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Mater Christi, Meditaciones Diarias | por Emilio Castrillón Hernández

  • Meditación del día:

Buenos días.

Primer Viernes de Mes del Mes del Sagrado Corazón de Jesús, por lo que doblemente hemos de prestar atención, abriéndonos a tan significativa devoción de la que Jesús espera nuestra disposición a Amarle cuanto podamos en este día.

Tradicionalmente las personas que deseaban hacer los 9 Primeros Viernes de Mes, comenzaban en este mes por ser el Mes del Sagrado Corazón de Jesús, aunque se puedan comenzar en cualquier otro mes del año.

A partir de la primera revelación, Santa Margarita María Alacoque sufriría todos los primeros viernes de mes, hasta su muerte, la experiencia mística de la llaga del costado de Jesús. Estos eran los momentos particularmente elegidos por el Señor para manifestarle lo que quería de ella y para descubrirle los secretos de su amable Corazón.

Las promesas de Jesús, dadas por medio de Santa Margarita María Alacoque a los que practicaran y propagaran dicha devoción, incluye la promesa a quienes comulguen nueve primeros viernes de mes.
"Yo te prometo, en el exceso de la misericordia de mi Corazón, que mi amor omnipotente concederá a todos los que comulguen los primeros viernes de mes, durante nueve meses consecutivos, la gracia de la penitencia final, y que no morirán en mi desgracia, ni sin recibir los Santos Sacramentos, asegurándoles mi asistencia en la hora postrera”.

El motivo principal de la devoción debe ser el amor a Jesús y no solo las promesas ligadas a ella. Sin embargo si el mismo Jesús quiso darnos un aliciente con sus promesas, podemos apoyarnos también en ellas para fortalecer nuestra débil voluntad para todo lo que es el servicio de Dios.

Para ganar esta gracia se debe:
1.- Recibir sin interrupción la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes consecutivos.
2.- Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.
3.- Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.

Conviene señalar que, si el Amor de Jesús es, no grande, sino infinito para las criaturas humanas, en correspondencia, las personas debemos responder con nuestro amor expiatorio por todos los ultrajes que recibe. AMÉN.


Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España



Meditaciones: Frases y Citas

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