueblo de Dios.
Suele pasar que somos muy exigentes con los Pastores de la Iglesia, pues en verdad están llamados a ir delante del Pueblo de Dios para mostrarle el camino verdadero de la Fe Católica, así como todo lo que constituye el depósito de la Fe verdadera, pero, igualmente, se ha de apoyar toda su tarea evangelizadora, como es la administración de los Sacramentos y la enseñanza de los Misterios del Reino.
Por todo ello os invito a pedir hoy al Señor Jesucristo por su Vicario en la tierra, y por todos los demás Pastores de la Iglesia Católica, para que muestren con fidelidad su rostro y enseñen a los hombres los caminos del encuentro verdadero con Dios.
En estos momentos difíciles y complicados, ellos han de ser conscientes de la importancia que tiene la llamada insistente a la CONVERSIÓN, que mueva a las personas a volverse hacia Dios para seguir los caminos del evangelio.
Y como cada día, te pido que no dejes de rezar por todas las necesidades de los Hermanos que nos volvemos a encontrar aquí, en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este PRIMER DOMINGO DE CUARESMA.
Hoy la Iglesia reza en la oración colecta de la Santa Misa diciendo: "Dios todopoderoso, por medio de las prácticas anuales del sacramento cuaresmal concédenos progresar en el conocimiento del misterio de Cristo, y conseguir sus frutos con una conducta digna. Por nuestro Señor Jesucristo.”
Fijémonos en la petición central: ‘concédenos progresar en el conocimiento del misterio de Cristo’; esta es la gran asignatura que tenemos que superar con gran provecho a lo largo de la propia vida cristiana: CONOCER EL MISTERIO DE CRISTO, que nos permitirá poder hacer camino según las huellas que dejó el Señor Jesús, con todo lo que supone pensar, sentir, actuar..., en cristiano.
En esta oración la Iglesia denomina la cuaresma como ‘sacramento cuaresmal’, que a través de sus ‘prácticas anuales’ se pueda conseguir una conducta diga.
Todo ‘sacramento’ es fuente de la Gracia de Dios que se recibe de una forma directa y segura, por ello, el que la Iglesia denomine ‘sacramento cuaresmal’ a este Tiempo de Gracia es de gran valor espiritual.
Conocer a Jesucristo y todo su Misterio de Amor, de Entrega, de Donación, es objetivo nuclear en la vida de la Fe para poder desarrollar la propia vida, con la seguridad de participar en todo con Él, en favor propio y en el de los demás.
Escucha lo que les dice a los apóstoles en la Última Cena: "En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo" (Jn 14,12-13).
Os invito a dejaros empapar por estas gracias que nos ofrece la Iglesia durante la Cuaresma, para que decididamente vivamos con atención todo lo que nos irá ofreciendo a lo largo de este Tiempo Litúrgico.
Pero confío en que reces ahora al Señor Jesús por todas las necesidades, espirituales y materiales, de los Hermanos reunidos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días
Concluimos los días posteriores al Miércoles de Ceniza, para llegar ya mañana a la primera semana de la Cuaresma.
En este sábado, teniendo presente a la Santísima Virgen María, podemos escuchar a su Hijo Jesús en el evangelio de hoy haciendo una afirmación clara de su MISIÓN.
San Lucas en el capítulo 5, 27-32 cuenta que Jesús "vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: SÍGUEME. Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió”
Cuando Leví le lleva a su casa y le ofrece un banquete, publicanos y fariseos que estaban allí murmuraban diciendo que "¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?”, a lo cual "Jesús les respondió: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan”.
Y aquí, en esta última frase es en la que quería fijarme. El Señor Jesús muestra a los enfermos como los necesitados del médico, para concluir que Él busca a los pecadores, enfermos del espíritu, enfermos del alma, para curarlos mediante la CONVERSIÓN.
Claro, que como en tantas otras situaciones, es la libertad de la persona la que tiene que acoger la llamada de Jesús: "No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan”.
Es tiempo de conversión, porque así nos lo enseña la Iglesia como característica de la Cuaresma, pero ya venimos diciendo desde meses atrás, que la situación que nos envuelve por todos los motivos ya conocidos y repetidos, URGE la CONVERSIÓN de las personas para que vueltos los corazones a Dios podamos alcanzar su Gracia, pues sin ella la situación general parece que irá siendo más difícil poco a poco.
Hagamos el esfuerzo para conseguir cada uno la propia Conversión del corazón, ayudando a cuantos podamos a que escuchen la llamada del Señor referida más arriba.
Es hora de escuchar y meditar la Palabra de Dios con la mayor atención posible, para que llene de LUZ la propia conciencia y así encontrar los caminos que cada uno ha de hacer.
Las necesidades de los Hermanos necesitan tu oración a María, nuestra Madre y nuestra Guía, para que Ella pueda interceder ante su Hijo en la mejor solución que sea posible. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días
Hemos comenzado esta Cuaresma del año 2021 con una apariencia de normalidad, que sabemos que no es tal, pero vamos a aprovechar este camino penitencial para provecho de nuestra propia alma, así como para contribuir, en la medida de lo posible, a que también lo sea para el resto de las personas y para el mundo entero.
Una de las mejores formas de poder hacer esta jornada cuaresmal, jornada de conversión, es dejarse conducir por la Palabra de Dios que la Santa Iglesia nos va proponiendo en los textos de la Liturgia de cada día, y que más y mejor nos pueden ayudar.
Es por ello que convendrá mirar la Liturgia diaria y encontrar, sin duda, puntos de orientación para la reflexión que ayude al cambio que exige la propia conversión.
Hoy os propongo fijarnos en dos puntos.
Uno, la Oración colecta de la Santa Misa que dice: "Te pedimos, Señor, que inspires, sostengas y acompañes nuestras obras, para que nuestro trabajo comience en ti, como en su fuente, y tienda siempre a ti, como a su fin. Por nuestro Señor Jesucristo”.
En ella reconocemos al Señor Dios, Soberano de nuestras vidas, de forma que confesamos que Él es el origen y el fin de nuestra vida, y así queremos vivirlo y practicarlo con su gracia.
El otro punto es del evangelio de San Lucas 9,22-25, en el que el Señor Jesucristo les da razón, les avisa a sus discípulos, de lo que va a pasar con Él, y añade: "Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo?”
Es muy importante entender esta premisa que Jesús pone para aquel que quiera seguirle: ‘NEGARSE A SÍ MISMO’, lo cual entraña un trabajo muy serio consigo mismo, que no quiere decir que se oculten valores o virtudes propias, sino, al contrario, que se anteponga el amor y la entrega a las inclinaciones del egoísmo, del orgullo o de la envidia personal, que serían las claves representativas de todo lo que es el ‘hombre viejo’ del que nos habla la Sagrada Escritura.
Es una hermosa tarea para el crecimiento personal que bien merece la pena llevarla a cabo.
Adelante, porque esta Cuaresma no debería pasar, como suele decirse, ‘sin pena ni gloria’.
Reza, por favor, al Señor Jesucristo, con el que queremos hacer este camino cuaresmal, por las necesidades de todos los Hermanos que aquí nos encontramos cada día. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el DÍA DEL SEÑOR.
En la Liturgia de la Palabra de este 6º Domingo del Tiempo Ordinario, previo al comienzo de la Cuaresma, el Apóstol San Pablo le dice a los Corintios: "Hermanos: Ya comáis, ya bebáis o hagáis lo que hagáis, HACEDLO TODO PARA GLORIA DE DIOS” (1 Cor 10,31).
He aquí un consejo capital para la buena gobernanza de la persona en su Fe Católica, ya que la Gloria de Dios es la única razón de vivir en las Virtudes Teologales, pues si al fin ha de alcanzar por la CARIDAD la plenitud de Dios, será precisamente viviendo en su GLORIA, alabándola y bendiciéndola por toda la eternidad.
Por ello será de un gran provecho vivir la Fe y la Esperanza en el reconocimiento continuo de la GLORIA DE DIOS.
Dios está presente en la vida del hombre, en lo más íntimo de la vida del hombre, según enseña el Señor Jesucristo (Mt 6,6), por lo que no es difícil constatar en la propia vida y con bastante frecuencia, por no decir con mucha frecuencia, esta Gloria de Dios en los constantes beneficios que de su infinito Amor y Misericordia se reciben, a pesar incluso del pecado personal.
De aquí que sea una gran virtud a adquirir, o incrementar en caso de tenerla ya, el reconocer y manifestar la Gloria de Dios en cualquiera de esas situaciones en las que queda patente, por la experiencia de su Amor y de su Gracia.
Es verdad que el Amor de Dios para con sus hijos es constante, pero no es menos cierto que las actitudes de pecado grave que puedan existir en la vida personal, llegan a empañar y hasta ocultar esta Gloria de Dios, pues el pecado es la antítesis del Amor y, por tanto, lleva a la persona a la ruptura con su Señor, que, como bien sabemos, no podrá revertirla si no es por el Sacramento de la Confesión.
Te INVITO a que pongas todo el cuidado para seguir el consejo de San Pablo de ‘hacerlo todo para la Gloria de Dios’, y así la sientas en el propio corazón y la manifiestes ante los demás cuando sea constatable.
Alcanzar la Gracia de Dios en beneficio de las necesidades de los Hermanos, es una gran misión que todos tenemos; es por ello que cada día, como hoy, te pida que reces a Jesucristo Resucitado con esta intención. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el DIA DEL SEÑOR.
Cada domingo, antes de proponer el tema que preveo exponer, miro la liturgia de la Palabra que la Iglesia nos propone para ese día, y ocurre que hay veces, como la actual, que es necesario posponer lo previsto para ESCUCHAR el mensaje de la Palabra. La segunda lectura de la Misa es de la 1ª Carta de San Pablo a los Corintios, 9,16-19.22-23.
En ella el Apóstol habla de su obligación de Anunciar el Evangelio y lo hace con una gran elocuencia como veis: "Hermanos: El hecho de predicar no es para mí motivo de orgullo. No tengo más remedio y, ¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO!
Si yo lo hiciera por mi propio gusto, eso mismo sería mi paga. Pero, SI LO HAGO A PESAR MÍO, es que me han encargado este oficio.
Entonces, ¿cuál es la paga? Precisamente dar a conocer el Evangelio, anunciándolo de balde, sin usar el derecho que me da la predicación del Evangelio. Porque, siendo libre como soy, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles. Me he hecho débil con los débiles, para ganar a los débiles; me he hecho todo a todos, para ganar, sea como sea, a algunos”.
Los que hemos recibido el Bautismo de Jesucristo, hemos sido convocados igualmente a ANUNCIAR EL EVANGELIO, lo que hoy nos lleva a interrogarnos muy seriamente sobre la actitud personal frente a este deber, así como lo que en la realidad se traduce esta actitud. Ayer me preguntaba dónde estaba nuestra preocupación por los fallecidos del Covid19. Esas preguntas que ayer hacía me gustaría prolongarlas también hacia personas que están vivas, pero en una situación muy difícil por las más variadas situaciones.
Por ejemplo, recientemente leía que todas las cárceles de España habían sido confinadas por la razón de siempre: el virus. Y me preguntaba, ¿cuánta angustia no habrá en aquellas personas que allí están, viviendo una soledad terrible, quizás con grandes cuadros de ansiedad, porque no tienen visitas, porque no pueden ver a los suyos; porque los valerosos voluntarios católicos que acuden a compartir con ellos sus preocupaciones e inquietudes, no pueden ir tampoco; porque incluso, en algunas de esas cárceles, tampoco puede ahora acudir el Capellán que les asiste?
Los que no hemos recibido esa vocación de atender a estos Hermanos que viven privados de libertad, ¿no tendremos la obligación también de cubrir con nuestra sensibilidad, nuestra oración y con lo que cada uno más pueda, aquel guion que seguirá Cristo en día del Juicio: ‘Porque estuve en la cárcel y vinisteis a verme’ (Mt 25,36)?
Aquí lo dejo para que en este día dedicado más al Señor que a ninguna otra cosa, reflexionemos y tomemos postura.
Pero no olvides, por favor, de rezar al Señor Resucitado por todas las necesidades de los Hermanos que nos encontramos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Dios, Padre nuestro: ‘Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden’.
Buenos días en el DÍA DEL SEÑOR.
En este Domingo III del Tiempo Ordinario, la Iglesia reza así: "Dios todopoderoso y eterno, AYÚDANOS a llevar una vida según tu voluntad, para que podamos dar en abundancia FRUTOS DE BUENAS OBRAS en nombre de tu Hijo predilecto. Que vive y reina contigo”.
En actitud humilde, como le corresponde al hombre cuando se dirige a Dios su Padre, le pedimos AYUDA para poder vivir según la regla más importante que puede y debe tener cualquier cristiano, como es la ‘Voluntad de Dios’. Y así, estar en la disposición de hacer ‘buenas obras’, con las que tanto bien podrás hacer a los demás.
¡Qué bueno será que comprendamos bien el sentido y el contenido de esta Oración, para, alcanzada la Gracia de Dios, podamos dar los abundantes frutos que se necesitan en el momento presente!
Para todo ello, nos puede ayudar esto que dijo San Francisco de Sales, cuya fiesta celebra también hoy la Iglesia: "Se paciente con todo el mundo, pero SOBRE TODO CONTIGO MISMO”.
Cuando se sufren tantas presiones de todo tipo, con esta situación tan difícil de la pandemia y sus consecuencias, cuánto se necesita la PACIENCA.
Tenemos un gran desafío que librar cada día, por lo que, llenos de ESPERANZA, seamos muy PACIENTES para alcanzar de Dios las gracias que tanto estamos necesitando.
No nos cansemos de repetir las palabras de Cristo que este domingo se proclaman en el evangelio: "Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. CONVERTÍOS Y CREED EN EL EVANGELIO”.
Por favor, no dejes de rezar, aunque sea brevemente, el favor de la solución de los problemas de todos los Hermanos que nos encontramos aquí cada día, en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el DÍA DEL SEÑOR.
La Palabra de Dios que se proclama en este Segundo Domingo del Tiempo Ordinario del Ciclo B, es muy sugestiva.
Como no disponemos de espacio para incluir las tres lecturas y el salmo, ponemos las citas para que las podáis leer.
1 Sam 3, 3b-10.19
Salmo 39: "Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”
1 Cor 6, 13c-15a.17-20
Jn 1, 35-42
La LLAMADA es el hilo conductor de las lecturas de hoy.
El Señor llamó en la antigüedad, el Señor Jesús llamó a seguirle a los que escogió, y, después, nos ha llamado a cada uno para que ahora continuemos su Obra.
Hoy sería un buen punto para la meditación personal, recordar y ver cuál, cómo y cuándo el Señor Jesús le llamó a cada uno.
A través de la Sagrada Liturgia, la Iglesia nos ofrece un reencuentro con nuestra llamada, dicho de otra forma, con la vocación recibida, bien sea a la vida matrimonial, a la virginidad consagrada, al sacerdocio o a cualquiera de las formas de vida consagrada que hay en la Iglesia Santa de Dios.
Reencontrados con la propia VOCACIÓN, renovemos nuestros deseos y propósitos de rectificar los caminos que por errores fueran necesarios reformar, y con toda la ILUSIÓN avancemos siguiendo al Maestro como aquellos discípulos de Juan Bautista lo hicieron: "En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: Éste es el Cordero de Dios. Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: ¿Qué buscáis? Ellos le contestaron: Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives? Él les dijo: «Venid y lo veréis. Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día” (Jn 1,35-39).
En la fraternidad que nos enseñó a vivir el Maestro, reza ya con Fe y Esperanza, al mismo Señor en favor de todas las necesidades de los Hermanos, que nos encontramos aquí cada día en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Concluyendo la III Semana de Adviento, avanzamos en esta preparación gozosa de la Celebración de la NATIVIDAD DEL SEÑOR, y para que nos ayude de una forma más personal, he aquí el Himno de la Hora de Laudes de hoy que nos lleva a través de la Historia de la Salvación.
"Ya muy cercano, Emmanuel, hoy te presiente Israel, que en triste exilio vive ahora y redención de ti implora.
Ven ya, del cielo resplandor, Sabiduría del Señor, pues con tu luz, que el mundo ansía, nos llegará nueva alegría.
Llegando estás, Dios y Señor, del Sinaí legislador, que la ley santa promulgaste y tu poder allí mostraste.
Ven, Vara santa de Jesé, contigo el pueblo a lo que fue volver espera, pues aún gime bajo el cruel yugo que lo oprime.
Ven, Llave de David, que al fin el cielo abriste al hombre ruin que hoy puede andar libre su vía, con la esperanza del gran día.
Aurora tú eres que, al nacer, nos trae nuevo amanecer, y, con tu luz, vive esperanza el corazón del hombre alcanza.
Rey de la gloria, tu poder al enemigo ha de vencer, y, al ayudar nuestra flaqueza, se manifiesta tu grandeza. Amén.”
Asimismo, también la Oración con que la Iglesia reza hoy a Dios Padre, es muy reveladora de la actitud que necesitamos disponer en las Fiestas del Nacimiento del Niño Dios. Recemos unidos con toda la Iglesia.
"Dios y Señor nuestro, que en el parto de la Virgen María has querido revelar al mundo entero el esplendor de tu gloria, ASÍSTENOS CON TU GRACIA, para que PROCLAMEMOS con fe íntegra y CELEBREMOS con piedad sincera EL MISTERIO ADMIRABLE DE LA ENCARNACIÓN DE TU HIJO. Que vive y reina contigo.”
Ya sólo te pido que ores al mismo Padre Dios, por todas las necesidades de los Hermanos, que nos unimos aquí cada día en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María.
Hoy en un día hermoso, lleno de LUZ y de PAZ, en el que la Iglesia CELEBRA el gran privilegio que recibió la Santísima Virgen María cual fue ser CONCEBIDA SIN PECADO ORIGINAL.
Este día siempre fue para los católicos un día extraordinariamente importante, pues contemplar a María como la creatura de nuestra raza, que es, ‘la sin pecado’, pero que al mismo tiempo tuvo que responder con absoluta libertad a los planes de Dios, cuando el Arcángel Gabriel le anunció cuáles y cómo habrían de ser, como cada uno de nosotros, igualmente, hemos de dar esta respuesta, ya en el Bautismo a lo esencial de nuestra identidad cristiana, y luego a lo largo de la historia personal con sus situaciones, circunstancias y compromisos.
Os transcribo el Himno de la Hora de Laudes de este día, que lo encuentro hermoso y sugerente para la oración obsequio a la Santísima Virgen María.
"Ninguno del ser humano como vos se pudo ver; que a otros los dejan caer y después les dan la mano.
Mas vos, Virgen no caíste como los otros cayeron, que siempre la mano os dieron con que preservada fuiste.
Yo, cien mil veces caído, os suplico que me deis la vuestra, y me levantéis porque no quede perdido.
Y por vuestra concepción, que fue de tan gran pureza, conserva en mí la limpieza del alma y del corazón, para que de esta manera suba con vos a gozar del que solo puede dar vida y gloria verdadera. Amén”.
Y permitirme también, que sin comentario alguno, os agregue la ORACIÓN con la que hoy reza toda la iglesia en la Santa Misa y en la Liturgia de las Horas.
"Oh Dios, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo LA PRESERVASTE DE TODO PECADO, concédenos, por su intercesión, LLEGAR A TI LIMPIOS DE TODAS NUESTRAS CULPAS. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Hoy, con toda nuestra FE y la gran confianza que nos da nuestra Madre y Guía, la Inmaculada Virgen María, recemos para que Ella interceda a su Hijo Jesucristo para que todas las necesidades de los Hermanos encuentren la solución más satisfactoria. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor, Domingo II del Tiempo de Adviento.
Hoy volvemos a fijarnos en la oración central con la que la Santa Iglesia se dirigirá al Padre Dios, tanto en la Celebración de la Santa Misa como en el rezo de las Horas de su Liturgia.
Oraremos todos así: "Señor todopoderoso, rico en misericordia, cuando SALIMOS ANIMOSOS al encuentro de tu Hijo, NO PERMITAS QUE LO IMPIDAN LOS AFANES DE ESTE MUNDO; guíanos hasta él con SABIDURÍA DIVINA para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo”.
‘No permitas que lo impidan los afanes de este mundo’. He aquí uno de los mayores enemigos que tiene la persona, máxime en nuestra sociedad en la que se incita a poseer más y más cosas, teniendo que hacer grandes esfuerzos por conseguir los medios materiales para alcanzarlas.
Igualmente, en esos ‘afanes de este mundo’ hay tantas otras circunstancias que hablan de rivalidades, de egoísmos, de envidias, de... ¡qué sé yo, cuántas situaciones nada limpias ni transparentes!
Lo importante también en esta oración, es que se le pide a Dios Padre que nos ‘guíe hasta el encuentro con el Señor con SABIDURÍA DIVINA’, el Don del Espíritu Santo que nos da la comprensión de todo lo que es el plan de Dios para cada una de nuestras vidas, pudiendo así trabajar con lo mejor de sí mismos para VIVIR en el agrado de Dios.
Hagamos cada uno, con plena conciencia y unidos a toda la Iglesia, esta Oración que hoy se nos ofrece para asegurar y afianzar nuestro camino seguro por la senda del Adviento, cara a la Parusía del Señor.
¡Ven, Señor Jesús!
Y también hoy, reza, con Fe y Esperanza, al mismo Padre Dios, aunque sólo sea un Padrenuestro, por todas las necesidades de los Hermanos que nos reunimos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días
Este Miércoles de la Primera Semana de Adviento, la Iglesia, tú y yo miembros de esta Santa Iglesia, reza así: "Señor y Dios nuestro, PREPARA NUESTROS CORAZONES con la fuerza de tu Espíritu, para que CUANDO LLEGUE JESUCRISTO, tu Hijo, NOS ENCUENTRE DIGNOS de sentarnos a su mesa y él mismo nos sirva en el festín eterno. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Como veis, es una oración hermosa y con un alto contenido real en nuestra FE Católica, pues si estamos ESPERANDO al Señor en su Parusía, es lógico pedir la GRACIA a Dios nuestro Padre para que podamos estar en su agrado.
Nuestra FE tiene que abrirse camino en medio de un mundo mercantilista y materialista, que no quiere entender de lo que no ve y palpa, pues incluso en cuestiones de este mundo y de su actualidad, a veces le cuesta entender y aceptar cosas muy serias que le afectan de una u otra forma.
En la vida cristiana siempre se ha de tener muy viva y presente la relación trinitaria, esto es, la relación personal con cada una de la Personas de la Santísima Trinidad: con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo, por lo que tiene un gran sentido que se pida al Padre la fuerza del Espíritu Santo para poder estar, primero en VELA, y llegado el momento completamente en la dignidad precisa y necesaria, merecedores de poder sentarnos en la mesa del Señor para recibir su agasajo ‘en el festín eterno’.
Son momentos históricos que estamos viviendo, que los podemos calificar fuertes, duros, en los que no se puede estar ‘arrastrados’ por nada ni nadie, sino que hay que saber salvaguardar la propia Fe, con la firmeza de la Esperanza y la fuerza que tiene la Caridad.
Oremos, palabra a palabra, frase a frase, con la Santa Madre Iglesia y avancemos con paso firme por esta senda del ADVIENTO, dejándonos iluminar también por la Palabra de Dios que enseña, fortalece y vivifica.
Pero hoy también te pido que reces, con mucha ilusión y fuerza, al Señor Jesús que esperamos, por todas las necesidades de los Hermanos, sean del tipo que sean, que nos encontramos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días
Finalizamos este mes de los difuntos, habiendo rezado por ellos y también habiendo puesto la mirada en nuestro camino a recorrer hasta llegar al gran día de nuestro propio ‘tránsito’.
Ahora ya en el Tiempo de ADVIENTO, caminamos con paso firme en la ESPERANZA que nos lleva a mirar hacia el horizonte de la PARUSÍA.
La Iglesia Santa nos ofrece durante estos días unos textos bíblicos muy elocuentes, y sus oraciones son igualmente muy ilustrativas, que bien merece que las meditemos para, unidos a nuestra Madre la Iglesia, podamos ORAR a Dios con sensatez y responsabilidad.
Hoy quiero ofreceros la ORACIÓN de este lunes de la Primera Semana de Adviento, que dice: "Concédenos, Señor Dios nuestro, PERMANECER ALERTAS a la venida de tu Hijo, para que cuando LLEGUE Y LLAME a la puerta NOS ENCUENTRE VELANDO en oración y cantando su alabanza. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Como veis, se le pide al Señor, eso sí, debe ser con pobreza y humildad, las Gracias necesarias para que podamos PERMANECER atentos a la venida de su Hijo, de forma que CUANDO LLEGUE, que ya nos avisó Él mismo que no sabemos ni el día ni la hora, nos encuentre en VELA: orando y alabando la Gloria de Dios.
Si se lo pedimos con verdadera conciencia y transparencia, esto es, con un corazón humilde y limpio, no nos faltaran todas las gracias, en el orden y tipo que sean necesarias, para conseguir día a día estar en la mejor actitud en la que nos puede encontrar el Señor: en oración y en alabanza a Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Hemos de rezar mucho durante este ADVIENTO por la CONVERSIÓN de las personas, para que cada uno vuelva su mirada y su corazón a Dios, que es el único que nos puede LIBERAR de todas las desgracias en las que nos va sumiendo la pandemia, en sí misma y en sus consecuencias colaterales.
Y hoy es necesario que reces con Fe y Esperanza a María, nuestra Madre y nuestra Guía, por todas las necesidades físicas, materiales y morales de todos los Hermanos, reunidos aquí en torno a Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO.
Como ya hemos repetido en los días anteriores, comenzamos el nuevo Año Litúrgico con el Tiempo de ADVIENTO.
La Santa Madre Iglesia nos abre la puerta a lo que es para sus hijos lo más importante: Esperar a su Señor que viene.
La Oración Colecta de la Santa Misa de este día es muy elocuente, dice: "Dios todopoderoso, AVIVA en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de SALIR AL ENCUENTRO DE CRISTO, que viene, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Como vemos, la Iglesia, como Madre que es, nos impulsa a ‘salir al encuentro de Cristo, que viene, acompañados de BUENAS OBRAS’, pues estamos ante el gran acontecimiento que está por llegar, cual es la PARUSÍA DEL SEÑOR.
En el Santo Evangelio de este día, "dijo Jesús a sus discípulos: Estad atentos, VIGILAD: pues no sabéis cuándo es el momento... VELAD ENTONCES, pues no sabéis CUÁNDO VENDRÁ el señor de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y OS ENCUENTRE DORMIDOS. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡VELAD!”.
El ADVIENTO es el tiempo litúrgico que envuelve a los creyentes en la gran Virtud de la ESPERANZA, pues nos muestra el verdadero camino que hemos de recorrer en dos claves: VIGILAR y ESPERAR.
VIGILAR, porque llegará el Señor Jesucristo en poder y gloria para ‘juzgar a los vivos y a los muertos’, y nos ha de encontrar en las condiciones óptimas para acogernos y colocarnos a su derecha.
ESPERAR, porque el Señor viene y nos ha de encontrar, no solo en vela, sino vestidos con el traje de gala, que no es otro que el traje de la Gracia de Dios, limpios de todo pecado y alegres por poder alcanzar lo que el Señor nos ha preparado para los que le aman.
También hoy comienza la Novena de la Inmaculada, en preparación de la Celebración de este maravilloso privilegio de la Santísima Virgen, cuál es su CONCEPCIÓN INMACULADA, con el que Dios, nuestro Padre, la dispuso para que pudiera cumplir la misión de ser la Madre del Redentor.
Os invito que durante estos nueve días contempléis las gracias y dones que Dios otorgó a nuestra Madre María Santísima.
Y ya, reza con fervor y esperanza al Señor Jesús, implorando su Gracia para todas las necesidades de los Hermanos que nos encontramos aquí cada día. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el DIA DEL SEÑOR.
La primera lectura que se proclama en este domingo es del Profeta Isaías 55,6-9, con un precioso comienzo y un, no menos valioso, consejo: "BUSCAD AL SEÑOR mientras se deja encontrar, INVOCADLO mientras está cerca”.
Da mucha CONFIANZA saber que el Señor está dispuesto a dejarse encontrar, sobre todo cuando la persona se siente o está distante de Él.
Buscar al Señor es bastante fácil cuando se toma tal determinación, aunque haya mucha 'bruma' que envuelva la propia vida y que apenas deje ver, pues la persona tiene muchos medios para abrirse paso, para ir en busca del Señor.
Tiene su CONCIENCIA, que aunque pueda estar un tanto ‘noqueada’ por no haberla dejado cumplir su misión, en cualquier momento es recuperable para que marque el camino de LUZ y de VERDAD.
Tiene su CORAZÓN, que aunque haya podido dejarse llevar alguna vez por la maldad, por el contrario, su inclinación natural es a la bondad y a hacer el bien. No se puede olvidar que el hombre está creado por Dios a su imagen y semejanza (Gn 1,26).
Y tiene las Potencias del Alma: Inteligencia, Memoria y Voluntad, que bien dirigidas y orquestadas ofrecen a la persona TODO cuanto necesita para gobernarse en el agrado de Dios.
Os dejo en el ENCUENTRO PERSONAL con la Palabra de Dios en los textos que nos ofrece hoy la ‘Liturgia de la Palabra’: Is 55,6-9; Flp 1,20c-24.27a; Mt 20,1-16, con el mejor de los deseos de que encontréis todos caminos de Paz y Santidad, tan necesarios en la situación actual.
Como cada día te pido que reces, con sencillez pero con la eficacia de quien se sabe escuchado por Dios, por todas las necesidades de los Hermanos que nos encontramos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el DÍA DEL SEÑOR
Cada domingo en la Celebración de la Santa Misa, la Iglesia ofrece al Pueblo de Dios tres lecturas que son verdadero alimento espiritual para los fieles, que deberían reflexionar y tener presentes sus enseñanzas a lo largo de los siguientes días.
Las lecturas de este domingo XXIII del ciclo A son: Profeta Ezequiel, 33,7-9; Carta de San Pablo a los Romanos, 13,8-10; Evangelio de San Mateo 18,15-20.
En la primera lectura, el Profeta Ezequiel expone la Palabra que el Señor le dirige a él sobre cómo ha de decir y cómo ha de hacer, que en definitiva es cómo hemos de hacer y decir nosotros, también profetas por el Bautismo.
La lectura es: "Esto dice el Señor: A ti, hijo de hombre, te he puesto de CENTINELA en la casa de Israel; cuando escuches una palabra de mi boca, les ADVERTIRÁS de mi parte.
Si yo digo al malvado: "¡Malvado, eres reo de muerte!", pero tú NO HABLAS PARA ADVERTIR al malvado que cambie de conducta, él es un malvado y morirá por su culpa, pero A TI TE PEDIRÉ CUENTA DE SU SANGRE.
Pero si tú ADVIERTES al malvado que cambie de conducta, y no lo hace, él morirá por su culpa, pero TÚ HABRÁS SALVADO LA VIDA”.
La Palabra del Señor a Ezequiel es muy clara para llevarnos a reflexionar de cómo es nuestro comportamiento con los demás.
Cuántas veces se ven actitudes, comportamientos, gestos o palabras inadecuados, que no están en consonancia con las exigencias del propio Bautismo, y por toda respuesta, ‘se mira para otro lado’ como se dice vulgarmente.
En la moral propia se buscan pecados buscando la casuística de los mandamientos, defectos, etc., ignorando otros mandatos y preceptos que el Señor ha revelado a lo largo de toda la Historia de la Salvación.
Te deseo que sepas dar prioridad a esta reflexión de la Palabra de Dios del Domingo, y así puedas avanzar en tu camino de perfección, de santidad, que tanto necesitan los que te rodean y el mundo en general.
No olvides de rezar un padrenuestro, al menos, al Señor Jesucristo para que sus gracias vengan en auxilio de todas las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el DÍA DEL SEÑOR.
Las lecturas que se proclaman en este domingo XXII del Tiempo Ordinario, ciclo A, son importantes como toda la Palabra de Dios, pero igualmente muy sugerentes para hacer una buena e intensa reflexión personal, y si se puede, también comunitaria.
Las lecturas son: Jeremías 20,7-9; San Pablo a los Romanos 12,1-2; San Mateo 16,21-27.
Como no podemos hacer comentario de cada una, fijémonos en la segunda lectura.
San Pablo plantea a los Romanos dos ideas.
Una que dice: "Os EXHORTO, hermanos, por la misericordia de Dios, a que PRESENTÉIS VUESTROS CUERPOS COMO SACRIFICIO VIVO, SANTO, AGRADABLE A DIOS; éste es vuestro culto espiritual”.
La otra: "Y no os amoldéis a este mundo, sino TRANSFORMAOS POR LA RENOVACIÓN DE LA MENTE, para que SEPÁIS DISCERNIR cuál es la voluntad de Dios, qué es lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto”.
En la primera idea lo que plantea San Pablo choca con el hedonismo y la permisividad, que son tan habituales en nuestro tiempo, teniendo el cuerpo al servicio de los intereses y placeres de la vida, y lejos, por supuesto, de pensar que sean ‘templos del Espíritu Santo’, como dirá en otro momento.
Cuando existe una negación de la vida eterna y, por consecuencia, del artículo de la FE: ‘creo en la resurrección de los muertos’, ciertamente todo pasa a ser sólo válido para el momento actual, por tanto toma fuerza aquel dicho, "comamos y bebamos, que pronto moriremos”.
La segunda idea es una clara llamada a la CONVERSIÓN que podemos leer en una clave actual, pues hoy necesitamos DISCERNIR bien cuál es la voluntad de Dios, en la situación grave y preocupante en la que nos encontramos.
Y para ello nos advierte que ‘no os AMOLDÉIS a este mundo’, sino ‘TRANSFORMAOS por la RENOVACIÓN DE LA MENTE’, proceso imprescindible para encauzar un camino de cambio, de conversión a Dios.
Os deseo una REFLEXIÓN profunda para que podáis tomar decisiones en la medida que cada cual las necesite, pero también ir a enseñar a quien lo pueda precisar, porque si no se produce la vuelta de los corazones a Dios, no cabe esperar nada bueno en el desarrollo de la situación en la que nos encontramos.
Con interés te pido un día más, que reces a María, nuestra Madre y nuestra Guía, por todas las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Fiesta de NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DEL CARMEN.
Estamos en el día de una de las Fiestas más populares de nuestros Pueblos, particularmente de los pueblos pesqueros, ya que la Virgen del Carmen se venera con gran devoción en el mundo de la mar.
Será hoy una fiesta descolorida por causa de la Pandemia, pues no permitirán algunas de las manifestaciones religiosas, como por ejemplo el desembarco que de la Virgen se realiza en muchos de los puertos pesqueros españoles, para procesionar por las calles de los diferentes pueblos y localidades.
La Virgen del Carmen tiene un AMOR muy grande por ayudar a las benditas almas del Purgatorio, por lo que la debemos encomendar, con frecuencia, a los difuntos que conozcamos, y más particularmente en este día de Gracia.
En la Liturgia de las Horas correspondiente a esta Fiesta, se reza este Himno que me parece muy interesante que conozcáis o, cuando menos, le recéis a la Virgen del Carmen.
"Todos te deben servir, Virgen y Madre de Dios, que siempre ruegas por nos y tú nos haces vivir.
Tanta fue tu perfección y de tanto merecer, que de ti quiso nacer quien fue nuestra redención.
El tesoro divinal en tu vientre se encerró, tan precioso, que libró todo el linaje humanal. Tú sellaste nuestra fe con el sello de la cruz, tú pariste nuestra luz, Dios de ti nacido fue.
¡Oh clara virginidad, fuente de toda virtud!, NO CESES DE DAR SALUD A TODA LA CRISTIANDAD. Amén”.
A la Santísima Virgen del Carmen, hoy te pido que la reces para pedirle que venga en ayuda y gracia de todas las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la Solemnidad de PENTECOSTES.
"Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu Amor.Envía tu Espíritu y todo será creado. Y renovarás la faz de la tierra.
Oh Dios, que aleccionaste los corazones de tus fieles con la CIENCIA del Espíritu Santo; haz que guiados por este mismo Espíritu saboreemos las dulzuras del bien y gocemos siempre de sus divinos consuelos”
Con esta gran Solemnidad que CELEBRA LA VENIDA DEL ESPIRITU SANTO, damos por concluido el Tiempo Pascual, y la Sagrada Liturgia vuelve al Tiempo Ordinario.
No obstante nos quedaba el séptimo Don por ver, y aunque sea brevemente digamos algo del DON DE CIENCIA, que ofrece a la persona distinguir entre lo verdadero y lo falso.
Sabemos que hay personas que creen verdadero lo que es falso y en cambio no aceptan lo que es verdad.
Mediante el DON DE CIENCIA, el cristiano sabe distinguir con perfecta claridad lo que le lleva a Dios y lo que le separa de Él.
Tiene otra virtualidad importante: advierte a la persona cuando las cosas buenas y rectas pueden convertirse en malas para ella, convenciéndola de que lo que más vale no es lo material sino lo espiritual.
Os deseo a todos y a cada uno, un FELIZ ENCUENTRO con el ESPÍRITU SANTO, que sepamos cada uno ‘abrirnos a las dulzuras de su Amor’, y que en íntimo coloquio le digamos TODO: preocupaciones, ilusiones, proyectos... y todo lo que queramos agregar.
Me atrevo a pediros también que cerremos este Mes de María, ofreciendo a la Virgen un bonito regalo del propio corazón.
Y ya, reza por todas las necesidades de los Hermanos, encomendando a María, nuestra Madre y nuestra Guía, abra todos los caminos que cada uno necesite, para salir de esta pandemia lo más satisfactoriamente posible.
Para esto y para que la sociedad encuentre también los caminos del Amor de Dios, que debería andar frente a los equivocados del pecado y del desorden, ofrezcamos a la Virgen el rezo del Santo Rosario. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la EPIFANÍA DEL SEÑOR.
Hoy la Celebración Litúrgica nos invita a ponernos delante de un Niño al que TODOS acudían a ADORARLE, resaltando los Reyes Magos.
Nosotros también somos invitados a ADORARLE, a ponernos ante Dios en la ÚNICA postura digna que tiene el hombre frente a Dios.
Cierto es que este Niño nos daría el poder ser Hijos de Dios (Jn 1,12), para más tarde enseñarnos a vivir en intimidad con el Padre Dios, cuando nos dice: "Tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tú Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará" (Mt 6,7).
Por tanto, hoy cuando te acerques al Belén para ADORAR al Niño, no olvides que en Él estás ADORANDO también al Padre y al Espíritu Santo, que en el Bautismo de Jesús, que celebraremos el próximo domingo, se manifestaron los tres (Mt 6, 16-17).
Hoy es un día muy propicio para que reflexionemos de cómo es nuestra actitud ante Dios, ante cualquiera de las Tres Personas de la Santísima Trinidad, que no puede ser otra que una actitud de ADORACIÓN.
Es muy importante esto porque es poner a Dios en su sitio y a nosotros en el nuestro frente a Él.
Pero también es importante para vivir las virtudes que ayudan a ser ADORADOR DE DIOS, como por ejemplo: la pobreza espiritual, la humildad, el sometimiento..., y muy particularmente el saber dar GLORIA A DIOS en tantos momentos y situaciones en que se nos manifiesta su GLORIA, de las más diferentes maneras y a través de muchas situaciones.
No podemos ADORAR A DIOS ignorando al Hermano en sus dificultades y necesidades, por ello te pido que reces al Niño Jesús por todas sus intenciones y necesidades. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en la SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR.
Hoy, al mediodía, 12:00 hora de Roma, el Santo Padre Francisco, impartirá la Bendición URBI ET ORBE, con Indulgencia Plenaria, que os invito a recibir, bien por televisión o por radio.
Hoy se manifestó la GLORIA DE DIOS en la Ciudad de David, por eso también os INVITO a cantar y meditar el GLORIA que entonamos en la Santa Misa.
"Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias.
Señor Dios, Rey Celestial, Dios Padre Todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros.
Porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor,
sólo tú Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén."
Ojalá que al concluir este día, podamos ver que nos hemos entregado a GLORIFICAR A DIOS con todo nuestro ser, hacer y vivir.
Y que no falte hoy tu oración al Dios Infante, por todas las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Siguiendo este camino que hemos iniciado de preparación para Celebrar la Natividad del Señor con el mejor espíritu de Fe, hoy os propongo conocer bien a San José.
No hace falta decir, que en el Plan de Salvación de Dios, él también era clave, pues el Verbo Encarnado tenía que vivir en el seno de una familia normal.
En este 4° Domingo de Adviento del ciclo A, el Evangelio que se proclama en la Santa Misa (Mt 1,18-24), nos pone en contacto con José y su dilema de qué hacer con María su mujer, la que "esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo".
José ante esta situación tenía que tomar una decisión: "José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto".
En la figura de José y su comportamiento libre y voluntario, vemos cómo Dios, a pesar del Plan de Salvación que tenga trazado, en su insondable e infinita Sabiduría y Providencia, para cada persona, respetará siempre su libre voluntad, para ir mostrando progresivamente su Divina Voluntad. Nunca violando la libertad de la persona, ni tan siquiera violentando su voluntad de obrar de una u otra forma.
Dice el Evangelio que: "Apenas (José) había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un Ángel del Señor que le dijo: "José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo....."
A partir de aquí, José cumplió fielmente la Voluntad Santísima de Dios, siendo el padre ejemplar de Jesús, participando en todos los deseos y avisos del Cielo.
San José es un gran protector de todo el que se acoge a él.
San José atiende las súplicas que se le dirigen y los temas que se le encomiendan.
Como enseña Santa Teresa de Jesús, quien no tenga conocimiento y experiencia de lo dicho, acuda a él con fe y confianza, y verá superados sus deseos, afirma la Santa.
Adjunto os ofrezco una Jaculatoria y la oración que hiciera el Papa León XIII para encomendarse a San José. Conociéndole mejor podremos contemplar el Misterio de Belén con más profundidad.
Y ya, como cada día, te pido tu oración por las necesidades de los Hermanos, que te sugiero la hagas hoy por la intercesión de SAN JOSÉ. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO.
¡Ven Señor, no tardes!
Este grito, a modo de antífona en la liturgia, lo hace la Iglesia en este Tiempo del Adviento.
Esperamos la Parusía, la Venida del Señor en Poder y Gloria, para 'juzgar a los vivos y a los muertos'.
Así lo hemos profesado y confesamos cada vez que recitamos la Profesión de Fe.
Razón más que suficiente para estar y vivir preparados, con una vida honrada y el corazón limpio. No olvidemos las palabras del Señor Jesucristo: "Bienaventurados los LIMPIOS DE CORAZÓN porque ellos verán a Dios" (Mt 5,8).
Os dejo uno de los Himnos de Laudes durante el Adviento, dedicado a la Virgen que se rezará los sábados, pero que como oración personal puede aplicarse en cualquier momento.
"Ruega por nosotros, Madre de la Iglesia.
Virgen del Adviento, esperanza nuestra, de Jesús la aurora, del cielo la puerta.
Madre de los hombres, de la mar la estrella, llévanos a Cristo, danos sus promesas.
Eres, Virgen Madre, la de gracia llena, del Señor la esclava, del mundo la Reina.
Alza nuestros ojos hacia tu belleza, guía nuestros pasos a la vida eterna. Amén".
Os deseo un ADVIENTO que llene vuestra vida interior del anhelo de VIVIR en Dios, con Dios y para Dios, de forma que su LUZ, su PAZ y su AMOR colme todos los días de vuestra vida.
Y ahora ya, te pido tu oración en favor de todas las intenciones y necesidades de los Hermanos. ¡Ven, Señor! AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
En la víspera de la Celebración litúrgica de la Solemnidad del Corpus Christi, es bueno reflexionar en torno a este grandísimo DON, que es para nosotros la SAGRADA EUCARISTÍA, la presencia real y permanente del Señor Jesucristo en Cuerpo y Sangre, Alma y Divinidad en la SAGRADA HOSTIA.
Esta Solemnidad surge a partir de un movimiento que comenzó con la Exposición y Bendición con el Santísimo Sacramento, el uso de las campanillas durante la elevación en la Misa, etc.
Fue Santa Juliana de Mont Cornillon el Instrumento que el Señor empleó para propiciar el que se instaurase esta Solemnidad.
El Papa Urbano IV, movido por el Milagro Eucarístico de Bolsena, extiende a toda la Cristiandad, el 8 de septiembre de 1264, la Celebración de la Fiesta del Corpus Christi.
El Milagro de Bolsena se produjo cuando un sacerdote celebraba la Santa Misa y tuvo dudas de que la Consagración fuera algo real.
Al momento de partir la Sagrada Forma vio salir de ella Sangre, que enseguida empapó el Corporal.
Se conservan en Orvieto los Corporales manchados de Sangre y la piedra del altar en Bolsena, manchada también de la Preciosísima Sangre.
Aprovechemos el día de hoy para sensibilizar nuestro corazón en el AMOR, que merece de cada uno de nosotros Nuestro Señor Jesucristo presente, vivo y lleno de Misericordia por el mundo y por todos los hombres.
ADOREMOS A JESÚS SACRAMENTADO desde la pequeñez y pobreza de nuestro corazón.
¡Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar!
¡Sea por siempre Bendito y Alabado!
El Señor Jesucristo TE ESPERA.
Pídele hoy a Él por todas las necesidades de los Hermanos UNIDOS en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
¡¡¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA!!!
¡CRISTO HA RESUCITADO!
¡ALELUYA!
En la Gran Vigilia Pascual hemos proclamado esta gran dicha.
El Pregón Pascual ha cantado a CRISTO RESUCITADO en esta Noche Santa.
Aunque todo el Pregón es propicio para ser meditado, os ofrezco unos párrafos para el deleite espiritual.
"... Esta es la NOCHE en que, por toda la tierra, los que confiesan su fe en Cristo son arrancados de los vicios del mundo y de la oscuridad del pecado, son restituidos a la Gracia y son agregados a los Santos.
Esta es la NOCHE en que, rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo....
¡Qué NOCHE tan dichosa! Sólo ella conoció el momento en que Cristo RESUCITÓ de entre los muertos!....
Y así, esta NOCHE SANTA ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio, trae la concordia, doblega a los poderosos....
¡Qué NOCHE tan dichosa, en que se une el Cielo con la tierra, lo humano con lo divino!...."
UNIDOS a María, nuestra Madre y nuestra Guía, os deseo una muy FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
En la Liturgia de la Cuaresma hay textos con un gran interés espiritual, y en algunos casos también poético, como es este Himno de la Hora de Vísperas que a continuación os transcribo.
Os invito a que más allá de la ORACIÓN que nos ofrece, consideréis los aspectos que nos brinda para la REFLEXIÓN y para la REVISIÓN DE VIDA.
"LIBRA mis ojos de la muerte; dales la LUZ, que es su destino.
Yo, como el CIEGO del camino, pido un MILAGRO para VERTE.
Haz de esta PIEDRA de mis MANOS una herramienta constructiva, cura su FIEBRE POSESIVA y ÁBRELA al bien de mis hermanos.
Que yo COMPRENDA, Señor mío, al que SE QUEJA Y RETROCEDE;
que el corazón no se me quede desentendidamente FRÍO.
GUARDA mi FE del enemigo.
¡Tantos me dicen que estás muerto!
Tú, que CONOCES el DESIERTO, dame tu mano y ven conmigo. Amén."
Como veis, hay varios puntos para considerar en la propia vida.
Y lo que es más importante, que nos puede ayudar a reparar en cosas o aspectos que de ordinario no se cae en la cuenta.
Por ejemplo: "Que yo comprenda al que se queja y retrocede", cuando de ordinario se suele ser tan críticos y poco constructivos con el comportamiento de los otros, negando las posibles razones y justificaciones que puedan avalar esa forma de actuar.
Sigamos con ILUSIÓN este camino cuaresmal, camino de CONVERSIÓN, en el que algún alto en el camino habrá que hacer, para reparar los desperfectos detectados, en el Sacramento de la CONFESIÓN.
Qué ahora, la oración de cada uno nos ayude a todos a PERSEVERAR hasta el final. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el PRIMER DOMINGO DE CUARESMA.
Durante este Tiempo tan especial de la Cuaresma, es muy interesante atender a los textos que la Liturgia nos ofrece.
Por ejemplo, hoy la llamada Oración Colecta de la Misa pide a Dios algo importante.
Veamos: "Dios todopoderoso, por medio de las prácticas anuales del sacramento cuaresmal, concédenos PROGRESAR en el CONOCIMIENTO DEL MISTERIO DE CRISTO, y conseguir sus frutos con una CONDUCTA DIGNA".
Progresar en el conocimiento del Misterio de Cristo, es algo ESENCIAL para un Cristiano que busca seriamente ser consecuente con su FE, porque desea ser fiel y coherente con su Bautismo.
Vivimos en unos momentos de la Historia en los que, según convenga, todo vale, y esto ante Dios NO TIENE JUSTIFICACIÓN, pues su Divina Revelación dejó y deja bien claro lo que es bueno y lo que es malo, lo que es justificable y lo que es punible.
En este sentido es muy necesario que los Católicos tengamos dos libros de cabecera: La BIBLIA y el CATECISMO de la Iglesia Católica.
El primero, para estar en contacto con la Palabra de Dios y su Revelación.
El segundo, para estar en el conocimiento de la VERDADERA DOCTRINA de la Iglesia Católica.
Os invito a la reflexión de esta Oración de la Misa de hoy, tan importante en nuestra vida cristiana, porque no debemos olvidar de que somos en este mundo PEREGRINOS hacia la Casa del Padre, hacia el Cielo.
Recemos por las necesidades de los Hermanos, hoy la NECESIDAD de tener y de vivir la FE todos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en este MIÉRCOLES DE CENIZA.
Ya hemos llegado a nuestra CUARESMA de 2019.
Digo "nuestra' porque siempre conviene identificarnos en primera persona en aquello que es importante, incluso más, o sea transcendental.
Solamente os llamo la atención al rito de la IMPOSICIÓN DE LA CENIZA.
Desde el primer momento la Iglesia nos pone de una forma directa ante la realidad de nuestra vida, así como de la responsabilidad de dirigirla y gobernarla conforme el CORAZÓN DE DIOS.
En el Rito de la IMPOSICIÓN DE LA CENIZA, el Sacerdote usará una de las dos fórmulas previstas al imponer sobre la cabeza del fiel la ceniza.
Le dirá:
"Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás", que es como si te dijera, vuela alto, porque a ras de tierra no se encuentra la LUZ de la Eternidad, la que estas llamado a poseer por siempre.
O también:
"Convertíos y Creed en el Evangelio", que es como advertimos que sin CONVERSIÓN es muy complicado y difícil CREER en el Evangelio, porque CREER suponer ser consecuente, VIVIR según lo que se Cree, y VIVIR al ritmo que marca el Evangelio es muy difícil, por no decir imposible, desde el espíritu de mundanidad que envuelve la sociedad y arrastra a todo el que se descuide.
Me atrevería a decir que este espíritu de mundanidad ciega a las personas, las embota con los halagos, comodidades y caprichos del mundo, llevándolas por caminos de deriva sino se pone 'pie en pared'.
FELIZ CUARESMA en la ILUSIÓN del alcanzar las Celebraciones del Triduo Pascual con las vestiduras blancas de un Corazón limpio. Hoy seguimos rezando porque todos VIVAMOS esta Santa Cuaresma al AGRADO DE DIOS. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el DÍA DEL SEÑOR.
Ya hemos indicado reiteradamente, que el DOMINGO debe ser el DÍA que más tiempo debemos dedicar al Señor y a ver cómo va nuestra relación con ÉL.
Y las referencias para este tiempo de ORACIÓN, hemos de encontrarlas en lo que es el CENTRO de la Vida Cristiana: La SANTA MISA.
Os ofrezco que nos fijemos en el ACTO PENITENCIAL que se hace al comienzo de la Misa.
Alguno puede decir: Bueno, si ya hemos ido a Misa y allí lo hemos hecho, ¿A cuento de qué viene ahora que insistamos en ello?
Pues muy sencillo.
En la Celebración es un momento intenso pero muy rápido en el tiempo, lo cual hace que si no se lleva preparado en el corazón y en la mente, resulte un tanto superficial.
Lo cierto es que TODOS SOMOS PECADORES, y como tal necesitamos RECONOCER los propios pecados, para poder ARREPENTIRNOS y pedir PERDÓN a Dios como corresponda.
Este Acto Penitencial, bien porque lo PREPAREMOS antes de participar en la Misa y en ella podamos expresar la VERDAD DE LA CONCIENCIA, o por el contrario, deberemos después de la Misa dedicar el tiempo necesario para VER lo que en realidad hay punible en cuanto al pensamiento, a la palabra, a la obra y a la omisión.
Visto esto, podremos seguir los pasos para PEDIR PERDÓN y reconciliarnos con Dios y con los Hermanos.
¿A través de la CONFESIÓN?
Pues eso dependerá de la entidad o gravedad de los PECADOS que se hayan visto y de cómo hemos de conseguir el PERDÓN y la PAZ.
Ánimo, que bien merece VIVIR con el Alma llena de la Gracia y del AMOR DE DIOS nuestro Padre.
Y también hemos de rezar con toda intensidad por nuestros Hermanos, que hoy deben igualmente, ESCRUTAR su conciencia. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el DÍA DEL SEÑOR.
Hay otro elemento muy importante a considerar el DIA DEL SEÑOR.
Me refiero al GLORIA, Himno que se debe cantar en las Misas Dominicales y en las Solemnidades. Se remonta al siglo II como Himno de Alabanza que se cantaba en las liturgias de la Iglesia Primitiva.
Poco a poco fue extendiendo su uso en la Liturgia, hasta el siglo XI que ya se generalizó.
Este Himno de Alabanza y Glorificación, debería ser para nosotros un lugar de ENCUENTRO con el Señor más allá que en la Celebraciones de la Santa Misa del Domingo, pues nos ofrece la posibilidad de ALABAR A DIOS con una gran riqueza de detalles y matices.
En los ratos de ORACIÓN personal, los domingos, que el tiempo quizás permite que sea un poco más amplia, puede ayudarnos si la recitamos con íntimo sentimiento hacia DIOS UNO Y TRINO.
Por si a alguien le puede ser útil, a continuación transcribo el texto.
Ahora ya, reclamo la oración fraterna por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
HIMNO DEL GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor, PRIMER DOMINGO DE CUARESMA.
Como hemos dicho alguna vez, SEGUIR al Señor Jesús resulta APASIONANTE, pues nada menos que es participar de su condición divina, entrando en la participación de la SANTÍSIMA TRINIDAD.
En la ORACIÓN COLECTA de este Primer Domingo de Cuaresma, se pide a Dios GRACIAS muy importantes.
Dice así la ORACIÓN COLECTA, que sabéis es la Oración más significativa de las que se hacen en la Santa Misa: "Dios todopoderoso, por medio de las prácticas anuales del sacramento cuaresmal, CONCEDENOS PROGRESAR en el CONOCIMIENTO del MISTERIO DE CRISTO, y conseguir sus frutos con una CONDUCTA DIGNA. Por Jesucristo nuestro Señor"
Puntos para la REFLEXIÓN y toma de decisiones.
1. La petición condiciona en principio, "las prácticas cuaresmales" como medio nuestro para alcanzar las gracias que se piden.
2. Se piden DOS gracias principales.
3. "PROGRESAR en el CONOCIMIENTO del MISTERIO de Cristo"
4. Conseguir una CONDUCTA DIGNA.
Por lo tanto, necesitamos REVISAR cómo estamos llevando las PRÁCTICAS CUARESMALES, y teniéndolas bien orientadas, mantenerse FIELES en su observancia.
Se necesita, igualmente, estar abiertos a la GRACIA que nos ayude en el PROGRESO del CONOCIMIENTO, nada menos, que del MISTERIO DE CRISTO.
Para, finamente, hacer camino de CONVERSIÓN personal, que es el núcleo central sobre el que gira todo el sentido de la CUARESMA.
No me cansaré de ANIMAR a todos a VIVIR este Tiempo de Gracia, desde la SENCILLEZ, que todo lo hace más fácil.
Y ahora, todos esperamos tu ORACIÓN, como tú esperas la nuestra, por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. No te hagas esperar. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días, en el DÍA DEL SEÑOR.
En las lecturas de la Santa Misa encontramos el tema de la LLAMADA que Dios nos hace continuamente a la CONVERSIÓN.
En la Primera Lectura del PROFETA JONÁS, el Señor le dice: "LEVANTATE y VETE a Nínive, la gran ciudad, y predícale el mensaje que te digo".
Jonás OBEDECIÓ y fue a Nínive a decirles que en tres meses la ciudad sería destruida, si no se CONVERTÍAN.
Nínive OBEDECIÓ, hicieron PENITENCIA y, por la CONVERSIÓN DE VIDA, la ciudad no fue arrasada.
En la Segunda Lectura el Apóstol San Pablo le dice a los Corintios: "Digo esto, hermanos: que el MOMENTO ES APREMIANTE..."
Una nueva LLAMADA a la CONVERSIÓN, (apremiante).
Y ya, en el Evangelio de San Marcos vemos el COMIENZO de la PREDICACIÓN de Jesús cuando Juan el Bautista fue arrestado.
"Jesús se marchó a Galilea a PROCLAMAR el Evangelio de Dios. Decía: Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: CONVERTÍOS y CREED EN EL EVANGELIO"
Pocos comentarios se pueden hacer ante la claridad del MENSAJE que nos dejan las tres lecturas.
Únicamente cabría preguntarse, en qué momento o situación está la propia CONVERSIÓN.
Y darnos cuenta que, como en Nínive, NO se nos llama a CONVERTIRNOS de broma.
Que el ESPÍRITU SANTO nos ILUMIME para que sepamos con decisión, poner 'manos a la obra' en la propia CONVERSIÓN.
O lo que es lo mismo: ¿Qué es lo que Dios pide a cada uno, ABANDONAR, CAMBIAR O COMENZAR en su vida?
Ayudémonos con la oración, para que todos los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, SEPAMOS hacer el camino de CONVERSIÓN que se nos pide con apremio. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Como veis, es muy interesante avanzar, de la mano de la Santa Iglesia, reviviendo los tiempos anteriores a la NATIVIDAD DEL SEÑOR.
La Sagrada Liturgia nos pone hoy la perícopa que nos revive la VISITA DE MARÍA A SU PRIMA ISABEL.
Este momento está también cargado de una gran RIQUEZA ESPIRITUAL, que se nos ofrece sugerente para la reflexión y la meditación.
Veamos.
MARÍA, dice el Evangelio que "se puso en camino DEPRISA a la montaña".
El Ángel Gabriel le había dicho que "tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que LLAMABAN ESTÉRIL..."
Su EXPERIENCIA DE LA ENCARNACIÓN y todo lo que ello representaba, con sus consecuencias, no la impidieron ir a visitar a quien podía necesitarla.
Y lo hace 'A PRISA', sin detenerse a otras consideraciones de tipo personal; o sea sin caer en ningún tipo de EGOISMO o de EGOCENTRISMO.
En otro aspecto, es digno de CONTEMPLAR y MEDITAR el momento del encuentro; las palabras de Isabel, sin duda emanadas del mismo ESPÍRITU SANTO.
Dice el texto evangélico que "cuando Isabel oyó el saludo de María... SE LLENÓ del Espíritu Santo..."
Llegándola a afirmar: "BIENAVENTURADA tu que HAS CREÍDO, porque lo que te ha dicho el Señor SE CUMPLIRÁ".
Podríamos hacer muchas consideraciones, pero mejor será que cada uno abra su corazón al Espíritu Santo para poder 'PENETRAR EN LOS MISTERIOS DEL REINO'.
Pero fijémonos, al menos, de dónde le sale a Isabel la SABIDURÍA con la que le habla a la Virgen.
Y la respuesta, no menos llena de DIOS, que le da María.
REFLEXIONA, MEDITA y podrás llegar a las Celebraciones de la NATIVIDAD DEL SEÑOR, con el Corazón debidamente dispuesto para SER FELIZ y HACER FELICES A LOS DEMÁS a la sombra del Portal de Belén.
Con gran CONFIANZA, reza a la SAGRADA FAMILIA por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días, en el III DOMINGO DE ADVIENTO.
Dice hoy la Antifona de Entrada de la Santa Misa: "ALEGRAOS siempre en el Señor, os lo repito, ALEGRAOS. El Señor está cerca".
¡¡¡AHORA YA SÍ!!!
La Liturgia mira con decisión al NACIMIENTO DEL SEÑOR, y lo hace con ALEGRÍA, pues en la ORACIÓN COLECTA de la Misa, mirad lo que se pide hoy al Padre Dios:
"Oh, Dios, que contemplas cómo tu PUEBLO ESPERA con fidelidad la fiesta del NACIMIENTO DEL SEÑOR, concédenos llegar a LA ALEGRÍA de tan gran ACONTECIMIENTO de SALVACIÓN y celebrarlo siempre con SOLEMNIDAD y JÚBILO DESBORDANTE. Por nuestro Señor Jesucristo".
De la mano de la Iglesia ya es el momento de preparar las Celebraciones de la NATIVIDAD DEL SEÑOR. Ahora hemos de pensar cómo debemos actuar y ayudar para que en definitiva, lo profano no tape, no oculte, ni oscurezca tan siquiera, el ESPLENDOR que debe tener la CELEBRACIÓN de la PRIMERA VENIDA del Señor.
Es verdad que todo el mundo se muestra jubiloso en estos dias, incluso sin ser creyentes, pero los Católicos han de saber bien colocar cada cosa en su sitio, pues es el DIVINO INFANTE, con sus Padres, los únicos protagonistas de esta Historia de Amor, Donación y Entrega.
Reflexionemos, muy seriamente, acerca de nuestro comportamiento CRISTIANO en estas Navidades.
Y recemos, como cada día, con FE y ESPERANZA, por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Aprovechemos estos días previos a la SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO, para reflexionar en torno a esta importante Celebración.
Fue el Papa Pío XI el que el 11 de diciembre de 1925, instauró la FIESTA DE CRISTO REY, para motivar a los Católicos a reconocer que CRISTO es el CENTRO de toda la HISTORIA UNIVERSAL.
Como se proclama en la Vigilia Pascual, Él es el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin.
El Reino de Cristo es eterno y universal, y como dice San Pablo a los Romanos: "...no es comida y bebida, sino justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo".
En esta preparación para vivir el fin del Año Litúrgico, os propongo dos preguntas para sí mismo.
CRISTO REY, ¿Reina en mi corazón?
¿Es realmente mi REY y mi SEÑOR?
Siempre la Liturgia nos ofrece nuevas oportunidades para reconocer nuestras faltas y pecados, y poder así acercarnos al Sacramento de la Confesión.
Pidamos con Fe y Confianza a CRISTO REY, que cuide y llene de sus Gracias a todos los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, según las necesidades de cada uno. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días en el Día del Señor.
Hoy, que hacemos PROFESIÓN DE FE en la Santa Misa, veamos en nuestra Meditación sus diferentes aspectos, que nos vayan ayudando a vivir cada día más en sintonía con la FE recibida y profesada en el Bautismo.
Los dos Símbolos son paralelos, aunque el Credo Niceno-Constantinopolitano es más largo en sus expresiones o artículos, porque matiza más la doctrina que expresa.
No obstante, la primera afirmación de FE que expresamos es CREER en DIOS PADRE TODOPODEROSO.
Y lo hacemos en primera persona del singular, con SEGURIDAD y FIRMEZA: Decimos, CREO; afirmo con seguridad lo que digo.
Me gusra insistir que nuestra Fe Católica se fundamenta, se apoya en VERDADES y en CERTEZAS. No hay duda posible: CREO EN DIOS, que no solo EXISTE, sino que me AMA y me SOSTIENE con su Gracia en esta travesía terrenal.
Afirmo seguidamente que ES PADRE, y que ES TODOPODEROSO.
Si meditamos esta parte del primer Artículo de la Fe, nos podemos encontrar cuántas y cuáles incoherencias pueden estar habiendo en nuestra vida.
Por ejemplo:
Si CONFIESO creer en Dios Padre, ¿Cómo puede ser posible que mi relación con Él sea lejana, fría, como podriamos decir, meramente nominal?
Porque si fuera verdad lo que confieso, ¿Cómo es posible que no sea capaz de AMARLE SOBRE TODAS LAS COSAS (Primer Mandamiento de la Ley de Dios), de una forma REAL y CONSTANTE?
Y si CONFIESO que es TODOPODEROSO, ¿Por qué tengo tan poca CONFIANZA, que no acudo a buscarle cuando estoy en apuros, como el niño corre en busca de su papá en la necesidad?
Os invito a interiorizar estas cuestiones y otras que os puedan surgir, para poder avanzar y crecer en la propia FE.
Y por consecuencia, hacer ese camino de CONVERSIÓN que todos necesitamos.
Recemos, con mucha confianza y seguridad de que Dios nuestro Padre nos escucha, por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días
Estamos en la gran FIESTA de nuestros ÁNGELES DE LA GUARDA, de cada uno de los Ángeles que nos custodian desde el momento de nuestra concepción.
La Biblia nos da varias referencias de esta realidad sagrada que nos acompaña a cada uno, cual es el ÁNGEL DE LA GUARDA. Somos cada uno quien hemos de familiarizarnos con su presencia, aceptar su compañía y aprovechar su ayuda constante, acudiendo también a ella cuando nos veamos necesitados.
Igualmente conviene tener en cuenta, que la Iglesia de España celebra hoy también la Fiesta del ÁNGEL DE ESPAÑA.
Es cierto que el Papa León XIII, en el siglo XIX, concedió al Reino de España celebrar la Fiesta del ANGEL CUSTODIO DE ESPAÑA el 1 de Octubre, pero debido a la reforma litúrgica promovida por el Concilio Vaticano II, la Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española, en un documento del año 2006, modificó la fecha de celebración pasándola al 2 de Octubre.
Que nuestra oración jubilosa sea hoy a nuestro ÁNGEL DE LA GUARDA, para pedirle que nos ayude a ser mejores y más fieles hijos de Dios.
Y también al ANGEL CUSTODIO DE ESPAÑA, para que nos alcance de Dios la gracia de vivir tiempos de PAZ y de UNIDAD.
Como cada día, recemos con Fe y Esperanza por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días
Seguro que habéis oído este nombre: SANTO CURA DE ARS.
Hoy celebramos la Fiesta de San Juan María Vianney, este Santo Cura que a mí siempre me suscitó un gran cariño por los curas, al ver en su vida de sencillez y entrega toda la grandeza de el SER CURA.
Hoy mi deseo es que el Santo Cura de Ars os suscite un GRAN CARIÑO por los Sacerdotes. Y a los Sacerdotes que estáis en esta Casa de la Madre y Guía, que San Juan María Vianney os RENUEVE EN LA ILUSIÓN PRIMERA DE VUESTRA ORDENACIÓN SACERDOTAL.
En la oración colecta de la Fiesta se pide:
"Dios Todopoderoso lleno de bondad, que hiciste de San Juan María Vianney un sacerdote admirable por su celo pastoral en el pequeño pueblo de Ars; concédenos que, a ejemplo suyo y por su intercesión, ganemos para ti a nuestros hermanos en la caridad de Cristo y alcancemos con ellos la gloria eterna.
Por Nuestro Señor Jesucristo..."
Que el SANTO CURA DE ARS, nos alcance bendición y gracia para todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
PRIMER DOMINGO DE CUARESMA
Esta es la Oración Colecta de la Misa de hoy, que el Sacerdote dirá y tu la ratificarás con el AMÉN.
"Dios Todopoderoso, por medio de las prácticas anuales del sacramento cuaresmal concédenos progresar en el conocimiento del misterio de Cristo, y conseguir sus frutos con una conducta digna"
He aquí el resumen de la vida cristiana: Avanzar día a día en el CONOCIMIENTO y en la COMPRENSIÓN del Misterio de Cristo, y VIVIRLO.
El Misterio de Cristo, qué es, sino conocerle en profundidad, a través de su vida, de sus gestos, de sus actitudes, de sus palabras...?
Saber que Él vino para hacer exclusivamente la Voluntad de su Padre, y esto le exigió OBEDIENCIA y SOMETIMIENTO constantes al querer de su Padre Dios.
VIVIR el Misterio de Cristo en plenitud, es participar ya de su Gloria, lo que, por otra parte, estamos llamados a vivir de una forma definitiva en el Cielo.
Por eso, todo el camino que podamos adelantar aquí en la tierra, nos servirá para llegar antes a las Moradas Eternas de la Casa del Padre (Jn 14,2).
Y esta razón, nos lleva a buscar cumplir cada día el primer mandamiento de la ley de Dios, porque Amando a Dios sobre todas las cosas, ya no habrá impedimento alguno, ni humano ni material, que nos aparte de Él.
Bonito ejercicio para esta Santa Cuaresma, primero, y para siempre, después.
No olvides de pedir en tu Oración de hoy por las necesidades de todos los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía.
Buen Día del Señor.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días Hermanos
No dejemos de orar por los demás como cada día, confiando en que el Señor escucha las súplicas confiadas de sus hijos..... AMÉN.
Consideramos hoy los últimos momentos de la Santa Misa.
Después de la Sagrada Comunión, el Sacerdote invitará nuevamente a la Asamblea a orar.
'Oremos', dirá. Y hará la Oración de después de la Comunión, en la que da gracias por los 'Dones recibidos' y pide que sean fuerza y garantía de una vida en el AMOR.
Concluida esta Oración, y tras dar la Bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, despide la Asamblea con las palabras tan significativas como son: "Podéis ir en Paz".
Podéis ir en la Paz de Cristo, para ser TESTIGOS de su Resurrección; para ir a cumplir el compromiso Bautismal, cuál es 'extender' el REINO de DIOS; para, en definitiva, continuar la misión evangelizadora, primera consecuencia de la Profesión de FE que hicimos en nuestro Bautismo, y que renovamos en la Santa Misa.
Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, aquí doy por concluidas las meditaciones sobre la Santa Misa, aunque soy consciente que se podrían comentar muchos otros matices de la Celebración, y que si es conveniente, no me aparto de ir haciéndolo en otros momentos.
Ojalá que nuestra participación en la Celebración de la Eucaristía sea cada día más activa y responsable.
Ahora ya, solo cabe un buen examen de conciencia, que ponga en evidencia las faltas por omisión o acción que se hayan podido cometer en relación con la Santa Misa, y que necesiten del arrepentimiento, y quizás también del Sacramento de la Confesión.
ANIMO!!!
Merece la pena trabajar por tener el corazón libre de toda culpa, y entregado a Dios en su Hijo Jesucristo.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, buenos días.
Como cada día, unámonos para orar unos por los otros......, AMÉN.
Con el rezo del Padrenuestro ya hemos entrado en el rito de la Comunión, al que la Asamblea se prepara con la Oración que el Celebrante hace pidiendo a Dios nuevamente el perdón de los pecados: "...no mires nuestros pecados, sino la FE DE LA IGLESIA...."
Igualmente pedirá el don de la PAZ e invitará a la Asamblea a compartir La Paz de Cristo.
Estamos en los momentos previos a participar del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, que tienen una gran importancia derivada de todo el Misterio de Amor y Entrega del Señor Jesucristo, inmolado y ofrecido al Padre en el Sacrificio del Calvario.
El Señor espera de nosotros un corazón limpio, que sea capaz de presentarse en ese momento, con las mejores disposiciones de arrepentimiento y de verdaderos sentimientos de PAZ, para sí y para los demás.
Es verdad, que "yo no soy digno de que entres en mi casa..."
Es verdad, que "con una Palabra tuya bastará para sanarme"
Pero, cuál es la verdadera disposición del corazón?
Como hemos venido viendo a lo largo de todas estas meditaciones, la Celebración de la Santa Misa, desde el primer saludo del Celebrante, es todo el compendio de la vida cristiana, y a lo largo de ella hay una interacción entre Dios y los participantes en la Celebración, comenzando por el Sacerdote que la está presidiendo.
Continuamente, a lo largo de la Santa Misa estamos en un contacto íntimo con nuestro Dios Trinitario y con toda la Iglesia a través de la Asamblea que está Celebrando los Misterios de nuestra FE.
Continuemos la íntima reflexión para que, corrigiendo posibles errores o deficiencias, vivamos cada vez con realismo y profundidad la Celebración Eucarística.
Feliz día.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, elevemos el corazón a Dios, suplicando que sane nuestros corazones y atienda todas nuestras necesidades. AMÉN.
Digamos hoy, en continuación de lo dicho ayer, que en esta segunda parte de la Plegaria Eucarística encontramos, además de los momentos que ayer indicábamos aunque solo fuera únicamente de una manera enunciativa, lo que es la culminación del Canon llamada Doxología Final, que es como el resumen de todo lo acontecido hasta ese momento, proclamando el Sacerdote, al tiempo que eleva el Cuerpo y la Sangre de Cristo: "Por Cristo, con Él (Cristo) y en Él (Cristo), a Ti, Dios Padre Omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, TODO HONOR Y TODA GLORIA, por los siglos de los siglos”.
En este momento la Asamblea, en la perfecta unidad que viene teniendo con el Celebrante durante toda la Celebración, tiene el poder de hacer suyo el mismo ofrecimiento que el Sacerdote hace a Dios con la aclamación del GRAN AMÉN.
Reparemos en esta Doxología que tantas veces hemos visto y oído y que deberíamos haber hecho de una manera consciente, y veamos su grandeza, que traspasa cielos y tierra y nos pone en la mismísima presencia de Dios Padre Todopoderoso, "Por Cristo, con Él y en Él..."
Dinos, di para ti mismo, también tu ofrecido con Él al Padre?
Tu vida para Dios, es también con Cristo, TODO HONOR Y TODA GLORIA para ÉL?
Feliz día Hermanos.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días Hermanos.
Como cada mañana, unimos nuestros corazones en la Oración por todas las necesidades de los que componemos esta Casa de la Madre y Guía, porque con gran Fe y Esperanza, confiamos en el Señor.
Terminada la Consagración en la Santa Misa, prosigue la Plegaria Eucarística en la que el Sacerdote, después de ofrecer al Padre el Cuerpo y la Sangre de N. S. Jesucristo, pide a Dios por todos y por todo. Pide la Unidad, pide por el mundo, pide por la Paz, pide por la Iglesia, pide por el Papa y el Obispo de la Diócesis, pide por los difuntos, además de las circunstancias singulares, según intenciones concretas o celebraciones de Solemnidades o Fiestas que requieren especial mención.
En todo caso, si al estar presente en la Santa Misa se participa como es debido, nos podemos ir uniendo a toda la Oración que el sacerdote va elevando al buen Padre Dios por las peticiones que le va presentando.
Es muy importante darse cuenta de que la Santa Misa que se está celebrando, no se agota en la Asamblea más o menos numerosa que la celebra, sino que traspasa todos los muros y todos lo límites que humanamente se puedan pensar, pues el Sacrificio de Cristo es UNO y ÚNICO, y por tanto lo abarca todo.
En la Plegaria Eucarística la Iglesia, como buena Madre, tiene presente y ora por todos sus hijos, vivos y difuntos, por lo que no es difícil, como ya estamos viendo, mantener también muy viva y actualizada nuestra propia Oración de Alabanza, de Adoración, de Intercesión y de Acción de Gracias.
Qué importante es por ello participar con frecuencia en la Santa Misa!!!!!
Reflexionemos sobre esta parte tan importante de la Santa Misa, y veamos con espíritu humilde si realmente aprovechamos nuestra participación en la Eucaristía, manteniendo la UNIDAD necesaria con el Sacerdote que la preside.
Buen día Hermanos.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
ALELUYA!!!
ES EL DÍA DEL SEÑOR!
Padre Santo, en Nombre de tu Hijo Jesucristo, danos las gracias que cada uno de tus hijos de la Casa de la Madre y Guía, necesita. Amén.
Volvemos, Hermanos, a la Santa Misa, no sólo porque sea domingo y tengamos que ir, sino también en la meditación que venimos haciendo de ella.
Hoy reflexionamos de la Plegaria Eucarística o Canon.
Esta Oración, esta Plegaria, es, por su importancia, el CENTRO de la Celebración, toda vez que en ella se pide al Padre el Espíritu Santo que santifique el pan y el vino, y sean transformados en el Cuerpo y Sangre de N. S. Jesucristo, por las palabras consagratorias del Celebrante.
Este es el momento cumbre de la Santa Misa, pues reúne en sí dos momentos extraordinarios:
En el que el Señor, en la Última Cena, instituye la Eucaristía, y en el que, en la CRUZ, entrega su vida.
Dos momentos que todos sabemos, están unidos por la PASIÓN DEL SEÑOR.
Como ya hemos indicado en otras meditaciones, es el momento de la Misa en el que podemos y deberíamos UNIRNOS plenamente al Señor, ofreciéndonos al Padre Dios con su Hijo Jesucristo.
Hemos de pensar con frecuencia que el cristiano está llamado a seguir la huellas del Maestro, y para actualizar la Redención y Salvación de Jesucristo hoy y para el mundo de hoy, Él necesita a sus discípulos que se entreguen en Él, por Él y con Él al buen Padre Dios, para el cumplimiento de su santa Voluntad.
Cuando Jesús recorría la Vía Dolorosa hacia el Calvario, nos cuenta San Lucas en el encuentro con las hijas de Jerusalén que les dice: "Si esto hacen con el leño verde, qué no harán con el seco" (Lc 23,31)
Hermanos, en cada Misa renovamos implícitamente las Promesas Bautismales: "Renuncio a Satanás... y PROMETO SEGUIR siempre y fielmente a Jesucristo".
Párate y reflexiona cómo son tus participaciones en las Misas a las que acudes.
FELIZ DOMINGO!!!
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Madre y Guía nuestra, mira a tus hijos que nos volvemos a reunir en torno a tu Amor maternal. Atiende todas las necesidades que cada uno tiene, porque nunca se ha oído decir que quien ha acudido a Tí con Fe, se haya visto defraudado. Amén.
Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, el Canto del 'Sanctus' nos ha introducido en el Canon o Plegaria Eucarística de la Santa Misa.
Como bien sabéis, a partir de la reforma litúrgica del Beato Papa Pablo VI, la Iglesia ha introducido diferentes Plegarias Eucarísticas, ya que antes solo existía el llamado Canon Romano, que es la Plegaria primera que está en el Misal, y que se utiliza, no solo cuando el Sacerdote lo ve conveniente sino especialmente en Solemnidades como la Pascua, Navidad, etc.
El canon de la Misa es el núcleo central de la misma, y me atrevo a decir que el más importante, porque es en el que se consuma el Sacrificio incruento de Cristo en la Cruz, y el ofrecimiento en Honor y Gloria al Padre Dios.
La Plegaria Eucarística tiene diferentes oraciones, según el sentido o enfoque que tenga la Misa, bien porque se Celebra por alguna intención especial: p.ej. Los jóvenes, un aniversario, etc.
Pero también, hay partes comunes, que de una u otra forma están en todas las Plegarias Eucarísticas, y que ya iremos viendo paso a paso, porque además de la riqueza que contienen, está la perfecta COMUNIÓN que cada uno ha de conseguir con la Asamblea con la que está Celebrando, y ésta, a su vez, con toda la Iglesia Universal.
Recordad lo que se dice en la Plegaria III: "...y congregas a tu Pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso".
Feliz día, y no desaprovechemos ni un minuto que tengamos oportunidad, de vivir AMANDO, en Dios y con Dios, a los Hermanos.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Santa María en sábado', se denomina así los sábados en los que no habiendo ninguna otra fiesta que sea obligatoria en la Liturgia, se puede Celebrar en Honor de la Santísima Virgen.
Así, hoy, fijando todas nuestras miradas en María, le suplicamos acuda en ayuda de cada uno de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, según las propias necesidades de cada uno.
Y ya, meditamos hoy en ese momento de la Santa Misa, que en sí mismo es Solemne: El PREFACIO, antesala de la Plegaria Eucarística.
El PREFACIO comienza con un bello diálogo del Celebrante con la Asamblea, que eleva a todos al encuentro con Dios.
Recuerda y verás:
- El Señor esté con vosotros
- Y con tu espíritu
- Levantemos el corazón
- Lo tenemos levantado hacia el Señor
- Demos gracias al Señor nuestro Dios
- Es justo y necesario...
Y ya comienza la que podríamos denominar como bella alabanza a Dios, según sea la Santa Misa en honor del Señor Jesús en sus Misterios, de la Virgen, o de cualquier Tiempo Litúrgico.
Concluye el Sacerdote asociando, uniendo, nuestra oración terrena a la oración celestial:
- Por eso con los ángeles y los Santos, proclamamos tu Gloria diciendo...
El Prefacio, pues, culmina en el sagrado trisagio "tres veces santo", en el nos unimos al llamado cántico de los Serafines, el mismo que escucharon Isaías (Is 6,2-3) y el apóstol san Juan (Ap 4,8).
SANTO, SANTO, SANTO, es el Señor Dios del universo. Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria...
O sea, cada vez que estamos celebrando la Santa Misa, nos unimos y participamos de la Gloria y la Alabanza celestial, que estamos llamados a vivir eternamente en el Cielo, cuando lleguemos a él para VIVIR por siempre en la Gloria del Dios Uno y Trino.
Por qué, entonces, no vivimos ese "momento de Cielo", con más intensidad de lo que parece hacemos habitualmente?
Veis cómo tenemos a nuestro alcance el conocer y experimentar lo que estamos llamados a vivir con Dios, después de esta jornada terrenal.
Llenos del AMOR DE DIOS sigamos el camino unidos en el Señor, aprendiendo cada día más y más la auténtica VERDAD.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Seguimos Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, con nuestra meditacion comunitaria sobre la Eucaristía, pero no sin antes pedirle a María Virgen que ayude y conforte hoy a todos sus hijos de esta su Casa.
En la Celebración de la Misa hay tres momentos en los que el Ministro hace una ORACIÓN, por tanto, diremos que hace tres oraciones durante la Celebración.
Una de estas oraciones es la denominada 'Oración sobre la Ofrendas', que la hace después del lavatorio de las manos y como final del Rito de las Ofrendas.
Esta Oración, sencilla en su lenguaje y en su demanda, está dirigida a Dios para pedirle Gracia y Bendición por los dones presentados, que se han de convertir en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Ya hemos hablado en otras ocasiones de la importancia de la 'Oración Colecta'; pues de igual forma hemos de decir de esta 'Oración sobre las Ofrendas', y más tarde de la 'Oración después de la Comunión'.
En todas ellas, el Sacerdote, siendo el portavoz de la Asamblea, presenta a Dios necesidades, intenciones, deseos, inquietudes..., de los Fieles, para conseguir del Todopoderoso las Gracias necesarias, y así, que la Santa Misa avance con un espíritu purificador y cargado de la dignidad que solo Dios puede dar para poder CELEBRAR LA SANTA MISA como lo que es, y que, por desgracia, los Fieles alguna vez malogran cuando por desidias, distracciones o cualquier otra circunstancia, no mantienen la atención que se debe, requiere y necesita.
Bien sabemos que todo el valor de la Santa Misa está en los Méritos de Nuestro Señor Jesucristo, pero, también hay que contar con un comportamiento digno de los Fieles que deben mantener, tanto individual como comunitariamente, para que se obtengan TODAS LAS GRACIAS que ofrece la Santa Misa, tanto para sí, como para la Iglesia y para la Humanidad.
Buenos días Hermanos.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
Os invito a cada uno a elevar a María, nuestra Madre y nuestra Guía, la humilde oración por las necesidades del resto de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía.
Hoy, ya en el nuevo mes de Febrero, seguimos con nuestra reflexión en torno a la Santa Misa.
Después de la presentación a Dios del pan y del vino, el Sacerdote se lava las manos en signo de purificación, como lo indica la oración íntima que hace: "Lava del todo mi delito, Señor, limpia mi pecado".
Seguidamente invita a Orar a la Asamblea y ésta, PUESTA EN PIE, responde a la invitación recibida.
Tanto en la invitación como en la respuesta, que todos bien conocéis, podemos darnos cuenta, no solo de su belleza, sino de la clave principal que contienen.
Dice el Celebrante: "Orad, hermanos, para que este SACRIFICIO mío y vuestro, sea agradable a Dios Padre Todopoderoso"
Responde la Asamblea: "El Señor reciba de tus manos este SACRIFICIO, para ALABANZA Y GLORIA DE SU NOMBRE, para nuestro bien y el de su Santa Iglesia".
Estamos CELEBRANDO el SANTO SACRIFICIO DEL ALTAR, que no es otra cosa que la actualización del SACRIFICIO DEL CALVARIO.
Allí cruento, aquí incruento, pero el mismo Sacrificio Salvador y Redentor de Cristo, que se ofreció y se ofrece al Padre por nuestra liberación y salvación.
Ahí tenéis un punto de referencia para comprender la infinita importancia de la Santa Misa, y lo que es muy interesante para todos, el poder unirnos a Jesucristo en su SACRIFICIO, con todos nuestros sufrimientos y padecimientos.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Madre y Guía nuestra, mira con tu Corazón lleno de ternura a tus hijos de la Casa de la Madre y Guía, y obtén para cada uno las Gracias que hoy necesitamos.
Buenos días, Hermanos:
Con la Oración de los Fieles hemos concluido la Liturgia de la Palabra, dando paso a la Liturgia de la Eucaristía, extraordinariamente rica en contenido y en matices.
Esta parte de la Santa Misa, podríamos denominarla también la del Santo Sacrificio de la Cruz.
En primer lugar nos encontramos con el Ofertorio, en que el Sacerdote presenta y bendice al Padre Dios por el pan y el vino, que posteriormente serán convertidos en el Cuerpo y la Sangre de N. S. Jesucristo.
Antes de pasar al lavatorio de las manos, el Ministro inclinado sobre el Altar hace una de las oraciones secretas que dice durante la Misa, y que me parece una auténtica belleza, por lo que la transcribo a continuación, aunque en otro momento podamos comentar de todas estas oraciones del sacerdote en privado.
"Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde; que este sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro".
El Ofertorio nos ofrece la maravillosa oportunidad de ofrecer a Dios lo mejor de nosotros mismos unido al pan y al vino, para que llegados al 'Calvario' podamos ofrecernos con Cristo al Padre Dios en tantos aspectos de la propia vida: sentimientos, deseos, pensamientos, acciones, obras..., y el largo etcétera que queramos agregar.
No podemos olvidar que el ser católico implica, no solo ser miembro del Cuerpo Místico de Cristo, miembro de su Iglesia, sino también TESTIGO FIEL del Señor, que sigue sus huellas con fidelidad.
Feliz día.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Nuevamente estamos en el Día del Señor,
con nuestro primer compromiso de decirle a nuestra Madre y Guía: Vela, Virgen Santísima, por todos los hijos de tu Casa, y cólmanos de tus bendiciones.
Hermanos, terminada en la Santa Misa la Profesión de FE, se hace la 'Oración de los Fieles', que como ya tuvimos oportunidad de explicar, debe acoger peticiones universales, con un gran espíritu de FE y de ESPERANZA, pues no deberíamos olvidar el Consejo Evangélico en Mateo 18,19, en el que el Señor nos dice que si dos o más nos ponemos de acuerdo para pedir algo, se nos concederá.
En la Celebración Eucarística hay diferentes momentos que las rúbricas se realizan como un simple "seguir el guion", cayendo en la tentación de 'pasar por alto o de puntillas', cumpliendo así y simplemente con lo mandado.
La Oración de los Fieles puede ser uno de esos 'momentos de trámite' indicados, pues la experiencia nos indica que el espíritu con que se hace esa Oración, no tiene la carga suficiente de Fe y de Confianza en Dios.
Una simple prueba; cuando termine la Misa, ya en la calle, ya en casa, dinos:
Cuántas Preces se han hecho, 5,6,4...?
Qué se ha pedido, en concreto, en cada una de ellas?
Era interesante y más que necesaria alguna?
Vas a recordarla y repetirla durante los días siguientes?
Prueba, y examina el grado de tu implicación y compromiso en la Celebración de la Santa Misa, pues bien merece la pena para poder generar una mayor ilusión cada día, porque bien sabemos que sin ILUSIÓN se hacen muy cuesta arriba las cosas.
Feliz DÍA DEL SEÑOR!!!
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días Hermanos.
Elevemos nuestro corazón lleno de buenos sentimientos a María, nuestra Madre y nuestra Guía, para que colme de sus bendiciones a cada uno de sus hijos de la Casa de la Madre y Guía.
Terminada en la Misa la Homilía, el Celebrante invita a la Asamblea a que haga PROFESION DE FE.
Bien es verdad que será únicamente en las Misas de los Domingos y de las Solemnidades.
La PROFESIÓN DE FE, la hicimos cada uno en el momento de nuestro Bautismo, y la actualizamos y la renovamos en la Santa Misa, aunque cada uno individualmente puede hacerlo cuando quiera, lo necesite o le venga bien.
Es muy importante reflexionar sobre lo siguiente.
Profesar la FE, NO ES REZAR EL CREDO.
Se dice habitualmente cosa así como "vamos a rezar el Credo", lo cual no es correcto porque el Credo no es una Oración, sino que es la formulación explícita de la FE CATÓLICA.
Rezar, es decir oraciones a cualquiera de las Tres Personas Divinas o a los Santos.
PROFESAR es dar cuenta de una doctrina o compromiso asumido de una forma total, radical y existencial.
Cuando renovamos la FE con el Credo, estamos afirmando en lo que creemos, por lo que estamos dispuestos a vivir y a morir, y a dar testimonio de esta FE siendo TESTIGOS DE JESUCRISTO.
Es muy importante, por tanto, que te pares a pensar:
1. El CREDO no es una oración.
2. Es la formulación, la fórmula con la que expresamos nuestra creencia en lo que es fundamental en la FE CATÓLICA.
3. Su valor espiritual es incalculable, de forma que, por ejemplo, cuando se está muy tentado por el maligno, si se hace Profesión de FE, el enemigo huye; sencillamente porque expresamos las verdades fundamentales de la FE al afirmar: CREO... CREO... CREO..., con lo que el demonio no puede tener cabida en el corazón y no puede más que huir ante la presencia reiterada de Dios por mi PROFESIÓN DE FE.
Merece la pena reflexionar y compartir.
Buen fin de semana.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Queridos Hermanos, nuevamente nos volvemos a encontrar en esta Casa de la Madre y Guía, con el primer propósito de decirle a La Virgen: "Cuida de mis Hermanos en sus necesidades".
Hoy reanudemos nuestras reflexiones sobre la Santa Misa.
En el momento en el que el Celebrante dice: 'Oremos', dando paso a la Oración Colecta, cada miembro de la Asamblea puede íntimamente presentar su particular intención, petición o deseo en aplicación de la Misa; sea cual sea la intención, podrá ser por un difunto, o por cualquier otra necesidad que quiera presentar.
Otra cosa es en "momento de difuntos", en el que la Iglesia reza por los difuntos en general, y que el Sacerdote suele hacer mención del nombre por el que aplica esa Misa, menos cuando estamos en un funeral, que es en la misma Colecta en la que se ora expresamente por el difunto en cuestión.
Por tanto:
1. La Oración Colecta recoge y centra todas las intenciones y aplicaciones que, en silencio, se hacen de la Santa Misa, expresando el Ministro la Oración general que la Liturgia del día determina, a la que la Asamblea respondiendo AMEN, afirma todas las intenciones y peticiones hechas.
2. Las intenciones o peticiones pueden ser por difuntos, vivos, o cualquier otra Gracia que se necesita obtener del Cielo. Asimismo puede ser una Oración de Reparación, por la que aplicar la Misa.
3. En el momento de difuntos, unidos al Sacerdote, se pueden recordar a los difuntos que se quiera, o simplemente unirse a la Oración de la Iglesia por todos los fieles difuntos.
4. Las Preces tienen otro sentido específico, que aprovecho para comentar.
La Oración de los Fieles tiene un carácter universal, no olvidemos que el nombre de Iglesia "Católica" quiere decir "Universal", de aquí que las Preces tengan el carácter de ser peticiones generales y universales: por la Iglesia, por el mundo, por la humanidad y por todas otras intenciones que superan situaciones particulares, aunque no quiera esto decir que se pueda y deba pedir por intenciones concretas ante necesidades de carácter puntual y personal.
Deseo haber dejado aclaradas las dudas, quedando siempre dispuestos a profundizar más y más, para que podamos entre todos hacer un verdadero camino de SANTIDAD.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días, Hermanos de la Casa de la Madre y Guía.
Con todo Amor intento explicar las cosas, y con el mismo Amor acojo cualquier duda o pregunta.
La Oración Colecta la REZA el Celebrante en TODAS las Misas.
Esta Oración culmina la Introducción a la Santa Misa, y da paso a la Proclamación de la Palabra de Dios.
Como ya indiqué, el Sacerdote dice 'Oremos', haciendo un breve silencio duante el cual cada uno expone, desde lo más íntimo, su petición, intención, etc.
En este momento el Sacerdote, en Nombre de Cristo, recoge todas las peticiones y súplicas, y las presenta a Dios en la 'Oración Colecta', que él reza en viva voz, y que la Asamblea ratifica con el AMEN.
Su nombre de 'Colecta' viene de esta maravilla espiritual que realiza el Celebrante al recoger todas las intenciones, súplicas, peticiones, votos... de los Miembros de la Asamblea, para presentárselos a Dios Padre Todopoderoso, en Nombre de su Hijo Jesucristo.
Como veis es un momento muy intenso y cargado de una gran corriente de verdadera CARIDAD.
En otro momento me haré eco de la otra cuestión planteada, no menos apasionante, cuál es son las 'oraciones secretas' que dice el Sacerdote en casi silencio o en casi secreto.
Mi exhortación sigue siendo para que, llenos de ILUSIÓN, vivamos cada vez con mayor intensidad este grandísimo DON que se nos ha dado, tanto comunitaria como personalmente, como es la CELEBRACIÓN DE LA VIDA PASIÓN MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO, en el seno de su gran Misterio de AMOR y de UNIDAD, que es la Iglesia Santa, Católica y Apostólica.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días.
En la Santa Misa todas las rúbricas, todas las oraciones, todos los gestos, tienen su sentido y su explicación; lo importante será vivirlo en íntima unión con todas ellas.
Después del Acto Penitencial y del Canto del Gloria, si fuera Misa de Domingo o de una Solemnidad, el Ministro invitará a ORAR, y tras un breve silencio dirá la 'Oración Colecta', que es la oración con la que se centrará la Celebración, pues estará en perfecta sintonía con la intención de la Misa: bien porque sea de feria, de algún Santo, de la Virgen o alguno de los Misterios del Señor Jesucristo, etc.
Si personalmente tenemos algún deseo o petición especial para aplicar en la Misa, este es el momento de hacerlo al decir el Sacerdote: 'Oremos', y en el breve silencio que él hace.
Tengamos muy en cuenta, que a las Oraciones que el Sacerdote va haciendo, la Asamblea responde siempre identificándose, bien sea con el AMÉN, o con las otras respuestas que hay en las rúbricas.
Reflexionemos sobre nuestra atención y nuestras respuestas durante la Santa Misa, pues conllevan el compromiso de asumir la petición hecha, así como la apertura a las Gracias que Dios nos dará en razón de las peticiones hechas.
Y, qué pasa cuando pido sin conciencia y compromiso de lo que estoy haciendo?
Y qué pasará si, escuchada la súplica, se nos da lo pedido y no lo acojo como correspondería?
Que la Madre y Guía nos ayude a ver y a vivir la verdadera profundidad e importancia de cada parte de la Santa Misa, para nuestro bien.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días, Hermanos de la Casa de la Madre y Guía.
- Entrare al altar de Dios.
- Hacia Dios, que alegra mi juventud.
Así decía el sacerdote para comenzar la Santa Misa antes de la Reforma Conciliar.
Sabemos que la Santa Misa es el Memorial de la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de N. S. Jesucristo, en la que se actualizan y se viven los Misterios de Amor y Entrega del Señor Jesús.
Por tanto, a la Santa Misa se va con unos sentimientos de Comunión con Cristo, para, como veremos, poder ofrecernos al Padre como Él lo hizo: "Por Cristo, con Él y en Él, a Tí Dios Padre...", dice el Sacerdote al final del Canon, ofreciendo al Padre ya el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
La Misa se entiende y se vive mejor, cuando se la AMA.
Convéncete, al fin, para nosotros TODO es cuestión de AMOR; dicho de otra forma, de CARIDAD.
La Santa Misa tiene diferentes partes que convienen conocer bien, para poder encontrar todo su sentido y tener una participación muy activa en la Celebración.
Me propongo recorrer con vosotros, de una forma sencilla, todas estas partes de la Misa que nos ayude a AMARLA y a VIVIRLA con la mayor participación posible en los Misterios del Señor Jesús.
A María, nuestra Madre y nuestra Guía, le pido que nos ayude a comunicar y a comprender este gran Don que su Hijo nos dejó en la Santa Misa.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
María, nuestra Madre y nuestra Guía, alcánzame la Gracia de..... AMÉN.
Buenos días Hermanos
Después del GRAN AMÉN, pasamos a otro momento de la Santa Misa muy significativo: El PADRENUESTRO.
El Sacerdote introduce a rezar la Oración, que me atrevo a decir, más importante para un cristiano, como es el PADRENUESTRO.
Como todos sabemos, es la Oración con la que Jesús nos enseñó a rezar al Padre Dios, cuando uno de sus discípulos le pidió: "Enséñanos a orar como Juan enseño a sus discípulos"
La respuesta de Jesús no se hizo esperar: "Les dijo: Padrenuestro que estas en el cielo..."
(Lc 11,1-4).
Una asignatura pendiente que, me atrevo a decir, tienen la mayoría de los cristianos es REZAR BIEN el Padrenuestro.
Pero para poder hacerlo así se necesita CONOCERLO.
Ya veo que alguno piensa: pero, qué dice hoy Emilio!!
Claro que sabemos el Padrenuestro, hasta de memoria, desde pequeños; pero eso no asegura que lo hayamos meditado suficientemente como para que conociéndolo lo COMPRENDAMOS, y en consecuencia lo AMEMOS.
No te pregunto si sabes el Padrenuestro, porque eso es seguro que sí.
Pero sí me atrevo a preguntarte, si en verdad tú crees 'conocerlo'?
Si has sido capaz de dedicar algún rato a MEDITARLO para poder COMPRENDERLO mejor?
Sabías, te habías dado cuenta, que el PADRENUESTRO está formado por una aclamación inicial y siete peticiones, que las ratificamos con el AMÉN.
Bien estaría hoy que los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, rezaran un Padrenuestro con total y absoluta consciencia de lo que están diciendo, de lo que están pidiendo, de lo que están rezando.
Con todo mi cariño fraternal en el Padre que es 'nuestro'.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Os deseo mucha FELICIDAD, PAZ Y SANTIDAD en este Nuevo Año Litúrgico que estamos estrenando.
Hasta el próximo día 26 de noviembre de 2017, la Iglesia Católica nos lleva de su mano para actualizar y revivir, a través de la Sagrada Liturgia y de las diferentes Celebraciones de la Vida de Nuestro Señor Jesucristo, de la Santísima Virgen y de los Santos, todos los Misterios de nuestra FE.
Hoy solo cabe un propósito en nuestro corazón: Seguir día a día, con un gran espíritu de pobreza y humildad, todo lo que la Iglesia nos irá ofreciendo, no solo con la Sagrada Liturgia, sino también a través de la Tradición y de su Doctrina.
Agarrados de la mano de la Virgen del Adviento, abramos el corazón a este Nuevo Año Litúrgico con el gozoso deseo de recorrerlo en el AMOR y en la SANTIDAD.
Y de todo esto, Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, se desprende un compromiso frente al deseo del Señor: Que transmitamos, a todas las personas que podamos, la Felicitación por este Nuevo Año Litúrgico y todo lo que significa, particularmente el Adviento, primera etapa del Nuevo Año.
FELIZ DÍA DEL SEÑOR!!!
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
Buenos días, Hermanos de la Casa de la Madre y Guía.
Hoy es sábado, y curiosamente repasaba días atrás la Exhortación Apostólica MARIALIS CULTUS que escribió el Papa, hoy Beato, Pablo VI, sobre el Culto a la Santísima Virgen.
En los primeros puntos habla del encuentro con la Virgen a través de la Liturgia, diciendo: "Durante el tiempo de Adviento la Liturgia recuerda frecuentemente a la Santísima Virgen".
Este documento del Beato Pablo VI es precioso, y en el se aprenden muchas cosas de la Virgen y del recto culto que se le debe dar a través de la Liturgia.
Si tenéis interés por conocerlo, en la web del Vaticano lo encontráis fácilmente.
Del punto 4 de la Exhortación: "Queremos, además, observar como en la Liturgia de Adviento, uniendo la espera mesiánica y la espera del glorioso retorno de Cristo al admirable recuerdo de la Madre, presenta un feliz equilibrio cultual, que puede ser tomado como norma para impedir toda tendencia a separar..... el culto a la Virgen de su necesario punto de referencia: CRISTO. Resulta así que el Adviento debe ser considerado particularmente apto para el culto de la Madre del Señor".
FELIZ ADVIENTO
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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